MODELO: La Gwilh
ESTILO: Blonde (6'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia
CARACTERÍSTICAS: La otra cerveza de la Brasserie des Diaouligs que me regaló Pau no era, ni de lejos, tan peculiar como la ya comentada "La Diaoul", elaborada con hidromiel. No obstante, y pese a en principio no ser más que una cerveza rubia, antes de abrirla ya despertaba en mí la fascinación que habitualmente experimento por las cervezas bretonas, me temo que en parte gracias a su misteriosa etiqueta. Su nombre, Gwilh, es el que dieron los habitantes al lobo que rondaba por sus tierras, y que en las noches de Luna llena bajaba a las poblaciones a comer ovejas, gallinas, congresistas, solomillo a la trufa y oporto, o lo que demonios coman los lobos.
El aspecto es muy limpio, de color dorado brillante, apenas turbia, con una esponjosa crema que surge con ímpetu, dejando apenas medio dedo de espuma. Igual que "La Diaoul", desprende en nariz mucha manzana, en este caso mezcla de Golden y Reineta, quedando más secundarios malta dulce, limón y hierba, salpicados de levadura salvaje, miel y especias. La verdad es que, al igual que la otra cerveza de esta fábrica, recuerda mucho a la sidra... no sé si será una característica intrínseca a esta marca, pero también debo decir que mientras conserve un perfil tan cuidado a mí no me parece un inconveniente.
De trago muy refrescante, en parte gracias a su acidez, aunque sin renunciar ni por asomo al sabor. Sorprende que sea capaz de mantener esta cualidad a pesar del claro ahumado que posee, que se mantiene en todo momento tras malta, manzana y limón que forman el núcleo. Una buena ración de clavo, pimienta y levadura adornan un final de amargor y acidez contundentes pero compensados, donde entre notas de cítricos y manzana verde surge un punto de humo y tabaco, que queda en el regusto junto a suaves recuerdos de cuero y madera. Muy distinta de "La Diaoul", pero ambas tienen unas características tan particulares que a casi nadie se le escaparía que ésta también ha salido de la Brasserie des Diaouligs. Sin duda estos bretones tienen una forma peculiar de hacer cerveza que entendería que no fuese del gusto de todo el mundo, pero a mí por lo menos me encanta. Nuevamente, gracias Rosana y Pau.
NOTA:
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuchas gracias a tí Hugo! Me alegro mucho de que te hayan gustado tanto. Esta Brasserie también hace un hidromiel (por lo que es conocida en realidad) muy bueno así que si te da por subir a la Bretaña no te lo pierdas! Estas navidades cae la Diaoul!
ResponderEliminarUn abrazo!
Hipos Urinatum, nos encanta tu entrada. ¿Con qué comida la acompañarías?
ResponderEliminarPau:
ResponderEliminarDescuida, desde que hablaste de ella en el artículo la tengo fichada... no me la perderé, no. Ya contarás qué tal.
Un abrazo
Birrateca:
Mil gracias :) Pues yo no soy muy amigo de los maridajes, prefiero la cerveza sola, pero si hay que elegir escogería algo tipo mejillones, pulpo, almejas pero al natural, sin salsas demasiado fuertes.
Saludos