MODELO: De Struise Special Reserva
ESTILO: Quadrupel añejada en barrica de vino (10% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica
CARACTERÍSTICAS: Una de mis fábricas belgas predilectas es De Struise, cada una de sus cervezas me parece mejor que la anterior, aunque no son tan fáciles de encontrar en la Península como me gustaría. Una de sus referencias más populares, hasta el punto de haberse convertido en buque insignia de la marca, es Pannepot, una Quadrupel que llevan elaborando desde el año 2003 que se encuentra entre mis cervezas belgas predilectas. Este invierno además he tenido la suerte de encontrar su versión "Special Reserva", sometida tras la fermentación a un envejecimiento en barricas de vino de Burdeos (Chateau Margaux y Saint Estèphe) durante la friolera de 4 años, y por culpa de las temperaturas negativas que hemos sufrido en Pamplona las últimas semanas no tuve más remedio que abrirla.
Luce un color ébano, casi negro, con una espuma marrón grisácea que forma un anillo pegado al vidrio. El primer contacto en nariz sigue la estela de la Pannepot original, con un aroma propio de un licor, goloso, cálido y muy penetrante. Este viene rebosante de maltas tostadas, sirope de caramelo, toffee en grandes cantidades, chocolate a la taza y frutas pasificadas, incluso llega a recordar al arrope. La barrica también se nota en aroma pero apunta más hacia un vino dulce oscuro, e incluso se le pueden encontrar notas avainilladas.
Esperaba una cerveza más licorosa en boca, pero tiene una carbonatación viva que aligera el trago. Tiene la gran variedad de matices de Pannepot pero sumándole además el componente de la barrica, por lo que la complejidad es extrema. En la entrada predominan de nuevo maltas y caramelo, aunque en esta ocasión más acompañadas de tostados, sobretodo cacao y pan negro. De fondo quedan las frutas oscuras, proporcionando una base dulce. Con el avance van saliendo las notas propias del vino de Burdeos, sale la madera de roble y emerge un punto marcado de Brett, que pasar a llevar la voz cantante en el trago. Se genera al final una acidez como la que encontramos en los vinos tintos, que se pone a la misma altura del amargor herbal y mineral del lúpulo. Regusto largo, tánico, con cáscaras de cítricos, intensos recuerdos vinosos y de barrica. No está mal pero, sin negar la destreza que hace falta para manejar 4 años de barrica, me parece que el largo envejecimiento se come a una excelente cerveza como es Pannepot. Yo la he echado de menos mientras me bebía esta.
NOTA: