MODELO: Samuel Smith's Winter Welcome 2011
ESTILO: Winter Warmer (6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Inglaterra
CARACTERÍSTICAS: El año pasado tuve la oportunidad de beber esta cerveza en la Cerveceria Europa con la agradable compañía de los amigos de Lúpulo a Mansalva y, puesto que me gustó bastante, tenía planeado repetir este año. Por desgracia a finales de Diciembre todavía no la había conseguido, y empezaba a asumir que tendría que esperar a las siguientes Navidades; no contaba con la habitual generosidad de los Rodríguez, (nada que ver con Calamaro y amigos, pero son casi igual de famosos) que me sorprendieron en una comida que celebramos en un vegetariano de Zaragoza a principios de año al venir cargados de botellas navideñas para regalarme, Winter Welcome entre ellas. Y antes de que se me olvide, mil gracias a Cristina, Fernando y Ana por el genial detalle.
Pocos días después apareció el momento idóneo para abrirla y el reencuentro no podría haber sido mejor, solo con verla servida en el vaso de pinta ya estaba salivando, y como encima pensaba acompañarla de "El Halcón Maltés" la noche pintaba redonda. Se presenta como una cerveza de color bronce, de apariencia tranquila, pero que si uno se fija bien puede ver miles de burbujas microscópicas alimentando a la recia capa de espuma beige. Al olfato no muestra sino lo que cabía esperar, la sobriedad de una Ale británica, con un dominio absoluto de malta, pan tostado y frutos secos, mezclado con sutiles aromas de higos, ciruelas y un punto de hierba; nada especialmente complejo pero 100% efectivo.
Es en boca donde demuestra su verdadero potencial, aunque rotunda sigue sin ser una cerveza especialmente llamativa, pero me temo que ese es exactamente su juego. Exhibe un apetitoso núcleo de malta, nueces y caramelo, que al juntarse con suaves ciruelas y mínimo albaricoque sitúa al sabor en ese equilibrio entre el dulce y el amargo con el que juegan a menudo los "brewers" ingleses. Poco a poco esta fruta gana algo de presencia, pero sin llegar a destacar, y a medida que los lúpulos británicos emergen de su guarida la atención se desvía totalmente hacia la herbalidad cítrica que estos imprimen al seco amargor final. Dicho amargor, donde se encuentra con facilidad la inconfundible marca de Fuggles y Goldings, desaparece con la misma calma con la que había llegado, permitiendo disfrutar de la cerveza con calma y sin esfuerzo. A ver si el año que viene puedo "tripitir"...
Pocos días después apareció el momento idóneo para abrirla y el reencuentro no podría haber sido mejor, solo con verla servida en el vaso de pinta ya estaba salivando, y como encima pensaba acompañarla de "El Halcón Maltés" la noche pintaba redonda. Se presenta como una cerveza de color bronce, de apariencia tranquila, pero que si uno se fija bien puede ver miles de burbujas microscópicas alimentando a la recia capa de espuma beige. Al olfato no muestra sino lo que cabía esperar, la sobriedad de una Ale británica, con un dominio absoluto de malta, pan tostado y frutos secos, mezclado con sutiles aromas de higos, ciruelas y un punto de hierba; nada especialmente complejo pero 100% efectivo.
Es en boca donde demuestra su verdadero potencial, aunque rotunda sigue sin ser una cerveza especialmente llamativa, pero me temo que ese es exactamente su juego. Exhibe un apetitoso núcleo de malta, nueces y caramelo, que al juntarse con suaves ciruelas y mínimo albaricoque sitúa al sabor en ese equilibrio entre el dulce y el amargo con el que juegan a menudo los "brewers" ingleses. Poco a poco esta fruta gana algo de presencia, pero sin llegar a destacar, y a medida que los lúpulos británicos emergen de su guarida la atención se desvía totalmente hacia la herbalidad cítrica que estos imprimen al seco amargor final. Dicho amargor, donde se encuentra con facilidad la inconfundible marca de Fuggles y Goldings, desaparece con la misma calma con la que había llegado, permitiendo disfrutar de la cerveza con calma y sin esfuerzo. A ver si el año que viene puedo "tripitir"...