lunes, 29 de enero de 2024

Pardál Echt

MARCA: Pardál
MODELO: Pardál Echt
ESTILO: Pilsener (4'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: República Checa

CARACTERÍSTICAS: Además de la mundialmente conocida Budweiser Budvar, en la cervecera Budějovický Budvar se elaboran otras marcas, y entre ellas está Pardál, que significa "pantera" (no muy difícil de adivinar viendo la etiqueta). Se trata de cerveza de baja fermentación, lo que los checos llaman Světlý Ležák, y la versión Echt es algo más intensa, con mayor grado plato y graduación alcohólica, y 33 IBU en vez de los 28 IBU de la Pardál original.

Es una cerveza cristalina, de un dorado oscuro y potente, con una espuma blanca que se limita a apenas un milímetro, sin llegar a cubrir la superficie por completo. En nariz predomina la malta, el conjunto es más bien dulce, con notas de cereal, masa de pan y manzana golden. De intensidad media, tiene también un punto floral y herbal del lúpulo.

El primer sorbo reconozco que me desagradó, sin tener referencias previas de esta cerveza me encontré una cerveza muy cargada de lúpulo, con un intenso sabor a hierba, minerales y heno., incluso algo medicinal. Poco a poco fui cambiando la mentalidad, empecé a apreciar su delicada base de cereal y fruta, un buen cuerpo, y finalmente la pude disfrutar bastante. Evidentemente no es lo mejor de Chequia, pero me parece que se puede beber.

NOTA:


viernes, 19 de enero de 2024

Boon Framboise

MARCA: Boon
MODELO: Boon Framboise
ESTILO: Frambozen (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Boon es una de las fábricas de Lambic (y además de Lembeek, jeje :( ) más asequibles y, a diferencia de marcas como Chapeau o Mort Subite, con varias cervezas de muy alto nivel, entre ellas la reputada Mariage Parfait o sus Black Label. Hoy sin embargo ataco su Framboise, una Gueuze con 300 gramos de frambuesas por litro, además de 50 g de cereza, y que fermentan junto con la Lambic joven. No tiene el apelativo "Oude" del que presumen las mejores referencias de esta marca, por lo que cuando la probé asumía que igual me encontraba una cerveza más sencilla.

De color pardo rojizo, claramente rubí al trasluz, tiene una fina capa de espuma grisácea. Potente en nariz llama la atención al principio la intensidad de los aromas de granero y establo, acompañados de Brett, y por debajo está la frambuesa sobremadura, también algo de fresa. Con esto que cuento se entiende que predomina el dulce, no obstante deja también espacio para un toque de levadura salvaje y cítricos.

En boca la frambuesa es la clara protagonista desde el principio, hace pensar en un yogur de frambuesa, y es tan profunda que incluso diría que tiene notas maltosas. Va acompañada inicialmente de leves recuerdos de armario viejo y de establo, y de fondo fresas, cerezas picotas y guindas. Al final se forma una delicada acidez, notas de uva blanca, con un punto de levadura salvaje, minerales y suave madera. El aroma era más bien dulce, el sabor lo es más. No es muy de mi gusto, no tiene el sabor tan artificial de las elaboradas con sirope pero le falta toda la acidez, toda la fuerza de las buenas Lambic. La he visto recomendada para empezar con este tipo de cerveza, pero sería como tomarse un mosto para familiarizarse con el vino. No obstante no es una tortura beberla, ni mucho menos.

NOTA:


lunes, 15 de enero de 2024

Bakalář Medový Speciál

MARCA: Bakalář
MODELO: Bakalář Medový Speciál
ESTILO: Pilsener con miel (5'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: República Checa

CARACTERÍSTICAS: La cervecera V Rakovníku se fundó hace "tan sólo" 570 años en Rakovník, en Bohemia Central, cuando el rey Ladislao otorgó a esta ciudad el derecho exclusivo a elaborar y vender cerveza en la localidad y los alrededores ("Mile Right"). Actualmente se mantiene con capital internacional, aunque no he sido capaz de encontrar a quién pertenece. En sus instalaciones se producen actualmente varias marcas, Bakalar, Pražačka, Černovar y Staročeské, aunque es la primera la más conocida y la que cuenta con más variedades. Hoy ataco a la versión elaborada con miel, Medový Speciál.

Esta es una cerveza cristalina, de un color ambar anaranjado, se observa una carbonatación escasa con contadas burbujas de tamaño intermedio. Estas no son, de hecho, suficientes para que la capa de espuma se mantenga y queda al final un círculo adherido al vaso. La miel no pasa desapercibida en el aroma, diría que es la nota predominante, por lo que, como es lógico, el conjunto tiende al dulce. Por debajo está malta dulce, sirope de caramelo y toffee, salpicados de naranja madura y almíbar, a pesar de lo cual el conjunto no resulta empalagoso.

En boca el dulzor es mucho más discreto de lo que sugería el aroma, lo que es de agradecer. Entrada de textura oleosa, malta, galleta y toffee, con bastante carga de naranja y melocotón, la carbonatación generosa facilita el trago. Final de amargor leve, se acentúa la miel, con su sabor intenso y profundo, aparecen leves notas minerales, y finalmente cierra con un regusto largo, floral, con recuerdos de fruta confitada. Consigue que la miel se integre en la cerveza, manteniendo su presencia pero sin que se coma al resto de ingredientes. Hacía tiempo que no tomaba una cerveza con miel, creo que la última fue polaca, y esta me ha gustado bastante.

NOTA:


viernes, 12 de enero de 2024

Monográfico Weiherer

Tras varios años dando la tabarra con las cervezas franconas (¿he comentado ya que me parecen excelentes?) tocaba hacer un monográfico de alguna fábrica de esta zona, cosa nada fácil porque es raro verlas fuera de su zona. Por suerte, entre que uno de los lotes de La Vinoteca de Pamplona incluía 5 referencias de Weiherer y que yo tenía también alguna botella en la despensa, al final me ha quedado un número bastante razonable para el artículo con esta marca.

Kundmuller no se encuentra entre las cerveceras más conocidas de Franconia, aunque sí entre las que tienen un repertorio más amplio. Fue fundada en 1874 por Michael Bayer en Viereth-Trunstadt, en la Alta Franconia, más concretamente en la aldea de Weiher, que da nombre a la marca. En el año 1908 la empresa fue adquirida por Michael Grunthäler, y sigue en manos de la familia desde entonces aunque bajo el nombre Kundmuller debido a que la nieta de Michael, Anna Grunthäler, se casó con Erwin Kundmuller en los años 60 y pasaron a hacerse cargo del negocio, tanto la cervecera como la taberna. 

El maestro cervecero actualmente es Roland Kundmüller, quien se incorporó al negocio familiar en 1989. Entonces la única cerveza que se elaboraba en la fábrica era Weiherer Lager, y sólamente estaba disponible de grifo. Fue él quien introdujo la deliciosa Weiherer Bock, y en 1997 además empezaron a embotellar las cervezas, lo que evidentemente ha favorecido la expansión de la marca.

Los años siguientes supusieron un importante salto para la cervecera, tanto a nivel cuantitativo como cualitativo. Respecto a lo primero, progresivamente se han incorporado nuevas referencias a su catálogo hasta alcanzar un total de 26 cervezas distintas, 13 de estilos tradicionales incluyendo alguna con certificación ecológica, y 13 de orientación más moderna o utilizando técnicas e inspiraciones ajenas a la tradición cervecera francona. Y en cuanto a calidad, esto se ha reflejado en el gran número de galardones que han recibido sus cervezas, 13 premios del World Beer Awards y 11 del International Craft Beer Award tan sólo en el año 2021.




- Weiherer Bock: potente, densa y acaramelada, una cerveza perfecta para los meses más fríos del año, aunque una segunda jarra nos puede poner en apuros. No es difícil encontrar Maibock o Doppelbock en España, sin embargo Bock a secas no es tan frecuente, y es una pena. 

- Weiherer Hopfenweizen: a pesar del nombre no hay que esperar una cerveza como la TAP5 de Schneider Weisse, sino más bien una Hefe-Weißbier algo más cargada de lúpulo, con claros recuerdos tropicales y de fruta de hueso, pero alejarse excesivamente de la línea clásica. Muy refrescante y nada estridente, para repetir mil veces.

- Weiherer India Pale Ale: los alemanes son incapaces de escapar al equilibrio y, aunque han elaborado una IPA, compensan con toneladas de malta el exceso de lúpulo. Así, queda una cerveza muy sabrosa y rotunda, con intensas notas resinosas y herbales que levantan el trago. Posiblemente la IPA más maltosa que he probado hasta la fecha, una maravilla.

- Weiherer Keller: tan aromática como sabrosa, toneladas de malta, cereales, miel y levadura anegan los sentidos. Aún así, gracias a la importante carga de lúpulo, especialmente fresco, es capaz de mantener una ligereza, una facilidad de trago, que permitiría beberse varias jarras sin sufrir. Fantástica.

- Weiherer Keller Märzen: una cerveza muy delicada, algo acaramelada como le corresponde a una Märzen y con la textura sedosa propia de una Kellerbier. Termina en un final rebosante de miel y flores que casa muy bien con el estilo de la cerveza.

- Weiherer Keller Pils: refrescante y sabrosa, pero quizá de las que menos me han enganchado. Poco punzante para una Pils, demasiado ligera para una Keller, no me acaba de encajar con ninguno de los dos estilos.

 - Weiherer Kräusen Hell: cuenta con las virtudes tanto de las Helles y de las Kellerbier, y todo ello bien empapado en malta por si las moscas. Además la técnica Kräusen la hace especialmente refrescante y fácil de beber. 

- Weiherer Pils: llama la atención su color dorado pálido, más claro de lo habitual. Con el primer sorbo uno se encuentra una Lager fresca, chispeante, con un lúpulo enredón, punzante, que no te distrae de la conversación pero que en soledad permite entretenerse. Medio litro es poco.

- Weiherer Rauch: multipremiada Rauchbier, menos oscura que referencias populares como la de Spezial o Schlenkerla, y con una intensidad del ahumado entre estas dos. Muy redonda y equilibrada, el humo está perfectamente integrado entre el resto de matices. 

- Weiherer Rauchbock: la calidez de la malta envuelve al ahumado, más de madera en el aroma y que recuerda a la carne a la brasa en el sabor. Cálida y reconfortante, no se me ocurren mejores compañeras para una barbacoa invernal.

- Weiherer Schwärzla: excelente interpretación francona de una Stout, quizá con algo de distancia de las referencias clásicas de este estilo por menor énfasis en el torrefacto, pero con una estructura y un equilibrio para quitarse el sombrero.

- Weiherer Urstöffla: Dunkel muy centrada en el cereal y no tanto en la malta como otras, la importancia de los tostados es evidente e incluso se le puede sacar algo de frutos secos quemados.  Muy sabrosa, sobria y directa.

- Weiherer Weizen Hell: una de las Weißbier más densas y sabrosas que he probado, y también una de las que menos espuma tiene. Muy centrada en el papel de la levadura, con exuberantes notas de plátano, y bien apoyada por la malta, hasta que al final rompe un poco la línea con un amargor herbal claro.   

- Weiherer Zapfendurster: Colaboración con Cervejaria Bamberg de Brasil. Imperial Stout de textura sedosa, sabor potente y aun así paso ligero, como si fuese una lager. Toneladas de torrefacto en forma de regaliz y café negro tanto en nariz como en boca, con un regusto muy largo y reconfortante.


Mi percepción es que es una de las fábricas franconas, e incluso alemanas, más completas. No sólo tiene un repertorio muy amplio, sino que también incorpora algunas referencias más modernas, eso sí, sin perder de vista la tradición alemana, lo que les permite satisfacer a cualquier tipo de amante de la cerveza. Otro aspecto que considero muy favorable es que la estabilidad de la mayor parte de sus elaboraciones, yo siempre agradezco poder tomar con regularidad mis cervezas favoritas y, además, continuar realizando una receta permite afinarla y mejorar el nivel.

viernes, 5 de enero de 2024

Piraat Tripel Hop

MARCA: Piraat
MODELO: Piraat Tripel Hop
ESTILO: Rubia Dorada Fuerte (10.5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: La cervecera Van Steenberge nació como Brouwerij de Peer a finales del siglo XVIII, y fue ya en la primera mitad del siglo XX, bajo la dirección de Josef Van Steenberge, cuando su nombre cambió al actual. Josef Van Steenberge fue responsable del lanzamiento en 1988 de la popular cerveza Piraat, una Golden Strong Ale que tiene la peculiaridad de estar refermentada en botella con levadura de vino de Burdeos. Esta es una edición especial que se elabora desde el año 2012, y en la que, además del lúpulo Saaz, se emplean otras variedades de lúpulo distintas. La receta varía de año a año, pero la que he encontrado como más habitual incluye Aurora, Cascade y Hallertau.

Tiene el aspecto de cerveza belga de anuncio, con una abundante capa de cremosa espuma blanca y su correspondiente encaje de Bruselas, para proteger un líquido naranja pálido, brillante, con reflejos dorados, en el que se ve un torrente de burbujas. Intensidad media en nariz, aroma fresco pero bastante complejo. Parte de una base de malta, galleta, masa de pan, manzana y pera. Se adorna con suaves notas herbales del lúpulo, un punto cítrico y la levadura belga.

Hace años que no bebo Piraat convencional pero la recuerdo un poco estridente. Esta edición Tripel Hop me ha parecido algo mejor integrada, con sus 10.5º de alcohol presentes pero no descontrolados. Me recuerda un poco a Duvel, con una carbonatación marcada y mucha presencia de malta. Esta domina la entrada, junto con toffee, galleta, manzana golden y más suave pera y albaricoque. El trago encamina hacia el final, donde aparece el calor del alcohol con un punto astringente, con notas herbales, tropicales, minerales, una acidez de naranja y especias como clavo y pimienta. La sensación final es un tanto punzante, el alcohol es un poco tosco, pero la verdad es que me la bebí sin hacer demasiados esfuerzos.

NOTA:


martes, 2 de enero de 2024

Bernard Světlý Ležák 12º

MARCA: Bernard
MODELO: Bernard Světlý Ležák 12º
ESTILO: Pilsener (4'9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: República Checa

CARACTERÍSTICAS: Tengo que reconocer que la remesa de cervezas checas que conseguí el año pasado no ha supuesto una experiencia demasiado agradable, principalmente debido a que, por puro desconocimiento, no me di cuenta de que la mayor parte pertenecían a grandes grupos internacionales. Afortunadamente también cogí algunas botellas de marcas que conocía bien, pero que siempre repito las disfruto igual que el primer día. Ese es el caso de Bernard, una de las marcas checas más fiables que se pueden encontrar en nuestro país, y he aprovechado para reseñar su Světlý Ležák.

Cerveza dorada oscura con algún reflejo ambarino. Al servirla una espuma escasa de color blanco y burbuja microscópica, se reduce hasta quedar un anillo pegado al vidrio. Intenso aroma a masa de pan, galleta, levadura y pan blanco, es como oler una panadería por la mañana. Acompañan notas florales, minerales e incluso un punto salino.

La calidad en boca se nota desde el primer sorbo, es todo redondez, sedosidad y equilibrio. Malta dulce y masa de pan es su carta de presentación, de gran intensidad, con un fondo de galleta, bollería y manzana golden. Amargor final delicado, impregnado en lúpulo herbal y mineral, con un toque cítrico, que deja un regusto largo y fresco. El tipo de cerveza rubia que bebería cada día, si estuviese en los tiradores de este país me haría muy feliz.
NOTA: