MODELO: A.K. Damm
ESTILO: Pale Lager (4'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España
CARACTERÍSTICAS: El otro día, conquistado por el recuerdo de la suculenta Ambar Export que comentó Embracing, y aprovechando una visita a Huesca, salí a agenciarme un par de botellas. La historia finaliza con que, no contento con el pack de 6 indivisible, me agencié una Damm Inedit, que no había probado, pero que al salir del super resultó ser una A.K. Damm. Menuda aventura.
Aprovechando que no habíamos hablado de ella por aquí, dejé la desilusión a un lado y me dispuse a tratar esta cerveza desde una perspectiva más amigable, fuertemente favorecida por el aspecto tan elegante que tenía su recipiente (una de las botellas más atractivas que he visto).
Esta cerveza, de la empresa catalana Damm S.A., nace en el año 2001 con motivo del 125 Aniversario de Cervezas Damm. Se presenta como "una cerveza exclusiva fruto de la perfecta combinación del carácter alemán con la suavidad y el refinamiento francés", con unos anuncios gráficos que me voy a permitir poner por aquí, porque merecen la pena:
Refuerzan el mensaje en su sutil etiqueta trasera: "Las culturas francesa y alemana forman un modo de ser: el estilo alsaciano, una mezcla de sofisticacion y pragmatismo".
A.K. Damm tiene un color dorado y claro, muy cristalino, donde se observan numerosas burbujas bailoteando y formando una espesa capa de espuma blanca, que sin embargo no dura en exceso, desapareciendo al cabo de unos minutos. En seguida destaca un aroma cítrico, seguido por algunos matices herbales y afrutados, que preparan el trago. En un primer momento, refrescante y poderoso, invade la boca un sabor herbal, afrutado y maltoso, que poco a poco disminuye en intensidad, desembocando en un final lupulizado bastante plano. El alcohol toma cierta presencia en el sabor y en la cabeza, sin copar el protagonismo. La agradable sorpresa del comienzo, termina convirtiéndose en indiferencia, aunque en ningún momento llega a aburrir o disgustar.
Una sorpresa, esperaba encontrar una cerveza muy normalita, y aunque esta tiene sus altibajos, se deja beber bastante bien.
Aprovechando que no habíamos hablado de ella por aquí, dejé la desilusión a un lado y me dispuse a tratar esta cerveza desde una perspectiva más amigable, fuertemente favorecida por el aspecto tan elegante que tenía su recipiente (una de las botellas más atractivas que he visto).
Esta cerveza, de la empresa catalana Damm S.A., nace en el año 2001 con motivo del 125 Aniversario de Cervezas Damm. Se presenta como "una cerveza exclusiva fruto de la perfecta combinación del carácter alemán con la suavidad y el refinamiento francés", con unos anuncios gráficos que me voy a permitir poner por aquí, porque merecen la pena:
Refuerzan el mensaje en su sutil etiqueta trasera: "Las culturas francesa y alemana forman un modo de ser: el estilo alsaciano, una mezcla de sofisticacion y pragmatismo".
A.K. Damm tiene un color dorado y claro, muy cristalino, donde se observan numerosas burbujas bailoteando y formando una espesa capa de espuma blanca, que sin embargo no dura en exceso, desapareciendo al cabo de unos minutos. En seguida destaca un aroma cítrico, seguido por algunos matices herbales y afrutados, que preparan el trago. En un primer momento, refrescante y poderoso, invade la boca un sabor herbal, afrutado y maltoso, que poco a poco disminuye en intensidad, desembocando en un final lupulizado bastante plano. El alcohol toma cierta presencia en el sabor y en la cabeza, sin copar el protagonismo. La agradable sorpresa del comienzo, termina convirtiéndose en indiferencia, aunque en ningún momento llega a aburrir o disgustar.
Una sorpresa, esperaba encontrar una cerveza muy normalita, y aunque esta tiene sus altibajos, se deja beber bastante bien.
NOTA: