domingo, 5 de septiembre de 2021

Knoblach Lagerbier Ungespundet

MARCA: Knoblach
MODELO: Knoblach Lagerbier Ungespundet
ESTILO: Münchner Hell (5'4% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Siguiendo este inacabable paseo por Baviera nos vamos a la localidad de Schammelsdorf, en el Alto Palatinado (Oberpfalz), donde desde el año 1880 se encuentra en funcionamiento la cervecera familiar Knoblach, actualmente bajo la dirección de Michael Knoblach. Dentro de su repertorio, fiel a estilos clásicos, hoy presento su elaboración estrella, una de las cervezas más reputadas y famosas de Franconia, posiblemente debido a que está bastante más lupulada de lo que es habitual en las cervezas de esta región. De su nombre, "Ungespundet" quiere decir literalmente "sin tapar", y es un método de acondicionamiento en el que el recipiente en el que se hace la maduración se deja abierto, por lo que se pierde bastante carbonatación y queda una cerveza en principio más redonda y con más sabor.

Servida en una jarra parece brillar con luz propia, con un líquido dorado totalmente cristalino, cubierto por medio dedo de espuma inmaculada. El dulzor de la malta llena las fosas nasales al instante, tiene un potente aroma cargado de grano y masa de pan hasta los topes, y más suave toffee y bollería. La fruta también es generosa, destacaría pera, manzana golden y, sin duda, plátano maduro, seguida de delicadas notas de miel y lúpulo floral alemán con un punto mineral.

Es en boca donde se desvela la importante carga de lúpulo que he adelantado. Al principio el sabor sigue el patrón esperado, de nuevo mucha malta sin tostar y galleta, bastante cereal y las frutas, aunque en este caso predomina la manzana y no está tan madura, tiene una acidez clara. Con el avance del trago, aparecen abundantes cítricos y manzana verde, quedando miel de fondo, y poco a poco la mineralidad se refuerza hasta una intensidad considerable. Termina en un final de amargor marcado, cítrico, vegetal, muy mineral y con algo de especia, que desaparecen poco a poco en un regusto áspero, fresco, que ocupa toda la boca. No es fácil de clasificar, con semejante amargor parece más una Pils del Norte de Alemania que una Helles bávara, pero independientemente de esto es una cerveza deliciosa, con suficiente malta para compensar con maestría una carga de lúpulo que pone el equilibrio en el límite. Siempre que me piden recomendaciones de Franconia esta me suele venir a la cabeza.

NOTA:

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