sábado, 30 de junio de 2012

St. Peter's The Saints Whisky Beer

MARCA: St. Peter's
MODELO: St. Peter's The Saints Whisky Beer
ESTILO: Strong Ale con malta de whisky (4'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Inglaterra

CARACTERÍSTICAS: Siempre me han llamado mucho la atención las cervezas St. Peter's, por los elogios que he leído de algunas de sus variedades, pero sobre todo por esa botella tan elegante que visten todas. Junto con la Hop Ottin' IPA de la Anderson Valley, me llevé a mis terrenos esta St. Peter's, tras el reparto pirata con Embracing del regalazo de los amigos de Cervezas Especiales. ¡Mil gracias!

La característica más llamativa es que se elabora con maltas de whisky peated, utilizadas por la destilería St. George, en Norfolk. Esta malta es la que le confiere un matiz presente en aroma y sabor durante todo el trago: el ahumado.

En el vaso luce un color ambar cristalino, con elebada carbonatación y espuma blanca y consistente, cremosa y de burbuja gruesa. Al notar el característico aroma ahumado me echó un poco para atrás, pues no soy muy amigo de este tipo de matices en las cervezas. No obstante había que dar una oportunidad, que sin duda fue acertada.

El aroma es fundamentalmente ahumado, como una mezcla entre brasas de carbón y tabaco de pipa. En menor medida escapan notas cítricas y especiadas, algo maltosas. Por suerte en el trago cambia un poco la cosa, y aunque mantiene ese toque humeante, presenta gran cantidad de matices. Se percibe el caramelo, la malta y el whisky por encima, y el lúpulo va cobrando importancia hacia el final del trago. Es suave y bastante agradable, muy particular.

He leído en la entrada de la Old Style Porter de esta misma casa, que Embracing había encontrado un matiz ahumado similar. Por el estilo va esta cerveza, aunque bastante más suave. He de decir que es la primera cerveza ahumada (dentro de las pocas que he tenido la posibilidad de probar) que me convence. De hecho he salido más que satisfecho.

NOTA:
 


Actualizado por Embracing Darkness:

CARACTERÍSTICAS: Recientemente Alberto y yo nos repartirmos unas cuantas botellas que nos habían enviado, y tras una pelea a muerte que ambos perdimos él se pudo quedar con esta St. Peter's poco habitual y bastante apetecible. Desde entonces vagué por el mundo mientras la ira me consumía poco a poco, hasta que, cuando menos lo esperaba, la encontré en Pamplona. Y a partir de ese momento todo ha salido a pedir de Milhouse.

Servida en vaso de pinta británico, como Isabel II manda, se muestra muy activa y por su cristalino líquido color bronce se puede ver como ascienden a toda velocidad miles de burbujas, formando un par de dedos de espuma blanca impecable. Mucha Rauchbier estoy tomando últimamente, y si bien esta no corresponde a ese estilo sí que es evidente en el aroma un potente ahumado, aunque eso sí, dentro de una agradable mezcla con whisky, tabaco, suave vainilla y un mínimo deje de regaliz negro, dejando un fondo de malta, caramelo y leves recuerdos de naranja que dan apoyo al whisky.

El sabor mantiene los matices propios de una Pale Ale, exhibiendo malta británica, suave caramelo y un elegante toque de hierba y cítricos aportado por el lúpulo inglés, acompañado por notas medicinales inconfundibles. Sin embargo encima de este conjunto, aunque sin aplastarlo, se establecen con fuerza el whisky y el humo, con leves recuerdos de vainilla, integrándose de forma sublime. Una fusión whisky-cervecil terriblemente bien controlada y equilibrada, buena nota deberían tomar los responsables de Adelscott... o mejor, que dejen de intentarlo.

NOTA

miércoles, 27 de junio de 2012

Aecht Schlenkerla Rauchbier Weizen

MARCA: Aecht Schlenkerla
MODELO: Aecht Schlenkerla Rauchbier Weizen
ESTILO: Hefe-Weiβbier ahumada (5'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Una de mis debilidades cerveciles son las Rauchbier, y en este estilo una de las fábricas punteras a nivel mundial es la casi legendaria Schlenkerla, por lo que siempre que veo la oportunidad de hacerme con una de sus botellas no la dejo escapar. En esta ocasión, sin embargo, la botella no la he conseguí por mis propios medios sino gracias a la amabilidad de Lu-pau-loadicto (jijiji), quien me la hizo llegar hace unos meses junto con la rica Coopers Vintage, de la que di buena cuenta pocos días después de instalarme en Pamplona.

Pese a que a priori cualquier estilo de cerveza se podría elaborar con maltas ahumadas, hay algunos, como las Märzen o las Bock y Doppelbock, que parecen más apropiados, frente a otros como el que tratamos hoy, en el que parece difícil conseguir un equilibrio adecuado entre el potente ahumado y los matices relativamente delicados de la levadura y el trigo. No obstante, en mi opinión los de Schlenkerla resuelven con habilidad este problema y consiguen que en el aroma bajo el manto del ahumado, que recuerda bastante al salmón, quizá acompañado por un toque de tabaco, quede un núcleo bastante complejo e interesante, con malta dulce y acaramelada y suaves recuerdos de plátano, cítricos y flores.

En boca es cremosa, densa y refrescante, y en cuanto al sabor sigue las directrices del aroma, persistiendo la lucha entre plátano, malta, suave chocolate con leche y cítricos contra el ahumado, que nuevamente vuelve a ganar este último, aunque sin saturar el trago. Si acaso al final, cuando se potencia un poco más el plátano y surgen notas de flores, clavo, canela y mínima vainilla, se consigue eclipsar un poco al humo justo antes de arrancar un amargor moderado, nada agresivo. La cerveza me ha creado sensaciones contradictorias, por una parte me ha gustado y me parece encomiable el trabajo realizado, pero por otra me ha resultado algo plana, quizá por llevar el trigo y el ahumado caminos tan diferentes al final el sabor termina por no arrancar en ninguna dirección. Opinión totalmente subjetiva, como no puede ser de otra manera en este blog, pero la veo a mucha distancia de sus Märzen, Bock, Doppelbock.

NOTA:


lunes, 25 de junio de 2012

Pinkus Hefe Weizen

MARCA: Brauerei Pinkus Müller
MODELO: Pinkus Hefe Weizen
ESTILO: Hefe-Weiβbier Biológica (5'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Tras casi un mes sin pasearme por estos lares (debido a un aumento considerable de entropía en mi vida, que por fin he estabilizado) regreso con intención de volver a las andadas. Y qué mejor manera de hacerlo que con una hefeweizen alemana, que además me llegó de mano del cambio más importante que incluye mi reciente retahíla de ocupaciones, a quien agradezco muy mucho el detalle.

Ya hablamos un poco de la marca en el post que hizo Embracing hace cuatro años, sobre Müller Lagerbier (cerveza que me dio a probar entonces, con el pretexto de que probablemente no volvería a probarla en mi vida). Una fábrica que elabora cervezas biológicas y que tiene tradición familiar.

Esta cerveza de trigo viste un color amarillo pálido en su base, que gradualmente se va oscureciendo y enturbeciendo a medida que se acerca a la superficie. Presenta una elevadísima carbonatación, en forma de minúsculas burbujas. En su copa se forma una capa de espuma blanca y cremosa, en continua efervescencia, aunque de duración correcta.

Su aroma deja escapar notas malteadas, con galleta y levadura. En menor medida aparecen los matices frutados y cítricos, donde destaca el plátano. En boca es de primeras ácida, aunque de intensidad muy comedida. Poco a poco va dejando paso a formas más levadurosas y maltosas, ascendiendo en fuerza. Es una cerveza cítrica y muy reservada, sin grandes pretensiones. Muy fácil de beber y muy efectiva para este calor veraniego, con la invitación a tomar varias decenas de barriles en una tarde tonta que se precie.

Echo en falta mayor intensidad en sus matices, y quizás algo más de fuerza en su sabor, pero no es para nada un mal ejemplo del estilo. Agradezco una vez más el detalle a la señorita que me regaló esta botella.

NOTA:

jueves, 21 de junio de 2012

Anchor Our Special Ale 2011

MARCA: Anchor
MODELO: Anchor Our Special Ale 2011
ESTILO: Winter Warmer de Navidad (5'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Estados Unidos

CARACTERÍSTICAS: Un año más el mundo aguanta en pie, y un año más la Anchor Brewing Company lanza su cerveza de celebración (no sabemos si el primer hecho es condición necesaria para que se dé el segundo o viceversa) presentando un nuevo árbol en su botella. En esta ocasión el encargado de adornar la hermosa etiqueta es una de las especies dentro del grupo de los "pinos de conos erizados" o "bristlecone pines", concretamente Pinus longaeva, habitual en las Montañas Blancas del sudoeste de Estados Unidos y que como su propio nombre sugiere alcanzan edades muy avanzadas. De hecho un ejemplar de esta especie, conocido con el sobrenombre de Matusalem, se calcula que ronda los 5.000 años de existencia, lo que le convierte en el ser vivo más longevo del que se tiene noticia.

Me habían avisado de que la edición de este año era un poco peculiar, pero puesto que su receta se mantiene siempre secreta no tenía ni idea de por qué, y el verla servida, con su color negro, marrón rojizo al trasluz, y su espuma beige, tan perfecta como en todas las Anchor, tampoco daba ninguna pista extra. Para empezar a dibujar las particularidades de esta cerveza hubo que esperar al olfato, donde una dulce mezcla de malta, caramelo y suaves notas de ciruela y uva negra, dejando de fondo cacao y torrefacto, se ve abrazada por un aroma vegetal, algo especiado, que al menos a mí me resultó imposible de identificar.

En boca se reducen tanto el dulzor como ese punto herbal tan extraño, y cacao, café y torrefacto pasan a dirigir el trago, aunque manteniendo la presencia de bayas, ciruelas y cerezas en un segundo plano, que moderan bastante la sequedad de la cerveza. Estas frutas resultan muy útiles también para controlar el amargor final, el cual surge con delicadeza aunque manteniéndose firme, y donde además del torrefacto aprovecha para expresarse nuevamente el vegetal misterioso, acompañado de clavo y gengibre, leves recuerdos de naranja y mínima vainilla. Resulta un poco desconcertante al principio por lo poco que tiene que ver con la Our Special Ale del año pasado, pero si se ataca con mente abierta se puede acabar disfrutando sin demasiada dificultad de su equilibrio, su textura sedosa y su originalidad. No obstante tampoco me sorprende que haya habido gente a la que no le ha hecho ninguna gracia el experimento.

NOTA:

domingo, 17 de junio de 2012

Brewdog Tactical Nuclear Penguin

MARCA: Brewdog
MODELO: Brewdog Tactical Nuclear Penguin
ESTILO: Russian Imperial Stout añejada 14 meses en barrica de whisky (32% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Escocia

CARACTERÍSTICAS: En la encarnizada batalla que Brewdog mantuvo con la alemana Schorschbräu por alzarse con el título de la cerveza con mayor ABV del mundo, y en la cual su End of History de 55º de alcohol acabó sucumbiendo a Schorschbock 57 de 57'5º, esta Tactical Nuclear Penguin fue una de las primeras municiones empleadas. La cerveza en sí no es otra cosa que una Paradox añejada durante 14 meses en barricas de 2 marcas de whisky escocés distintas, tras lo cual se la somete al mismo proceso de congelación y concentración que sufren las Eisbock.

No sería ético beber en soledad una cerveza tan peculiar (y cara), aunque es cierto que quedaría más acorde con el "aire de indiferencia aristocrática" que consideran adecuado para disfrutar de ella, y por ese motivo decidí compartirla con Rubén, que fue quien me la regaló, y un par de amigos más, y así poder intercambiar impresiones. Lo primero que nos llamó a los cuatro la atención fue la escasa fluidez con la que el líquido negro carbón manaba de la botella al servirla, sugiriendo una densidad extrema que se confirmó con la presencia de una lágrima de gran intensidad. Esperaba una ausencia total de espuma, y lo cierto es que se formó más que en la Paradox Jura que la precedió, aunque en escasos segundos se volvió indistinguible de un coñac.

Ciertas similitudes parecía guardar su aroma con este licor; es rico, profundo, repleto de notas de malta tostada, cacao, caramelo, vainilla y frutas oscuras, y más secundarios torrefacto, regaliz negro, azúcar moreno y café, por supuesto acompañados por un soplo importante de alcohol, pero que no era proporcional, ni mucho menos, a lo que cabría esperar de un ABV del 32%. Y en boca es muy similar a este esquema, es de cuerpo completo, extremadamente compleja, con el alcohol algo más acentuado pero no obstante controlado de una manera increible, para formar un final cálido, levemente ahumado, con un regusto eterno mezcla de bayas, ciruelas negras, chocolate y vainilla. En mi opinión es una cerveza fantástica y muy innovadora, difícil de comparar con ninguna otra que haya probado. Probablemente funciona mejor como copa tras una comida abundante que como una cerveza, disfrutándola a pequeños sorbos mientras se discute sobre Schopenhauer con Bach sonando de fondo, pero si a alguien le apetece un katxi en un tugurio de mala muerte destrozándose las cervicales al ritmo de Cryptopsy (los antiguos, por supuesto) tampoco le veo inconveniente, siempre que su hígado y su bolsillo soporten la inversión.

NOTA:

viernes, 15 de junio de 2012

Tienda en Pamplona: La Vinoteca

En mi lista de tareas pendientes llevo arrastrando la reseña de La Vinoteca unos tres años, que fue cuando descubrí este establecimiento en uno de mis frecuentes viajes a Pamplona, pero ya fuese por no llevar la cámara de fotos encima o por cualquier otro motivo siempre acababa dejándola para la próxima ocasión, a pesar de que prácticamente siempre que estaba por la ciudad acababa pasando para comprar algo que amenizase una comida, o simplemente por reponer mi arsenal.

En estos tres años muchas cosas han cambiado en esta tienda; poco a poco fue aumentando el número de estanterías dedicadas a la cerveza (evidentemente es una tienda más centrada en el vino), se pasó de una clara hegemonía belga inicial a un repertorio mucho más variado, empezaron a proliferar actividades del Club Bier, y como la última novedad, que descubrí a los pocos días de instalarme definitivamente en la ciudad, las botellas de cerveza conquistaron gran parte de la planta baja de uno de los dos locales de la empresa, incluyendo entre las referencias cervezas británicas, francesas, alemanas, españolas, checas, etc...

Hace pocas semanas acompañé el resumen de una cata que me invitaron a dirigir con varias fotografías de la misma, en las que se podía intuir la gran atención que le prestan al diseño y la presentación, aspecto sin duda muy importante en un negocio de cara al público. No obstante, no se quedan solo con la imagen sino que es evidente que también se pone empeño en conseguir siempre referencias interesantes, pudiendo encontrar con bastante frecuencia nuevas cervezas, además a precios muy competitivos. Prueba de ello es los 2'5 euros que pagué recientemente por cada una de las St. Peter's que me llevé a casa, por poner un ejemplo.


En cuanto a vinos no podría opinar, pues lo cierto es que no estoy demasiado metido en el tema, pero para los amantes de la cerveza este es uno de los sitios de paso obligado de Pamplona, y personalmente una de las mejores tiendas físicas que conozco. Atención espléndida, surtido variado y de calidad, y precios muy ajustados; poco más se puede pedir.



TIENDA: La Vinoteca
DIRECCIÓN: Calle Esquiroz, 22 trasera / Calle Chapitela, 15
POBLACIÓN: Pamplona
PROVINCIA: Navarra

martes, 12 de junio de 2012

Domus Summa

MARCA: Domus
MODELO: Domus Summa
ESTILO: Brune (7'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Y la última de las Domus que me quedaban por probar, la de mayor concentración alcohólica y que asemejan en ciertas características a algunas cervezas belgas de abadía. Tenía una mezcla de curiosidad y miedo por encontrar en el aroma ese punto desagradable que noté en la Regia y la Aurea. Por suerte esta vez no fue así, lo que me anima a volver a probar estas dos cervezas, por si se hubiese tratado de una tirada en mal estado.

La Summa es de un color marrón oscuro bastante opaco, con brillos rojizos al trasluz y sedimento en el fondo del vaso, muy común en estas cervezas. La espuma forma una capa abundante que al rato se torna más mediana, aunque se mantiene esponjosa hasta el final del trago. Enseguida se puede apreciar un intenso aroma a malta tostada, seguido de notas chocolateadas, de café y de miel en menor medida.

El trago está en esta línea, intensificando el aroma. Sabor intenso a chocolate y café, con recuerdos del torrefacto. El final se torna seco y deja un regusto en boca del todo delicioso. El alcohol, que se encuentra en abundancia (7'2%) no llega a tapar el resto de matices, convirtiéndose en un acompañamiento más que correcto. Podría pasar desapercibida como una Ale Belga al uso, con todas sus consecuencias.

Muy rica, toda una sorpresa después de las otras dos. Ni rastro de este aroma desagradable al rato.

NOTA:





Actualizado por Embracing Darkness

CARACTERÍSTICAS: Tenía bastantes ganas de probar las Domus, motivado sobretodo por lo bien que han hablado siempre de ellas los de Lupuloamansalva, pero no había tenido demasiadas oportunidades de hacerlo. Por eso me alegré mucho cuando recibí de manos de la "navarrica" Carmen una bolsa con las tres primeras botellas que sacaron al mercado, regalo que venía desde la ciudad donde se elaboran, Toledo, y en el que había participado también su novio Miguel, toledano de pura cepa. A ambos les quiero agradecer el detalle y de paso mandarles un abrazo, ahora que tantos kilómetros impiden que nos veamos tan a menudo como antes.

Pese a que no sea lo fundamental, con un diseño tan sobrio y cuidado como este la marca tiene la mitad ganado, al menos a mí me pone en una buena predisposición, y más aún cuando al servirla da una imagen espectacular, con un líquido color bronce, anaranjado, que por la intensa carbonatación parece en plena ebullición, formando una espuma que crece imparable. En la nariz se presenta con complejidad y fuerza, logrando un hábil equilibrio entre malta, caramelo y suave azúcar moreno con melocotón, mandarina y cáscara de naranja, dejando en un plano más discreto miel y levadura belga. Continúa la senda de la fruta el lúpulo, que aporta un soplo de cítricos y flores, ligeramente especiado, que acaba de redondear un aroma exquisito.

En el sabor el dulzor está bastante más limitado, al igual que la fruta, y tiende más hacia los tostados, frutos secos como avellanas o almendras, y más leves caramelo y azúcar quemado. A mitad de trago sin embargo abre hueco para que se insinúen naranja y albaricoque, amable preparación antes de iniciar un final cuesta arriba, con un amargor intenso, enólico, donde hacen acto de presencia lúpulo herbal, frutas oscuras, suaves cítricos y mínimos recuerdos de levadura. Es potente, con mucho cuerpo y un punto de alcohol de esos que dejan cicatriz, pero que no solo no molesta sino que da una calidez que la hacen perfecta como cerveza de sobremesa. Una grata experiencia, tendré que apurarme en probar las otras dos botellas.


NOTA: