domingo, 10 de noviembre de 2013

Cervecería en Salamanca: Slainte

Hace algunos días me embarqué en un viaje a Salamanca por motivos laborales, pero como estaba seguro de que entre tanto trabajo iba a haber algunos momentos de ocio, aproveché para pedir algunas recomendaciones en materia cervecil sobre esta ciudad, ya que mi desconocimiento era absoluto. Pronto obtuve varias respuestas, y me llamó la atención en que casi todas coincidían en un bar llamado Slainte. Así pues, acepté las recomendaciones (aprovecho para dar las gracias por ellas) y apunté esta cervecería de cara a hacer una visita en cuanto tuviese una oportunidad.

Tras un par de días rondando por ahi, con una Pale Ale bastante industrial como mejor cerveza que me había llevado a la boca, una tarde lluviosa me escape durante unas horas y fui a este local dando un paseo. La dirección correspondía a una calle estrecha y algo oscura, perpendicular a una de las grandes avenidas de Salamanca, y allí me encontré ante una puerta de un garito de aspecto modesto, que posiblemente jamás me habría llamado la atención si no hubiese tenido referencias previas. 

Por dentro el local es sin duda pequeño, pero la innumerable cantidad de botellas, copas, carteles y demás merchandising de cerveceras que se pueden encontrar lo hacen muy acogedor para el apasionado de esta bebida. Nada más entrar, queda a mano izquierda una estantería abarrotada con casi la totalidad de las referencias disponibles para el cliente, mientras que a la derecha, detrás de una pequeña mesa, se encuentra la nevera, también hasta los topes. 

A pesar de que cuando entré era el único cliente, desde el primer momento me sentí muy cómodo. Eché un vistazo a las cervezas disponibles, que incluían tanto artesanales nacionales como marcas extranjeras de alto nivel, algunas de ellas como las Jopen neerlandesas o las Innis & Gunn escocesas, que tan poco frecuentemente se ven en el país, y finalmente me decidí por una Malheur 12. Mientras tanto el dueño me desveló, además de futuras incorporaciones al repertorio, su intención de tener una zona en el bar que funcionase como tienda, cosa que me pareció muy buena idea. Me sorprendió gratamente, por cierto, los precios de las cervezas, puesto que todas las referencias oscilaban entre los 2 y 3 euros, bastante por debajo de lo habitual en la mayoría de las cervecerías especializadas del país.

En poco rato el ambiente se empezó a animar con personas de lo más variopinto, desde gente del barrio que parecían clientes de toda la vida hasta jóvenes ávidos de probar cervezas nuevas acompañadas de algo de picoteo, aconsejados por el responsable de la barra. Yo seguí tan tranquilo con mi cerveza y un libro, y muy a gusto me habría quedado a tomarme una segunda, pero por desgracia tenía otros compromisos que atender. Así, pagué los 3 euros que costaba mi cerveza y me fui, aunque con la total seguridad de que volvería a este sitio la próxima vez que visitase Salamanca. 

La verdad, me pareció un muy buen local. Buen surtido y bastante original, y precios excelentes. Quizá queda algo corto en cuanto a comida, pero la verdad es que yo tampoco lo eché en falta.

(NOTA: este negocio se trasladó a la calle Van Dyck meses después de que yo lo visitase)

CERVECERÍA: Slainte.
DIRECCIÓN: Calle Van Dyck, 5.
POBLACIÓN: Salamanca.
PROVINCIA: Salamanca.


viernes, 1 de noviembre de 2013

"II Concurso de Maestría Cervecera" del Bier Club, en Pamplona

El año pasado, más o menos por estas fechas, el Bier Club de La Vinoteca anunció la convocatoria de un concurso de homebrew, posiblemente el primero que se realizaba en Navarra, bajo el nombre de "I Concurso de Maestría Cervecera". Pese a que en los primeros intentos siempre hay algunos fallos, la verdad es que no hubo complicaciones graves y la gente respondió verdaderamente bien. El 11 de Abril del 2013 se hizo entrega de los premios a los ganadores, y ese mismo día Rubén me reveló que ya estaba preparando la segunda edición, para la cual tenía pensados algunos cambios. 

Al igual que en la anterior ocasión, he redactado un pequeño resumen de los aspectos que me parecen más importantes; no obstante se pueden solicitar las bases completas al Club Bier, cuya dirección he colocado al final del post.


1. El concurso y las catas para determinar a los ganadores se realizarán en la sede de Bier Club de Pamplona/Iruñea, en calle Esquíroz, 22 trasera.

2. Los dos estilos elegidos para esta convocatoria son Russian Imperial Stout y Belgian Strong Dark Ale, de acuerdo con las características establecidas por las guías de la BJCP.

3. En esta ocasión los participantes serán exclusivamente elaboradores no-profesionales. Por este motivo, no se permite la producción de la cerveza presentada al concurso en instalaciones destinadas a la comercialización de la misma.

4. Cada concursante puede presentarse a uno o a ambos estilos indistintamente. Es necesario entregar un lote de 6 botellas de 33 cl por cada estilo en el que se desee competir.

5. La cuota de inscripción será de 10 euros por estilo presentado. Los socios del Bier Club podrán participar de forma gratuita.

6. El plazo límite de entrega es el día 30 de Abril del 2014; no se admitirán aquellos envíos que lleguen más tarde de esa fecha.

7. El jurado del concurso estará compuesto por miembros del Bier Club, exceptuando aquellos que participen en el certamen.

8. Cada miembro del jurado realizará la valoración de las cervezas presentadas sobre una plantilla estandarizada. De la suma de las puntuaciones otorgadas por cada miembro del jurado se decidirán los ganadores de las diferentes categorías.

9. De acuerdo con el fallo del jurado se determinarán los ganadores, y se hará entrega de los siguientes premios :
  • Estilo Russian Imperial Stout:
    • 1º Clasificado: 100 euros, trofeo y un diploma.
    • 2º y 3º Clasificado: 50 euros y un diploma.
  •  Estilo Strong Dark Ale:
    • 1º Clasificado: 100 euros, trofeo y un diploma.
    • 2º y 3º Clasificado: 50 euros y un diploma.
Mi impresión con estos cambios es que hay mejoras importantes respecto al año pasado, sobretodo, me ha parecido una buena idea disminuir en número de botellas que hay que aportar para participar. El año pasado me llamó la atención que se hubiesen preestablecido los estilos para presentar pero al final resultó ser una buena idea, comparar cervezas muy distintas puede ser difícil. En cuanto a los elegidos para esta edición, a mí no me parecen fáciles de realizar de forma correcta, pero ya quedó patente que había nivel suficiente.

Esperemos que vuelva a haber una participación como mínimo tan buena como la de la anterior convocatoria, y si es posible mayor todavía. Yo dudo que mis habilidades cerveciles estén a la altura de presentar nada a concurso, pero nunca se sabe... ¡Suerte a todos!


La Vinoteca
Esquiroz
C/ Esquíroz 22 trasera, Plaza del Vino. 31007 Pamplona
Tlfno.: 948 27 80 06
Chapitela
C/ Chapitela 15 Bajo, 31001 Pamplona
Tlfno.: 948 22 10 92

lunes, 28 de octubre de 2013

Xàbiga

MARCA: Xàbiga
MODELO: Xàbiga
ESTILO: Amber Ale (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: A raíz de la afición a la cerveza de Toni, Rubén, Tano, Javi y Paco, nació en el año 2012 la marca de cerveza Xàbiga, nombre en referencia al lugar de procedencia del grupo de amigos, la bella localidad alicantina de Jávea. Su cerveza se comenzó elaborando en las instalaciones de Tyris, para después pasar a las de Spigha en Alcoy, donde actualmente se sigue realizando este proceso. (a propósito, enésimo tirón de orejas respecto a este tema, me parece una pasada que haya que rebuscar por Internet para descubrir su origen) La botella me llegó gracias a Fernando y Cristina, que me la trajeron de las mismas vacaciones en las que encontraron la Sacristán; a ellos muchas gracias una vez más.

Es una cerveza de color naranja con reflejos dorados en periferia, cuyo aspecto guarda cierta similitud con el diseño de la etiqueta, no sé si de forma intencional. La espuma, de burbuja fina, no es demasiado abundante, aunque sí que tiene una buena retención. El aroma pinta bien, con gran cantidad de frutas variadas, destacando melocotón, maracuyá y naranja dulce, respaldado por un tabique de malta dulce con trazas de caramelo, recordando el conjunto en cierta medida a chicle o gominolas. Queda de fondo suave miel, lúpulo frutal y floral, y un mínimo deje de levadura. Resulta muy animado en nariz, a verdad, gracias a su dulzor y a tanta fruta, y a la vez muy variado.

En boca esta agradable frutalidad se reduce, y lo que manda es el lúpulo, que proyecta en el trago un amargor y una acidez importantes desde el inicio, en forma de naranja, albaricoque, limón, más suave pomelo y recuerdos picantes. La malta junto con su dulzor aparecen más al final, con toques de caramelo y un fondo de melocotón, antes de reintervenir el amargor, que aparece con más fuerza, impregnado de cítricos aunque también con recuerdos herbales y medicinales, para dejar un regusto seco. Para mi gusto está un poco pasada de lúpulo o quizá se podría haber optado por otras variedades más frutales, porque creo que le falta algo de estructura para mantener tanto amargor. De todas maneras, me parece que es una cerveza de buena calidad, no espectacular pero de un nivel razonable.

NOTA:

martes, 22 de octubre de 2013

Jopen Adriaan Witbier

MARCA: Jopen
MODELO: Jopen Adriaan Witbier
ESTILO: Witbier (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: De nuevo me dejo caer por aquí, esta vez para hablar de una wit que probé hace ya bastante tiempo, pero cuya botella aguardaba escondida detrás de mi ordenador, para en cualquier momento salir y acusarme de no haber hablado de ella.

Haarlem fue en el pasado una ciudad que albergaba muchas fábricas de cerveza. Hacia finales de la Edad Media, la cerveza de Haarlem se exportaba a todos los rincones del mundo e incluso se utilizaba como moneda de cambio en la provincia sureña neerlandesa de Zelandia Oriental. En 1995, un grupo de ciudadanos de Haarlem entusiasmados e inspirados por este pasado y la pérdida de todas las cervecerías históricas trajo la cerveza Jopen de Haarlem de vuelta.

El retorno del gran molino de grano llamado De Adriaan  a la ciudad fue la razón que llevó a los cerveceros de la Jopen a elaborar una nueva cerveza histórica, esta witbier.

La cerveza viste un color amarillo anaranjado, cristalino aunque turbio a medida que sube a la corona. La espuma es blanca y muy fina, desvaneciéndose enseguida y quedando como una finísima membrana. Desprende un aroma inconfundible al estilo, fuerte, con los cítricos y la malta destacando y un ligero toque herbal de fondo.

En boca es de cuerpo delicado, que no suave. Destacan los cítricos, la naranja y el melocotón, dejando paso a la malta y con un ligero amargor guiando el trago y terminándolo. El regusto es amargo y seco, y deja una sensación muy agradable en la boca.

Una rica wit, muy al uso.

NOTA:

Haarlem fue en el pasado una ciudad que albergaba muchas fábricas de cerveza.  El nombre de ciertos lugares como el Brouwersvaart (Canal de los Cerveceros) Brouwerskade (Embarcadero de los Cerveceros) y Brouwershofje (Patio interior de los Cerveceros) nos trae a la memoria aquella rica historia. En 1400 la fabricación de cerveza era la actividad comercial más importante de la ciudad. Hacia finales de la Edad Media, la cerveza de Haarlem se exportaba a todos los rincones del mundo e incluso se utilizaba como moneda de cambio en la provincia sureña neerlandesa de Zelandia Oriental. La Compañía Holandesa de las Indias Orientales era la encargada de transportarla por barco. Asimismo esta cerveza gozaba de gran fama en Flandes (Bélgica) y el Norte de Francia.
En 1995, un grupo de ciudadanos de Haarlem entusiasmados e inspirados por este pasado y la pérdida de todas las cervecerías históricas, se atrevió al desafío de volver a colocar la ciudad de Haarlem en el mapa mundial de la cerveza con letras mayúsculas. Ese año, después de una ausencia que había durado siglos, la cerveza Jopen de Haarlem volvió al mercado. Acontecimiento que coincidió afortunadamente con la celebración ese mismo año del 750 aniversario de la ciudad, trayendo así el sabor del pasado con la receta de la cerveza Hoppenbier, que data de 1501.
El éxito de la cerveza Jopen (cuyo nombre deriva del antiguo barril de 112 litros de cerveza), fue seguido por el lanzamiento de la cerveza Jopen KOYT, una cerveza elaborada con una receta medieval que requería el uso de hierbas en vez de lúpulos para agregar cierto sabor. En 1999, se introdujo la cerveza Jopen ADRIAAN, una variante ligera de cerveza a base de hierbas, de 1407.
Animados por el éxito cosechado con estas cervezas, los cerveceros de Haarlem sacaron al mercado una cerveza exclusiva tipo “bock”, (una Bokbier o cerveza tradicional holandesa de otoño). Se elabora con cuatro granos diferentes (cebada malteada, trigo, avena, centeno) con un sabor más bien suave en vez de dulce. La cerveza Jopen Bokbier es la cerveza procedente de una fábrica de cerveza independiente que mejores cifras de venta alcanza en los Países Bajos. Desde 2003, también se ofrece la cerveza Jopen LENTEBIER (cerveza de primavera), que se distingue por la generosa cantidad de semillas de cilantro con las que se ha elaborado.
Como confirmación del lugar que ocupa en el corazón de la ciudad de Haarlem, Jopen elabora la cerveza STRIPBIER para la celebración de la bienal del Festival de Historietas o Stripdagen de Haarlem. En el marco de dicho festival, se le da a un caricaturista la oportunidad de ilustrar la etiqueta de la cerveza de ese año, y Jopen llena las botellas con la cerveza que escoja.
- See more at: http://www.jopen.nl/es/?age-verified=b917bcecef#sthash.o3I9T8ce.dpuf
Haarlem fue en el pasado una ciudad que albergaba muchas fábricas de cerveza.  El nombre de ciertos lugares como el Brouwersvaart (Canal de los Cerveceros) Brouwerskade (Embarcadero de los Cerveceros) y Brouwershofje (Patio interior de los Cerveceros) nos trae a la memoria aquella rica historia. En 1400 la fabricación de cerveza era la actividad comercial más importante de la ciudad. Hacia finales de la Edad Media, la cerveza de Haarlem se exportaba a todos los rincones del mundo e incluso se utilizaba como moneda de cambio en la provincia sureña neerlandesa de Zelandia Oriental. La Compañía Holandesa de las Indias Orientales era la encargada de transportarla por barco. Asimismo esta cerveza gozaba de gran fama en Flandes (Bélgica) y el Norte de Francia.
En 1995, un grupo de ciudadanos de Haarlem entusiasmados e inspirados por este pasado y la pérdida de todas las cervecerías históricas, se atrevió al desafío de volver a colocar la ciudad de Haarlem en el mapa mundial de la cerveza con letras mayúsculas. Ese año, después de una ausencia que había durado siglos, la cerveza Jopen de Haarlem volvió al mercado. Acontecimiento que coincidió afortunadamente con la celebración ese mismo año del 750 aniversario de la ciudad, trayendo así el sabor del pasado con la receta de la cerveza Hoppenbier, que data de 1501.
El éxito de la cerveza Jopen (cuyo nombre deriva del antiguo barril de 112 litros de cerveza), fue seguido por el lanzamiento de la cerveza Jopen KOYT, una cerveza elaborada con una receta medieval que requería el uso de hierbas en vez de lúpulos para agregar cierto sabor. En 1999, se introdujo la cerveza Jopen ADRIAAN, una variante ligera de cerveza a base de hierbas, de 1407.
Animados por el éxito cosechado con estas cervezas, los cerveceros de Haarlem sacaron al mercado una cerveza exclusiva tipo “bock”, (una Bokbier o cerveza tradicional holandesa de otoño). Se elabora con cuatro granos diferentes (cebada malteada, trigo, avena, centeno) con un sabor más bien suave en vez de dulce. La cerveza Jopen Bokbier es la cerveza procedente de una fábrica de cerveza independiente que mejores cifras de venta alcanza en los Países Bajos. Desde 2003, también se ofrece la cerveza Jopen LENTEBIER (cerveza de primavera), que se distingue por la generosa cantidad de semillas de cilantro con las que se ha elaborado.
Como confirmación del lugar que ocupa en el corazón de la ciudad de Haarlem, Jopen elabora la cerveza STRIPBIER para la celebración de la bienal del Festival de Historietas o Stripdagen de Haarlem. En el marco de dicho festival, se le da a un caricaturista la oportunidad de ilustrar la etiqueta de la cerveza de ese año, y Jopen llena las botellas con la cerveza que escoja.
- See more at: http://www.jopen.nl/es/?age-verified=b917bcecef#sthash.o3I9T8ce.dpuf

domingo, 20 de octubre de 2013

De Molen Vuur & Vlam

MARCA: De Molen
MODELO: De Molen Vuur & Vlam
ESTILO: India Pale Ale americana(6'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: Hemos hablado en un par de ocasiones de la holandesa De Molen, una de las fábricas más valoradas y respetadas de la actualidad, responsables de la creación de varias decenas de cervezas distintas. Curiosamente, las dos referencias de esta fábrica que hemos valorado han sido dos de sus rarezas creadas en colaboración con otras empresas, sin haber dedicado hasta el momento ninguna atención a sus elaboraciones clásicas. Hoy vamos a romper esta racha con Vuur & Vlam, "Fuego y Llama", una IPA elaborada con 5 tipos de lúpulo y que está tan firmemente establecida como para que varias fábricas hayan su propia versión, entre ellas los inconmensurables noruegos de Haandbryggeriet o los británicos Marble.

El Domingo pasado, habiendo decidido dedicarme únicamente al ocio tras una semana bastante cargada en el ámbito laboral, me pareció un momento perfecto para volver a exponerme a esta cerveza. Viendo su color naranja con pinceladas de amarillo, bajo una espuma del color de una camisa ajada y densa como el cemento, empecé a recordar a qué me iba a someter. Pocas cervezas he conocido que desprendan un aroma de tanta intensidad como esta, especialmente refrescante gracias a la combinación de limón, naranja y hierba, con algún toque de menta, y en un segundo plano frutas tropicales con dejes de resina. De soporte sirve la malta dulce, disimulada por la acción de los lúpulos, que aportan también afilados toques de especias.

Prácticamente no me hacía falta ni probarla, pero nada del mundo, salvo quizá un Tyrannosaurus con un rifle, iba a impedir que la disfrutase como un enano. Era tan cremosa como la recordaba, a un nivel muy similar a la Pale Ale de Nøgne Ø o a una buena cerveza de cask. La malta dulce es mucho más clara en boca, junto con caramelo, albaricoque, nueces, toques de almendra, aunque eso sí, siempre está envuelta por el lúpulo americano, que durante la primera mitad del trago se mantiene algo aletargado.Y si mientras está en calma es de todas maneras imposible no detectarlo, cuando arranca deja en el fondo todos los demás sabores, inundando las papilas de intensas notas de cítricos, hierba, pino y algo más suaves frutas tropicales y especias. Queda al final algo de alcohol en un regusto de amargor marcado, aunque moderado por el dulzor de la fruta tropical. Cerveza fundamental donde las haya, bien encajada dentro del estilo pero lejos de las bombas de lúpulo que tan de moda están. Ya estoy pensando en cuándo la voy a poder volver a tomar.

NOTA:

lunes, 7 de octubre de 2013

Alechemy Cockleroy Black IPA

MARCA: Alechemy
MODELO: Alechemy Cockleroy Black IPA
ESTILO: English Porter (4'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Escocia

CARACTERÍSTICAS: Alechemy es una de las cerveceras más jóvenes de Escocia, puesto que se instaló el pasado 2012 en Livingston, la ciudad más grande de los West Lothian. Una de las peculiaridades de esta cervecera que me parece más interesante es que en realidad está formada por dos fábricas, una con una capacidad de 1650 litros para sacar adelante la producción principal, y otra de 100 litros, a la que llaman "nave piloto", donde desarrollar nuevas recetas y lanzar ediciones limitadas. La botella la compré aconsejado por otro dependiente de la tienda de donde saqué la fantástica Scotch Ale de Black Isle, aunque esta vez con alguna reticencia por mi parte porque en realidad buscaba algo de corte más clásico, refiriéndome tanto al estilo, puesto que la encasillan dentro de ese grupo al que llaman Black IPA, (y que me niego a utilizar) como a la breve trayectoria de la marca.

No quise hacerla esperar demasiado, y en cuanto tuve la oportunidad la abrí en el hostel. Mientras la servía me maravillé con el sobrio y cuidado diseño de la etiqueta, que comparte elegancia con la propia cerveza, de un color marrón roble, algo más oscuro, con apagados reflejos rubí, protegida por una esponjosa espuma beige abundante y muy persistente. En nariz predomina el lúpulo, que desprende notas de limón, hierba fresca y más suave pino y pomelo, sobre un contenido manto de malta tostada, cereal, mínimo torrefacto y humo, con esquivas trazas de regaliz negro y cacao. La espereza de la parte tostada del aroma es clara y anticipa lo que puede esperar de ella, aunque la acidez ya descrita puede despistar.

En boca resulta ligera, con mayor presencia del torrefacto y café, dejando de fondo más suave caramelo, humo, y mínimo cacao y regaliz. Esto se embadurna de frutas oscuras, que envuelven con firmeza, con dejes de bayas ácidas y cítricos. A medida que avanza el trago el lúpulo va infiltrando hierba, cítricos varios y resina entre los distintos matices, consiguiendo que el amargor y la acidez vayan creciendo de forma progresiva hasta hacerse parte fundamental del conjunto. Desemboca entonces en un final áspero, seco, donde el lúpulo cítrico, herbal y algo resinoso se combina con malta y torrefacto, con un toque de especia picante. Sin ningún fallo destacable y con un muy buen manejo de los ingredientes, hay que reconocer que esta cervecera sabe lo que hace. Quizá el tipo de cerveza no era el adecuado para mí, me sobraba lúpulo y me faltaba malta, y por eso la nota no termina de despegar. De todas formas me parece una muy buena recomendación para aquellos interesados en investigar en las nuevas cerveceras escocesas y comprobar lo que están haciendo por allá, porque calidad no le falta.

NOTA:

sábado, 5 de octubre de 2013

Black Isle Organic Scotch Ale

MARCA: Black Isle
MODELO: Black Isle Organic Scotch Ale
ESTILO: Scotch Ale ecológica (6'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Escocia

CARACTERÍSTICAS: Black Isle es una de las fábricas independientes escocesas más reputadas, y lleva el bello nombre de la región en la que está emplazada la fábrica, una península (sorprendentemente) en los Highlands, en concreto en el condado de Ross and Cromarty. Fue fundada en 1998 por David Gladwin, junto a su granja orgánica, y durante 11 años fue una cervecera de muy pequeño tamaño, con una capacidad de unos 800 litros, muy acorde con el ideal de su dueño de dedicarse al mercado local. El gran éxito de sus cervezas permitió una ampliación, y en el 2008 iniciaron un proceso de modernización que vendría a durar 18 meses, multiplicando finalmente su capacidad por 6.

Posiblemente sea gracias a este crecimiento que la pude encontrar en una tienda del centro de Edimburgo, donde una experimentada vendedora, con un gran dominio de sus productos, me convenció para decantarme por ella en detrimento del resto del arsenal de botellas escocesas de que disponían. Al llegar al hostal la serví, encontrándome una cerveza marrón roble con destellos rubí, en cuyo líquido era imposible ver las burbujas de gas, tanto por su color oscuro como por la alta turbidez. De su consistente espuma beige, que impide poner en duda la carbonatación, surge un aroma dulce, compuesto por una especie de núcleo de malta tostada caramelizada envuelto en ciruelas pasas, toffee, sirope, y más suave pera y manzana, incluso con algún recuerdo de dátiles, dejando en un segundo plano leves notas de chocolate con leche, azúcar moreno y té negro. Llama la atención, de todas formas, el que parece mucho menos dulce de lo que acostumbran las cervezas de este estilo que nos llegan, quizá porque estas son mayoritariamente de procedencia belga.

En boca se presenta con cuerpo consistente y textura muy cremosa, casi oleosa. Su sabor desprende todavía más malta y caramelo, si es que se puede, aunque muy bien contrarrestado por la fruta madura, similar a la del aroma pero con algo más de protagonismo de frutas del bosque, con la que se ensambla a la perfección. También ganan presencia chocolate con leche y té inglés, salpicados de azúcar moreno. Al final aparece un soplo de alcohol moderado, ligeramente impregnado de cítricos por el lúpulo, quedando estos en el largo regusto junto con dátiles, pasas, suave café y especias. Posiblemente la mejor Scotch que he tomado nunca; es compleja, sabrosa y, a diferencia de otras de este tipo, nada empalagosa. Resulta fascinante la buena mano de algunos maestros cerveceros británicos para equilibrar tanto cervezas dulces como muy lupuladas, permitiendo que se expresen infinitud de matices sin perder la esencia del estilo. Excelente recomendación, se agradece.

NOTA: