MODELO: Mort Subite Xtreme Framboise
ESTILO: Lambic con frambuesas (4'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica
CARACTERÍSTICAS: Tocaba revisar tanto descripción y puntuación como la espantosa fotografía que realicé en su momento, pero esta vez tenía una idea clara: no tratar una Lambic de fruta como una cerveza cualquiera. Dije anteriormente que esta cerveza solo servía para acompañar pasteles, y eso hice con uno de manzana que tomé de postre, al mediodía... el resultado fue óptimo, con un maridaje impecable.
La pinta es estupenda, de un color rubí intenso y brillante con una densa espuma rosada muy persistente. El problema puede surgir ya con el aroma, que es muy dulce e intenso, quizá un poco empalagoso, pero como ya he dicho elegí un momento en el que esto no solo no fuese un inconveniente sino que incluso me agradase. La frambuesa es casi lo único apreciable por el olfato, pero con un poco de esfuerzo se puede encontrar también la malta, y hacia el final se presenta una suave acidez que le hace parecer más natural, con recuerdos herbales leves (desconozco si esta cerveza lleva lúpulo, no lo menciona en los ingredientes, por lo que no puedo afirmar que provengan de estos)
La malta utilizada para la elaboración es de trigo, cebada y maíz y, sin embargo y por desgracia, es inapreciable para el paladar porque se ve enmascarada por la frambuesa, Sigue siendo muy dulce, y aparece de nuevo ese punto de acidez que mejora sustancialmente la cerveza a medida que nos acercamos al final del trago, donde también se intuye la malta. El regusto es largo, bastante ácido, con una chispa de alcohol y por supuesto frutal, siendo la frambuesa el último sabor que queda en la boca. No maravillosa, pero más que disfrutable en ocasiones como esta.
ESTILO: Lambic con frambuesas (4'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica
CARACTERÍSTICAS: Tocaba revisar tanto descripción y puntuación como la espantosa fotografía que realicé en su momento, pero esta vez tenía una idea clara: no tratar una Lambic de fruta como una cerveza cualquiera. Dije anteriormente que esta cerveza solo servía para acompañar pasteles, y eso hice con uno de manzana que tomé de postre, al mediodía... el resultado fue óptimo, con un maridaje impecable.
La pinta es estupenda, de un color rubí intenso y brillante con una densa espuma rosada muy persistente. El problema puede surgir ya con el aroma, que es muy dulce e intenso, quizá un poco empalagoso, pero como ya he dicho elegí un momento en el que esto no solo no fuese un inconveniente sino que incluso me agradase. La frambuesa es casi lo único apreciable por el olfato, pero con un poco de esfuerzo se puede encontrar también la malta, y hacia el final se presenta una suave acidez que le hace parecer más natural, con recuerdos herbales leves (desconozco si esta cerveza lleva lúpulo, no lo menciona en los ingredientes, por lo que no puedo afirmar que provengan de estos)
La malta utilizada para la elaboración es de trigo, cebada y maíz y, sin embargo y por desgracia, es inapreciable para el paladar porque se ve enmascarada por la frambuesa, Sigue siendo muy dulce, y aparece de nuevo ese punto de acidez que mejora sustancialmente la cerveza a medida que nos acercamos al final del trago, donde también se intuye la malta. El regusto es largo, bastante ácido, con una chispa de alcohol y por supuesto frutal, siendo la frambuesa el último sabor que queda en la boca. No maravillosa, pero más que disfrutable en ocasiones como esta.