miércoles, 23 de marzo de 2011

Weltenburger Kloster Asam Bock

MARCA: Weltenburger
MODELO: Weltenburger Kloster Asam Bock
ESTILO: Doppelbock (6'9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: La última cerveza que me quedaba de la Feria de Alimentación Internacional no era, ni mucho menos, una desconocida sino que estaba elaborada por una empresa por la que siento desde hace tiempo una especial predilección: Weltenburger. La vi en el Corte Inglés del centro de Madrid, mientras curioseaba con Sir Asf el fin de semana que fui a hacerle una visita a la capital, y pese a que ya iba a volver a mi ciudad cargado con las botellas que les compré a los siempre geniales Lúpulo A Mansalva no pude resistir la tentación de repetir con una de mis Doppelbock favoritas, cosa que mis lumbares no me agradecieron.

Hacía ya varios años que no tomaba esta cerveza, y mientras la servía me pregunté si tras tanto tiempo y tantas buenas marcas probadas mi opinión sobre ella se habría mantenido tan alta; por lo que viene a continuación se puede deducir que sí. En el vaso, con la luz atravesando el líquido, se veía de color rubí, con cierta turbidez, coronada por una espuma beige muy oscura, casi marrón. Frente a un aspecto inmejorable, los matices que desprendía seguían este nivel de perfección, una cantidad brutal de malta tostada, caramelo y chocolate con leche, con cantidades ingentes de fruta que se presentan con mucha profundidad, destacando sobretodo los dátiles y recuerdos de higos y ciruelas negras, todo ello aderezado con notas claras de canela, té negro y un mínimo recuerdo de ron. Extremadamente denso, dulce aunque no empalaga, y si bien el lúpulo pasa desapercibido lo cierto es que no se le echa de menos.

Me costó seguir el protocolo habitual puesto que llevaba salivando desde que subí la botella del trastero, por fín llegó el momento de atacar y mi satisfacción fue absoluta en el primer instante. La intensidad se mantiene en el sabor, da comienzo una base de malta y caramelo, el cacao acompaña aunque con algo menos de presencia, y toda esta mezcla viene empapada por frutas maduras, nuevamente destacan los dátiles incluso con más fuerza, y un punto de azúcar quemado y té negro. De cuerpo completo, el trago es muy espeso y se mantiene así hasta el final para amortiguar los casi 7º de alcohol, quedando una reminiscencia de estos que se junta con un marcado deje especiado, suaves recuerdos de ron y caramelo, y el lúpulo que se manifiesta por fin con un leve toque herbal. El regusto no frena, es intenso, agresivo, algo alicorado, y por suerte se mantiene en boca largo tiempo permitiendo disfrutar de esta cerveza algunos segundos más. Completísima cerveza, una opción que nunca defraudará cuando se busque un peso pesado para calentar una tarde fría.

NOTA:

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