MODELO: Morlaco Beer Navarrería
ESTILO: American Pale Ale (5'6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España
CARACTERÍSTICAS: Desde la primera vez que probé las cervezas de Morlaco allá por el 2014 ha habido muchos cambios en esta marca, tanto a nivel de recetas como de imagen. Uno de los últimos fue la incorporación como maestro cervecero de Akui, un italiano afincado en Pamplona con una larga trayectoria en la elaboración de cerveza, tanto en domicilio como más recientemente de forma profesional con su marca Akui. De hecho, fue él quien me regaló algunas botellas de las nuevas hornadas para que las probase, y hoy comento la primera que he abierto: Navarrería. Esta cerveza debe su nombre a uno de los burgos que conformaban la ciudad de Pamplona en la Alta Edad Media, y a la vez hace alusión a una de las plazas más populares de esta localidad, que es además uno de los mejores lugares para socializar zurito en mano.
Servida en copa luce un bello color naranja con reflejos entre ocre y amarillo. La espuma blanca jabonosa no es demasiado abundante, aunque la retención es buena y persisten unos milímetros adheridos al cristal. En nariz es potente, y cuadra perfectamente con lo esperable del estilo. Irrumpe un aroma dirigido por el lúpulo americano, con frutas tropicales en abundancia acompañadas de algo de hierba e incluso algún matiz resinoso. Quedan de base malta dulce, caramelo y algo de bizcocho, que soportan con firmeza la carga del lúpulo.
El sabor sigue a la perfeccion el patrón marcado por el aroma, y el resultado final es fantástico. De cuerpo medio, dirigen la entrada malta, cereal y suave caramelo. Rápidamente se ve asaltada por la importante carga de lúpulo americano, aunque en esta ocasión lo que parece predominar son las notas de hierba, pino y resina, dejando a frutas como naranja y mango en un segundo plano. Final de amargor marcado y astringencia considerable, en el que destacan cítricos, pino y algo de especia picante, para dar paso a un regusto eterno que acaba de forjar el lúpulo en la boca. Una APA de libro, directa como exige el estilo pero con suficiente complejidad para mantener la atención durante toda la botella. Una mejoría más que clara respecto a la receta anterior, y sin nada que envidiar a otros referentes del estilo, tanto nacionales como extranjeros.