lunes, 25 de enero de 2021

Fässla Bambergator

MARCA: Fässla
MODELO: Fässla Bambergator
ESTILO: Doppelbock (8'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: La historia de la cervecera Fässla se remonta al año 1649, cuando fue fundada por Hanß Lauer, aunque desde el año 1986 se encuentra bajo la dirección de la familia Kalb. Es una de las 13 fábricas que elaboran en Bamberg, lo que no está mal para una ciudad de 200.000 habitantes, y de hecho su cervecería y alojamiento se encuentra justo enfrente de otra gran cervecera: Spezial... parece difícil salir de esa calle sin alcohol en la sangre. Fässla producen 6 cervezas distintas, y con la que me estreno en el blog es una Doppelbock elaborada sólo durante el mes de Octubre que presume de ser la cerveza más fuerte de Bamberg, con una GO del 21% y 8.5º de alcohol.

Tiene un color precioso, de un pardo rojizo brillante, y es además cristalina, algo poco habitual en las Doppelbock. La espuma no es muy abundante pero la retención es muy buena, y deja un sombrero grisáceo de un par de milímetros. No es demasiado potente en nariz y tiende al dulce, con malta de tueste amable, caramelos de toffee, galleta y algo de azúcar moreno, dejando en un segundo plano cereales y masa de pan. Acompañan notas de ciruelas, suave licor, y el lúpulo noble alemán que aporta minerales y algo de cítricos. Como un paseo relajado por todos sus ingredientes.

En boca es también golosa, con dulce malta tostada, mucho caramelo y melaza, más suave toffee y galleta, infiltrado por frutas oscuras como ciruelas, algo de guindas e incluso dátiles. El cuerpo es medio, quizá algo más ligero de lo habitual, aunque el alcohol se agarra a la boca, cálido y dulzón, y puede llegar a recordar al coñac. Final de amargor medio, enólico y especiado, con notas minerales, herbales, un punto cítrico y un deje ahumado intermitente que se queda con los recuerdos licorosos en el regusto. Más acostumbrado a referencias más potentes como la de Andechs o Ayinger al principio me pareció sencilla, ligerita, pero en seguida me fui enganchando y acabé disfrutando como un enano (nunca mejor dicho) de su complejidad, de sus recuerdos a licores oscuros y de su ahumado que no sé si es pura sugestión. Tras unas cervezas en Spezial recomendaría cruzar la calle, creo que puede merecer la pena. 

NOTA:

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