Bernard Světlý Ležák 12º

MARCA: Bernard

MODELO: Bernard Světlý Ležák 12º

ESTILO: Pilsener (4'9% ABV)

PAÍS DE ORIGEN: República Checa

CARACTERÍSTICAS: Tengo que reconocer que la remesa de cervezas checas que conseguí el año pasado no ha supuesto una experiencia demasiado agradable, principalmente debido a que, por puro desconocimiento, no me di cuenta de que la mayor parte pertenecían a grandes grupos internacionales. Afortunadamente también cogí algunas botellas de marcas que conocía bien, pero que siempre repito las disfruto igual que el primer día. Ese es el caso de Bernard, una de las marcas checas más fiables que se pueden encontrar en nuestro país, y he aprovechado para reseñar su Světlý Ležák.

Cerveza dorada oscura con algún reflejo ambarino. Al servirla una espuma escasa de color blanco y burbuja microscópica, se reduce hasta quedar un anillo pegado al vidrio. Intenso aroma a masa de pan, galleta, levadura y pan blanco, es como oler una panadería por la mañana. Acompañan notas florales, minerales e incluso un punto salino.

La calidad en boca se nota desde el primer sorbo, es todo redondez, sedosidad y equilibrio. Malta dulce y masa de pan es su carta de presentación, de gran intensidad, con un fondo de galleta, bollería y manzana golden. Amargor final delicado, impregnado en lúpulo herbal y mineral, con un toque cítrico, que deja un regusto largo y fresco. El tipo de cerveza rubia que bebería cada día, si estuviese en los tiradores de este país me haría muy feliz.

NOTA:

Tournay Noire

MARCA: Tournay

MODELO: Tournay Noire

ESTILO: Export Stout (7'5% ABV)

PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Las cervezas Tournay se comercializan desde el año 2004, cuando Laurent Agache, ingeniero civil, se asoció con su primo Quentin Mariage, ingeniero químico, para recuperar la actividad en la cervecera que desde 1856 hasta 1969 había sido propiedad de sus antepasados. Las instalaciones se encuentran en las afueras de la ciudad valona de Tournai, famosa por albergar una catedral catalogada como Patrimonio de la Humanidad, y ya desde el año 1753 hay documentos que confirman su existencia.

Elaboran 5 cervezas distintas, y en esta entrada voy a comentar la única que no es de un estilo tradicional belga, una Stout de 7.5º de alcohol elaborada con lúpulo Tomahawk. Es muy oscura, tan opaca como para que la luz no modifique el color en absoluto, con una buena capa de espuma beige típica belga, de burbuja microscópica y con encaje de Bruselas. Aroma de intensidad media y dulzor moderado, combina malta tostada, sirope de caramelo, muchísimas frutas del bosque y un punto de regaliz negro y cacao. Deja el lúpulo en un segundo plano, que le da un ligero frescor.

En boca tiene un perfil peculiar, menos belga de lo que esperaba. El comienzo del trago es más bien seco, con cereales tostados, malta, cacao y grano de café. El reposo le sienta bien, atenúa la carbonatación y permite que salgan notas de sirope de caramelo y frutas del bosque. Final de amargor marcado con una cierta astringencia, lideran cítricos, un soplo de hierba y cáscara de limón, que desemboca en un regusto largo, cargado de torrefacto y salpicado de tabaco y humo. Cerveza sobria y elegante, fusión entre una Stout británica con el cuerpo de una cerveza belga. Poco caso le he hecho hasta ahora a esta marca, corregiré mi error.

NOTA:

De Struise Black Damnation XXIV Octopussy

MARCA: De Struise

MODELO: De Struise Black Damnation XXIV Octopussy

ESTILO: Russian Imperial Stout envejecida en barrica de whisky (13% ABV)

PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: De Struise es una fábrica sobradamente conocida por cualquier persona con interés por la cerveza, y la mayor parte de sus cervezas regulares se han establecido como clásicos modernos, como por ejemplo Sint Amatus, Pannepot o Black Albert. Esta última, que se encuentra entre mis cervezas favoritas, es una Imperial Stout que ha servido de base para múltiples elaboraciones, entre las que se encuentra la popular serie Black Damnation. En concreto la que comento hoy, la número 24, está envejecida durante 2 años en barrica de Bruichladdich Octomore de Islay, región conocida por su whisky intensamente ahumado con turba.

Tiene un aspecto licoroso en copa, con una escasísima crema beige cubriendo un líquido opaco de color ébano. Destaca su complejidad en nariz, con menos potencia de la que esperaba y más delicadeza. Emite un aroma de malta muy tostada, sirope de caramelo, cacao, mermelada de frutas oscuras y más suave regaliz, muy penetrante y compacto. El ahumado, de tabaco y brasa, no es excesivamente prominente sino que acompaña al conjunto, evitando cualquier tipo de estridencia.

Stout sólida en boca, de una textura aterciopelada gracias al envejecimiento en barrica que le ha hecho perder gran parte de la carbonatación. La entrada es de malta caramelizada, frutas del bosque compotadas, higos, chocolate a la taza y torrefacto. Con el avance se refuerza el café, aparecen las notas de licorosas, muy pulidas, recuerdos de vainilla, y poco a poco se va abriendo paso el ahumado del whisky de Islay. Final con una cierta acidez y sequedad, salpicado de pimienta, con presencia de la barrica, que desemboca en un regusto largo de whisky y humo de tabaco. Con la carta de presentación que tenía esperaba una bomba cervecil y sin embargo me ha parecido elegante y delicada, una demostración de técnica. Con todo el trabajo que conlleva, su precio, inferior a los 5 euros, me parece muy ajustado.

NOTA:

Aecht Schlenkerla Rauchbier Märzen Special Edition Unfiltriert

MARCA: Aecht Schlenkerla

MODELO: Aecht Schlenkerla Rauchbier Märzen Special Edition Unfiltriert

ESTILO: Märzen ahumada (5'1% ABV)

PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Otra novedad de Schlenkerla, esta más esquiva, ha sido el lanzamiento el 23 de julio, coincidiendo con el Día de la Conservación de la Rauchbier (Tag der Rauchbierbewahrung), de una versión sin filtrar de su clásica Rauchbier Märzen. Por los pelos pude conseguir un par de botellas, como fanático de Schlenkerla que soy era casi una necesidad, y también ha aparecido por ahí una versión sin filtrar de su Helles, que por desgracia se me escapó por bien poco.

Como su nombre indica es una cerveza muy turbia, de color marrón que apenas cambia al trasluz, con algún reflejo caoba en periferia. La espuma es especialmente atractiva, de un beige profundo y tan cremosa y abundante como si se tratase de una cerveza belga. El aroma es muy potente, tanto que se percibe con claridad a distancia de la jarra. Tiene una base robusta de malta tostada, pan integral, caramelo y suave toffee, infiltrada por un ahumado intenso que está a mitad de camino entre la brasa y la carne asada, con un toque goloso de esta última y un punto de especia.

La diferencia en boca de esta Schlenkerla con su Märzen tradicional es que gana redondez, cualquier arista desaparece por completo, y a la vez la carbonatación es ligeramente inferior, lo que favorece una textura sedosa. La entrada es más sobria, con mucho grano tostado y frutos secos, quedando el dulzor más limitado de lo que sugería la nariz. El ahumado está en todo momento, aunque quizá la falta de filtrado hace que se integre más en el conjunto. Amargor final delicado, con una marcada mineralidad, que arrastra al ahumado hacia un regusto en el que es el claro protagonista. Soy fanático de su Märzen tradicional y era difícil que esta la desbancase, pero probarla ha sido una experiencia muy interesante... y, por supuesto, también la he disfrutado como un enano.

NOTA:

Aecht Schlenkerla Erle

MARCA: Aecht Schlenkerla

MODELO: Aecht Schlenkerla Erle

ESTILO: Schwarzbier ahumada con madera de aliso (4'2% ABV)

PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Tras su excepcional Weichsel, firme candidata a cerveza del año en este blog, seguimos con las novedades recientes de Schlenkerla con un nueva Schwarzbier llamada Erle. Para quien domine el alemán hasta ese nivel, sabrá que el nombre indica con qué tipo de madera se ha ahumado la malta en esta ocasión, y es el aliso, de la misma familia que los abedules. En cuanto al estilo, tratándose de una Schwarzbier posiblemente tendremos que esperar una cerveza con algo menos de cuerpo que otras referencias de la marca y, por primera vez, grano torrefacto.

Cerveza casi totalmente negra, aunque al trasluz se vuelve rubí, comprobándose como no es turbia, sólo muy oscura. El aroma se percibe a medio metro de distancia, y predomina el ahumado, como sucede en la mayor parte de las cervezas de esta marca. Sin embargo la diferencia es que este es especialmente penetrante y profundo, con notas de brasa, leña y café, llegando a recordar a la goma quemada o incluso al alquitrán, imagino consecuencia de la sinergia entre el torrefacto y la malta ahumada. Tiene de fondo un punto de frutas del bosque, un toque de caramelo quemado y una delicada mineralidad.

En boca es de cuerpo ligero y trago largo, pero está repleta de sabor. Comienza algo más discreta, con grano tostado, cereal y malta, mientras el torrefacto apenas se empieza a intuir. Con el avance del trago este último compite con el ahumado por la posición dominante, y diría que ninguno sale ganando. Surge al final un amargor amable, salpicado de cacao, minerales y hierba, que termina en un regusto largo que arrastra al humo y al torrefacto. Otra gran cerveza de Schlenkerla, quizá no tan espectacular como Weichsel pero vamos, de las de repetir de cuando en cuando.

NOTA:

Kozel Mistrův

MARCA: Kozel

MODELO: Kozel Mistrův

ESTILO: Pilsener (4'8% ABV)

PAÍS DE ORIGEN: República Checa

CARACTERÍSTICAS: Después de Pilsner Urquell y Budějovický Budvar, Kozel es una de las marcas checas más conocidas y con mayor proyección internacional. Sus orígenes se remontan a 1847, cuando fue elaborada por primera vez en la localidad de Velké Popovice por la familia Ringhoffer. Curiosamente su nombre Kozel, que significa macho cabrío, en clara referencia a las Bock alemanas, es posterior a la 1º Guerra Mundial, mientras el dibujo de la etiqueta vio la luz en 1919, y fue un regalo de un pintor francés que fue acogido en la fábrica. Fue nacionalizada tras la 2º Guerra Mundial, y así se mantuvo hasta 1992, cuando pasó a ser una empresa pública limitada. En el año 2002 la empresa fue adquirida por SAB Miller, y finalmente vendida a Asahi Breweries en 2016.

La primera cerveza que probé de esta marca fue Kozel Černý, en el 2008, y creo que no he bebido ninguna posterior a la venta a Asahi, desconozco si le habrá afectado en lo que respecta a calidad. La que comento hoy es Kozel Mistrův, que traduciríamos al castellano como Maestro, y se trata de una Světlý Ležák con algo más de malta, concretamente con 12º plato, y sin filtrar. Es de un color dorado apagado, muy turbia, con una espuma blanca bastante escasa en superficie, el aspecto es de una Kellerbier. El aroma es más bien dulzón, de intensidad media, con malta, masa de pan, levadura, pera muy madura, recuerdos de dulce de membrillo y suave lúpulo de carácter floral. Quizá algo empalagoso pero razonable, aunque no despierta grandes emociones.

Línea similar en boca, aunque ya con defectos evidentes. El principio es más dulce, con masa de pan, cereal y frutas, aunque queda un gusto a cartón que va creciendo y acaba molestando. Se genera al final un amargor leve, con flores blancas, hierba y un toque de verdura., que quedan en un regusto más largo de lo que me gustaría. Muy muy justa, esperaba una cerveza más bien discreta pero no es así, creo que ni siquiera llega al nivel exigible para una Lager española, mucho menos para Chequia.

NOTA:

Rohozec X

MARCA: Rohozec

MODELO: Rohozec X

ESTILO: Tmavý Ležák (4'6% ABV)

PAÍS DE ORIGEN: República Checa

CARACTERÍSTICAS: La cervecera Rohozec fue fundada por el terrateniente Ferdinand Unger en el año 1850 en Malý Rohozec, localidad del distrito de Turnov, al norte de la República Checa. Desde entonces ha pasado por diferentes manos, incluyendo las del Estado durante los años de la URSS, hasta que fue rescatada de la quiebra por sus actuales dueños. Es una fábrica muy prolífica en cuanto a variedades, con 9 cervezas de estilos tradicionales, al menos 6 más modernas, y algunos lanzamientos de temporada. Yo pude conseguir esta, que promocionan junto con una Světlý Ležák a modo de ying-yang.

Luce un color ébano, con un bonito brillo rubí al trasluz, y su color oscuro engaña, puesto que no es en absoluto turbia. Su espuma beige es perfecta, tan cremosa y compacta como una cerveza belga. Huele de maravilla, es un aroma intenso y sobretodo muy compacto, con una importante complejidad que aglutina notas de malta bien tostada, cereales, pan negro, cereal caramelizado, cacao y leve torrefacto, rozando el ahumado, con un punto herbal y mineral.

De trago largo y cuerpo ligero, tiene sin embargo un sabor intenso que comienza con malta tostada, cereales caramelizados, pan integral, chocolate con leche y toffee. Está levemente inclinada hacia el dulce pero se mantiene equilibrada. A medida que avanza surge un amargor de lúpulo noble salpicado de notas cítricas, cerrando con un regusto largo donde se detecta chocolate y cacao. Me ha gustado bastante, la ligereza del trago me ha recordado casi a una Schwarzbier pero a veces no está mal tomar una cerveza algo más suave. Me sorprende de todas maneras lo poco que me gustó la Světlý Ležák complementaria de esta cerveza, Y, mientras que esta me ha parecido de una calidad más que aceptable.

NOTA: