MODELO: Altenmünster Premium
ESTILO: Pilsener (4'9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania
CARACTERÍSTICAS: De la cervecera Privatbrauerei Franz Joseph Sailer, en Marktoberdorf (Bavaria), viene la Altenmünster. Su significado es Catedral antigua. De precio accesible, podemos encontrar esta cerveza en grandes almacenes, como "curiosidad exótica alemana" (junto a las famosas Paulaner y Franziskaner).
Su aroma, aunque no muy destacable, recuerda a la cerveza de barril alemana básica en toda fiesta de la cerveza. Es una cerveza que llena la boca y que toma presencia desde el primer trago. Tiene un sabor amargo con tintes de malta precisos, que hacen que el líquido entre dejando un sabor redondo y un paladar amargo y húmedo. Su color es de un amarillo dorado que soporta una abundante y cremosa espuma blanca, que aguantará hasta el final de la jarra. Tiene una carbonatación media y una concentración del 4'9% de alcohol, que no llega a ser embriagador si se toma con prudencia, pero que seguro que haría las delicias de un grupo de bávaros cantarines en un Oktoberfest. No la he notado aguada en ningún momento. Lo más destacable es quizás su recipiente: una botella de medio con detalles de la marca tallados, con tapón y cierre metálicos.
Es una lager que tendrá más presencia con un plato de carne (véanse las Bratwurst de la fotografía), en una buena reunión de amigos. Una cerveza estándar, que quita la sed y llena el estómago.
Su aroma, aunque no muy destacable, recuerda a la cerveza de barril alemana básica en toda fiesta de la cerveza. Es una cerveza que llena la boca y que toma presencia desde el primer trago. Tiene un sabor amargo con tintes de malta precisos, que hacen que el líquido entre dejando un sabor redondo y un paladar amargo y húmedo. Su color es de un amarillo dorado que soporta una abundante y cremosa espuma blanca, que aguantará hasta el final de la jarra. Tiene una carbonatación media y una concentración del 4'9% de alcohol, que no llega a ser embriagador si se toma con prudencia, pero que seguro que haría las delicias de un grupo de bávaros cantarines en un Oktoberfest. No la he notado aguada en ningún momento. Lo más destacable es quizás su recipiente: una botella de medio con detalles de la marca tallados, con tapón y cierre metálicos.
Es una lager que tendrá más presencia con un plato de carne (véanse las Bratwurst de la fotografía), en una buena reunión de amigos. Una cerveza estándar, que quita la sed y llena el estómago.
NOTA:
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