MODELO: Gaffel Kölsch
ESTILO: Kölsch (4'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania
CARACTERÍSTICAS: Esta botella de la cervecera fundada en 1908 con el mismo nombre fue objeto de debate etílico en Colonia, donde está emplazada la fábrica, mientras disfrutabamos de un peculiar concierto tumbados en el suelo, consecuencia del acérrimo empeño de uno de los participantes del blog de defender Gaffel frente a Gilden, mientras el otro insistía en lo contrario. ¿En qué quedó la discusión? En nada porque la botella de Gilden murió en la maleta, pero de todas maneras supongo que el que defendía Gaffel habría tenido las de perder (fuese quien fuese, no es necesario entrar en detalles), al menos teniendo en cuenta la impresión que me produjo al beberla en casa, con más calma y menos alcohol en la sangre.
Sorprende a primera vista la extrema carbonatación que observa ascendiendo por el líquido dorado, que consigue que los dos dedos de espuma blanca que se forman al inicio no parezcan reducirse un ápice al pasar el rato. Igualmente potente es el aroma, dulce y complejo, con malta dulce y manzanas asadas como plato principal, acompañadas de una cierta acidez con notas de limón, marcados recuerdos de miel y flores, y un soplo de canela y pimienta que se eleva por encima de los demás aspectos.
Por desgracia un inicio tan prometedor queda arruinado por un sabor que ya desde el principio es excesivamente dulce y que finalmente resulta falto de fuerza. Comienza con malta, notas de manzana madura, algo de picante y un leve toque cítrico que se acentúa hacia el final, donde se junta con un amargor medio, un soplo de alcohol que calienta la boca, suave miel y un deje metálico. Para mi gusto azucarada en exceso, y da en boca una sensación pastosa que tampoco ayuda demasiado a disfrutar del trago, una cerveza pasable pero no más.
Sorprende a primera vista la extrema carbonatación que observa ascendiendo por el líquido dorado, que consigue que los dos dedos de espuma blanca que se forman al inicio no parezcan reducirse un ápice al pasar el rato. Igualmente potente es el aroma, dulce y complejo, con malta dulce y manzanas asadas como plato principal, acompañadas de una cierta acidez con notas de limón, marcados recuerdos de miel y flores, y un soplo de canela y pimienta que se eleva por encima de los demás aspectos.
Por desgracia un inicio tan prometedor queda arruinado por un sabor que ya desde el principio es excesivamente dulce y que finalmente resulta falto de fuerza. Comienza con malta, notas de manzana madura, algo de picante y un leve toque cítrico que se acentúa hacia el final, donde se junta con un amargor medio, un soplo de alcohol que calienta la boca, suave miel y un deje metálico. Para mi gusto azucarada en exceso, y da en boca una sensación pastosa que tampoco ayuda demasiado a disfrutar del trago, una cerveza pasable pero no más.
NOTA:
Me gustaría probarla in situ, porque me pasó algo parecido a lo que cuentas al probarla en botella aquí. No se si os pasa a vosotros pero a mi la Kölsch mientras más ramplona, más me gusta jeje. Me gusta la Mülher la de dios, y eso en botella, así que alli seguro me encanta ¿la probastéis? aunque de todas las que probé(Dom, Graffel, Früh, reisdorf y Mülher) me quedo con las dos últimas, pero bueno es cosa de gustos. Lo que no me cabe duda es que es un tipo de cerveza único y singular, algo muy interesante
ResponderEliminarHaya Salud
La verdad es que Gaffel me gustó bastante allí y poco acá, pero me temo que fue más bien por haber bebido ya unas cuantas y por cabezonería pura y dura. Mühlen y Früh sí que las probé, y la primera me gustó mucho por ser bastante más sabrosa que las demás Kölsch, y tener además un gusto bastante peculiar, mientras que Früh no me pareció tan interesante.
ResponderEliminarSin embargo la que más bebimos fue Reissdorf, aparte de porque es una gozada tomarla tirados en el cesped a orillas del Rin, porque encontramos una heladería donde las vendían frías a 1'5 euros... :)
Saludos!