jueves, 24 de junio de 2021

Fuller's London Porter

MARCA: Fuller's
MODELO: Fuller's London Porter
ESTILO: English Porter (5'4% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Inglaterra

CARACTERÍSTICAS: Cuando se buscan cervezas que puedan servir como paradigma de diferentes estilos británicos en muchos casos se acaba pensando en referencias de Fuller's, como por ejemplo ESB, Golden Pride o London Pride. Sin duda es también el caso de London Porter, a la que voy a hacer un hueco en el blog hoy, una Porter de estilo británico que se empezó a comercializar en 1996, y que ha cosechado varios premios en los últimos años, además merecidamente.

Pocas veces uso últimamente el vaso de pinta Nonick, y hay que admitir que pocos sienta tan bien a las cervezas británicas. Esta presume allí un color ébano, rubí profundo al trasluz, con una espuma sensacional de color beige, muy cremosa, que persiste tanto rato como dure la pinta (en mi caso no fue mucho). Como pasa a menudo con las Ale el aroma no es demasiado expresivo, aunque uno no puede quejarse de lo que encuentra, destacando notas de café, torrefacto y bastante cacao, compensadas en parte por el dulzor moderado de malta tostada y frutas oscuras.

El trago revela una cerveza excepcionalmente cremosa. Se presenta relajada, con una buena carga de tostados, frutos secos, pan de cereales, bastante café sólo y un toque de regaliz negro, quedando un fondo dulce con frutas del bosque y sirope de chocolate. Con el avance se refuerza el torrefacto y frutos secos, manteniendo una sobriedad impecable, antes de concluir en un final ligeramente ácido y terroso, con la clara presencia del lúpulo británico envuelto en notas de cacao. Regusto largo, cafetoso, que se junta con el siguiente trago. Mucho sabor, textura perfecta y equilibrio impecable. Lo que digo siempre, los clásicos lo son por un motivo.
NOTA:

domingo, 20 de junio de 2021

Boon Faro

MARCA: Boon
MODELO: Boon Faro
ESTILO: Faro (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: La última vez que tomé una Faro fue hace casi 10 años, por lo que la idea de revisitar este estilo tan esquivo me pareció muy tentadora cuando tuve a tiro esta referencia de la cervecera Boon. La Faro de Boon es muy especial porque en su elaboración se emplea Meerts, un tipo de Lambic tradicional de baja graduación y gravedad original que se obtiene de las últimas extracciones de la malta, y que actualmente no se produce en ninguna otra fábrica. Esta se mezcla con Lambic vieja, y se añade azúcar, lo que le da el carácter agridulce típico. Imagino que es este último aspecto lo que hacen que las Faro, a pesar de ser también Lambic, no tengan una vida útil tan prolongada como en el caso de la mayoría de las Gueuze, que pueden aguantar más de 20 años sin deteriorarse.

Es algo más oscura que las Gueuze, bronce casi rojiza, algo velada, con escasa espuma aunque muy blanca y brillante, eso si. El aroma tiene dos vertientes muy diferenciadas, y una parte destaca la malta, algo acaramelada, con notas de melocotón, naranja dulce y azúcar candy, pero si se agita la copia emerge en la superficie la levadura salvaje, el Brettanomyces, y potentes recuerdos de cuero, con algún toque de cáscara de cítricos.

Este dominio del dulce en boca es incluso más evidente, y tanto es así que me ha resultado empalagosa, sobretodo al final. Al principio se introduce la malta tostada, frutas sobremaduras entre las que destaca la manzana, pan dulce alemán y algún recuerdo de almíbar, con un dulzor muy potente. Hacia el final se permite la entrada de un leve frescor, se nota la levadura salvaje y un poco de cítricos maduros, para al final terminar en un regusto largo, como de refresco, con notas de Brett y algún recuerdo de vinagre de Módena. No soy experto en el estilo y quizá no haya sabido encontrar el punto, pero para mi gusto es excesivamente dulce, prefiero la de Lindemans. Me ha recordado un poco a estas Schwarzbier con sirope que se pueden encontrar en algunos sitios de Alemania, tiene un sabor artificial un poco parecido.

NOTA:

domingo, 13 de junio de 2021

Westmalle Extra

MARCA: Westmalle
MODELO: Westmalle Extra
ESTILO: Blonde Trapense (4'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Además de sus reputadas Dubbel y Tripel, los monjes de la abadía cisterciense de Westmalle también elaboran dos veces al año una cerveza de más baja graduación para su propio consumo que recibe el nombre de Westmalle Extra. Se trata de una de las cervezas más antiguas de la fábrica, se empezó a producir desde la fundación de la fábrica en 1836, y sin embargo hasta este año no se vendía al público general, salvo en alguna ocasión puntual. Parece que a partir de ahora la vamos a poder encontrar con mayor frecuencia, lo que siempre es de agradecer.

El color es amarillo limón, pajizo, lo que sugiere que va a ser ligera. Tiene una espuma blanca brillante, de burbuja fina, que queda en una membrana. Muy agradable en nariz, se presenta con un aroma delicado pero potente, que combina malta dulce, pan francés, frutas blancas, entre las que destaca manzana Golden y algo de plátano maduro, y muy suave caramelo. Se nota también la levadura belga, y está todo aderezado con puntos de cítricos y especias, que levantan el conjunto y potencian la sensación de frescor.

En boca se nota una carbonatación importante que sirve para frenar un poco el trago y compensar la ligereza del cuerpo. En el sabor predominan cereal y pan blanco, infiltrado por generosas notas de manzana verde, uva blanca, cítricos y un punto de albaricoque. Al final se desarrolla un amargor marcado con recuerdos de hoja de limón, hierba, minerales y un poco de pimienta, que termina en un regusto seco, cítrico, un poco medicinal y que incluso puede evocar a un vino blanco seco. El reposo le sienta bien, se refuerza un poco la malta y la cerveza se vuelve menos punzante. Estarán contentos los monjes tomando esto de forma habitual, no es la mejor cerveza de Bélgica pero cumple perfectamente su cometido: es fresca, ligera y sabrosa.

NOTA:


viernes, 11 de junio de 2021

De Cam Oude Geuze

MARCA:
De Cam
MODELO: De Cam Oude Geuze
ESTILO: Gueuze (6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Cuando De Cam comenzó su actividad en 1997 fue primera cervecera dedicada a la mezcla de Gueuze que abría sus puertas en Bélgica en casi 40 años. Ocupa un antiguo edificio, cuyos orígenes se remontan al menos al siglo XVIII, situado en la localidad de Gooik, pocos kilómetros al Oeste de Bruselas. Fue fundada por Willem van Herreweghen, jefe de producción de la cervecera Palm, con el apoyo de Armand Debelder de 3 Fonteinen, Frank Boon (evidentemente de Boon) y Michel Doomst, el alcalde de Gooik. Tres años después Willem volvió a su anterior puesto, quedando al cargo Karel Goddeau, un estudiante centrado en investigación sobre la cerveza que había colaborado con él, formado por Armand y Gaston Debelder, y que en la actualidad compatibiliza este trabajo con la elaboración de cerveza en Slaghmuylder. Crean sus cervezas a partir de las Lambic de Boon, Girardin y Lindemans, y la mayoría de los barriles que utilizan son de Plzeňský Prazdroj.

Esta botella, la Oude Gueuze de la fábrica, la compré en Lambicus aprovechando un viaje que hice a Barcelona por trabajo en octubre del 2019, y había estado en mi bodega desde entonces, sin encontrar el momento de salir. Como otras del estilo, tiene un color dorado profundo, ligeramente velada, y con apenas un anillo de espuma. Me sorprendió que al principio no es demasiado aromática, y poco a poco va saliendo el cereal, trigo, limón, cáscara de naranja e incluso algo de malta. Sin embargo, si se agita la copa surge la magia y la nariz se llena de levadura salvaje, madera, Brettanomyces, pimienta blanca, suaves esteres y un marcado punto de cuero. Y después de esto, cuando la cerveza reposa de nuevo, se vuelve al cereal, la malta y los cítricos, aunque ya más potentes y adornados con recuerdos de barrica, heno, establo y quizá un toque de queso (o es que se me está yendo la cabeza con este tema).

En boca esperaba la explosión de astringencia habitual en marcas como Cantillon o 3 Fonteinen pero no fue así en absoluto, sino que es una Gueuze muy equilibrada y amable. En la entrada es un poco maltosa, dentro de la acidez, acompañada de potentes notas de cereales, albaricoque, manzana verde y un toque de almendra. Se va forzando la levadura en la garganta, los taninos marcan las encías, cáscara de limón y pomelo van llenando la boca, y terminan por aparecer notas de cuero, granero, roble, y bastante hierba y minerales. El trago es limpio, chispeante, con una carga de especia picante al final que desemboca en un regusto largo, láctico, terroso, repleto de levadura salvaje y madera. Muy buena, de las de disfrutar sin sufrir.
NOTA: