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lunes, 14 de mayo de 2012

Kuchlbauer Aloysius

MARCA: Kuchlbauer
MODELO: Kuchlbauer Aloysius
ESTILO: Weizenbock (7'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Esta ha sido sin duda la cerveza que más me ha gustado de la feria de alimentación internacional del Corte Inglés. Nunca antes había oído hablar de esta fábrica pero simplemente por la etiqueta me dio buenas vibraciones, y ya buscando más información la cosa pintaba incluso mejor: fundada en el S.XIV, con más de 700 años de experiencia, y dedicación exclusiva a las cervezas de trigo desde los años 70. ¿Se puede pedir más? Compré 3 botellas distintas y dos de ellas, Hefe-Weiβbier y Dunkelweizen, desaparecieron en una épica partida de Risk (que por cierto perdí miserablemente), dejándome además muy buen sabor de boca.

La Weizenbock sin embargo preferí reservarla para Hipos, pues desde Aventinus no hemos comentado ninguna de este estilo, así que aquí va. Como era de esperar es oscura, turbia, cubierta por una capa de espuma marrón que parece cemento por lo compacta que es, consecuencia de una carbonatación que sería imposible superar. Este color sufre una transformación muy peculiar al servir el final de la botella con la levadura, se dibujan ondas blanquecinas a lo largo del vaso, que se van difuminando, palideciendo ligeramente el líquido y creando una imagen genial. En cuanto al aroma, solo tengo una palabra para describirlo: perfecto. Muy profundo, intenso, penetrante y complejo, con un claro dominio del dulce con notas de chocolate y caramelo, algo más moderada malta tostada, y con fuerte presencia frutal, sobretodo plátano maduro, recuerdos de limón y leve melocotón. Por si fuese poco también abundan las especias, canela la más evidente y también clavo, para terminar con un toque herbal y cítrico aportado por el lúpulo que le quita un poco de dulzor consiguiendo un resultado inmejorable.

De sabor sigue siendo igual de impresionante, quizá no tan densa ni compleja pero sin duda riquísima. Comienza ya dulce, muy cremosa, con malta tostada, a lo que se añade un torrente de caramelo y chocolate con leche, y de nuevo aportado por el trigo notas de plátano a discreción, que se combinan de forma sublime con el cacao. Por lo demás, las especias aunque posiblemente están algo atenuadas respecto al aroma siguen teniendo una fuerte relevancia, sobretodo hacia el final, donde aparece un leve toque cítrico y muy suave alcohol, para tras un mínimo amargor, deja un regusto mezcla de plátano, hierba y chocolate con leche de una duración larguísima. Cada trago es una delicia, una estupenda Bock de Trigo que puede permitirse el lujo de mirar cara a cara a la todopoderosa Aventinus, lo cual no es poco. No me atrevería a decir cual de las dos me gusta más porque hace bastante que tomé por última vez la segunda pero vamos, ahí andan.


NOTA:



Actualizado por Sir Asf:

CARACTERÍSTICAS: Hace un tiempo recibí esta cerveza en un celebérrimo intercambio cervecil de los que se suelen dar entre personas de este blog en la estación de Zaragoza. Esta venía incluida como cerveza adicional, pero no por ello ha resultado ser una cerveza de segundas. Habiendo leído comentarios tan favorables como el que le da Embracing, y teniendo en muy alta estima a otra weizenbock como es Aventinus, cabía esperar bastante.

La cerveza es de color marrón turbio, no tan oscuro como cabría esperar. Se aprecia una cantidad ingente de burbujas subiendo a la superficie, acabando en una capa de espuma beix, de burbuja pequeña, poco consistente pero duradera. Si echase humo sería una pócima.

El aroma es inmediato, debatiéndose entre el torrefacto y el toque herbal, con notas maltosas, afrutadas, de plátano, melocotón, y en menor medida el cítrico y la levadura. También se perciben especias, canela y notas florales. En boca su sabor es dulce, afrutado y muy maltoso. Aparece de cuando en cuando el caramelo, el chocolate y el café, para pasar a un final algo herbal y ligeramente ácido. El regusto es algo picante, dejando una sensación muy agradable.

En conjunto una cerveza muy redonda, aunque quizás me había hecho demasiadas espectativas, porque la esperaba mucho más épica.

NOTA:



martes, 1 de noviembre de 2011

Kuchlbauer Turm Weisse

MARCA: Kuchlbauer
MODELO: Kuchlbauer Turm Weisse
ESTILO: Hefe-Weiβbier (5'9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Una Feria de Alimentación Internacional celebrada hace unos meses en El Corte Inglés me permitió conocer las cervezas de la Weissbierbrauer Kuchlbauer, entre las cuales destacaba sobretodo su estupenda Weizenbock Aloysius, en mi opinión a la altura de Aventinus. Por esas fechas el blog Xapes de Cervesa mostró, también sacada de dicho evento, otra botella de esa misma fábrica que no estaba entre las que trajeron a Zaragoza, una Weizen con una pinta estupenda que anoté en mi lista de prioridades. Esto se resolvió a principios de Octubre, durante una nueva Feria de Alimentación dedicada en esta ocasión a los productos alemanes, cuando encontré por pura casualidad una botella de esta cerveza detrás de innumerables botes de salchichas, sin ningún precio marcado, con la agradable sorpresa añadida de pasar por caja y comprobar que me iba a costar 90 céntimos, toda una ganga.

Es de un vivo color naranja, más amarillento en la base, y suficientemente turbia como para ocultar todo lo que se situe detrás del vaso. Mientras se sirve va formando una espuma blanca, quizá en cantidad algo inferior a lo habitual en el estilo pero bien apuntalada por una carbonatación torrencial. Por su parte, el aroma deja las cosas claras: esta cerveza apunta al cielo. Irrumpen de golpe en las fosas nasales una combinación de malta dulce, melocotón, naranja frutas tropicales dejando el plátano habitual en un plano más secundario, aunque siempre presente. Este dulzor lo compensa un afilado punto cítrico y una más que relevante dosis de picante, quedando un hueco donde el lúpulo floral encaja como una pieza de puzzle, logrando así un perfume increible donde todos los matices parecen elevados a su máxima potencia.

No es nada fácil mantener el nivel cuando empiezas tan alto, sin embargo parece que al maestro cervecero de Kuchlbauer, Herr Salleck, no le ha supuesto un problema y ha conseguido una Weissbier completísima, cremosa y con cuerpo pero igualmente muy refrescante. De nuevo el plátano queda al fondo, sin acaparar el trago, mientras intensas notas de malta, piña y melocotón desarrollan el conjunto, al que se suman una medida acidez cítrica, especias y un toque magistral aportado por el lúpulo floral. Durante mucho tiempo he tenido a Weihenstephaner como mi cerveza favorita de este estilo, desde este Domingo ese puesto queda en duda.

NOTA: