El pasado Diciembre Ignacio de Líquidos anunció la presentación en su tienda de las cervezas Ibon, una de las dos micros aragonesas (aunque por el momento no tiene instalaciones propias y se elabora en Tyris) que han aparecido recientemente, pero pese a que me invitó a esta y me habría encantado acudir, mis obligaciones me lo impidieron. Por suerte, pocas semanas después de este evento se ha organizado nuevamente una pequeña cata informal, en esta ocasión para presentar las cervezas Gisberga, la otra cervecera de nuestra comunidad, a la que sí que he podido asistir.
Las cervezas Gisberga toman su nombre de la que fue durante el siglo XI, junto con su marido Ramiro I, la primera reina de Aragón. La persona al cargo de su elaboración es Ferrán Ferrer, miembro de la familia Ferrer que gestiona desde hace más de 80 años las bodegas Valonga, situadas en la comarca oscense de La Litera. Según tengo entendido, en un inicio el proceso de fabricación se llevaba a cabo en Ca l'Arenys bajo el asesoramiento de los responsables de esta estupenda fábrica catalana, pero desde hace ya unos meses las cervezas Gisberga se han sumado a los productos que salen de la finca de Valonga, junto con el vino, las nueces y el aceite.
De las dos cervezas que elaboran, Trigo y Porter, comenzamos la exposición con la primera, como es lógico, mientras Ferrán nos relataba su experiencia personal en el campo cervecil, desde su comienzo con el homebrewing, al igual que la mayoría de los productores, hasta su salto al ámbito profesional. En cuanto a la cerveza, la verdad es que no está nada mal, es ligera y refrescante, bastante centrada en los cítricos, y sin errores que recriminar. No obstante en mi opinión le falta algo de cuerpo y quizá redondearse un poco más, parece quedar a medio camino entre una Weizen alemana y una Wit, sin terminar de definir. De todas formas, reconozco que con las cervezas de trigo soy un poco exigente, no puedo evitarlo.
Si bien la de Trigo me pareció correcta y agradable pero tampoco me volvió loco, la Porter son palabras mayores. ¡Qué barbaridad de cerveza! Sin duda bebe de las Porter británicas más clásicas, con un contenido alcohólico muy moderado, de 4'8% ABV, pero a la vez es muy sabrosa, cargada de notas de cacao, café, torrefacto, regaliz, etc, respaldadas por un cuerpo robusto. La impresión general sobre ella fue realmente buena, y dentro de los habituales de estos eventos en Líquidos todos coincidimos en su alta calidad. Personalmente, bien a gusto bebería esta cerveza de forma regular puesto que nada tiene que envidiar a otras marcas de mayor reconocimiento.
Poco más sucedió esa tarde, estuvimos charlando un buen rato, Ferrán nos mencionó su intención de lanzar al mercado una nueva cerveza a corto-medio plazo (aunque prefirió no revelar de qué tipo sería), y tras dar la enhorabuena a este por sus cervezas y las gracias tanto a él como a Ignacio por la invitación huí a mi casa, pensando ya en adquirir alguna botella para reseñar aquí... eso sí, cuando solucione mis eternos problemas de espacio.