domingo, 5 de enero de 2014

Rodenbach Caractère Rouge

MARCA: Rodenbach
MODELO: Rodenbach Caractère Rouge
ESTILO: Flanders Red Ale macerada con fresas, cerezas y arándanos (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Me sorprende que a estas alturas, tras casi 6 años de blog, no hayamos dicho ni una palabra de una fábrica que es sinónimo de excelencia y que además produce algunas de mis cervezas predilectas, la Brouwerij Rodenbach. Fue fundada en 1836 en Roeselare, Flandes Occidental, por Pedro Rodenbach y su esposa Regina Wauters. Sin embargo fue Eugene, su hijo, quien tras ponerse al cargo de la empresa en 1878, fue capaz de dar a las cervezas de esta marca el carácter que ahora las hace identificables en todo el mundo, gracias a los conocimientos sobre añejado y blending que éste adquirió durante una estancia en Inglaterra. Sus elaboraciones más populares y fáciles de adquirir son Rodenbach y Rodenbach Grand Cru, ambas fantásticas; sin embargo hoy voy a comentar una cerveza bastante menos común y de la que han salido al mercado únicamente 900 botellas: Rodenbach Caractère Rouge.

Se trata de una colaboración entre Viki Geunes, cocinero del 't Zilte de Antwerp; Jan Toye, propietario de Palm Breweries; y Rudi Ghequire, maestro cervecero de Rodenbach; y se trata de una Rodenbach macerada con frutos rojos durante 6 meses, tras lo cual se la somete a una refermentación en botella. Con todo esto cabe esperar, además de los matices aportados por la fruta, abundante presencia de levaduras salvajes. Y así es, de su líquido rojizo eclosiona un aroma predominantemente ácido en el que destacan fresas silvestres, frambuesas, y cerezas, envueltas en un manto de madera, cuya intensidad es superior a todo lo que me he cruzado hasta el momento, y más leves recuerdos de cuero. Las Brettanomyces están distribuidas por todas partes de forma homogénea, mientras queda en el fondo frutos secos, cereales, y muy discreto caramelo.

En nariz me parecía difícil de diferenciar de una Lambic, y en boca esa sensación es todavía mayor. Es muy ácida, recuerda al pomelo, con un sabor en el que es evidente la presencia de levaduras salvajes, potenciada además por el carbónico junto con toques de madera, aunque más moderados que en el aroma. Se combina esto con intensas notas de frutos rojos, al inicio arándano y cereza, más adelante fresa y frambuesa, sobre una tímida base de malta y cereal con un dulzor muy apagado. Tanto madera como levaduras, controladas durante el trago, se acentúan en los últimos instantes del mismo, creando un final de intenso amargor y acidez, cargado de recuerdos de cerezas, cítricos, leves frutos secos y mínimo alcohol. Los dos años y medio de preparación que han sido necesarios para tener lista esta cerveza han conseguido que los distintos matices se integren con firmeza, y tener en ella levaduras, frutas, barrica, alcohol y malta sin que ninguno de estos sabores sea demasiado estridente. (pese a que los tres primeros tienen más presencia) Ha sido un privilegio tomar esta cerveza, y se lo debo a Rubén de La Vinoteca. ¡Gracias!

NOTA:

3 comentarios:

Lúpuloadicto dijo...

Aguardando espera su momento mi botellita después de que la consiguiera estas pasadas navidades, aunque creo que la aguantaré una temporadita si el mono por una red flanders no tira mucho, jejeje! Me han hablado maravillas de esta botella y pese a que no era precisamente barata hay cerveceras con las que no dudo y Rodenbach es una de ellas (y por tus "jarritas" veo que estoy en lo cierto... :P). Un abrazo!!

VISUALBEER dijo...

La probé en la fiesta del XXV Aniversario de Cervebel y me pareció espectacular, a ver si me apaño una botella jeje

saludos!

Hugo dijo...

Lupuloadicto:

Sí que debía ser algo cara, pero también hay que tener en cuenta que se necesitan 2 años y medio para hacerla y que salen a la venta pocas unidades. Además, por supuesto, de que Rodenbach no te va a decepcionar.

¡Ya contarás!


VisualBeer:

En Pamplona creo que aún queda alguna, a no ser que se te hayan adelantado.