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viernes, 12 de enero de 2024

Monográfico Weiherer

Tras varios años dando la tabarra con las cervezas franconas (¿he comentado ya que me parecen excelentes?) tocaba hacer un monográfico de alguna fábrica de esta zona, cosa nada fácil porque es raro verlas fuera de su zona. Por suerte, entre que uno de los lotes de La Vinoteca de Pamplona incluía 5 referencias de Weiherer y que yo tenía también alguna botella en la despensa, al final me ha quedado un número bastante razonable para el artículo con esta marca.

Kundmuller no se encuentra entre las cerveceras más conocidas de Franconia, aunque sí entre las que tienen un repertorio más amplio. Fue fundada en 1874 por Michael Bayer en Viereth-Trunstadt, en la Alta Franconia, más concretamente en la aldea de Weiher, que da nombre a la marca. En el año 1908 la empresa fue adquirida por Michael Grunthäler, y sigue en manos de la familia desde entonces aunque bajo el nombre Kundmuller debido a que la nieta de Michael, Anna Grunthäler, se casó con Erwin Kundmuller en los años 60 y pasaron a hacerse cargo del negocio, tanto la cervecera como la taberna. 

El maestro cervecero actualmente es Roland Kundmüller, quien se incorporó al negocio familiar en 1989. Entonces la única cerveza que se elaboraba en la fábrica era Weiherer Lager, y sólamente estaba disponible de grifo. Fue él quien introdujo la deliciosa Weiherer Bock, y en 1997 además empezaron a embotellar las cervezas, lo que evidentemente ha favorecido la expansión de la marca.

Los años siguientes supusieron un importante salto para la cervecera, tanto a nivel cuantitativo como cualitativo. Respecto a lo primero, progresivamente se han incorporado nuevas referencias a su catálogo hasta alcanzar un total de 26 cervezas distintas, 13 de estilos tradicionales incluyendo alguna con certificación ecológica, y 13 de orientación más moderna o utilizando técnicas e inspiraciones ajenas a la tradición cervecera francona. Y en cuanto a calidad, esto se ha reflejado en el gran número de galardones que han recibido sus cervezas, 13 premios del World Beer Awards y 11 del International Craft Beer Award tan sólo en el año 2021.




- Weiherer Bock: potente, densa y acaramelada, una cerveza perfecta para los meses más fríos del año, aunque una segunda jarra nos puede poner en apuros. No es difícil encontrar Maibock o Doppelbock en España, sin embargo Bock a secas no es tan frecuente, y es una pena. 

- Weiherer Hopfenweizen: a pesar del nombre no hay que esperar una cerveza como la TAP5 de Schneider Weisse, sino más bien una Hefe-Weißbier algo más cargada de lúpulo, con claros recuerdos tropicales y de fruta de hueso, pero alejarse excesivamente de la línea clásica. Muy refrescante y nada estridente, para repetir mil veces.

- Weiherer India Pale Ale: los alemanes son incapaces de escapar al equilibrio y, aunque han elaborado una IPA, compensan con toneladas de malta el exceso de lúpulo. Así, queda una cerveza muy sabrosa y rotunda, con intensas notas resinosas y herbales que levantan el trago. Posiblemente la IPA más maltosa que he probado hasta la fecha, una maravilla.

- Weiherer Keller: tan aromática como sabrosa, toneladas de malta, cereales, miel y levadura anegan los sentidos. Aún así, gracias a la importante carga de lúpulo, especialmente fresco, es capaz de mantener una ligereza, una facilidad de trago, que permitiría beberse varias jarras sin sufrir. Fantástica.

- Weiherer Keller Märzen: una cerveza muy delicada, algo acaramelada como le corresponde a una Märzen y con la textura sedosa propia de una Kellerbier. Termina en un final rebosante de miel y flores que casa muy bien con el estilo de la cerveza.

- Weiherer Keller Pils: refrescante y sabrosa, pero quizá de las que menos me han enganchado. Poco punzante para una Pils, demasiado ligera para una Keller, no me acaba de encajar con ninguno de los dos estilos.

 - Weiherer Kräusen Hell: cuenta con las virtudes tanto de las Helles y de las Kellerbier, y todo ello bien empapado en malta por si las moscas. Además la técnica Kräusen la hace especialmente refrescante y fácil de beber. 

- Weiherer Pils: llama la atención su color dorado pálido, más claro de lo habitual. Con el primer sorbo uno se encuentra una Lager fresca, chispeante, con un lúpulo enredón, punzante, que no te distrae de la conversación pero que en soledad permite entretenerse. Medio litro es poco.

- Weiherer Rauch: multipremiada Rauchbier, menos oscura que referencias populares como la de Spezial o Schlenkerla, y con una intensidad del ahumado entre estas dos. Muy redonda y equilibrada, el humo está perfectamente integrado entre el resto de matices. 

- Weiherer Rauchbock: la calidez de la malta envuelve al ahumado, más de madera en el aroma y que recuerda a la carne a la brasa en el sabor. Cálida y reconfortante, no se me ocurren mejores compañeras para una barbacoa invernal.

- Weiherer Schwärzla: excelente interpretación francona de una Stout, quizá con algo de distancia de las referencias clásicas de este estilo por menor énfasis en el torrefacto, pero con una estructura y un equilibrio para quitarse el sombrero.

- Weiherer Urstöffla: Dunkel muy centrada en el cereal y no tanto en la malta como otras, la importancia de los tostados es evidente e incluso se le puede sacar algo de frutos secos quemados.  Muy sabrosa, sobria y directa.

- Weiherer Weizen Hell: una de las Weißbier más densas y sabrosas que he probado, y también una de las que menos espuma tiene. Muy centrada en el papel de la levadura, con exuberantes notas de plátano, y bien apoyada por la malta, hasta que al final rompe un poco la línea con un amargor herbal claro.   

- Weiherer Zapfendurster: Colaboración con Cervejaria Bamberg de Brasil. Imperial Stout de textura sedosa, sabor potente y aun así paso ligero, como si fuese una lager. Toneladas de torrefacto en forma de regaliz y café negro tanto en nariz como en boca, con un regusto muy largo y reconfortante.


Mi percepción es que es una de las fábricas franconas, e incluso alemanas, más completas. No sólo tiene un repertorio muy amplio, sino que también incorpora algunas referencias más modernas, eso sí, sin perder de vista la tradición alemana, lo que les permite satisfacer a cualquier tipo de amante de la cerveza. Otro aspecto que considero muy favorable es que la estabilidad de la mayor parte de sus elaboraciones, yo siempre agradezco poder tomar con regularidad mis cervezas favoritas y, además, continuar realizando una receta permite afinarla y mejorar el nivel.

lunes, 26 de junio de 2023

Weiherer Schwärzla

MARCA: Weiherer
MODELO: Weiherer Schwärzla
ESTILO: Export Stout (5'3% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: A pesar de tener ya publicado un monográfico sobre ella, vuelvo a dar espacio en el blog a mis queridas Weiherer para presentar una rareza, una Stout francona. De todas maneras esta llega con una carta de presentación nada desdeñable: no sólo está elaborada por una fábrica de altísimo nivel, sino que encima ha recibido múltiples galardones, incluyendo mejor cerveza de Alemania en el World Beer Awards 2017, plata en el 2021, y varios premios de Mieninger's.

Tiene una densidad original del 12%, y está elaborada con lúpulos alemanes Spalter, Perle y Herkules. No es tan negra como suele ser una Stout británica sino más bien de un marrón oscuro, sacando incluso reflejos rojizos, aunque sí que tiene poca espuma, en este caso de un beige que se acerca al gris. Potente en nariz, y sorprendentemente dulce para el estilo, con abundante malta tostada y caramelo, más suave frutas del bosque, y muchísimo chocolate. Se nota un fondo de torrefacto, cercano al ahumado, que compensa en parte el dulzor, aunque queda a distancia de referencias clásicas británicas.

En boca sigo sin pensar en una Stout pero tampoco me quejo, la verdad es que es una delicia. Para el estilo le falta presencia de tostados y sequedad, no obstante es especialmente redonda y muy sabrosa. El equilibrio la define desde el principio, con una entrada algo más dulce donde destacan malta, sirope de chocolate y frutas del bosque. Con el avance el trago se seca, emergen notas cafetosas y de cacao, y acaba derivando en un amargor algo astringente dominado por el lúpulo noble, que se funde en un regusto largo marcado por el cacao y los tostados. No es la mejor Stout que he probado en mi vida pero quizá sí la mejor elaborada en Alemania. Con Weiherer todo me viene bien: estilos tradicionales, recetas modernas... todo.

NOTA:


viernes, 30 de abril de 2021

Weiherer Bock

MARCA: Weiherer
MODELO: Weiherer Bock
ESTILO: Bock (6'6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Definitivamente tengo que cambiar mi actitud respecto a Weiherer porque con esta marca me sucede un fenómeno curioso: todo lo que he conocido de ellos me gusta, y además mucho, pero, no sé si por su diseño o por tener un repertorio de cervezas tan variado, siempre me da pereza comprar sus botellas. Luego cuando entro en su página y veo su Kräusen, su Weizenbock añejada en barrica o su Landbier de aspecto delicioso me arrepiento, y este arrepentimiento va en aumento a medida que voy probando sus referencias. Esta Bock no ha sido una excepción...

Luce un bonito color ambar anaranjado, totalmente cristalino, con muchas burbujas que se mueven con calma por la columna de líquido hasta alcanzar medio dedo de espuma blanca. Su aspecto puede llevar a engaños, pero tiene una gravedad original de 16.3%, no es precisamente ligera. Esto ya lo detecta la nariz, se percibe la calidez de un aroma goloso, repleto de malta, mucho toffee y también galleta, más suave pan, que se entrelazan con las notas de melocotón y naranja maduros. El lúpulo mantiene la tendencia, se incorpora con delicadeza y aporta perfumes florales, levemente minerales y con algún recuerdo de miel.

La malta dulce, el caramelo, el toffee y frutas maduras como las mencionadas antes también dominan el sabor, esta vez con la compañía de potentes notas de miel. Es la gran cantidad de malta la responsable de una cerveza redonda, con buen cuerpo, incluso casi oleosa en algún momento. El final sin embargo da un pequeño descanso de tanta malta y abre hueco al lúpulo noble, que genera un amargor mineral y floral, con un calor alcohólico delicioso. Regusto largo, un poco especiado, con miel, melocotón y galleta. Tiene todo lo que uno le pediría a una Bock, y además ensamblado de forma muy armónica: maestría francona al poder. La próxima vez que se me ponga Weiherer a tiro me llevaré unas cuantas, lo prometo.

NOTA:

sábado, 23 de noviembre de 2019

Weiherer Rauch

MARCA: Weiherer
MODELO: Weiherer Rauch
ESTILO: Helles ahumada (5'3% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Los orígenes de la cervecera Kundmüller se remontan al año 1874, cuando fue fundada por Michael Bayer en la aldea de Weiher, parte del municipio de Viereth-Trunstadt, a pocos kilómetros de Bamberg. Fue adquirida por Adam Grünthaler en 1908, pasó a manos de Michael Grünthaler en 1960 durante escasas horas, ya que este falleció el mismo día de la transacción por un fallo cardiaco, y fue Michael Bayer, su hermanastro, quien se ocupó de la elaboración desde entonces. Ya en 1964 la hija menor, Anna Grünthaler, se casó con Erwin Kundmuller, y desde 1969 ambos se hicieron cargo de la fábrica y la taberna. La situación actual de la cervecera, con más de 20 referencias distintas entre clásicas, ecológicas y especiales, es fruto del trabajo de esta pareja y sus descendientes, vigentes propietarios de la empresa.

La cerveza que comento hoy es una Rauchbier que atesora más de una decena de premios, entre ellos el de mejor cerveza de Alemania de los World Beer Awards 2017. Servida en copa, se presenta con un color dorado un poco inesperado, cristalina, protegida por medio dedo de espuma blanca muy compacta y resistente. En nariz el ahumado es claro, con notas de cuero, tabaco, algún recuerdo de salsa barbacoa, pero menos dulce que otros ejemplos del estilo. De base, acompañando al humo en un segundo plano, se encuentra malta, cereal crudo, suave caramelo y frutas maduras entre las que destacan manzana golden, y más apagadas pera y membrillo. Se nota además un poco de especia picante, bien ligada al humo, y un deje herbal y mineral.

El sabor es predominantemente dulce, con mucho cereal, malta cruda, masa de pan, y algo de fruta, membrillo y manzana sobre todo. De cuerpo medio, el paso es sedoso, con una efervescencia amable. El ahumado sale después, con notas de madera quemada, domina el trago y acaba secando el final, donde se genera un amargor claro con una importante acidez, suave hierba y minerales, y más humo, áspero y picante aunque con un deje de barbacoa. Regusto largo, evidentemente con humo aunque también me ha recordado algo a la miel. Bien equilibrada y con el humo bien integrado con el resto de la cerveza, pese a lo difícil que siempre me ha parecido conseguir esto con las cervezas rubias. Ni tan dura como Schlenkerla ni tan fina como Spezial, sino situada en un apropiado punto intermedio que puede gustar a los fanáticos de cualquiera de estas dos marcas. 

NOTA: