MODELO: Silva Strong Dark Beer
ESTILO: Dunkel Lager (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Rumanía
CARACTERÍSTICAS: Quizá Silva no este en cuanto a popularidad al nivel de otras marcas rumanas como Ursus o Timisoreana, pero no es en absoluto difícil de encontrar, sobretodo en la zona de Transilvania, pues fue en el corazón de esta región donde se comenzó a fabricar. La amplia mayoría de las cervezas de esta país están bajo el poder de macros internacionales, y en este caso concreto forma parte de Heineken.
De color marrón pardo, algo rojizo, forma una considerable cantidad de espuma beige, pero esta desaparece al instante dejando apenas unos posos. Al olfato sorprende un poco pues emite aromas propios de cervezas más oscuras que esta, con dulce malta torrefacta, muy prominente ahumado y madera, algo de tabaco y suave café negro, adornado con una pizca de lúpulo herbal. De todas maneras, todos estos matices se presentan con tan poca intensidad que no se aprovechan todo lo que se habría podido.
El principal problema llega si nos metemos con el sabor, porque la falta de carácter de este reduce mucho el nivel. Se aprecian notas de malta tostada de dulzor moderado acompañadas de un leve ahumado y aún más esquivos recuerdos de madera, pero es algo aguada y de cuerpo prácticamente nulo. El final es largo y poco amargo, con ahumados, café y un prominente toque herbal que queda en el regusto. Un poco aburrida por la limitada fuerza del trago y los aromas, pero puede pasar para acompañar una comida.
De color marrón pardo, algo rojizo, forma una considerable cantidad de espuma beige, pero esta desaparece al instante dejando apenas unos posos. Al olfato sorprende un poco pues emite aromas propios de cervezas más oscuras que esta, con dulce malta torrefacta, muy prominente ahumado y madera, algo de tabaco y suave café negro, adornado con una pizca de lúpulo herbal. De todas maneras, todos estos matices se presentan con tan poca intensidad que no se aprovechan todo lo que se habría podido.
El principal problema llega si nos metemos con el sabor, porque la falta de carácter de este reduce mucho el nivel. Se aprecian notas de malta tostada de dulzor moderado acompañadas de un leve ahumado y aún más esquivos recuerdos de madera, pero es algo aguada y de cuerpo prácticamente nulo. El final es largo y poco amargo, con ahumados, café y un prominente toque herbal que queda en el regusto. Un poco aburrida por la limitada fuerza del trago y los aromas, pero puede pasar para acompañar una comida.
Embracing, a ver si te acuerdas de un servidor y aunque sea me consigues una etiqueta (una XDDDD). Aunque quizás si te has tomado la Lluna Morisca no querrás oir ni hablar de mi...Jajaja! Un saludo y espero que el viaje sea más fructifero que tomar cervezas como esa...
ResponderEliminarSi ya me acordé, tengo unas pocas guardadas del viaje y cualquier día de estos te las mando a Valencia, no te preocupes :)
ResponderEliminar¿Las de Lluna se despegan bien de la botella, por cierto? Porque si no te tomo la palabra en cuanto al ofrecimiento que hiciste.
Un saludo, compañero!
Las lluna, la verdad que si tienes algo de práctica en quitar etiquetas tipo pegatina no te costarán, pero por si a caso te las mandaré. Tengo de sobras tranquilo. Si no te las metí en el envío fue por olvido...
ResponderEliminarLo de las rumanas, muchas gracias. Es todo un detalle por tu parte. Y ya sabes que cualquier cosa que te pueda conseguir no dudes en pedir, eh?
¿Coleccionas también chapas? Tengo alguna cosilla interesante y yo no las quiero para nada, así que puedo aprovechar el envío.
ResponderEliminar¿Cómo lo haces tú para las pegatinas? Recuerdo que la de Dark Horizon de Nogne la destrocé y fue un fastidio.
Sí, también colecciono chapas. Yo como del cerdo, lo aprovecho todo...jjajaja. Y espera que no monte una empresa recicladora de vidrio (XDDDD sólo faltaria eso para que de una patada me echaran de casa). Si tu las tiras ya conoces alguien que las quiere, jeje!
ResponderEliminarDe las pegatinas, aunque te pueda parecer cachondeo (a mi me lo parecería si no hubiera visto nunca) me costó largas horas de curro, y muchos destrozos hasta que por casualidad descubrí que existen unas maquinitas, esas para limpiar vitroceramicas (tienen como cuchillas pero no cortan). Metes la hoja entre el vidrio y la etiqueta y es cuestion de ir tirando de ella con paciencia. Y salen perfectas (con un poco de práctica no cuesta nada). Se que existen otros métodos, sumergiendolas en un líquido que deshace la cola o con una especie de forro tipo esos para los libros que se pone por encima y las sacan perfectas (estos son para coleccionistas de etiquetas de vino) pero estos métodos cuestan pelas, mientras que el que te he dicho primero sólamente con tener la dichosa maquinita ya está. Prueba y verás. Hay algunos truquitos más que tengo (menudo frikazo pensarás...) pero ya te contaré si eso, que para hoy ya te he dado mucha matraca, jeje!
Un abrazo!
Meterlas un par de días en un bidé lleno de agua acaba con el pegamento efectivamente.
ResponderEliminarTengo unas cuantas chapas que no uso para nada, a ver si me acuerdo de traerlas de Burgos.
Saludos, y gracias de nuevo por las Lluna.