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sábado, 31 de agosto de 2024

La Trappe / Brewdog Practise What You Preach

MARCA: La Trappe / Brewdog
MODELO: La Trappe / Brewdog Practise What You Preach
ESTILO: Quadrupel trapense con miel de brezo (10% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Una de las colaboraciones que menos me esperaba de Brewdog es la que realizaron en enero de 2021 con la cervecera trapense La Trappe, producida en el monasterio de Konigshoeven. Se trata de una Quadrupel elaborada con lúpulo americano y miel de brezo de Escocia, que se comercializa en las clásicas botellas de 75 de La Trappe. Parte del lote decidieron envejecerlo en barrica de whisky escocés, y lo empezaron a comercializar también hace unos meses, aunque conseguir esta versión (y estar dispuesto a pagarla) es tema distinto.

Yo compartí con amigos varias botellas de la edición original, que se regalaban a poco más de 3 euros en una tienda online (no puedo evitarlo, las ofertas me nublan la mente). El aspecto apunta a Bélgica gracias a sus dos dedos de espuma beige, cremosa y compacta, que protege un líquido marrón pardo casi totalmente opaco. En nariz destaca malta tostada, muchísimo caramelo, toffee, ciruelas y uvas pasas, con un fondo dulce de chocolate con leche y miel, aunque también se detecta un frescor cítrico, posiblemente aportado por el lúpulo americano.

En boca es toda una señora Quadrupel. De cuerpo completo, va soltando intensos destellos de malta, caramelo, toffee y ciruelas negras, más suaves dátiles, aunque lo que predomina en el sabor son los tostados, con café y cacao. Al final sale un amargor considerable para el estilo, de carácter herbal, con notas de levadura, clavo, plátano, que derivan en un regusto largo donde parece hacerse más evidente la miel que mencionan entre sus ingredientes. Ideal para disfrutar con calma, su complejidad merece algo de atención al beberla. 

NOTA:



domingo, 18 de febrero de 2024

Zundert 8

MARCA:
Zundert
MODELO: Zundert 8
ESTILO: Tripel trapense (8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: Me costó ponerme con las cervezas de Zundert, pero con esta reseña de Zundert 8 ya he cubierto todas las referencias de esta fábrica (exceptuando Zundert 4, que se elabora exclusivamente para consumo en la propia abadía, y por lo tanto no puedo acceder a ella). Según sus responsables se trata de una Tripel con 8º de alcohol, aunque debo de reconocer que hasta que no lo leí en su página no la habría clasificado dentro de este estilo.

En parte esto se debe a su aspecto, de un color pardo rojizo en vez del dorado habitual, y con una buena capa de espuma beige similar al merengue. En nariz resulta muy aromática, bastante acaramelada, con intensas notas de malta, toffee, manzana, naranja y un punto de limón, sobre un fondo de cereales. La levadura belga y recuerdos de azúcar candy indican de forma inconfundible el origen de la cerveza, e infiltrándose en el resto del conjunto consiguen crear un aroma muy completo y armonioso.

En boca ni se cambia la orientación ni se baja el nivel. La malta y el toffee están algo más presentes, rodeados por pan blanco y cereales, mientras que la fruta aporta el frescor al trago. Inicialmente destacan albaricoque y naranja confitada, mientras que al final se refuerza la acidez, que se integra a la perfección con el amargor herbal del lúpulo noble y notas de clavo. Regusto largo que arrastra notas de pomelo, levadura y hierba. La sensación que tuve al probarla es el estar ante una cerveza muy completa, digna del selecto club de las cerveceras trapenses, y que posiblemente estaría entre las que comprase con más frecuencia si la tuviese al alcance a menudo.

NOTA:



viernes, 8 de septiembre de 2023

Zundert 10 Quadrupel

MARCA:
Zundert
MODELO: Zundert 10 Quadrupel
ESTILO: Quadrupel (10% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: La Abadía Maria Toevlucht se encuentra en Países Bajos, entre Zundert y Schijf, muy cerca de la frontera con Bélgica, en la zona cercana a Amberes. Se trata de un monasterio que pertenece a la Orden Cisterciense y donde, desde diciembre del 2013, se elabora la marca de cervezas Zundert, evidentemente con denominación Trapense. El nombre de la fábrica, en castellano "El Avefría", hace referencia a forma de la veleta que se encuentra en el techo del antiguo granero que ahora alberga sus instalaciones.

Esta Quadrupel que comento hoy la empezaron a elaborar en el 2018, previamente su única referencia era la Tripel llamada Zundert 8. En aspecto las cervezas belgas no tienen rival, y esta sigue esa norma. Tiene una espuma de color beige intenso de más de dos dedos de grosor y buen agarre al vidrio, que protege un líquido marrón roble con reflejos rojizos. Aroma intenso, rebosa malta tostada, frutos secos caramelizados y toffee, con un fondo de ciruelas y plátano. Se perciben además notas de clavo, estas especialmente intensas, y chocolate.

En boca es una cerveza muy contundente, aunque la carbonatación viva le quita pesadez y da volumen al sabor. Comienza menos dulce que otros ejemplos del estilo, con muchos tostados en forma de frutos secos, cacao y café que compensan intensas notas de malta, sirope de caramelo y más suave ciruelas, cerezas y refresco de cola. Mucha fruta en el final, salpicada de torrefacto, cacao, y un buen golpe de lúpulo noble herbal y cítrico, algo que no esperaba en una Quadrupel pero que no le sienta nada mal. Compleja y equilibrada, con los 10º de alcohol totalmente imperceptibles y, la verdad, bastante original. No sé cómo me ha costado tanto probarla.

NOTA:



sábado, 12 de noviembre de 2022

Chimay 150

MARCA: Chimay
MODELO: Chimay 150
ESTILO: Ale Dorada Fuerte Trapense (10% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Cuando empezamos este blog éramos unos fieles consumidores de Chimay, y desfilaron por aquí todas las cervezas de la fábrica que estaban a la venta por aquel entonces, que eran tan sólo tres. Han pasado desde entonces 10 años, y en este tiempo Chimay ha sacado a la venta 3 referencias más, que hasta ahora no había encontrado el momento de reseñar aunque sí que he podido probar alguna. La protagonista de hoy es Chimay 150, que salió a la venta en el año 2012 y cuyo nombre hace referencia al 150 aniversario de la fábrica que se cumplió ese año.

De estilo de otras rubias fuertes belgas como Duvel o Judas, es de un color dorado mate y completamente turbia. con la espuma esperable para este tipo de cervezas: blanca, abundante, cremosa, compacta y con un firme agarre al vidrio. El aroma me dejó claro que tenía un poco olvidado cómo son las cervezas belgas, puesto que no podía dejar de prestar atención a la levadura, con mucha más presencia que en cervezas de otras regiones. Esta se entrelaza con la malta dulce, pan, galleta y frutas como manzana golden, plátano y más suave pera. El lúpulo, con sus notas florales y melosas, termina de construir una estructura compleja pero equilibrada, predominantemente dulce.

En boca anda bien provista tanto de cuerpo como de gas, y su sabor no deja un milímetro de la boca libre. Entrada de malta, cereal crudo, grano y masa de pan, todo ello envuelto en frutas como las mencionadas antes, aunque con un punto de acidez de cítricos, manzana verde y un punto de grosella. Poco a poco se va notando como se empieza a formar el final, de amargor marcado, con notas de pimienta, clavo, flores blancas, mucha levadura y un punto de alcohol claro pero bien integrado. Regusto cítrico, mineral, floral, queda largo rato en boca y empuja hacia el siguiente trago. Tan buena como acostumbran en Chimay, recomiendo no enfriarla demasiado y echar la levadura desde el principio, esto ayuda a apaciguar el alcohol y que presente el equilibrio que describo.

NOTA:


miércoles, 12 de octubre de 2022

Spencer India Pale Ale

MARCA:
Spencer
MODELO: Spencer India Pale Ale
ESTILO: India Pale Ale americana (7'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Estados Unidos

CARACTERÍSTICAS: Un día de este infausto 2022 descubrimos que, habiendo pasado tan sólo 9 años desde su fundación, la única cervecera trapense norteamericana, Spencer Brewery, cerraba sus puertas de forma definitiva. Cuando me enteré de esta noticia sentí la necesidad de hacer lo mismo que cualquiera: comprar unas cuantas botellas para despedirme de esta fantástica fábrica. Entre ellas cogí una cerveza muy especial dado que se trata de la única IPA trapense del mundo, y he aprovechado el veranillo de San Martín para descorcharla.

Es una IPA algo turbia, de un color dorado brillante, con un dedo de espuma blanca muy cremosa y compacta. El aroma es muy intenso y en él destaca el lúpulo, bien cargado de frutas tropicales, melocotón y pino, sobre un fondo de malta, galleta y suave toffee. Siempre digo que me gusta que se noten tanto la malta como el lúpulo de la IPA, y esta cumple sin problema con mis expectativas.

En boca resulta fresca, punzante, potente, y hace pensar en la costa Oeste a pesar de que la abadía esté en Massachussets. La entrada es algo más discreta, con malta, pan, galleta y algo de frutas, destacando albaricoque maduro, mango y suave piña. El lúpulo hace su trabajo y genera un amargor herbal y resinoso, con fruta en un segundo plano que se mezcla con el alcohol. Regusto prolongado, áspero, especiado, cargado de pino y hierba seca. Beber esta IPA es como probar a la vez una mezcla de todas las IPAs norteamericanas del mercado, no innova en absoluto pero no quita para que la calidad sea muy alta. Repetiría... pero por desgracia no lo podré hacer.
NOTA:


domingo, 13 de junio de 2021

Westmalle Extra

MARCA: Westmalle
MODELO: Westmalle Extra
ESTILO: Blonde Trapense (4'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Además de sus reputadas Dubbel y Tripel, los monjes de la abadía cisterciense de Westmalle también elaboran dos veces al año una cerveza de más baja graduación para su propio consumo que recibe el nombre de Westmalle Extra. Se trata de una de las cervezas más antiguas de la fábrica, se empezó a producir desde la fundación de la fábrica en 1836, y sin embargo hasta este año no se vendía al público general, salvo en alguna ocasión puntual. Parece que a partir de ahora la vamos a poder encontrar con mayor frecuencia, lo que siempre es de agradecer.

El color es amarillo limón, pajizo, lo que sugiere que va a ser ligera. Tiene una espuma blanca brillante, de burbuja fina, que queda en una membrana. Muy agradable en nariz, se presenta con un aroma delicado pero potente, que combina malta dulce, pan francés, frutas blancas, entre las que destaca manzana Golden y algo de plátano maduro, y muy suave caramelo. Se nota también la levadura belga, y está todo aderezado con puntos de cítricos y especias, que levantan el conjunto y potencian la sensación de frescor.

En boca se nota una carbonatación importante que sirve para frenar un poco el trago y compensar la ligereza del cuerpo. En el sabor predominan cereal y pan blanco, infiltrado por generosas notas de manzana verde, uva blanca, cítricos y un punto de albaricoque. Al final se desarrolla un amargor marcado con recuerdos de hoja de limón, hierba, minerales y un poco de pimienta, que termina en un regusto seco, cítrico, un poco medicinal y que incluso puede evocar a un vino blanco seco. El reposo le sienta bien, se refuerza un poco la malta y la cerveza se vuelve menos punzante. Estarán contentos los monjes tomando esto de forma habitual, no es la mejor cerveza de Bélgica pero cumple perfectamente su cometido: es fresca, ligera y sabrosa.

NOTA:


domingo, 30 de mayo de 2021

Spencer Monk's Reserve

MARCA: Spencer
MODELO: Spencer Monk's Reserve
ESTILO: Quadrupel Trapense (10'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Estados Unidos

CARACTERÍSTICAS: El año 2012 supuso un punto de inflexión para las cervezas trapenses al incorporarse la cervecera Engelszell a la Asociación Internacional Trapense, algo que no había sucedido desde la fundación de esta compañía en 1997. Este acontecimiento parece que abrió la veda, y otras 4 empresas se unieron en los años posteriores, entre ellas la cervecera Spencer el año siguiente, en 2013. Es la única que no se encuentra en Europa, sino que sus instalaciones se encuentran en la abadía de Saint Joseph, fundada en Massachussets en el año 1950. Los monjes de esta abadía cisterciense se dedicaban a la producción de mermeladas y gelatinas para su sostenimiento económico, pero dado el crecimiento de su comunidad decidieron embarcarse en la elaboración de cerveza, actividad más rentable, para lo que se recorrieron las fábricas trapenses europeas durante un periodo de 2 años, empezando por Westmalle y terminando en Saint Sixtus.

Dentro de su ya extenso repertorio he optado por comentar primero una de sus referencias de estilo clásico, la Quadrupel llamada Monk's Reserve Ale. De un color marrón ébano, pardo al trasluz, y con una buena capa de espuma, emite un aroma especialmente intenso y penetrante. Tiene una cantidad de malta tremenda, y saca de esta los matices más oscuros y profundos, destacando sirope de chocolate, caramelo, un punto de bizcocho y frutas como moras, pasas, dátiles y más suave ciruelas e higos entre los más dulces; mientras que cacao, pan negro y azúcar quemado representan a los potentes tostados. La levadura belga está presente con delicadas notas de plátano, y se notan también especia picante y el alcohol, todo bien integrado en un perfume rotundo incluso para el estilo.

El sabor llama la atención por la gran cantidad de malta, que en este caso se inclina más hacia los tostados y limita el dulce, y consigue un cuerpo muy potente y cremoso. Comienza con abundante cereal que casi se podría decir que alcanza al punto de quemado, caramelo, dátiles a patadas, moras y gran cantidad de uvas pasas, llegando a recordar a un Pedro Ximénez. En seguida se desarrollan los tostados, con intensas notas de cacao puro, más suave regaliz, galleta de fondo y un toque de té inglés. Estos son la guía conductora del final, más seco por la influencia de un lúpulo herbal y mineral, con un leve toque de naranja, mucha especia picante y el alcohol cálido que recuerda a licores oscuros. Me ha sorprendido favorablemente, es una Quadrupel muy compleja, inclinada hacia la malta y con un carácter bastante distinto de las europeas aunque sin perder su esencia. Para degustar con calma y atención, es capaz de quitarle el protagonismo a cualquier cosa que se le ponga delante.
NOTA:

martes, 18 de mayo de 2021

Achel Blond Bier / Bière Blonde

MARCA: Achel
MODELO: Achel Blond Bier / Bière Blonde
ESTILO: Tripel Trapense (8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: De las 6 marcas Trapenses belgas Achel siempre ha sido mi menos favorita, aunque por supuesto no me supone ningún problema tomarme una: es una buena cerveza, simplemente prefiero las otras. No obstante, al enterarme a finales del año pasado de que posiblemente iba a perder la denominación Trapense debido a que el número de monjes cistercienses en su abadía estaba disminuyendo rápidamente, decidí agenciarme alguna botella para poder tomar por última vez esta cerveza dentro de esta denominación. De paso he aprovechado también para reseñar aquí la última referencia de esta fábrica que tenía pendiente, además desde hace más de 10 años.

Se trata de una Tripel de un color dorado brillante, sorprendentemente transparente, con 3-4 dedos de espuma blanca cremosa que forma un volcán. Su aroma es el clásico de una belga de este tipo, con dominio de malta sin tostar, masa de pan y esteres en abundancia, destacando manzana golden, pera y plátano. Queda un fondo de cereales, suave levadura y recuerdos de naranja confitada, a partir del cual emergen discretas notas terrosas del lúpulo y un claro punto de especia picante, sobretodo clavo.

En boca deja claro el carácter y, oculto tras una sensación sedosa y un trago fluido se oculta una cerveza con cuerpo... y con peligro. En la entrada se exhiben sin disimulo mucha malta dulce, pan blanco, toneladas de pera, manzana golden y algo de fruta de hueso. La levadura belga está por todas partes, dando continuidad al trago. El dulzor del inicio se mantiene y presenta un final goloso, casi con más especia que amargor, a lo que se suma levadura, azúcar candy y un toque de alcohol, apenas interrumpido por notas cítricas y minerales del lúpulo noble. Rica cerveza aunque prefiero Tripel más secas, las de este estilo incluso se me llegan a hacer empalagosas.

NOTA:


sábado, 24 de abril de 2021

Trappistes Rochefort Triple Extra

MARCA: Trappistes Rochefort
MODELO: Trappistes Rochefort Triple Extra
ESTILO: Tripel (8'1% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: El pasado 2020 la Abadía de Rochefort armó bastante revuelo al sacar una nueva cerveza, algo que no había sucedido en más de 65 años, una Tripel de 8'1º de alcohol. Sin embargo de nueva tenía poco, ya que es una receta que se elaboró por primera vez hacía exactamente 100 años, en 1920, y que estuvo disponible únicamente hasta 1923. Recientemente han llegado a La Vinoteca varias botellas de esta cerveza pero yo ni me he tenido que molestar en comprarlas porque Rubén me tenía reservadas un par como regalo, todavía no sé por qué motivo. ¡Gracias!

Su color es dorado velado, con algún reflejo blanquecino, y la espuma cumple de forma estricta los estándares belgas: blanca inmaculada, llena la copa, cremosa y con un buen encaje de Bruselas. En nariz, sin sorpresas. Intensidad media, combina malta sin tostar, masa de pan y bizcocho, quizá galleta, envuelto en la habitual cobertura de frutas del grano y la levadura belga, destacando pera y piña madura, más suave plátano y manzana, incluso un punto tropical. El lúpulo noble redondea con notas de flores blancas, muy delicadas, quedando la cerveza vista para sentencia antes siquiera de probarla.
 
El sabor insiste en los mismos elementos, y además lo hace con fuerza, llenando la boca. El núcleo central es la malta, bastante dulce, masa de pan y levadura, y también es generosa con la fruta, principalmente pera, manzana y algo de plátano, consiguiendo una entrada amable y sabrosa. El final no es tan calmado, el lúpulo hace de las suyas y arranca un amargor cítrico, seco, con notas de pimienta blanca, un cálido punto de alcohol y un toque de melocotón, que será el principal protagonista del largo regusto. Y así se confirma lo que el aroma sugería, una gran Tripel, compleja, equilibrada y fiel a la tradición belga. Me temo que se incorporará junto con Westmalle a las habituales de mi despensa... siempre que no dejen de elaborarla hasta el 2126.

NOTA:

 

sábado, 13 de marzo de 2021

Trappistes Rochefort 10

MARCA: Trappistes Rochefort
MODELO: Trappistes Rochefort 10
ESTILO: Quadrupel Trapense (11'3% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Estos últimos meses me ha venido el antojo de comentar algunas de esas cervezas que hemos bebido mil veces, pero a las que por alguna razón desconocida hasta ahora no les hemos hecho hueco en el blog. El mejor ejemplo es Trappistes Rochefort 10, una de mis cervezas belgas favoritas (y me consta que también de las del Alberto), cuyo nombre hace referencia a su gravedad original, unos nada desdeñables 1.100. Vamos, que hay que tomársela con calma.

En copa es elegante, luce un color ébano con reflejos marrón oscuro al trasluz, y da igual lo habilidoso que uno sea sirviendo, genera siempre dos dedos de una compacta espuma beige. En nariz es muy potente, con un núcleo en el que se mezclan malta tostada, caramelo, profundo chocolate y toneladas de frutas oscuras, entre las que destacan ciruelas, higos y moras. Por supuesto predomina el dulce, no obstante también hay algo de pan integral y frutos secos para equilibrar. De fondo queda el alcohol, con cálidas notas licorosas, y un punto de levadura, guinda de un aroma intenso y complejo como pocos.

En boca no pierde el rumbo y da lo que se espera de ella. De cuerpo completo, el sabor llena la boca con oscura malta tostada, sirope de caramelo, abundante chocolate, ciruelas, pasas, más suave moras y un punto de regaliz negro. No obstante el dulzor está bien controlado, y las notas de pan de centeno, cereales y tostados también juegan un papel importante. Al final surge un amargor marcado, al menos en comparación con los estándares de Bélgica, con especia picante, recuerdos de ron, frutas oscuras y un suave toque cítrico, que termina en un largo regusto cálido y licoroso. Se queda a medio camino entre una cerveza y un licor, y tiene las cosas que más me gustan de ambas bebidas. Para beberla poco a poco y disfrutar cada trago. Y si apetece catar, se le pueden sacar todos los matices que se quiera y unos cuantos más.
NOTA:

martes, 6 de marzo de 2012

La Trappe Tripel

MARCA: La Trappe
MODELO: La Trappe Tripel
ESTILO: Tripel Trapense (8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: Turno de una de esas cervezas de quedar bien, una riquísima ale trapense holandesa cuyo nombre tiene fama mundial: La Trappe Tripel. Creo que esta variedad es la más fácil de encontrar en algunas tiendas y supermercados, aunque la gama de La Trappe se extiende bastante. Sin dilación vamos a ver qué cuenta.

En vaso viste un color anaranjado levemente cristalino y carbonatación visible, que crea una espuma blanca, esponjosa, abundante y persistente durante un buen rato. Tiene un aspecto ligero, más transparente que lo habitual en este estilo. El aroma es una mezcla maltosa, floral, afrutada y tostada, con una base levemente ácida, como cítrica. Va preparando el trago, que es satisfactorio.

El sabor es muy agradable y ligera, aunque de igual manera intensa. No tiene tanta fuerza como la Quadrupel, pero presenta un torrente de matices que bien se hacen notar. Destacan notas afrutadas y cítricas, como a naranja y limón, con continuación de malta, lúpulo y caramelo. Es muy espumosa, quizás demasiado. El alcohol está presente durante el trago, aunque no demasiado. El retrogusto es vibrante y amargo.

Un gran ejemplo de buen hacer, aunque no me fascina completamente.

NOTA:

martes, 14 de febrero de 2012

La Trappe Isid'or

MARCA: La Trappe
MODELO: La Trappe Isid'or
ESTILO: Brune Trapense(7'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: En el año 2009, 125 aniversario de la primera elaboración de La Trappe, la abadía de Koningshoeven despertó el interés de todos al sacar al mercado una cerveza para homenajear al primer maestro cervecero de la fábrica, Isidorus Laaber. Normalmente una parte de las ganancias derivadas de la venta de esta marca son enviados a monasterios de Tailandia y Uganda, sin embargo en esta ocasión se programó que el 100% de dichos beneficios iría a las órdenes ugandesas.

Debieron hacer "un cojón" (con perdón) de esta cerveza puesto que pese a ser una tirada limitada, 3 años después de su lanzamiento, en 2012, la pude comprar en la carísima Beer Mania bruselense y la engullí apenas 5 horas después. Es de color pardo rojizo, protegida por una recia espuma beige muy persistente. El aroma es dulce, lo dominan caramelo y toffee aunque también están muy presentes intensas notas de ciruela, cereza y melocotón, con la compañía de suave miel y agradables matices tropicales aportados por el lúpulo, con su punto de especia de rigor.

El sabor es calcado al aroma, con la fruta al mismo nivel de intensidad que el caramelo y el toffee, y un mínimo recuerdo de azúcar quemado. Esta fruta está perfectamente integrada con la malta, conformando un conjunto almibarado del que poco a poco empieza a brotar un leve amargor, impregnado de canela, naranja madura y flores, que un medido toque de alcohol acaba de redondear. Cálida y muy reconfortante, probablemente me gustaría más si el dulzor fuese más limitado, pero aun y todo una cerveza estupenda.

NOTA:

martes, 7 de febrero de 2012

La Trappe Bockbier

MARCA: La Trappe
MODELO: La Trappe Bockbier
ESTILO: Bock Trapense (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: La legislación antieclesiástica que se impuso en Francia a finales del siglo XIX, y que amenazaba a distintas órdenes religiosas, provocó la salida del país de Sebastian Wyart, uno de los monjes del monasterio francés de Sainte-Marie-du-Mont, en busca de refugio en el extranjero. Lo encontró en el Brabante Septentrional, cerca de Tilburg, y allí en el año 1881 fundó la Abadía de Nuestra Señora de Koningshoeven, en el seno de la cual dio sus primeros pasos la que es actualmente la única cervecera Trapense fuera de Bélgica. Exactamente 120 años después, en el 2004, vio la luz su Bock, primera cerveza de este estilo de origen Trapense a la que le voy a dedicar la reseña de hoy.

De color rubí negruzco, es imposible no ver la mano belga en esta cerveza puesto que al servirla forma una capa de espuma beige amarillenta de una solidez difícil de ver en este estilo alemán. Al olfato es cuanto menos curiosa, de su previsible base de malta oscura y caramelo emerge un llamativo perfume de frutas tropicales, naranja de sangre, leve cacao, y un afilado toque de clavo y aromático lúpulo floral, que si bien no es incompatible con las Bock sin duda le da una originalidad importante.

Un cuerpo consistente dirige el trago, cargadísimo de malta e intensas notas de cacao, bien respaldado por ciruelas, té negro y suave melocotón y naranja. A medida que avanza se va secando, el dulzor de las frutas maduras se difumina y gana en presencia el cacao, con recuerdos de café de fondo, para terminar con un amargor no especialmente intenso aunque sí áspero y muy largo, salpicado de hierba, cacao y especias picantes. Muy interesante interpretación belga del estilo, algo más sólida y menos frutal de lo habitual, con determinadas características que delatan su origen, pero pese a mi pasión por lo clásico creo que es una cerveza realmente buena a la que merece la pena darle una oportunidad.

NOTA:

miércoles, 4 de enero de 2012

Chimay Blanche/Cinq Cents

MARCA: Chimay
MODELO: Chimay Blanche/Cinq Cents
ESTILO: Tripel (8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Hace unos cuantos años la Chimay "de etiqueta blanca" era una de las habituales en las estanterías de Hipercor pero un buen día, de la noche a la mañana y sin previo aviso, desapareció sin dejar rastro. Por aquel entonces era una de mis predilectas de la marca, creo que sobretodo porque la denominación "triple" me dejaba fascinado, (cosas de novatos y/o adolescentes) y puesto que desde esa época no la había vuelto a probar, todo este tiempo se había mantenido en un pedestal que estaba empezando a pasar de la admiración a la fé. Con la intención de reafirmar o desmontar este culto la compré por apenas 1'80 euros en un supermercado francés, y tras pasar unas semanas en el trastero (la botella, no yo) preparé la ansiada revisión.

Encontré un líquido de un color dorado brillante, intenso, que llenaba la copa con una considerable cantidad de sedimento, cubierto por la crema más apetitosa que recuerdo haber visto en una cerveza, tan espesa como si fuese leche calentada al fuego. Si solo fuese por el aroma podría decir que mi "yo" adolescente tenía razón, y es que es una verdadera delicia, rebosante de frutas entre las que destacan manzana, albaricoque y plátano, con un preciso punto cítrico, pero respaldadas con un buen cimiento de malta dulce. Al mismo tiempo las levaduras belgas se infiltran en la fruta, y junto con el generoso toque de lúpulo floral y especias conforman un conjunto delicado y muy atractivo.

A su paso por boca la fruta del aroma se centra sobretodo en los cítricos, rodeados de levadura y suave plátano, cuyo frescor da fluidez al trago, y aunque esto no perjudica al cuerpo quizá hace la cerveza algo más ligera de lo necesario. Poco a poco un punto especiado va ganando en fuerza, y junto con el alcohol que surge al final le dan una agresividad considerable a la cerveza, que termina en un amargor seco, cargado de flores, hierba y levadura. Es buena, sin duda lo es, pero para mi gusto una mayor presencia de malta en el trago, que le quitase protagonismo a los cítricos y a la vez permitiese apaciguar al picante y el alcohol, es lo que le falta para convertirse en una maravilla. De todas formas, el reencuentro no supuso una decepción, ni mucho menos.


NOTA:

domingo, 1 de enero de 2012

Westvleteren 8

MARCA: Westvleteren
MODELO: Westvleteren 8
ESTILO: Dubbel (8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Con la reseña de Achel Bruin que hicimos en el 2010 ya solo nos quedaba una marca trapista por comentar: la esquiva Westvleteren, elaborada desde 1838 por monjes cistercienses en la municipalidad belga de Vleteren. Debido a que solo se puede adquirir en la propia abadía y en cantidades limitadas no tenía esperanzas de ir a probarla a corto plazo salvo, pero por cortesía de Cervezas Especiales, a los que nuevamente quiero agradecer el detalle, pude compartirla con Asf en los últimos días de este año recién terminado.

La servimos con expectación puesto que no es poca la reputación que acompaña a esta cerveza, sin duda consecuencia de la alta calidad de la misma aunque estoy convencido que su escasa distribución también ha contribuido a alimentar la leyenda, y al hacerlo encontramos una cerveza turbia, de color marrón pardo, oscura, con una abundante crema que redujo su volumen a la tercera parte con rapidez. No había nada que llamase mi atención hasta que acerqué la copa para dar el primer sorbo, cuando me sentí invadido por un potentísimo aroma que rebosaba malta tostada y caramelo por doquier, bien cargado además de higos, ciruelas y frutos rojos, y agradables notas de nuez y azúcar moreno más secundarios, con un leve toque herbal. Pocas veces he encontrado perfumes tan exuberantes en una cerveza, yo creo que nos sorprendió a ambos... y eso que no era más que un anticipo de lo que nos esperaba.

En el sabor sigue la demostración de fuerza; malta, toffee y caramelo forman un núcleo compacto con las frutas maduras, acompañados de suaves rastros de cacao y frutos secos, mientras la suma de leves recuerdos de arándanos y un punto alcohólico le aportan un carácter algo vinoso. Probablemente la clave de esta cerveza es, además de la complejidad y el exquisito equilibrio, la integración: cada matiz forma parte de un todo ininterrumpido, el cuerpo completo no deja ni un resquicio para la vacilación y no queda más remedio que disfrutarla prestando toda tu atención. Ni siquiera en el regusto, tras un firme amargor herbal, baja el ritmo, si no fuera porque es imposible cualquiera diría que sigue en progresión ascendente. Sin duda alguna es una cerveza excepcional, pero por el momento me abstengo de intentar comprar las otras dos; en mi opinión, teniendo a dos euros Chimay o Rochefort, no merece la pena gastarse 5 veces más en estas. Eso sí, si por casualidad voy a Vleteren no perderé la oportunidad de llevarme tantas como los monjes me dejen.

NOTA:

domingo, 5 de junio de 2011

Trappistes Rochefort 6

MARCA: Trappistes Rochefort
MODELO: Trappistes Rochefort 6
ESTILO: Dubbel Trapense (7'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Tengo todavía pendiente de publicar el desenlace del Concurso de Homebrewing de Líquidos, con el que ya anticipo que quedé muy contento, pero mientras me llegan algunos datos que me faltan para completar la información aprovecho para subir la reseña que tenía por ahí olvidada de una cerveza de la Abadía de Notre-Dame de Saint Rémy, es decir, de las Rochefort. Dentro de las Trapenses esta es una de mis marcas predilectas, y por lo que he podido comprobar no soy un caso aislado. No obstante, de las cervezas que elabora la fábrica prefiero la número 8, lo cual no significa, ni mucho menos, que esta no me guste.

Por la numeración cabe suponer que sea la más ligera de las tres, pero si a alguien se le escapa esta deducción basta con observar el color rubí del líquido al trasluz para sospecharlo. Por lo demás nada llamativo, turbia como cabía suponer y con una fina capa de espuma beige que se regenera incesantemente. El aroma es contundente, con una cantidad de malta tostada considerable como protagonista y también una buena dosis de fruta consistente en guindas, cerezas maduras y suaves moras, mientras de fondo se asienta una base de caramelo y más oculto chocolate con leche. Acaban de aderezar lúpulo floral y un suave soplo de especias, haciendo así una aroma dulce, quizá un tanto peculiar pero muy apetitoso.

El sabor tiende más al caramelo y es la malta la que queda relegada a un segundo plano, mientras frutas dulces como ciruelas maduras e higos envuelven al conjunto. Al inicio predomina el dulzor aunque rapidamente se vuelve más seco y amargor, dando una sensación áspera en la boca. Emergen discretas notas de cacao y un picante intenso que se combina con un punto alcohólico que evoca al ron, para dejar al final que el lúpulo aporte sus matices florales justo antes de desembocar en un regusto largo, amargo, con frutas oscuras y licor, incluso un leve deje avinado, mientras las especias se asientan definitivamente en la garganta. El único fallo que le veo es quizá un ligero exceso de carbonatación, por lo demás muy correcta, suficientemente densa y sabrosa y sin nada que envidiar a otras del estilo, más bien al contrario.

NOTA:

domingo, 2 de enero de 2011

Westmalle Trappist Dubbel

MARCA: Westmalle
MODELO: Westmalle Trappist Dubbel
ESTILO: Dubbel (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS:
El 22 de abril de 1836 el monasterio de Westmalle se convirtió en una abadía trapense. Desde entonces, los monjes han sido capaces de elaborar la bebida popular de la región, que bebían con sus comidas. Y en Flandes esto es... cerveza.
En 1921, los monjes decidieron dar a conocer su cerveza al mundo del comercio, por lo que las ventas aumentaron aún más. A principios de los '30s, una nueva sala de elaboración de cerveza entró en uso. Algunos edificios de la actual fábrica de cerveza fechan a partir de este período.
Durante casi 170 años, la cervecería ha utilizado sólo puros ingredientes: agua, malta, lúpulo, levadura y azúcar. Todo este tiempo se ha elaborado una cerveza 100% natural.

La Westmalle Dubbel es una cerveza Trapense de color marrón rojizo oscuro, que tiene una segunda fermentación en botella. Tras abrirla y oler un poco el interior de la botella me recordó a una cerveza tipo, como las estándar españolas (ambar, águila...), pero mi impresión cambió al probarla. Noté un sabor dulce e intenso, como a castaña. El sabor afrutado desemboca en un amargor final bastante interesante, dejando a la espuma, de un color como de café, deslizarse suavemente en el vaso. Tiene un 7% de concentración de alcohol, que no se notan demasiado, por lo que puede empezar a ser peligrosa, en caso de tener sed y unas cuantas Westmalle a mano...
Esta la compré junto con el señor Embracing, que se pilló otra, en el Corte Inglés de Zaragoza, y sale a 1 Euro con algo, por lo que es una cerveza que merece la pena en cuanto a calidad/precio.

Recomiendan dejar sin servir alrededor de un centímetro de cerveza en la botella que luego se puede beber, ya que es la base de la levadura, rica en vitamina B, y por lo que dicen limpia la sangre.

NOTA:





CARACTERÍSTICAS: Esta fue una de las primeras reseñas que hicimos en Hipos, cuando todavía rondábamos los 20 años, y además la comenzamos practicamente a la vez pues compramos la botella en el Corte Inglés un día que Sir Asf andaba por Zaragoza, no recuerdo ahora mismo con qué malvados propósitos. Llevaba un tiempo pensando en revisarla porque creía que entonces no había sabido apreciar la calidad de esta cerveza, a tenor de todas las alabanzas sobre ella que se pueden encontrar por Internet, y así de paso cambiar la horrible foto que puse.

Me gusta especialmente su aroma, con malta dulce, ciruelas y otras frutas oscuras como base, a lo que se suma manzanas, peras y chocolate con leche más secundario, y mínimos recuerdos de plátano y té. Está bastante lupulada, y esto se manifiesta con un frescor herbal que contrarresta magistralmente el dulzor, mientras un leve toque picante da el toque final necesario.

Malta tostada, caramelo y ciruelas forman de nuevo la base del gusto, pero ni de lejos tan dulce como suele ser habitual en una Dubbel, con bastantes matices ácidos. Van pasando por la boca distintos sabores con menor relevancia en el trago, manzana verde, chocolate, y al final se evidencia el alcohol, acompañado de una considerable dosis de picante, mientras un amargor marcado se introduce sin demasiados miramientos. Para mi gusto es de las Trapenses más flojas junto con Achel Bruin, juegan bien con el lúpulo para controlar el dulzor, pero les falta profundidad y cuerpo.

NOTA:

martes, 19 de octubre de 2010

Achel Bruin 8º

MARCA: Achel
MODELO: Achel Bruin 8º
ESTILO: Dubbel Trapense (8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Llevaba un tiempo planteándome el revisar alguna de las reseñas de cervezas Trapenses que hice en los primeros tiempos de este blog, más que nada porque considero que ahora las podría realizar bastante mejor, sin embargo por pura casualidad se me puso a tiro una botella de la cervecera más pequeña de las siete Trapenses que hay en el mundo y me pareció mucho más interesante comentar esta primero y dejar las correcciones para más adelante. La abadía que elabora esta cerveza se fundó en el S. XVII en Flandes, fue destruida durante la revolución francesa y vuelta a construir por monjes de la abadía de Westmalle en 1844, lo que propició que al poco tiempo empezase su actividad cervecil. Por desgracia, el instrumental que utilizaban para este fin fue confiscado y fundido por los alemanes en la Primera Guerra Mundial (si, suena absurdo sacrificar cervezas para construir armas pero así sucedió) así que la fábrica produjo sus últimas cervezas en 1914... o casi, porque gracias a la colaboración de monjes de las abadías de Westmalle y Rochefort las cervezas de Achel volvieron a ver la luz en el 2001, para deleite de los amantes de esta bebida.

Es de un sorprendente color pardo casi rojo, mucho más alejado del marrón de lo que viene siendo habitual en las Dubbel, y de turbidez más limitada. De su fina capa de espuma beige emana un intenso aroma con una base de malta dulce, caramelo y azúcar quemado, que se entrelaza con una mezcla de melocotón, naranja y más leve manzana, que destacan ligeramente por encima de dicha base. Todo esto queda adornado por un moderado picante levaduroso y suavísimo alcohol, que le dan una discreta agresividad que le sienta muy bien.

Es sabor es igualmente potente, de cuerpo medio, repleto desde el primer momento de malta tostada y caramelo con un comienzo dulce y no tan frutal como esperaba, se suma un fondo de chocolate con leche y moderadas notas de manzana y pera, melocotón más secundario, y para completar el trago un medido toque de alcohol y especias picantes. También resulta peculiar en el final, más amarga que la mayoría de las Dubbel e incluso algo refrescante, con recuerdos de chocolate, frutas (resalta pera), picante y alcohol, este último muy evidente y que persiste hasta el último momento. Una buena cerveza, no tan densa y compleja como esperaba pero no me he quedado en absoluto insatisfecho.

NOTA:

viernes, 9 de julio de 2010

Chimay Bleu/Grande Resèrve (envejecida 2 años)

MARCA: Chimay
MODELO: Chimay Bleu/Grande Resèrve (envejecida 2 años)
ESTILO: Brune Trapense (9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: 6 de Julio, Pamplona, casa de chica cuyas musculosas piernas hacen retumbar el suelo a cada paso. Faltan un par de horas para que salgamos a estrenar la primera noche de los San Fermines, y tengo 2 Chimay Grande Resèrve en el frigorífico, una del 2008 y otra del 2010. Es la primera vez que tomo esta cerveza envejecida y quiero comprobar si se nota de verdad la diferencia tras dos años de guarda, qué mejor momento que este y que mejor compañía que un viejo amigo y una mujer preocupantemente fuerte, que precisamente fue quien me regaló la más antigua de las dos botellas.

Las servimos en dos copas, acerco la más reciente a la nariz, a continuación la otra, y la diferencia es evidente: los años han potenciado el caramelo, ciruelas pasas y las especias, y se le suman aromas vinosos intensísimos, que se acoplan a la perfección con un consistente toque de alcohol. Mucho más potente y, sin embargo, está incluso mejor controlada que la joven (lo cual ya es difícil). Sigo el mismo esquema para el sabor, pruebo la primera, que es una cerveza que siempre me ha gustado, y cuando le doy un sorbo a la segunda... no hay color. Me explota la cabeza por culpa de un sabor intensísimo, repleto de caramelo, pasas y otras frutas maduras, aderezado con picante, que por la fuerza del alcohol recuerda a los mejores licores, y sin embargo no abandona el equilibrio por un instante. Decididamente, va a tocar tener siempre unas cuantas de estas en la bodega porque no creo que haya muchas Ales belgas mejores, es una auténtica delicia.

NOTA:

lunes, 29 de marzo de 2010

Chimay Rouge/Première

MARCA: Chimay
MODELO: Chimay Rouge/Première
ESTILO: Dubbel Trapense (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: En 1863 se terminó de construir la abadía Scourmount, en el municipio belga de Chimay, por los monjes trapenses. Ya desde un principio, como los campos de la zona donde se había construido este edificio no eran fértiles en absoluto, se dedicaron a la producción y comercialización de quesos y cerveza... y ciertamente, no les fue mal puesto que en la actualidad es la cerveza trapense más consumida del mundo y sus quesos gozan de una reconocida fama en Bélgica.

La fabricación de Chimay se ha caracterizado siempre por ser puntera en lo que a tecnología se refiere, pero eso sí, sin olvidar las directrices de elaboración que llevan empleando desde sus inicios. Así pues, emplean desde 1950 una célula como base para su levadura, que utilizan de forma exclusiva, y en la década de los 80 aplicaron la informática a su industria, con óptimos resultados.

Chimay Première es la primera cerveza que fabricaron, una Ale trapense, de lo cual pueden presumir menos de 10 marcas en el mundo, y con una segunda fermentación en botella. En un inicio se vendía exclusivamente en botella de 75 cl con tapón de corcho, pero la que yo he degustado es en botella de 33 cl. Al servirla, hay que hacerlo con cuidado, y veremos una cerveza de color marrón pardo, turbia, que forma una espuma densa cuyo volumen se reducirá rápidamente, quedando un archipiélago blanco grisáceo en el centro de la copa. Irrumpe un aroma dulce, cargado de malta y caramelo, con intensos recuerdos de melocotón, albaricoque y manzana golden, más leve naranja, y un buen surtido de especias picantes, tan agradable que lo pondría sin dudarlo un segundo como esencia de mi habitación.

Su sabor es tambien fuertemente afrutado, con un toque de cítricos pero predominando con claridad frutas dulces y maduras, abarcando el mismo espectro que en el aroma. Por supuesto la malta no se esconde y surge bien acompañada por caramelo, toffee, dando una densidad al trago casi perfecta. Las especias, principalmente clavo y canela, son aquí incluso más llamativas; se combinan a la perfección con la acidez antes mencionada y con el profundo calor del alcohol, evocando un buen ron venezolano, y le dan a la cerveza el punto de agresividad que necesita. Un equilibrio ejemplar y sin renunciar al sabor, pocas Dubbel hay en el mundo que puedan mirar a la cara a esta... y encima tenemos la suerte de poder conseguirla con facilidad.

NOTA:



Actualizado por Sir Asf:

CARACTERÍSTICAS: Aprovechando los últimos días antes de las vacaciones de Semana Santa, y la idea de hacer una ensalada de patatas de receta belga, me agencié una Chimay Roja para acompañar la cena (siempre se acierta con estas cervezas), ya que aún no había hablado de ella por aquí.

Esta Ale Belga ostenta un color cobrizo, bastante turbio, sobre el que se posa una esponjosa capa de espuma beix que no va a durar excesivamente, pero que se mantendrá en menor medida durante todo el trago. Se aprecia un olor dulce y afrutado, a melocotón, malta y pasas. Durante el trago se expande en la boca un sabor floral completo, donde destacan las frutas maduras, el caramelo y un leve amargor que equilibra la forma al final. El choque con el paladar genera espuma, donde destaca levemente la concentración alcohólica, evocando el sabor de un coñac añejado, pero aportando unas características cerveciles únicas.

Es más suave que su hermana Azul, con menos alcohol y menor intensidad en el sabor. No obstante mantiene un nivel muy alto, y es una elección fantástica.

NOTA: