A mediados de Abril tuve que pasar un par de días en la bellísima Santander (ahora un poco menos bella por culpa de Botín) por motivos de trabajo pero, como suele ser costumbre, aproveché un rato que tenía libre para buscar alguna tienda en la que conseguir una cerveza de la zona. Al final resultó que cerca de mi hotel estaba la tienda "Tercer Tiempo", de la que hablaré en los próximos días, así que decidí pasar por allí con un colega, y de paso aprovechamos para preguntar por alguna cervecería cercana en la que pudiésemos disfrutar de una charla acompañada de una cerveza en condiciones.
Nos recomendaron dos garitos, pero como el de La Braña de San Celedonio vino acompañado de la palabra mágica "cask", mi mente olvidó el otro nombre al instante y al caer la noche nos dirigimos hacia el primero.Al llegar nos encontramos un local pequeño pero espacioso y cómodo, decorado con sencillez y buen gusto, y aprovechando que estaba bastante vacío nos sentamos junto a la barra, cerca del prometido "cask".
Evidentemente pedimos una pinta de este, con más ganas todavía cuando nos enteramos de que estaba pinchada la Bitter de Young's, y la verdad es que nos supo deliciosa, casi como si estuviésemos en pleno Londres. De todas maneras no era la única opción apetecible puesto que, además de una neverita con alrededor de 15 botellas distintas, el bar cuenta también con 6 grifos activos, y de ese día recuerdo, entre otras, referencias tan interesantes como Tripel Karmeliet, Eder's Pilsener o De Molen Amarillo. En cuanto a comida, nosotros veníamos de una cena y no estabamos como para pedir nada más, pero tenían a la vista una carta sencilla pero más que efectiva para acompañar buenas cervezas.
Cualquiera que haya pasado en los últimos meses o años por Madrid o Barcelona asumirá que, aunque el local pueda parecer interesante, también le tocará pagar cantidades ridículamente elevadas de dinero para disfrutarlo. Pues nada más lejos de la realidad; otro de los puntos positivos de La Braña de San Celedonio fue que los precios son por lo general comedidos y, salvo referencias algo especiales, por alrededor de 4 euros podiamos tomar una pinta de la mayor parte de las cervezas disponibles (de hecho, 4'5 euros nos costó la de "cask"), moderación que también se mantenía en la carta de comida.
Cualquiera que haya pasado en los últimos meses o años por Madrid o Barcelona asumirá que, aunque el local pueda parecer interesante, también le tocará pagar cantidades ridículamente elevadas de dinero para disfrutarlo. Pues nada más lejos de la realidad; otro de los puntos positivos de La Braña de San Celedonio fue que los precios son por lo general comedidos y, salvo referencias algo especiales, por alrededor de 4 euros podiamos tomar una pinta de la mayor parte de las cervezas disponibles (de hecho, 4'5 euros nos costó la de "cask"), moderación que también se mantenía en la carta de comida.
La verdad, nos gustó tanto que también hicimos una visita al día siguiente para repetir la pinta de Young's, y no me cabe la menor duda de que cuando vuelva a Santander le intentaré buscar un hueco. Además, según me comentaron los responsables, tienen la intención de contar con DouGall's de cask con tanta frecuencia como sea posible, lo cual es un gran aliciente.
Por último, en mi visita no llevaba mi cámara de fotos por lo que todas las imágenes con las que ilustro mi artículo son sacadas de su Facebook. Espero que no les importe.
Por último, en mi visita no llevaba mi cámara de fotos por lo que todas las imágenes con las que ilustro mi artículo son sacadas de su Facebook. Espero que no les importe.
CERVECERÍA: La Braña de San Celedonio
DIRECCIÓN: c\ San Celedonio, 41
POBLACIÓN: Santander
PROVINCIA: Cantabria