MODELO: Slaapmutske Christmas
ESTILO: Brune de Navidad (7'4% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica
CARACTERÍSTICAS: Otra de las botellas que llegó a mis manos por cortesía de la familia Rodríguez, (¡mil gracias de nuevo!) aparte de una Père Noël que ha sido irrevocablemente adjudicada a Alberto, fue la edición navideña de Slaapmutske. La verdad es que me ha hecho bastante ilusión conseguirla puesto que me trae buenos recuerdos de mi primer y único viaje de Interrail, durante el cual tomé la Blonde de esta marca sentado en un banco del centro de Brujas. Y ahora que la leo creo que tengo que rehacer esa reseña casi por completo, así que la pongo en el punto de mira para próximas adquisiciones.
De las cervezas de temporada que han caido hasta el momento, esta es sin duda de la que esperaba menos sorpresas puesto que tenía todas las papeletas para seguir el esquema habitual de las navideñas belgas, es decir, cerveza tostada algo cargada de especias. Más o menos así es, pero con alguna peculiaridad, como el brillante color granate que muestra al trasluz o los intensos recuerdos de guindas y fresas silvestres que aparecen en el aroma mezclados entre el caramelo, ciruelas y pasas, y que sin ser los matices predominantes resultan muy llamativos.
Parece que en el sabor se vuelve a la normalidad: las notas de frutas rojas se minimizan y el protagonismo se reparte entre malta tostada, chocolate y frutas oscuras, rozando estas el dátil. Desde el principio pasa ligera por boca, de hecho esta falta de cuerpo es su principal pega, y aunque las especias y un suave deje alcohólico dan algo más de energía al trago, antes de derivar en un amargor ligeramente cítrico, no me acaba de convencer. Es una cerveza agradable, no cabe duda, pero me ha dejado un poco frío; en mi opinión le falta densidad, sobretodo para el estilo, y no tardo mucho en perder el interés.
De las cervezas de temporada que han caido hasta el momento, esta es sin duda de la que esperaba menos sorpresas puesto que tenía todas las papeletas para seguir el esquema habitual de las navideñas belgas, es decir, cerveza tostada algo cargada de especias. Más o menos así es, pero con alguna peculiaridad, como el brillante color granate que muestra al trasluz o los intensos recuerdos de guindas y fresas silvestres que aparecen en el aroma mezclados entre el caramelo, ciruelas y pasas, y que sin ser los matices predominantes resultan muy llamativos.
Parece que en el sabor se vuelve a la normalidad: las notas de frutas rojas se minimizan y el protagonismo se reparte entre malta tostada, chocolate y frutas oscuras, rozando estas el dátil. Desde el principio pasa ligera por boca, de hecho esta falta de cuerpo es su principal pega, y aunque las especias y un suave deje alcohólico dan algo más de energía al trago, antes de derivar en un amargor ligeramente cítrico, no me acaba de convencer. Es una cerveza agradable, no cabe duda, pero me ha dejado un poco frío; en mi opinión le falta densidad, sobretodo para el estilo, y no tardo mucho en perder el interés.
A mi esta cerveza me gusto mucho por ahi esta comentada en mi blog
ResponderEliminarUn abrazo