Bakalář es una marca muy conocida en República Checa (o Chequia, nunca me queda claro cuál es el nombre correcto), y que sin embargo fuera de sus fronteras se encuentra con cuentagotas. Se elabora en Pivovar Rakovník, en la ciudad del mismo nombre, que se encuentra en la región checa de Bohemia, de gran importancia en el mundo cervecero. La elaboración de cerveza en esta ciudad se remonta al siglo XV, cuando Ladislav Pohrobek o Holec, rey de Hungría y Bohemia y Duque de Austria, otorgó a la ciudad el "Mílové Právo" (Derecho de Milla), que garantizaba a los artesanos gremiales el monopolio de venta de sus productos en un radio de una milla alrededor de la localidad.
Tras la II Guerra Mundial fue nacionalizada y formó parte de varias empresas nacionales, hasta que en 1991, con la disolución de la URSS, fue privatizada. Esto tuvo un fuerte impacto en el negocio, teniendo que cerrar en 1997, y hasta 2004 no se volvió a elaborar cerveza en Rakovník, tras su adquisición por NT-Retex. En esta década cambió de manos entre grupos internacionales en varias ocasiones, sin que quede muy claro quienes son los actuales propietarios, y sin embargo afirman ser una de las pocas cerveceras industriales independientes que quedan en este país, afirmación un tanto cuestionable.
Su lema es "Unus papa Romae, unus portus Anconae, una turris Cremonae, una ceres Raconae" (Un Papa en roma, un puerto en Ancona, una torre en Cremona, una cerveza en Rakovník). En la actualidad se producen 4 marcas en esta fábrica: Bakalář, con 9 referencias distintas, Černovar Světlé y Černé, Pražačka, destinada a la exportación, y Staročeské. Y aquí presento unas cuantas:
- Bakalář Medový Speciál: Pilsner con miel de los bosques de Krivoklat añadida, que es capaz de dar un rol importante a este ingrediente pero sin eliminar el resto del conjunto. Es intensa, predomina el dulce pero el cereal está también muy presente, tiene bastante cuerpo y da una sensación oleosa. Una Märzen un tanto especial.
- Bakalář Světlý Ležák: sabrosa, bien cargada de cereal, pero fresca y de trago fácil. Gracias a una carga de lúpulo generosa termina en un amargor herbal y mineral bastante marcado. Perfecta compañera para el final de una tarde de primavera, a ser posible al aire libre.
- Bakalář Tmavá Desítka: de trago ligero pero con un sabor muy potente, en el que rebosa el torrefacto y el regaliz negro, llegando a coquetear con el ahumado. Una cerveza muy curiosa, hacía tiempo que no probaba nada que se le pareciese, y que me ha gustado mucho.
- Bakalář Za Studena Chmelený: cerveza estupenda, dry-hopping de Saaz a partir de una lager checa. Buena base de malta, cuerpo contundente, y una intensa mineralidad, envuelta en hierba recién cortada, que el aporta el lúpulo. Fresca, afilada, si alguien quiere saber exactamente como sabe el lúpulo Saaz, no hay mejor oportunidad.
- Pražačka: poca espuma, poco aroma, y un dulzor artificial como de sirope que se acompaña a una ración de lúpulo sorprendentemente generosa. Está claro que es la línea modesta de la fábrica, no la recomiendo en absoluto.
Por supuesto que hay mejores marcas en República Checa, no hay más que leer el blog de Pivní Filosof para asomarse a ese mundo inabarcable. Sin embargo, creo que Bakalář es una buena representante de las cervezas de este país que permite que los más neófitos nos hagamos a la idea de sus estilos.
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