MODELO: Cantillon Saint Lamvinus
ESTILO: Lambic con uva negra (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica
CARACTERÍSTICAS: De entre las diversas y apetitosas variedades disponibles en la fábrica de Cantillon durante mi visita, tras mucho pensarlo opté por llevarme su Saint Lamvinus, decisión que me resultó más fácil gracias a la ausencia de Vigneronne, una de mis favoritas, que estaba agotada. Esta cerveza es el resultado de la colaboración entre Brasserie Cantillon y las bodegas francesas de St. Emilion y Pomerol, que culmina con la mezcla de Lambic de 2 o 3 años con uvas Merlot y Cabernet Franc en barriles de Bordeaux. ¡Casi nada!
A simple vista se puede observar como las uvas tiñen la cerveza de color granate rosado, cubierta por una fina capa de espuma asalmonada que persiste apenas unos segundos, al no tener carbonatación que la alimente. Este llamativo y apetitoso aspecto abre paso a un perfume espectacular, una deliciosa mezcla de acidez en forma de cítricos, frutas del bosque y cereza ácida con un suave dulzor que evoca a las uvas negras, impregnado por las notas de levaduras salvajes y un levísimo toque de picante.
En cuanto al paso por boca, personalmente colocaría esta entre las cervezas más extremas de Cantillon, y eso que las de esta marca no son ya de por sí fáciles, lo cual no significa que pierda ni un ápice de calidad. Se centra en la frutas como cerezas, moras, uvas, cítricos, forzando la acidez al máximo, pero da a la vez un papel fundamental a las levaduras, que se combinan con recuerdos de madera, consiguiendo así una alta complejidad en los primeros segundos del trago. Esta intensa acidez se potencia todavía más a medida que avanza, y es el principal artífice de la agresividad con la que termina esta cerveza, desprendiendo agradables notas de hierba, cítricos, levadura y madera, para dejar un largo regusto caracterizado por una fuerte sensación astringente y especiada en la boca. Una cerveza original y compleja, en la línea del buen hacer de esta marca, que consigue integrar con una habilidad pasmosa un ingrediente tan peculiar como la uva negra, manteniendola en todo momento presente pero sin secuestrar el sabor. Imprescindible para los amantes de las Lambic.
A simple vista se puede observar como las uvas tiñen la cerveza de color granate rosado, cubierta por una fina capa de espuma asalmonada que persiste apenas unos segundos, al no tener carbonatación que la alimente. Este llamativo y apetitoso aspecto abre paso a un perfume espectacular, una deliciosa mezcla de acidez en forma de cítricos, frutas del bosque y cereza ácida con un suave dulzor que evoca a las uvas negras, impregnado por las notas de levaduras salvajes y un levísimo toque de picante.
En cuanto al paso por boca, personalmente colocaría esta entre las cervezas más extremas de Cantillon, y eso que las de esta marca no son ya de por sí fáciles, lo cual no significa que pierda ni un ápice de calidad. Se centra en la frutas como cerezas, moras, uvas, cítricos, forzando la acidez al máximo, pero da a la vez un papel fundamental a las levaduras, que se combinan con recuerdos de madera, consiguiendo así una alta complejidad en los primeros segundos del trago. Esta intensa acidez se potencia todavía más a medida que avanza, y es el principal artífice de la agresividad con la que termina esta cerveza, desprendiendo agradables notas de hierba, cítricos, levadura y madera, para dejar un largo regusto caracterizado por una fuerte sensación astringente y especiada en la boca. Una cerveza original y compleja, en la línea del buen hacer de esta marca, que consigue integrar con una habilidad pasmosa un ingrediente tan peculiar como la uva negra, manteniendola en todo momento presente pero sin secuestrar el sabor. Imprescindible para los amantes de las Lambic.
4 comentarios:
Toma ya :-). ¡A ver a quien puedo engañar para que me traiga una!
Tengo entendido que a Pau lo que fermenta espontáneamente en barrica no le gusta demasiado, quizá él te traiga alguna... xD (aunque el más fácil de convencer puede que sea Gabriel)
Saluten
Ole, ole, ole que buena pinta :-)'''' no conocía esta variedad, habrá que ponerla en el punto de mira!
Deberías, sin duda, aunque también aviso que una vez allí no resulta nada fácil decidirse. Quizá lo mejor es llevarte una botella algo rara y tomar algunas copas en la barra.
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