MODELO: Blanche de Namur
ESTILO: Witbier (4'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica
CARACTERÍSTICAS: Llevaba bastante tiempo sin tomar una Wit, y en una reciente excursión a la tienda cervecil vi un par de botellas y me relamí pensando en lo que las disfrutaría en la terraza, bajo el Sol. No hace falta decir que les eché el guante al instante, la Hoegaarden Gran Cru sigue en mi bodega (de acuerdo, trastero) a la espera de que la requiera para refrescarme, mientras que la otra la bebí la semana pasada.
Sabía que esta cerveza había recibido recientemente varios reconocimientos en los World Beer Awards, concretamente el de "Mejor Cerveza de Trigo", por lo que la curiosidad era considerable. La serví en un vaso que compré en un mercadillo callejero en Amsterdam, y pude apreciar su color amarillo pajizo con una blanquísima espuma de la que en segundos persiste una fina película. El aroma es muy penetrante, frutal y especiado, con una base de naranja amarga y más suave limón, trazas de plátano de fondo y leves reminiscencias de frutas tropicales y albaricoque. Le añade además cierta complejidad la adición de un punto floral y un destacable soplo de clavo y cilantro, que le dan un toque estupendo.
De cuerpo ligero, es especialmente refrescante gracias en parte también al fuerte carácter cítrico que se manifiesta desde el primer momento, cuando aparecen intensas notas de naranja que se mezclan con otras de limón, a lo que se suma un soplo de especias picantes y más cilantro, con una acidez consistente, incluso algo astringente. En el final dicha acidez se combina con un marcado amargor, la alta carbonatación llega a su culmen, y desemboca en un final seco, con cilantro, naranja y especias. Una buena cerveza, un poco molesta tanta efervescencia y quizá me sobrepasa un poco tanta acidez y tanta sequedad, pero perfectamente disfrutable. Eso sí, las he tomado mejores.
Sabía que esta cerveza había recibido recientemente varios reconocimientos en los World Beer Awards, concretamente el de "Mejor Cerveza de Trigo", por lo que la curiosidad era considerable. La serví en un vaso que compré en un mercadillo callejero en Amsterdam, y pude apreciar su color amarillo pajizo con una blanquísima espuma de la que en segundos persiste una fina película. El aroma es muy penetrante, frutal y especiado, con una base de naranja amarga y más suave limón, trazas de plátano de fondo y leves reminiscencias de frutas tropicales y albaricoque. Le añade además cierta complejidad la adición de un punto floral y un destacable soplo de clavo y cilantro, que le dan un toque estupendo.
De cuerpo ligero, es especialmente refrescante gracias en parte también al fuerte carácter cítrico que se manifiesta desde el primer momento, cuando aparecen intensas notas de naranja que se mezclan con otras de limón, a lo que se suma un soplo de especias picantes y más cilantro, con una acidez consistente, incluso algo astringente. En el final dicha acidez se combina con un marcado amargor, la alta carbonatación llega a su culmen, y desemboca en un final seco, con cilantro, naranja y especias. Una buena cerveza, un poco molesta tanta efervescencia y quizá me sobrepasa un poco tanta acidez y tanta sequedad, pero perfectamente disfrutable. Eso sí, las he tomado mejores.
En trigo es de klas mejores cervezas que he tomado. Desde luego nada que ver con Paulaner ni Hoegaarden
ResponderEliminarUf... pues yo no sé qué tiene que me dan arcadas de olerla. Me pedí una en una cervecería una vez y aguanté tres tragos.
ResponderEliminar¿Te pasa con todas las Wit, Nahar? Yo tengo pendiente repetir algún día de estos, a ver si es que la minusvaloré.
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