miércoles, 18 de enero de 2012

Samuel Smith's Winter Welcome 2011

MARCA: Samuel Smith
MODELO: Samuel Smith's Winter Welcome 2011
ESTILO: Winter Warmer (6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Inglaterra

CARACTERÍSTICAS: El año pasado tuve la oportunidad de beber esta cerveza en la Cerveceria Europa con la agradable compañía de los amigos de Lúpulo a Mansalva y, puesto que me gustó bastante, tenía planeado repetir este año. Por desgracia a finales de Diciembre todavía no la había conseguido, y empezaba a asumir que tendría que esperar a las siguientes Navidades; no contaba con la habitual generosidad de los Rodríguez, (nada que ver con Calamaro y amigos, pero son casi igual de famosos) que me sorprendieron en una comida que celebramos en un vegetariano de Zaragoza a principios de año al venir cargados de botellas navideñas para regalarme, Winter Welcome entre ellas. Y antes de que se me olvide, mil gracias a Cristina, Fernando y Ana por el genial detalle.

Pocos días después apareció el momento idóneo para abrirla y el reencuentro no podría haber sido mejor, solo con verla servida en el vaso de pinta ya estaba salivando, y como encima pensaba acompañarla de "El Halcón Maltés" la noche pintaba redonda. Se presenta como una cerveza de color bronce, de apariencia tranquila, pero que si uno se fija bien puede ver miles de burbujas microscópicas alimentando a la recia capa de espuma beige. Al olfato no muestra sino lo que cabía esperar, la sobriedad de una Ale británica, con un dominio absoluto de malta, pan tostado y frutos secos, mezclado con sutiles aromas de higos, ciruelas y un punto de hierba; nada especialmente complejo pero 100% efectivo.

Es en boca donde demuestra su verdadero potencial, aunque rotunda sigue sin ser una cerveza especialmente llamativa, pero me temo que ese es exactamente su juego. Exhibe un apetitoso núcleo de malta, nueces y caramelo, que al juntarse con suaves ciruelas y mínimo albaricoque sitúa al sabor en ese equilibrio entre el dulce y el amargo con el que juegan a menudo los "brewers" ingleses. Poco a poco esta fruta gana algo de presencia, pero sin llegar a destacar, y a medida que los lúpulos británicos emergen de su guarida la atención se desvía totalmente hacia la herbalidad cítrica que estos imprimen al seco amargor final. Dicho amargor, donde se encuentra con facilidad la inconfundible marca de Fuggles y Goldings, desaparece con la misma calma con la que había llegado, permitiendo disfrutar de la cerveza con calma y sin esfuerzo. A ver si el año que viene puedo "tripitir"...


NOTA:

domingo, 8 de enero de 2012

Kaiserdom Dark Lager Beer

MARCA: Kaiserdom
MODELO: Kaiserdom Dark Lager Beer
ESTILO: Schwarzbier (4'7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Primer acercamiento personal a esta cervecera alemana, pese a que ya son tres las variedades de la marca de las que ha hablado Embracing. Toca el turno de la Dark Lager Beer, que pillé en el poco conocido Corte Inglés. Ya hablamos un poco de Kaiserdom en el post de la Kaiserdom Alt Bamberg Dunkel.

Esta cerveza luce un color negro opaco, con brillos marrón al trasluz. Sobre el caldo se posa una capa abundante de espuma beix, cremosa y duradera. A penas hay presencia de burbujas, y las pocas que hay se pueden encontrar pegadas al vaso.

Se presenta con un aroma a malta tostada, caramelo y café, muy herbal. El sabor sigue esa dirección, dejando notas de chocolate y café, y regaliz en menor medida. El final es lupulizado, tornándose amargo y seco. No es un mal ejemplar, aunque al rato tiene un leve deje metálico en el sabor, y se torna algo aguada.

Bastante normalita. En lo personal me quedo con Kostritzer, por ejemplo, pero esta se deja tomar. No tengo mucho más que decir de ella.

NOTA:

sábado, 7 de enero de 2012

Saint-Omer Bière de Noël

MARCA: Saint-Omer
MODELO: Saint-Omer Bière de Noël
ESTILO: Brune de Navidad (6'4% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: La cervecera Saint-Omer fue fundada en 1886 en la pequeña población que le da nombre, situada en la región francesa de Nord-Pas de Calais, famosa por sus Bière de Garde. Durante sus más de 100 años de existencia esta cervecera ha sido objetivo de múltiples transacciones comerciales que la han hecho cambiar de dueños en diversas ocasiones, sin embargo la más curiosa de ellas en 1996 cuando, como muchas otras fábricas fue absorbida por Heineken, pero con la diferencia de que 12 años después volvió a ser independiente al ser readquirida por André Pecqueur, su actual propietario.

Esta botella me la trajo Ana, empleando para ello una mínima parte de su inconmensurable fuerza, quien la encontró por casualidad en Aldi en un six-pack tirado de precio. Lo primero que llama la atención al servirla es que está filtrada, y mucho, quedando un color naranja cobrizo casi transparente, bastante poco habitual en cervezas de este tipo. Tampoco el aroma corresponde con lo que cabría esperar, es mucho menos maltoso y denso de lo habitual, y se expresa con una mezcla de tostados, caramelo, un punto de naranja y suave lúpulo herbal, bastante más parecido a una Märzen algo sosa que otra cosa.

En el sabor cambia el rumbo, y en mi opinión es a peor: frente a la posibilidad de toparse con una industrial aburrida al final resulta que te encuentras ante una cerveza bastante más dulce de lo necesario, además de artificial, con un núcleo de malta, azúcar moreno, té negro, apenas aligerado por notas de naranja y hierba. Le falta cuerpo para poder respaldar a estos sabores, y si a esto se le suma un punto de alcohol algo descontrolado al final, acompañado de un leve recuerdo metálico en el regusto, el resultado no es nada bueno. Se puede aguantar e incluso terminar la botella (solo es de 25cl, una de 33cl no lo tengo tan claro), pero no es agradable. No sé si será herencia de Heineken, pero hay muchas cosas que cambiar para conseguir una cerveza aceptable. De todas maneras, el regalo se agradece y mucho... faltaba más.

NOTA:

miércoles, 4 de enero de 2012

Chimay Blanche/Cinq Cents

MARCA: Chimay
MODELO: Chimay Blanche/Cinq Cents
ESTILO: Tripel (8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Hace unos cuantos años la Chimay "de etiqueta blanca" era una de las habituales en las estanterías de Hipercor pero un buen día, de la noche a la mañana y sin previo aviso, desapareció sin dejar rastro. Por aquel entonces era una de mis predilectas de la marca, creo que sobretodo porque la denominación "triple" me dejaba fascinado, (cosas de novatos y/o adolescentes) y puesto que desde esa época no la había vuelto a probar, todo este tiempo se había mantenido en un pedestal que estaba empezando a pasar de la admiración a la fé. Con la intención de reafirmar o desmontar este culto la compré por apenas 1'80 euros en un supermercado francés, y tras pasar unas semanas en el trastero (la botella, no yo) preparé la ansiada revisión.

Encontré un líquido de un color dorado brillante, intenso, que llenaba la copa con una considerable cantidad de sedimento, cubierto por la crema más apetitosa que recuerdo haber visto en una cerveza, tan espesa como si fuese leche calentada al fuego. Si solo fuese por el aroma podría decir que mi "yo" adolescente tenía razón, y es que es una verdadera delicia, rebosante de frutas entre las que destacan manzana, albaricoque y plátano, con un preciso punto cítrico, pero respaldadas con un buen cimiento de malta dulce. Al mismo tiempo las levaduras belgas se infiltran en la fruta, y junto con el generoso toque de lúpulo floral y especias conforman un conjunto delicado y muy atractivo.

A su paso por boca la fruta del aroma se centra sobretodo en los cítricos, rodeados de levadura y suave plátano, cuyo frescor da fluidez al trago, y aunque esto no perjudica al cuerpo quizá hace la cerveza algo más ligera de lo necesario. Poco a poco un punto especiado va ganando en fuerza, y junto con el alcohol que surge al final le dan una agresividad considerable a la cerveza, que termina en un amargor seco, cargado de flores, hierba y levadura. Es buena, sin duda lo es, pero para mi gusto una mayor presencia de malta en el trago, que le quitase protagonismo a los cítricos y a la vez permitiese apaciguar al picante y el alcohol, es lo que le falta para convertirse en una maravilla. De todas formas, el reencuentro no supuso una decepción, ni mucho menos.


NOTA:

martes, 3 de enero de 2012

Affligem Dubbel

MARCA: Affligem
MODELO: Affligem Dubbel
ESTILO: Dubbel (6'7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Como iba a pasar el fin de año en el pueblo decidí en el último momento dejar para más adelante las cervezas navideñas, por lo que me abastecí para estos días haciendo una visita al Eroski, donde los rumores se confirmaron. Recibí el año nuevo con una Chimay azul. Además me hice con una Affligem Dubbel ya que recordaba que todavía no habíamos dicho nada por aquí sobre la marca. Feliz año nuevo.

La abadía de Affligem está situada entre el Flandes oriental y Brabante flamenco. Data de 1704, aunque es en 1970 cuando se autoriza a la actual fábrica Affligem bds a producir la cerveza de abadía con la 'Fórmula Antiqua Renovata'.

La serví en lo más parecido que encontré a una copa cáliz (una de las razones por las que guardé las navideñas para más adelante), donde se muestra con un color pardo, algo turbio, con sedimentos y carbonatación media-baja. Su espuma es beix, abundante al principio y poco a poco más reducida, aunque muy duradera.

En su aroma destaca la malta tostada y el toque floral y afrutado tan característico de estas ales. En boca repite matices, yéndose un poco más por el tono amargo aunque sin perder el matiz afrutado y torrefacto, con presencia de frutas maduras y levadura. Es esponjosa y de final herbal amargo. La completa un regusto agradable de nuevo a malta tostada, con tímida presencia del alcohol.

En general una buena cerveza, una gran elección como acompañamiento de un buen plato.

NOTA:



domingo, 1 de enero de 2012

Westvleteren 8

MARCA: Westvleteren
MODELO: Westvleteren 8
ESTILO: Dubbel (8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Con la reseña de Achel Bruin que hicimos en el 2010 ya solo nos quedaba una marca trapista por comentar: la esquiva Westvleteren, elaborada desde 1838 por monjes cistercienses en la municipalidad belga de Vleteren. Debido a que solo se puede adquirir en la propia abadía y en cantidades limitadas no tenía esperanzas de ir a probarla a corto plazo salvo, pero por cortesía de Cervezas Especiales, a los que nuevamente quiero agradecer el detalle, pude compartirla con Asf en los últimos días de este año recién terminado.

La servimos con expectación puesto que no es poca la reputación que acompaña a esta cerveza, sin duda consecuencia de la alta calidad de la misma aunque estoy convencido que su escasa distribución también ha contribuido a alimentar la leyenda, y al hacerlo encontramos una cerveza turbia, de color marrón pardo, oscura, con una abundante crema que redujo su volumen a la tercera parte con rapidez. No había nada que llamase mi atención hasta que acerqué la copa para dar el primer sorbo, cuando me sentí invadido por un potentísimo aroma que rebosaba malta tostada y caramelo por doquier, bien cargado además de higos, ciruelas y frutos rojos, y agradables notas de nuez y azúcar moreno más secundarios, con un leve toque herbal. Pocas veces he encontrado perfumes tan exuberantes en una cerveza, yo creo que nos sorprendió a ambos... y eso que no era más que un anticipo de lo que nos esperaba.

En el sabor sigue la demostración de fuerza; malta, toffee y caramelo forman un núcleo compacto con las frutas maduras, acompañados de suaves rastros de cacao y frutos secos, mientras la suma de leves recuerdos de arándanos y un punto alcohólico le aportan un carácter algo vinoso. Probablemente la clave de esta cerveza es, además de la complejidad y el exquisito equilibrio, la integración: cada matiz forma parte de un todo ininterrumpido, el cuerpo completo no deja ni un resquicio para la vacilación y no queda más remedio que disfrutarla prestando toda tu atención. Ni siquiera en el regusto, tras un firme amargor herbal, baja el ritmo, si no fuera porque es imposible cualquiera diría que sigue en progresión ascendente. Sin duda alguna es una cerveza excepcional, pero por el momento me abstengo de intentar comprar las otras dos; en mi opinión, teniendo a dos euros Chimay o Rochefort, no merece la pena gastarse 5 veces más en estas. Eso sí, si por casualidad voy a Vleteren no perderé la oportunidad de llevarme tantas como los monjes me dejen.

NOTA:

jueves, 29 de diciembre de 2011

Bink Winterkoninkske

MARCA: Bink
MODELO: Bink Winterkoninkske
ESTILO: Brune (8'3% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Tras el intercambio de cervezas navideñas de hace unos días (con su consecuente degustación de variedades espumosas, partida de Carcassonne incluida), ardía en deseos de probar alguna, ya que serán un par las veces que he podido tomar una cerveza navideña, y cierta curiosidad me suscitaba. La elegida para abrir la temporada fue la Winterkoninkske, de Bink.

La cervecera data de 1878. "Bink" es el apodo de los habitantes de Sint-Truiden, en el sur de Limburgo, el nombre elegido para las cervezas de esta fábrica. En el 2000 lanzaron dos cervezas de temporada, una de ellas la Winterkoninkske, una cerveza que incorpora siete tipos distintos de malta y dos de lúpulo belga. Actualmente tiene gran reconocimiento.

Luce un color marrón oscuro prácticamente negro, opaco y sin carbonatación aparente. La espuma, que durante una fracción de segundo se muestra burbujeante y de color béix claro, tarda un suspiro en desaparecer, dejando huérfano el caldo. La primera impresión no es muy alentadora. Ver una cerveza de este tipo sin su corona esponjosa no da buena espina.

No obstante el aroma es bastante bueno. Se distinguen matices a torrefacto, café y regaliz, y leves notas afrutadas, como de ciruela. También despide cierto olor herbal. En boca completa esta sensación, amplificándola.

Destaca el amargor del café, que se mezcla rápidamente con la malta tostada y el chocolate. Contra todo pronóstico en boca es espumosa, con matices de licor y regaliz. El final es lupulizado y con presencia del alcohol, dejando un regusto potente. Es robusta, y este alcohol se nota tanto en el trago como en la cabeza. Cumple perfectamente su propósito de cerveza invernal.

Un buen comienzo, he leído por ahí que lo de la espuma es habitual. ¿Os ha pasado a los que la habéis tomado?

NOTA: