lunes, 15 de febrero de 2016

Yria / Reptilian The Nuclear Mutant Beast Vs The Giant Reptilian From Hell

MARCA: Yria / Reptilian
MODELO: Yria / Reptilian The Nuclear Mutant Beast Vs The Giant Reptilian From Hell
ESTILO: Imperial Stout de centeno ahumada envejecida en cedro y Amaretto (14% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Conseguí esta cerveza a raíz de la celebración de la entrada número 500 del blog Cerveriana y el concurso que organizó, y es que entre todas las botellas entre las que podía elegir me resultó muy difícil no quedarme con una con un nombre como este, clasificada además por sus creadores como una "Black Rye Smoked Imperial IPA Cedar Amaretto Aged"... ¡casi nada! Se trata de una cerveza fruto de la colaboración entre unos veteranos de la escena catalana, Reptilian, con ya 8 años a sus espaldas, y los toledanos de Yria, enfundada en una etiqueta digna de alabanza. Recientemente ha salido otra elaboración conjunta de estas dos fábricas llamada "The Disciples of the Beer Ninja Clan vs The Zombie Viking Army" con una imagen similar y que, la verdad, estaría bien poder localizar.

Preferí no investigar a qué me iba a enfrentar y una tarde que tenía libre me lancé sin miramientos a la aventura de probar este experimento. Se trata posiblemente de una de las cervezas más oscuras con las que me he topado, el líquido es de un negro opaco similar al petróleo, y la espuma sigue el mismo patrón, es de un marrón teñido de gris oscuro, aunque como era de esperar desaparece bastante rápido. El aroma no es discreto pero tampoco resulta tan avasallador como esperaba. Predomina el dulce, con frutas oscuras como pasas, orejón de melocotón, suave dátil y almíbar, sobre un fondo tremendamente licoroso, con caramelo quemado, recuerdos de Pedro Ximénez y algún toque de moscatel. Se nota, muy volátil, hierba y cítricos del lúpulo y un agradable punto ahumado, reforzando así la rica complejidad de una cerveza excéntrica.

El sabor supone un volantazo en la dirección que apuntaba en nariz. Es una cerveza áspera, ácida y amarga desde el inicio, con dominio absoluto grano tostado, frutos secos y torrefacto, más suave frutas del bosque  y un medido toque de humo y cacao. Detalles de regaliz negro aparecen en la garganta a lo largo del trago, y se hace también patente la madera, con su sequedad habitual. El lúpulo, cítrico y herbal, acompaña en todo momento y es al final cuando se desboca, forma un amargor robusto y se mezcla con pimienta picante y alcohol contundente (aunque bastante bien controlado para 14º), recordando a un brandy. Regusto largo y cálido, deja la boca abrasada a su paso pero con una sensación reconfortante, mientras la especia queda en la garganta durante un buen rato. La verdad es que es una cerveza muy peculiar y no me sorprendería que haya a quién no le guste, pero hay que reconocer que está bien hecha. Tiene suficiente cuerpo para controlar los estridentes atributos que exhibe, y si se le da unos minutos en el vaso los integra con mucho acierto. Para los amantes de rarezas creo que es muy recomendable, e incluso yo, que sin embargo no lo soy tanto, repetiría con gusto.

NOTA:

2 comentarios:

  1. ¡Qué gustazo de cerveza! Para tener un buen rato con ella.

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  2. Toda la razón. Si no recuerdo mal, me duró la botella casi dos horas, toda una película.

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