jueves, 25 de abril de 2019

Oakham JHB

MARCA: Oakham
MODELO: Oakham JHB
ESTILO: Bitter Ale (3'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Inglaterra

CARACTERÍSTICAS: Oakham Ales fue fundada en 1993 en Oakham, una localidad de poco más de 10.000 habitantes en East Midlands (lo pongo en inglés porque el nombre oficial traducido al español, Tierras Medias Orientales, sonaba a Tolkien). El dueño original, John Wood, abandonó la compañía en 1995, y posteriormente las instalaciones se trasladaron a Peterborough, algo más al Este. Entre sus innumerables cervezas distintas posiblemente la que comento hoy, JHB, sea una de las más reputadas porque ganó el Champion Beer of Britain 2001. Las siglas hacen referencia a Jeffrey Hudson, también conocido como Lord Minimus, un hombre de la corte británica del siglo XVII famoso por su altura de 106 cm.

Esta es una Bitter de color dorado, algo más clara de lo que se suele ver en este estilo, y cristalina. Genera apenas un dedo de espuma blanca, muy porosa, alimentada por una carbonatación considerable. En nariz es contundente, combina intensas notas de malta, caramelo, suave mantequilla y toffee con frutos secos, principalmente nuez. Tampoco pasa desapercibido el lúpulo británico, es muy aromático, con predominio de matices herbales, y algo más suave florales y cítricos. Se nota además el deje mineral propio de las Ale.

En boca hace honor al nombre del estilo, y ya desde el principio del trago demuestra su amargor. Se presentan con fuerza malta, galleta, nueces, avellanas, y algo de toffee, perfectamente integrado y que compensa la sequedad. Hacia el final se suman recuerdos cítricos, sobretodo naranja madura e incluso algún punto tropical, marcadas notas minerales, e intenso lúpulo herbal, que cierran un amargor firme y seco. Nada que se salga de la norma, totalmente acorde con el estilo, como mucho una levísima frutalidad que quizá haya sido sólo un espejismo... ¿y qué más da? Una buena Bitter es una buena Bitter, yo las disfruto como un enano. Ojalá pudiese de cask de cuando en cuando, pero por ahora este es un buen sustituto.

NOTA:

domingo, 21 de abril de 2019

Cervecería en Sarriguren: El Retrogusto es Mío


Los nombres de Ana Murillo y Mikel Garrués pueden resultar familiares para los lectores del Hipos Urinatum, ya que los mencioné como ganadores del III Concurso de Maestría Cervecera de La Vinoteca, eran los responsables del blog El Retrogusto es Mío, y también los he nombrado como elaboradores de las cervezas de Maiku Brewing. Además de todo esto, en diciembre del 2016 iniciaron en Sarriguren, una pequeña población a pocos minutos de Pamplona, la aventura de regentar un bar especializado en cervezas y vinos al que dieron el nombre de su blog. Por motivos laborales, familiares, y porque Sarriguren me pilla un poco a desmano, hasta la fecha no había podido hacerles una visita, pero hace unas semanas nos las apañamos para que una excursión al valle de Egües tuviese una parada para reponer fuerzas en su local. Y la verdad, salimos encantados.

El Retrogusto es Mío se encuentra en una calle peatonal de Sarriguren, tan tranquila como es en realidad todo el pueblo. Funciona como cervecería/vinatería especializada, y además también como tienda dedicada a estas dos bebidas. Es un local espacioso y con mucha luz, cuenta con varias mesas donde sentarse, una barra con 6 grifos de cerveza, y varias estanterías que corresponden a la sección de tienda, repletas de botellas y latas.

Respecto a la oferta de cerveza, en los grifos hay referencias para todos los gustos y bolsillos, desde Pilsner Urquell a 3 euros la pinta hasta estilos más alcohólicos y complicados, y por lo tanto más caros. Sí que tuve la impresión de que hay bastante espacio reservado al producto nacional, e incluso local. Uno de los grifos está ocupado por la cerveza de la casa, la APA de Maiku Brewing, elaborada en las instalaciones de Brew & Roll en Barañáin. Yo me pedí una caña ese día, y me pareció francamente buena, sin nada que envidiar a referencias clásicas del estilo. También hay un buen surtido de botellas refrigeradas, aunque reconozco que no les hice demasiado caso.

En cuanto a comida, El Retrogusto no es un restaurante, ni intenta serlo, pero sí que hay bastantes opciones para picar algo, además a precio muy razonable. Vi en la carta bastantes quesos, embutidos, conservas, bocadillos y tostadas que me pusieron los dientes largos, aunque al final nos decidimos por un guacamole que estaba delicioso. De todas formas, dejo el Saint Marcellin y los mejillones picantes apuntados para la próxima vez, me quedé con ganas.

En resumen, local agradable, buena cerveza y buenos precios. Creo recordar además que la música era buena, así que no se me ocurren motivos para no hacer una parada si se visita el valle de Egües.




CERVECERÍA: El Retrogusto es Mío
DIRECCIÓN: c\ Bárdenas Reales 68
POBLACIÓN: Sarriguren
PROVINCIA: Navarra

miércoles, 17 de abril de 2019

Brew & Roll Kaiman

MARCA: Brew & Roll
MODELO: Brew & Roll Kaiman
ESTILO: India Pale Ale americana (7'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Desde hace tiempo tenía ganas de comentar aquí alguna otra cerveza de Brew & Roll porque, a pesar de que su Apolo no me gustase demasiado, otras referencias de la marca me habían parecido muy buenas. No soy yo el único que tiene esta opinión, sino también los jueces del Barcelona Beer Challenge, que en el 2017 la nombraron mejor cervecera novel y han premiado en varias ocasiones a algunas de sus cervezas. Además con sus responsables comparto pasión por el rock'n roll, y esto es mucho más importante de lo que parece.

Aproveché uno de los días soleados de las pasadas semanas para abrir una botella de Kaiman, una IPA de estilo americano con 70 IBU. Su color es pardo anaranjado, y es muy turbia, casi totalmente opaca. Genera una capa de espuma blanca de burbuja heterogénea con muy buena retención. En nariz es tan potente como interesante, con una carga brutal de frutas tropicales entre las que destaca maracuyá, y algo menos prominentes mango, melocotón en almíbar y naranja muy madura sobre un fondo de malta dulce, toffee y algo de caramelo. Surge también una leve acidez cítrica, como de cáscara de limón, y un refrescante toque de pimienta y clavo.

El sabor llena por completo la boca, con un golpe de malta, toffee, nueces caramelizadas y fruta madura, marcando más melocotón y mango. En seguida surge una acidez fresca, con cáscara de limón, lima, suave pomelo, atravesada por afiladas notas de pino y resina. Finalmente la boca se seca, el trago se vuelve astringente, se refuerzan pino y cítricos, sale la especia picante, un ligero alcohólico en la garganta y un deje mineral. Cuerpo consistente, muy refrescante y desequilibrada con equilibrio... a grandes rasgos lo que esperas de una buena IPA. Muy recomendable, no hace falta traerse latas del otro lado del Atlántico cuando se tienen cervezas así por aquí (y a mitad de precio, esta me costó 2'20 euros). Una cerveza así sólo la puedo celebrar con una canción de metal a la misma altura: allá va.

NOTA:

lunes, 15 de abril de 2019

Wirts Madl

MARCA: Wirts Madl
MODELO: Wirts Madl Bayrisch Hell 1516
ESTILO: Münchner Hell (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Esta cerveza de aspecto tradicional está en realidad producida en exclusiva para los supermercados alemanes REWE, cosa que por supuesto no sabía cuando la compré en Munich. Sin embargo, la fábrica que la elabora es Löwenbrauerei, una cervecera independiente fundada por Franz Stockbauer en 1874 en Passau, que cuenta entre su repertorio con más de 12 cervezas distintas, algunas galardonadas en repetidas ocasiones. Menciono todo esto para que nadie saque conclusiones precipitadas, no estamos hablando de las Steinburg de Font Salem.

Como era de esperar, es de color dorado, cristalina, con una espuma de 10, blanca inmaculada, muy cremosa y de la que queda 1 dedo en todo momento. El aroma es fantástico, con gran cantidad de malta, pan blanco y masa de pan, también algo de cereales. Se suman notas de pera madura, más suave manzana golden, leve miel, un toque de levadura, y el sugerente perfume floral del lúpulo, con un punto de especia.

En boca se define como una Helles clásica, con una orientación similar a grandes ejemplos del estilo como puede ser la de Augustiner. El trago es relajado, con una entrada muy cargada de malta y masa de pan, acompañadas por frutas maduras como pera, manzana y membrillo. La carbonatación es ligera, aunque su presencia destaca un poco más al final, cuando potencia una leve acidez cítrica antes de que el sabor cierre con un amargor delicado en el que destacan intensos recuerdos de flores,  y miel, un toque de hierba y de nuevo algo de especia. En fin, poco se le puede criticar, tiene todo lo que el estilo necesita y no le sobra nada. Para repetir las veces que haga falta, además con bien que pasa el trago esta tarea puede ser más fácil de lo esperable.

NOTA:

domingo, 7 de abril de 2019

Gulden Draak 9000

MARCA: Gulden Draak
MODELO: Gulden Draak 9000
ESTILO: Quadrupel (10'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: En 1986 se comercializó por primera vez Gulden Draak, y sin contar con la versión navideña. cuyo gorrito siempre hacía ilusión ver, se mantuvo como única representante de la marca durante 25 años, hasta que en el 2011 Gulden Draak 9000 vio la luz. Se trata de una Quadrupel elaborada con 3 maltas distintas, y que es sometida a una segunda fermentación en botella con levaduras de vino. Es sorprendente que haya necesitado 8 años para probarla pero sólo ha sido hasta hace poco, con el lanzamiento de Brewmaster's Edition e Imperial Stout, cuando la curiosidad ha llamado a mi puerta.

Es menos oscura de lo que esperaba, de un marrón algo rojizo, con turbidez media alta. Genera una espuma beige abundante como sólo tienen las cervezas belgas, muy cremosa y con una retención terrible (en el buen sentido). En nariz es muy dulce, muchísimo caramelo, de la mano de malta tostada y toffee, se combina con toneladas de frutas maduras, destacando ciruelas pasas, orejón de melocotón y un punto de naranja algo licoroso, que recuerda al Cointreau. Se nota además una generosa ración de pimienta y clavo, recuerdos de levadura belga y alcohol especiado. Acercar la nariz a la copa ha sido viajar al pasado, a la adolescencia plagada de cerveza belga, cuanto más contundente, mejor.

El paso por boca es como se espera, de cuerpo completo y cargada de sabor. Ya desde el principio se libera la dulce malta tostada con toda su potencia, caramelo en abundancia y mucha fruta madura como la mencionada antes, aunque la naranja licorosa y el albaricoque salen más hacia el final del trago. La carbonatación es alta, pero está ajustada muy finamente. Cierra con un amargor claro, con mucha especia, dulces y un punto cítrico, dejando en el regusto el calor del alcohol y un punto picante. Es una Quadrupel golosa pero no me ha parecido que empalague, creo que está equilibrada dentro de lo que permite el estilo y que cumple a la perfección lo que se espera de ella. Abstenerse los que no sean demasiado amigos de la cerveza belga, esta parece enumerar las 10 provincias del país a grito pelado. 

NOTA:

lunes, 1 de abril de 2019

Naparbier Black Blade

MARCA: Naparbier
MODELO: Naparbier Black Blade
ESTILO: Russian Imperial Stout (10'1% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Tras la oleada de cervezas de Naparbier que ha pasado por el blog (más de 12 distintas) entre 2013 y 2015, últimamente tenía un poco olvidada a esta marca, quizá porque se han focalizado en estilos modernos que me hacen menos gracia. Por contra, Black Blade me llamó la atención porque simplemente es una Imperial Stout estándar, sin ingredientes exóticos o envejecimiento, algo que en el mundillo de la cerveza artesanal es cada vez más difícil de encontrar. Yo las elaboraciones serias las agradezco mucho, de hecho casi no bebo otra cosa, así que cuando la vi me lancé a por ella sin pensármelo dos veces.

Es completamente opaca, de color negro azabache. Genera escasa espuma beige, apenas medio dedo, aunque es muy compacta y tiene buena retención. El aroma es mucho más discreto de lo que esperaba, dominado por malta tostada, chocolate y frutas del bosque, algo de regaliz negro y suavísimas notas de café y torrefacto. El lúpulo es difícil de detectar, al menos lo fue para mí, y aporta notas herbales y cítricas.

Esta presentación es, por suerte, un espejismo, porque si hay algo que no le falta en boca es carácter. El cuerpo es medio/alto y la textura oleosa. En el inicio marca un dulzor leve, con chocolate abundante, malta muy tostada, arándanos y moras, pero en seguida surge un intenso sabor a regaliz negro, con algo café solo y moka, que dirige el trago. Termina con un amargor marcado, seco, cafetoso, con notas de especia picante, un punto cítrico, lúpulo herbal muy medido y un golpe goloso de alcohol, nada excesivo. Al final resulta ser una Imperial Stout muy redonda, fácil de beber y sin ninguna estridencia. Perfecta para los amantes del equilibrio con poco interés por los experimentos y mucho por la buena cerveza, grupo en el que me incluyo con entusiasmo.

NOTA: