MODELO: Tullibardine 1488 Whisky Beer
ESTILO: Pale Ale añejada en barrica de whisky (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Escocia
CARACTERÍSTICAS: La empresa que comercializa esta cerveza está emplazada en la localidad de Blackford, Escocia, justo en el lugar donde en el siglo XII se creó la primera cervecera del país. Curiosamente se fundó como Tullibardine Distillery, por lo que se puede deducir que su actividad inicial no era esta sino la producción de whisky, aunque como podemos comprobar han aprovechado la malta como materia prima para elaborar también cervezas, e incluso las barricas de whisky para madurar uno de los modelos, precisamente el que voy a comentar hoy y que saqué de la feria de comida internacional que hay ahora mismo en el Corte Inglés de Zaragoza.
Es una cerveza de color ambar anaranjado, con una espuma fina y cremosa ligeramente teñida, bastante cremosa, que aparenta una buena carbonatación. El aroma es calido e intenso, algo similar a una Winter Warmer, sobre una base de malta de tueste leve, muy llamativa miel, cereales y caramelo, emerge un marcado toque picante y claros matices frutales, sobretodo a naranja y piña más secundaria, que son muy bien acompañados por el lúpulo de carácter cítrico y floral, el cual se presenta con bastante potencia. No está nada mal, no obstante la barrica prometida en la que se supone que madura esta cerveza no aparece por ninguna parte, se intuye algo en un mínimo deje alcohólico pero nada más.
Por algún motivo esperaba que el whisky fuese más evidente para el gusto, no obstante seguimos en las mismas: comienzo dulce, con malta y algo de caramelo, que en seguida pasa a ser extremadamente frutal, destacando sobretodo albaricoque y más secundarias melocotón, frutas tropicales, toque cítrico a naranja y un profundo recuerdo de miel. Al final el trago se seca, y es allí donde parece surgir un suave sabor a vainilla que supongo provendrá del whisky, eclipsado casi por completo por el lúpulo y las especias. Donde mejor se aprecia este es probablemente en el regusto, por desgracia allí el alcohol se les descontrola un poco y estorba. No me ha dejado muy satisfecho la verdad, no es mala cerveza pero parece que haya madurado 5 minutos en la barrica antes de ser embotellada y los matices aportados por esta son mínimos. Por lo demás, el precio es excesivo (£ 3.95 en su web), y la recomendación que en ella hacen de tomarla fría es absurda, supongo que no dirán lo mismo de su whisky.
ESTILO: Pale Ale añejada en barrica de whisky (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Escocia
CARACTERÍSTICAS: La empresa que comercializa esta cerveza está emplazada en la localidad de Blackford, Escocia, justo en el lugar donde en el siglo XII se creó la primera cervecera del país. Curiosamente se fundó como Tullibardine Distillery, por lo que se puede deducir que su actividad inicial no era esta sino la producción de whisky, aunque como podemos comprobar han aprovechado la malta como materia prima para elaborar también cervezas, e incluso las barricas de whisky para madurar uno de los modelos, precisamente el que voy a comentar hoy y que saqué de la feria de comida internacional que hay ahora mismo en el Corte Inglés de Zaragoza.
Es una cerveza de color ambar anaranjado, con una espuma fina y cremosa ligeramente teñida, bastante cremosa, que aparenta una buena carbonatación. El aroma es calido e intenso, algo similar a una Winter Warmer, sobre una base de malta de tueste leve, muy llamativa miel, cereales y caramelo, emerge un marcado toque picante y claros matices frutales, sobretodo a naranja y piña más secundaria, que son muy bien acompañados por el lúpulo de carácter cítrico y floral, el cual se presenta con bastante potencia. No está nada mal, no obstante la barrica prometida en la que se supone que madura esta cerveza no aparece por ninguna parte, se intuye algo en un mínimo deje alcohólico pero nada más.
Por algún motivo esperaba que el whisky fuese más evidente para el gusto, no obstante seguimos en las mismas: comienzo dulce, con malta y algo de caramelo, que en seguida pasa a ser extremadamente frutal, destacando sobretodo albaricoque y más secundarias melocotón, frutas tropicales, toque cítrico a naranja y un profundo recuerdo de miel. Al final el trago se seca, y es allí donde parece surgir un suave sabor a vainilla que supongo provendrá del whisky, eclipsado casi por completo por el lúpulo y las especias. Donde mejor se aprecia este es probablemente en el regusto, por desgracia allí el alcohol se les descontrola un poco y estorba. No me ha dejado muy satisfecho la verdad, no es mala cerveza pero parece que haya madurado 5 minutos en la barrica antes de ser embotellada y los matices aportados por esta son mínimos. Por lo demás, el precio es excesivo (£ 3.95 en su web), y la recomendación que en ella hacen de tomarla fría es absurda, supongo que no dirán lo mismo de su whisky.
NOTA:
Qué pena, había oído hablar de ella y tenía curiosidad.
ResponderEliminarBueno, pruébala igualmente, aunque a mí no me guste demasiado puede que a tí si que te motive.
ResponderEliminar¡Un saludo!
El tema de las frutas tropicales maduras lo explicaria por una fermentación a alta tempratura, para obtener el alcohol a destilar rapidamente.
ResponderEliminarLa vainilla, ni idea.
Y respecto a la temperatura, no lo encuentro tan absurdo. Si usas toneles de güisqui, antes de tirarlos, se llenan de cerveza y catada en frio, igual desaparecen las frutas y resalta la madera.
Normalmente se catan las cervezas a la temperatura que recomienda el elaborador y luego en caliente.
No la cataste fria?
Saludos
Alex, si no me equivoco la vainilla es un recuerdo que algunas veces aparece por la maduración en barrica de roble, pero hablo de memoria así que tampoco me hagas mucho caso...
ResponderEliminarEmbracing, sobre la cerveza del mes (ya que no te puedo comentar en otro sitio que no sean las entradas...) muy buena... Eso si es un cervezón!
Alex:
ResponderEliminar¿Si? Daba por supuesto que si la cerveza está fría se atenuan todos los sabores. De todas maneras, tampoco es que le encuentre demasiado interés a una cerveza en la que el añejado en barrica de whisky solo se puede apreciar eliminando todos los demás sabores, lo idóneo sería, en mi opinión, que esto se integrase de forma adecuada.
Pau:
Lo de que la vainilla es de la maduración en roble lo desconocía, sé que es un sabor típico del whisky y suponía que lo aportaría este. Investigaré.
En cuanto Oerbier Reserva... ojalá tuviese alguna otra en la depensa, ¡qué maravilla!
Saludos a ambos :)
Obviamente a menos temperatura menos sabores pero hay estilos que son más bebibles a bajas temperaturas y no necesariamente más simples. Una pils a más de 15ºC no se expresa mejor que a 4ºC, por ejemplo.
ResponderEliminarTal vez es que haya que dejarla reposar un poco; este año en quesos han mantenido el nivel, pero podían haber puesto más cerveza y menos sidra, pero están bien estas microferias gastronómicas, un día nos tropezaremos ya verás.
ResponderEliminarFinalmente me pudo la curiosidad y la probé, en frío, además.
ResponderEliminarNo me encantó, pero me pareció que se dejaba beber, aunque el whisky aparece más bien después del trago.
La tenéis disponible aqui en España en www.licorea.com por unos 2.65€, yo la he comprado y francamente esta bastante bien, es otro tipo de cerveza no tan amarga y con matices a madera y notas dulces (del malta). Merece la pena.
ResponderEliminarHola !
ResponderEliminarA mi tambien me gustó mucho esta cerveza y he visto que la venden en Alcampo.
A mi me ha gustado. Le encontré un sabor muy original, aunque el gusto a whisky no se nota mucho, menos mal... hehe... no me gusta demasiado!
ResponderEliminarSí, probablemente si no se esperaba el sabor a barrica de whisky la cerveza no está mal. Claro que si era lo que más te llamaba de la cerveza, te dejaba a medias.
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