MODELO: Pinta Atak Chmielu
ESTILO: India Pale Ale americana (6'1% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Polonia
CARACTERÍSTICAS: Una cerveza artesanal de un país algo exótico siempre resulta interesante, y entre las aproximadamente 20 distintas que encontré en Cracovia casi me volví loco decidiendo las que me quería llevar al hostal. Sin embargo cuando encontré esta de la ya comentada marca Pinta no me lo pensé ni un instante; ¿quién sería capaz de dejar pasar la oportunidad de probar una IPA estilo americano elaborada en Polonia? Yo por lo menos no, y me temo que más de uno de los que nos leen habitualmente tampoco.
Nada más llegar al hostal, tras cargar con ella durante todo el día mientras visitábamos el barrio de Podgórze, la curiosidad pudo conmigo y tuve la imperiosa necesidad de abrir inmediatamente la botella, aprovechando además que gracias al largo paseo a unos 4ºC la temperatura de esta era óptima. Al servirla apareció un líquido de color granate, quizá algo marronáceo, que sugería una carbonatación ligera, hecho que se confirmó cuando los dos dedos de espuma beige iniciales quedaron en apenas una membrana en escasos segundos. De todas formas, ¿qué importa esto cuando se compensa con un perfume tan exquisito como el de esta cerveza? Los protagonistas indiscutibles de dicho aroma son Citra, Simcoe y Cascade que extienden frutas por doquier, con demoledoras notas de mango, maracuyá y más suave naranja y melocotón, mientras dejan en segundo plano dulce malta y caramelo, con leves pinceladas de miel. Por suerte estas últimas son capaces de contrarrestar la fuerza de los lúpulos americanos y mantener un equilibrio algo precario, perfecto para este estilo.
Esta relativa amabilidad del lúpulo desaparece en boca, y pese a que sigue aportando las habituales notas tropicales, de naranja o albaricoque que hacen tan atractivas a las cervezas americanas, también esconde más todavía el dulzor de la malta tostada mientras saca a la luz un amargor y una acidez considerables, si bien bastante moderados para una IPA. El final, pese a ser igualmente comedido para el estilo, es tremendamente apetitoso pues es aquí donde, mezclándose con los cítricos, termina de desenvolverse el lúpulo, cargando la boca de intensos y agradables recuerdos resinosos y especiados, de pino y hierba, que se mantienen largo tiempo mientras queda en la lengua una delicada sensación astringente. No sin razón ha cosechado esta cerveza innumerables premios a lo largo del año pasado, y es que pese a ser una IPA de fácil acceso y que perfectamente podría calificar como APA, es muy sabrosa y tan amena que la botella de medio litro casi se hace corta.
Nada más llegar al hostal, tras cargar con ella durante todo el día mientras visitábamos el barrio de Podgórze, la curiosidad pudo conmigo y tuve la imperiosa necesidad de abrir inmediatamente la botella, aprovechando además que gracias al largo paseo a unos 4ºC la temperatura de esta era óptima. Al servirla apareció un líquido de color granate, quizá algo marronáceo, que sugería una carbonatación ligera, hecho que se confirmó cuando los dos dedos de espuma beige iniciales quedaron en apenas una membrana en escasos segundos. De todas formas, ¿qué importa esto cuando se compensa con un perfume tan exquisito como el de esta cerveza? Los protagonistas indiscutibles de dicho aroma son Citra, Simcoe y Cascade que extienden frutas por doquier, con demoledoras notas de mango, maracuyá y más suave naranja y melocotón, mientras dejan en segundo plano dulce malta y caramelo, con leves pinceladas de miel. Por suerte estas últimas son capaces de contrarrestar la fuerza de los lúpulos americanos y mantener un equilibrio algo precario, perfecto para este estilo.
Esta relativa amabilidad del lúpulo desaparece en boca, y pese a que sigue aportando las habituales notas tropicales, de naranja o albaricoque que hacen tan atractivas a las cervezas americanas, también esconde más todavía el dulzor de la malta tostada mientras saca a la luz un amargor y una acidez considerables, si bien bastante moderados para una IPA. El final, pese a ser igualmente comedido para el estilo, es tremendamente apetitoso pues es aquí donde, mezclándose con los cítricos, termina de desenvolverse el lúpulo, cargando la boca de intensos y agradables recuerdos resinosos y especiados, de pino y hierba, que se mantienen largo tiempo mientras queda en la lengua una delicada sensación astringente. No sin razón ha cosechado esta cerveza innumerables premios a lo largo del año pasado, y es que pese a ser una IPA de fácil acceso y que perfectamente podría calificar como APA, es muy sabrosa y tan amena que la botella de medio litro casi se hace corta.
Ostras, qué curioso una IPA yankie-polaca! Me has dado una envidia tremenda al leerte!! A ver si alguien de por aquí se pone las pilas con la mitad este europea porque ya no me conformo ni con que traigan alemanas o británicas... ;P
ResponderEliminarSaludos!!
Ah, y lo del twitter (que de momento me resisto) te recomiendo la dry-hop, sí. Rica, rica!
Sabía que me odiarías un poco por esta rareza xDD ¿Y si te digo que la botella me costó 1'50 euros? Yo no me lo podía creer cuando la compré.
ResponderEliminarApuntado lo de La Cibeles, hoy voy a por ella.
¡Saludos!
QUEEEEEE????? 1,50€!!!! Pero esto que es??? Y 50cl... En ocasiones me parece que los precios de aquí están totalmente fuera de mercado... En fin... que sigo con la envidia...jajaja!!
ResponderEliminarSaludos!
Era además de las artesanales más caras que había por allá, la mayoría estaba en torno a los 4 Złoty, que viene a ser 1 euro, mientras estas a 5'5 Złoty. Las industriales, por su parte, entre 2'5 y 3'5 Złoty en supermercado, dependiendo de marca y estilo.
ResponderEliminarSaludos
PD: Te mando la semana que viene un sobre con chapas :)
Malditos polacos y sus precios atractivos.
ResponderEliminarHugo, pues ya me estoy frotando las manos solo de pensarlo!! Muchísimas gracias! ;P
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