MODELO: Black Albert
ESTILO: Russian Imperial Stout (13% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica
CARACTERÍSTICAS: La cervecera De Struise, en activo desde el 2003 y actualmente establecida en la localidad flamenca de Oost-Vleteren, es una de las fábricas punteras del momento y muchas de las cervezas que elaboran tienen una alta reputación a nivel global, haciendo casi obligatorio el probarlas al menos una vez, si se tiene la oportunidad. Entre ellas estaria sin duda alguna la Imperial Stout que voy a comentar hoy, dedicada al rey Albert II de de Bélgica, cuyo valor reside no sólo en ser una cerveza excelente sino también en servir de base para muchas otras maravillas como Cuvée Delphine, añejada en barrica de Four Roses, o la extensa serie Black Damnation.
Ésta es otra representante más del petróleo cervecil, no hay brillos ni reflejos, solo un color negro insondable delimitado por un dedo de espuma marrón ocre. Al acercar la nariz se lanzan al ataque toneladas de regaliz negro, café solo, cacao y torrefacto, amalgama endulzada por una mezcla de bayas, cerezas negras, grosellas y suave vainilla, que emergen con claridad entre los aromas más oscuros. Los 13º de alcohol también hacen acto de presencia, aunque con mucha discreción, agrupados en torno a un leve toque de lúpulo herbal y tabaco, construyendo un perfume cálido y profundo.
Con el primer sorbo invade la boca una sensación cremosa que da lugar a un potente sabor donde los tostados, en forma de malta abrasada, espresso y regaliz negro, se compensa con dulces notas de cacao, pastel de chocolate y frutas oscuras. A partir de aquí se pueden sacar infinitud de matices distintos, que van variando en relevancia a medida que reposa la cerveza, para al final formar un robusto amargor, inundado de torrefacto, donde el alcohol revela su presencia, firme pero con control, rodeado de especias picantes, vainilla, ahumados y hierba. Tras este recital de complejidad y equilibrio deja un regusto que permite seguir deleitandose durante un largo rato con esta exquisita cerveza, lo que se agradece porque en pocas ocasiones se puede probar una Imperial Stout tan completa como esta.
Ésta es otra representante más del petróleo cervecil, no hay brillos ni reflejos, solo un color negro insondable delimitado por un dedo de espuma marrón ocre. Al acercar la nariz se lanzan al ataque toneladas de regaliz negro, café solo, cacao y torrefacto, amalgama endulzada por una mezcla de bayas, cerezas negras, grosellas y suave vainilla, que emergen con claridad entre los aromas más oscuros. Los 13º de alcohol también hacen acto de presencia, aunque con mucha discreción, agrupados en torno a un leve toque de lúpulo herbal y tabaco, construyendo un perfume cálido y profundo.
Con el primer sorbo invade la boca una sensación cremosa que da lugar a un potente sabor donde los tostados, en forma de malta abrasada, espresso y regaliz negro, se compensa con dulces notas de cacao, pastel de chocolate y frutas oscuras. A partir de aquí se pueden sacar infinitud de matices distintos, que van variando en relevancia a medida que reposa la cerveza, para al final formar un robusto amargor, inundado de torrefacto, donde el alcohol revela su presencia, firme pero con control, rodeado de especias picantes, vainilla, ahumados y hierba. Tras este recital de complejidad y equilibrio deja un regusto que permite seguir deleitandose durante un largo rato con esta exquisita cerveza, lo que se agradece porque en pocas ocasiones se puede probar una Imperial Stout tan completa como esta.