MODELO: Scheyern Kloster-Gold Hell
ESTILO: Münchner Hell (5'4% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania
CARACTERÍSTICAS: La semana pasada alcanzamos nuestra centésima cerveza de uno de los países con una tradición más sólida en este ámbito, Alemania, y además la encargada de protagonizar ese honorable momento fue una cerveza que, sin duda alguna, estuvo a la altura. Por no arruinar tan buena racha decidí atacar este Domingo una cerveza con una pinta estupenda que tenía guardada en el trastero, una Lager estilo Münich cuya fábrica está emplazada en un monasterio benedictino del siglo XII localizado, como no podía ser de otra manera, en el corazón de Baviera.
Pese a que no es un estilo tan impresionante como pueden resultar otros, siento cierta debilidad por él y cuando la marca es buena, como por ejemplo en el caso de Augustinerbräu o Hofbräu, disfruto estas cervezas como pocas. Eso es exactamente lo que me ha pasado con Scheyern Kloster-Gold, bastó abrir la botella para encontrarme de bruces con ese aroma delicado pero terriblemente invasivo que caracteriza a las mejores Münchner Hell, rebosante de notas de malta, masa de pan, manzanas ligeramente ácidas, levadura, y con densas notas florales envolviendo el conjunto; todo un homenaje a sus orígenes que instantáneamente pone a trabajar a las glándulas salivales.
Si dijese que me bebí esta cerveza no estaría mintiendo, pero tampoco diciendo toda la verdad: en realidad me regodeé con ella, lo único que me habría faltado es bañarme en la jarra para aprovecharla al máximo, prueba de ello es que me duro más de tres cuartos de hora y aún se me hizo corta. Es muy cremosa a su paso por boca, densa, dominada por malta y miel a los que acompañan recuerdos de galletas y cereales. Se entrelazan a la vez frutas maduras con un delicado trasfondo cítrico, mientras este último se va acentuando a medida que se acerca al final del trago para combinarse allí con un suave amargor floral y un punto levaduroso, dejando un exquisito regusto de miel y flores. Una verdadera delicia, motivo más que suficiente para intentar hacerme con las demás de la marca. (esta, por ejemplo, es especialmente apetitosa)
Pese a que no es un estilo tan impresionante como pueden resultar otros, siento cierta debilidad por él y cuando la marca es buena, como por ejemplo en el caso de Augustinerbräu o Hofbräu, disfruto estas cervezas como pocas. Eso es exactamente lo que me ha pasado con Scheyern Kloster-Gold, bastó abrir la botella para encontrarme de bruces con ese aroma delicado pero terriblemente invasivo que caracteriza a las mejores Münchner Hell, rebosante de notas de malta, masa de pan, manzanas ligeramente ácidas, levadura, y con densas notas florales envolviendo el conjunto; todo un homenaje a sus orígenes que instantáneamente pone a trabajar a las glándulas salivales.
Si dijese que me bebí esta cerveza no estaría mintiendo, pero tampoco diciendo toda la verdad: en realidad me regodeé con ella, lo único que me habría faltado es bañarme en la jarra para aprovecharla al máximo, prueba de ello es que me duro más de tres cuartos de hora y aún se me hizo corta. Es muy cremosa a su paso por boca, densa, dominada por malta y miel a los que acompañan recuerdos de galletas y cereales. Se entrelazan a la vez frutas maduras con un delicado trasfondo cítrico, mientras este último se va acentuando a medida que se acerca al final del trago para combinarse allí con un suave amargor floral y un punto levaduroso, dejando un exquisito regusto de miel y flores. Una verdadera delicia, motivo más que suficiente para intentar hacerme con las demás de la marca. (esta, por ejemplo, es especialmente apetitosa)
Maestro, a ver si nos cuentas de dónde sacas tanta alemana...
ResponderEliminarPor cierto, ayer me hice con una Turmweisse!! Juas juas!!! Quedaban dos packs con copa incluída...
Pues es que todavía me queda la mitad de la caja que me mando Michael, un colega alemán que conocí en unas prácticas hospitalarias en Palestina. Aún me quedan por publicar, aún.
ResponderEliminarPor cierto, yo creo que tu envío con las etiquetas no pasa de esta semana, a ver si saco un ratillo.
Y ya dirás qué tal la Turm Weisse, a ver si es que me he ido por las nubes xD
Ah! Menuda suerte pues que tienes con las alemanas...
ResponderEliminarY con las francesas con las que atormentas al personal, que? ¿Otro Michel? Jejeje!
Sobre las etiquetas, no te preocupes. A tu aire.
Y la Turm, tranquilo que intentaré no pensar en el PEAZO NOTA QUE LE PUSISTE... ;S
¡Jajaja! Nah, las francesas me las traje todas de un viaje con Ana por las Landas, aprovechando una visitilla a Biscarrosse y una pequeña parada en un Leclerc de Oloron.
ResponderEliminarRecomiendo grandemente la Export Dunkel de esta cervecería. Decir que es deliciosa es casi faltarle el respeto...
ResponderEliminarApuntado queda... aunque en realidad pensaba hacerme con todas las que pudiese de esta marca ^^
ResponderEliminarVaya sopresas que has sacado últimamente! Ente la Kuchlbauer y esta, estás descubriéndome cervezas alemanas que no conocía. Me las voy apuntando, pero es que no hay manera de localizarlas. De la anterior marca, me he pasado por varios super de El Corte Inglés, y no las he encontrado. Una verdadera lástima.
ResponderEliminarPues espera porque tengo que liquidar unas cuantas alemanas más en las próximas semanas, que empiezo a tener las fechas de consumo un poco cercanas. La pena es eso, que la mayoría no están disponibles en España salvo muy puntualmente en alguna feria de alimentación y sin demasiadas probabilidades de que vuelvan. En fin, qué remedio.
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