martes, 9 de noviembre de 2010

Sierra Nevada Pale Ale

MARCA: Sierra Nevada
MODELO: Sierra Nevada Pale Ale
ESTILO: American Pale Ale (5'6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Estados Unidos

CARACTERÍSTICAS: Este mismo año celebraba esta famosa cervecera californiana su 30º aniversario, motivo por el cual sacaron a la venta en Marzo una cerveza elaborada en colaboración con Fritz Maytag, el dueño de otra mítica empresa norteamericana dedicada a este negocio, Anchor Brewing Co. Probar esa cerveza es un privilegio al alcance de muy pocos europeos, así que a la mayoría no nos queda más remedio que conformarnos con poder beber con mucha más facilidad el producto más popular de Sierra Nevada, y probablemente una de las cervezas más conocidas y respetadas del panorama microcervecero norteamericano: Sierra Nevada Pale Ale. La cual, por otra parte, tampoco es cualquier cosa.

Esta es de color naranja apagado, con reflejos amarillentos y leve turbidez, protegida por una mínima capa de espuma remanente del par de dedos de grosor inicial. Realmente el aspecto no es nada fuera de lo normal, sin embargo acercar la nariz, aunque sea un poco, es una delicia, pues las fosas se ven invadidas por un aroma intensísimo en el cual sobre un fondo de malta dulce surge una avalancha de frutas, con claro dominio de cáscara de naranja, y pomelo y albaricoque más secundarios. Adornan evidentes matices florales, con los que se entremezclan marcados toques herbales a pino característicos de los lúpulos Cascade, y un mínimo recuerdo picante. Recuerdo que al destapar una de estas en Pilares con mi compañero de blog quedamos ambos impresionados, y no es para menos, raya la perfección.

En boca se presenta con cuerpo medio, comienza ya muy refrescante, repleta de cítricos, dirigidos nuevamente por naranja y suave pomelo, a lo que hay que sumar notas de bizcocho y caramelo aportadas por la malta que demuestran dificultades para superar al potente lúpulo, leve albaricoque y mínima miel, para completar el trago un fuerte soplo sobretodo floral, aunque con importantes toques de pino. La acidez de los cítricos equilibra con maestría el dulzor, para dejar al final un regusto de flores y cáscara de naranja, donde el amargor y la acidez rivalizan por el protagonismo. No se le puede pedir más: potente, compleja, algo agresiva cuando debe serlo y deliciosa en todo momento. A mí por lo menos me ha encantado, todavía estoy dudando en si ponerle la nota máxima... y tras mucho dudar, definitivamente esta cerveza se merece un 10 como una casa.


NOTA:

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