MODELO: St. Bernardus Wit
ESTILO: Witbier (5'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica
CARACTERÍSTICAS: Ya he comentado por estos lares que desde hace un tiempo, y salvo excepciones puntuales, las Witbier son unas cervezas que no me suelen decir demasiado. Ojo, no quiero decir con ello que no las disfrute, de hecho con gusto me bebo una Hoegaarden o incluso dos, sobretodo en esta época del año entran especialmente bien; es más bien que me cuesta encontrar aquellas que calificaría como "una cerveza genial". Por eso me pareció buena idea poner a prueba a la fábrica St. Bernardus, a ver si eran capaces de hacer una Wit que destacase sobre las demás.
De aspecto es casi más parecida a una Weizen que otra cosa, de color amarillo oscuro, muy turbia, invadida por completo por incansables burbujas que mantienen largo tiempo un remanente de espuma. Para el olfato sin embargo es inconfundible, muy cargada de cilantro y naranja que nivelan la malta, dando aromas tropicales como resultado, una rica mezcla de dulce y ácido con un suave toque picante.
En cuanto al sabor, decididamente juega en una división distinta a las demás del estilo, es más consistente y marcadamente ácida, con una base dulce de naranja y malta que es interrumpida por intensas notas de limón, frutas tropicales, y más suave pomelo y hierba. Juega muy buen papel la efervescencia, aliándose con la acidez y el amargor final para conseguir una cerveza muy refrescante pero consistente, que deja un larguísimo regusto repleto de cítricos y especias. Queda claro que estos belgas salen airosos de este reto y probablemente de cualquiera que se les proponga; son sin duda unos de los elaboradores más regulares que hay en activo, dignos de toda confianza.
De aspecto es casi más parecida a una Weizen que otra cosa, de color amarillo oscuro, muy turbia, invadida por completo por incansables burbujas que mantienen largo tiempo un remanente de espuma. Para el olfato sin embargo es inconfundible, muy cargada de cilantro y naranja que nivelan la malta, dando aromas tropicales como resultado, una rica mezcla de dulce y ácido con un suave toque picante.
En cuanto al sabor, decididamente juega en una división distinta a las demás del estilo, es más consistente y marcadamente ácida, con una base dulce de naranja y malta que es interrumpida por intensas notas de limón, frutas tropicales, y más suave pomelo y hierba. Juega muy buen papel la efervescencia, aliándose con la acidez y el amargor final para conseguir una cerveza muy refrescante pero consistente, que deja un larguísimo regusto repleto de cítricos y especias. Queda claro que estos belgas salen airosos de este reto y probablemente de cualquiera que se les proponga; son sin duda unos de los elaboradores más regulares que hay en activo, dignos de toda confianza.
NOTA:
Me encanta la Wit de St Bernardus, una excelente cervecería. Saludos!!
ResponderEliminarMe sucede algo parecido con las witbier, son muy refrescantes, pero les falta un punto de intensidad. Has probado la blanca de Abbaye des Rocs? otra muestra muy buena del género. Y efectivamente los de St. Bernardus no suelen defraudar. Todo lo que he probado de ellos es de nota muy alta. Salu2.
ResponderEliminarTal vez porque Pierre Celis está detrás de la fórmula, y eso ya es una garantía. Yo no las compararía a las weizen. Creo que tienen personalidad propia dentro de las witbier, que tampoco son mis favoritas, aunque tengo localizadas unas Grottenbier que si llegan vivas a Zaragoza te vas a enterar de lo que vale un peine. Un abrazo.
ResponderEliminarHumhum, Grottenbier valen bastante más que un peine. Ricas cervezas, más vale que no se resistan a venir...
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