MARCA: Weihenstephaner
MODELO: Weihenstephaner 1516 Kellerbier
ESTILO: Kellerbier (5'6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania
CARACTERÍSTICAS: Estaba claro que, por coincidir con el 500 aniversario de la promulgación de la Ley de Pureza o Reinheitsgebot por Guillermo IV de Baviera, durante el 2016 ibamos a ser testigos del lanzamiento de diversas cervezas conmemorativas, sobretodo por parte de las fábricas germanas. Parece que así está sucediendo, y por el momento una de las primeras elaboraciones que ha llegado a España es la de una fábrica casi-milenaria, Weihenstephaner, muy valorada por cualquiera que tenga un mínimo interés por la cerveza.
El estilo elegido, Kellerbier, me ha parecido muy apropiado, al tratarse de un tipo de cervezas genuinamente alemán que Weihenstephaner no elabora de forma habitual, además bastante apetecible en esta época del año. Esta es de un color amarillo cera, bastante cristalina para el estilo, con una carbonatación escasa en forma de una única columna central. A pesar de este último aspecto, la cantidad de espuma es considerable, de color blanco y burbuja pequeña y compacta. Su aroma es terriblemente potente, está cargado hasta los topes de malta sin tostar, cereal crudo y miga de pan, con un dulzor moderado. Acompaña la fruta, no demasiado madura, destacando manzana golden por encima de suave pera, manzana verde, algo de naranja y un leve toque de hoja de limón. Aparece y desaparece un agradable deje de miel, que se combina a la perfección con lúpulo cítrico, ligeramente herbal y con un mínimo punto especiado.
En boca es algo más amable, más calmada, aunque la carbonatación afila bastante el trago. Comienza con grano crudo, bastante malta dulce, cereal y suaves galleta y miel de fondo, en coalición con manzana golden, membrillo, y más secundarios naranja y limón. El final es clásico alemán, bien provisto de lúpulos nobles, que forman un amargor medio, cítrico, herbal y ligeramente picante, quedando un regusto maltoso largo. No me parece la mejor cerveza de Weihenstephaner pero es una Keller estupenda, quizá más similar a la de St. Georgenbräu que a otras un poco más dulces, que es como las suelo preferir. A pesar de ello, los 33 cl se me hicieron cortos, habría agradecido que estuviese en formato de medio litro.
NOTA:
Uff! ésta me la apunto! saludos!
ResponderEliminarEstaba claro que este año íbamos a ver y probar cervezas conmemorando el 500 aniversario.
ResponderEliminarYo esta la estoy bebiendo ahora aprovechando que estoy leyendo tú post. En general coincido con tus apreciaciones y sobre todo con lo de los 33 cl. que se hace muy muy cortos... con lo que les gusta a los alemanas las botellas de medio litro en este caso hubiera estado muy bien.
Saludos
La he probado de barril en la tienda madrileña de Birra y Paz, está bien pero no me he animado a probarla en botella y es que hay mejores cervezas que probar.
ResponderEliminarPues tampoco creo que mucho mejores, he tomado alguna otra botella y cada día me gusta más. Mil años haciendo cerveza está claro que se notan.
ResponderEliminarBuen gusto musical, por cierto.
¡Saludos!
Está claro que dentro de su estilo será de las mejores pero personalmente prefiero las cervezas belgas a las alemanas, soy así de clásico.
ResponderEliminarPor lo menos coincidimos en el gusto musical, je, je.
¡Saludos!
Buenas, la probe anoche y me recordo mucho a las clasicas alemanas por su amargor final pero con la caracteristicas de su dulzura en boca y aroma.
ResponderEliminarMe parecio una buena cerveza.
un saludo.
Sí, los de Weihenstephaner trabajan de miedo. No creo que sea su mejor cerveza, pero es que sin serlo le da mil vueltas a la mayoría de las fábricas.
ResponderEliminar¡Saludos!