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domingo, 18 de febrero de 2024

Zundert 8

MARCA:
Zundert
MODELO: Zundert 8
ESTILO: Tripel trapense (8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: Me costó ponerme con las cervezas de Zundert, pero con esta reseña de Zundert 8 ya he cubierto todas las referencias de esta fábrica (exceptuando Zundert 4, que se elabora exclusivamente para consumo en la propia abadía, y por lo tanto no puedo acceder a ella). Según sus responsables se trata de una Tripel con 8º de alcohol, aunque debo de reconocer que hasta que no lo leí en su página no la habría clasificado dentro de este estilo.

En parte esto se debe a su aspecto, de un color pardo rojizo en vez del dorado habitual, y con una buena capa de espuma beige similar al merengue. En nariz resulta muy aromática, bastante acaramelada, con intensas notas de malta, toffee, manzana, naranja y un punto de limón, sobre un fondo de cereales. La levadura belga y recuerdos de azúcar candy indican de forma inconfundible el origen de la cerveza, e infiltrándose en el resto del conjunto consiguen crear un aroma muy completo y armonioso.

En boca ni se cambia la orientación ni se baja el nivel. La malta y el toffee están algo más presentes, rodeados por pan blanco y cereales, mientras que la fruta aporta el frescor al trago. Inicialmente destacan albaricoque y naranja confitada, mientras que al final se refuerza la acidez, que se integra a la perfección con el amargor herbal del lúpulo noble y notas de clavo. Regusto largo que arrastra notas de pomelo, levadura y hierba. La sensación que tuve al probarla es el estar ante una cerveza muy completa, digna del selecto club de las cerveceras trapenses, y que posiblemente estaría entre las que comprase con más frecuencia si la tuviese al alcance a menudo.

NOTA:



viernes, 8 de septiembre de 2023

Zundert 10 Quadrupel

MARCA:
Zundert
MODELO: Zundert 10 Quadrupel
ESTILO: Quadrupel (10% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: La Abadía Maria Toevlucht se encuentra en Países Bajos, entre Zundert y Schijf, muy cerca de la frontera con Bélgica, en la zona cercana a Amberes. Se trata de un monasterio que pertenece a la Orden Cisterciense y donde, desde diciembre del 2013, se elabora la marca de cervezas Zundert, evidentemente con denominación Trapense. El nombre de la fábrica, en castellano "El Avefría", hace referencia a forma de la veleta que se encuentra en el techo del antiguo granero que ahora alberga sus instalaciones.

Esta Quadrupel que comento hoy la empezaron a elaborar en el 2018, previamente su única referencia era la Tripel llamada Zundert 8. En aspecto las cervezas belgas no tienen rival, y esta sigue esa norma. Tiene una espuma de color beige intenso de más de dos dedos de grosor y buen agarre al vidrio, que protege un líquido marrón roble con reflejos rojizos. Aroma intenso, rebosa malta tostada, frutos secos caramelizados y toffee, con un fondo de ciruelas y plátano. Se perciben además notas de clavo, estas especialmente intensas, y chocolate.

En boca es una cerveza muy contundente, aunque la carbonatación viva le quita pesadez y da volumen al sabor. Comienza menos dulce que otros ejemplos del estilo, con muchos tostados en forma de frutos secos, cacao y café que compensan intensas notas de malta, sirope de caramelo y más suave ciruelas, cerezas y refresco de cola. Mucha fruta en el final, salpicada de torrefacto, cacao, y un buen golpe de lúpulo noble herbal y cítrico, algo que no esperaba en una Quadrupel pero que no le sienta nada mal. Compleja y equilibrada, con los 10º de alcohol totalmente imperceptibles y, la verdad, bastante original. No sé cómo me ha costado tanto probarla.

NOTA:



viernes, 11 de agosto de 2023

De Molen Heen & Weer

MARCA: De Molen
MODELO: De Molen Heen & Weer
ESTILO: Tripel (9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: Las cervezas de De Molen las tengo bastante descuidadas a pesar de que hubo una época en la que las bebía con frecuencia. Es curioso porque además no necesitaba novedades y rotando entre Vuur & Vlam, Rasputin y Hel & Verdoemenis estaba más que satisfecho. Casi por nostalgia últimamente he decidido repasar su catálogo, y este verano le ha tocado el turno a esta cerveza cuyo nombre significa "Atrás y Adelante".

Es una Tripel algo oscura, de un color ambar anaranjado, y totalmente cristalina. Al servirla surge una buena capa de espuma blanca y con el paso del tiempo persiste medio dedo sin dificultad. Aroma de intensidad media, predomina el dulzor, con malta, galleta y frutas de hueso infiltradas por lúpulo herbal y tropical, dejando en un segundo plano azúcar candy y levadura belga.

En boca es una cerveza redonda y golosa, con mucha malta, caramelo, galleta, melocotón en almíbar y naranja confitada, con algún deje tropical. Hacia el final aparece un amargor marcado, verde, cítrico, pero que sin embargo la malta es capaz de dominar e integrar, con una buena carga de lúpulo americano que resalta la fruta. Alcohol perceptible pero no molesto, salpicado de pimienta y clavo, que le da un carácter licoroso al largo regusto. Independientemente de a quién pertenezca De Molen ahora mismo creo que esta es una buena receta para una Tripel con un punto de modernidad.

NOTA:

jueves, 27 de abril de 2023

Monográfico Bliksem

Bliksem, que significa "relámpago", es el nombre de una cervecera neerlandesa fuertemente ligada a la música, y en concreto al metal . Este amor por la música más pesada les lleva a elaborar cervezas muy contundentes, y entre sus cervezas habituales la menos alcohólica es una Tripel de 9º, Hemel Vuur. 

Fue fundada en el año 2014 en Breda por Merijn Dietvorst y Sebastiaan van Fessem, aunque la idea surgió en el 2013 durante un concierto de Iron Maiden en Londres. Su primera cerveza salió al mercado en junio de 2015 bajo el nombre "Saison in the Abyss", e inicialmente tan sólo elaboraban 750 litros al mes en otras fábricas locales: De 3 Horne, Ramses, Vandeoirsprong y Breda. 

Desde el año 2020 cuenta con un proyecto conjunto con la cervecera Ramses al que han llamado Brack, y que se financió por crownfunding. Se trata de un local de restauración con 34 tiradores donde se pueden probar las elaboraciones de ambas fábricas, y ocasionalmente disfrutar de algún evento musical. Tiene además una microcervecera de 600 litros que les permite sacar 2-3 nuevas cervezas al mes que venden mayoritariamente en el local.

Como ya comenté en una entrada anterior, cada cerveza viene con una recomendación musical. Sin embargo, además de describirlas me ha parecido divertido hacer una propuesta alternativa, así que allá va:

- Bliksem Abyss: Blonde de aroma seductor, trago especialmente redondo y acaramelado, tan densa como una Weizen alemana. Quizá por el estilo habría sido de las últimas que habría comprado, y sin embargo es una de las que más me ha gustado de la fábrica. Eso sí, Slayer es afilado y rápido (aunque quizá si elección de Seasons in the Abyss lo sea menos), esto necesita algo un poco más reposado y a la vez contundente. ¿Qué tal Heavy Lies The Crown de Orange Goblin

- Bliksem Grom: significa "trueno" en ruso. Es una Imperial Stout de corte dulzón, con abundancia de frutas del bosque, chocolate y vainilla que predominan sobre los tostados. Cálida y golosa, 12.5º de alcohol bien integrados aunque presentes. Lo único que no me encaja es la recomendación musical, para el Black Metal sucio de los primeros discos de Behemoth me pega más una cerveza más áspera. Propongo algo más melódico, por ejemplo la maravillosa Colossus de Borknagar.

- Bliksem Hemel Vuur: Tripel redonda y maltosa, bien cargada de frutas maduras y repostería. Se acerca peligrosamente a un licor aunque no pierde el control ni un minuto... eso sí, los 9º de alcohol se notan, eso no cabe duda. AC/DC me sabe a poco para esta cerveza, yo pensaría en Havukruunu y su gran disco Kelle Surut Soi.

- Bliksem Winter Sabbath: Quadrupel navideña repleta de especias, casi más parecida a un vino dulce o un licor que a una cerveza. De todas formas tiene un sabor profundo, cálido y reconfortante, perfecto para el invierno y, como ya dije, para acompañar el excelente debut de Batuhska: Litourgiya

La verdad es que esta fábrica me ha dado muy buena sensación. Es todo cañero pero bien hecho, no se pierde de vista el equilibrio, y el que sean amantes del metal es un añadido. Se escapa de la tradicionalidad que tanto busco últimamente pero no hay que ser cerrado, lo que es bueno es bueno.

jueves, 2 de febrero de 2023

Bliksem Winter Sabbath 2021

MARCA:
Bliksem
MODELO: Bliksem Winter Sabbath 2021
ESTILO: Quadrupel de Navidad con especias navideñas y ron (11% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: Fundada en Breda en el año 2014 por Merijn y Sebastiaan, Bliksem es una cervecera fuertemente ligada al metal, tanto es así que cada cerveza viene con una recomendación musical para maridar la cerveza. Tienen un catálogo con 6 cervezas regulares, en este momento 8 de temporada y dos dentro de una serie que denominan "Antología". Esta que pruebo hoy estaría dentro de las de temporada, aunque es una modificación de su reputada Quadrupel Black Sabbath, y se viene elaborando desde el año 2020. La receta y los ingredientes varían dependiendo del año, y en la del 2021 añadieron vainilla, laurel, anís estrellado y pasas, además de una infusión con ron BelcRUM de Breda.

Luce muy oscura y turbia, de un color azabache que apenas cambia al rubí con la luz, con la típica espuma belga, beige casi marrón, de burbuja microscópica, persistente, aunque no demasiado abundante. El aroma recuerda al de un licor de Pedro Ximénez, con un torrente de caramelo, sirope de chocolate, vainilla, uvas y ciruelas pasas, incluso un punto de dátil, sobre una cama de malta tostada. Tras un primer golpe dulce emergen los tostados, pan integral y un punto de torrefacto, de la mano del lúpulo mineral y herbal, y le dan una dimensión mucho más completa.

El sabor sigue más bien el camino de esta segunda parte del aroma, tiene su dulzor y es redondo, pero resulta más bien sobrio, y el trago es menos pesado de lo que se intuía. De textura sedosa, tiene un núcleo de malta con un tueste marcado, cereal, pan integral y frutos secos caramelizados, con su fondo de frutas del bosque y ciruelas. Cacao al principio que poco a poco se transforma en chocolate, acompañado por el ron al que se suman intensas notas de vainilla, para terminar con un amargor noble. Regusto licoroso, largo y cálido, en armonía con la vainilla y el cacao. A pesar de que soy fiel (bastante) a la Reinheitsgebot, esta cerveza me ha gustado. Aunque más que en Black Sabbath me hace pensar en Litourgiya de Batushka.

NOTA:




jueves, 10 de febrero de 2022

De Molen Keulen & Aken

MARCA: De Molen
MODELO: De Molen Keulen & Aken
ESTILO: Weizenbock (9'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: Aunque ahora ya nos hemos acostumbrado a su existencia, hace no tantos años De Molen era un referente a nivel mundial del fenómeno de la cerveza artesana. Esta fábrica, que debe su nombre al molino De Arkduif en el que se encontraban sus instalaciones originales, fue fundada por Menno Olivier en el año 2004. Su popularidad fue creciendo gracias a cervezas de excelente reputación como Hel & Verdoemenis, Vuur & Vlam, Amarillo o Rasputin, posicionándose entre las mejores cerveceras del mundo en diferentes listados, mientras algunas de sus elaboraciones recibían premios de reconocido prestigio. En el momento actual forma parte del gigante empresarial Swinkels, antes conocido como Bavaria, quien adquirió el 35% de la compañía en 2015 y el resto en el 2019, aunque según el equipo de De Molen sin forzar ningún cambio en el funcionamiento de sus instalaciones ni, por supuesto, en la calidad de las cervezas.

He bebido unas cuantas De Molen en mi vida, algunas repito con frecuencia, pero esta no la conocía hasta la fecha. Se trata de una Weizenbock, estilo que me gusta mucho, con unos respetables 9.2º de alcohol, y que tiene alguna versión envejecida en barrica tanto de vino como de bourbon. Es de un color oro brillante, más cercana a Weizenbock más claras como Vitus, casi totalmente opaca y con 2 dedos de una espuma blanca cremosa. En nariz no es excesivamente expresiva, se presenta sobretodo con malta cruda y toffee, y también son claras las notas de plátano y levadura. Más de fondo está manzana golden, un punto cítrico y delicado lúpulo terroso y herbal. No está mal pero tampoco es que acabe de definir del todo, y cuando la abrí empecé a temerme un intento fallido de emular un estilo alemán.

Nada más lejos de la realidad, en boca sale airosa del lance, siendo una cerveza bastante fiel al estilo aunque algo subida de potencia. Es de cuerpo más bien alto, con una textura cremosa, en parte gracias al trigo malteado. Igual que el aroma, empieza con abundante malta y caramelos de toffee, también destacan frutas muy maduras, entre ellas dulce de membrillo, plátano, manzana golden y algo de pera. Hacia el final salen notas de melocotón y miel, se potencia el plátano, y surge un amargor con el calor del alcohol, una acidez de naranja madura, especia picante, suaves minerales y hierba, quedando la fruta en el larguísimo regusto. Una cerveza de mucho nivel, quizá algo menos delicada que referencias alemanas, pero a cambio de ello es directa y potente, sin transgredir el equilibrio.

NOTA:

miércoles, 6 de octubre de 2021

Monográfico Bird Brewery

Rik van den Berg y Ralph van Bemmel se conocieron en un curso de la certificación StiBON, un equivalente al famoso Ciccerone, en Amsterdam. En aquel entonces Rik formaba parte de la junta de la asociación cervecera 't Nieuweland, mientras que Ralph era el responsable de la tienda de cerveza online Bierlab.

De forma un poco espontánea, una noche de juega terminó con la decisión de que iban a hacer un crowdfunding para elaborar su primera cerveza, Rumoerige Roodborst. Esta convocatoria fue un auténtico éxito, habiendo vendido más de la mitad de la cerveza antes de que terminase el crowdfunding, lo que les animó a continuar con la elaboración de cerveza. Y así nacio Bird Brewery.

Los primeros lotes se produjeron en Kees Brouwerij, pero por falta de capacidad de esta fábrica pasaron a elaborar en Jopen Browerij. Cada cerveza está representada por un pájaro distinto, el nombre es siempre un juego de palabras (divertidísimo según aseguran sus responsables), y en sus coloridas etiquetas está escondido el logo de la fábrica, aunque a veces hay que buscar bien. Del diseño de las etiquetas se encarga el hermano de Ralph van Bemmel.

Ahora mismo trabajan 6 personas en la fábrica, y producen un buen número de cervezas distintas: 9 regulares, 3 estacionales, un montón de elaboraciones especiales, 3 envejecidas en barrica y algunas colaboraciones. Tienen además un compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente bastante curioso, y es que por cada 100 litros de cerveza que elaboran plantan un árbol... y han superado ya ampliamente los 60000.


Solo he podido probar algunas de sus cervezas regulares, pero me han bastado para tener una imagen bastante completa de la fábrica:

- Datisandere Koekoek: a pesar de los experimentos e innovaciones que diferentes fábricas vienen haciendo con este estilo en estos últimos años, esta se mantiene fiel al patrón clásico y consigue una Saison resultona, muy sabrosa, fresca, frutal y perfectamente equilibrada.

- Nog Eendje: por el "funky" me esperaba  algo ácidamente descompensado pero no es así en absoluto. Se trata más bien de una Blonde belga bien hecha, con un ligero toque de acidez que no sé si encontraría en si la etiqueta no me avisase, y que destaca sobretodo al vaciar la botella.

- Nognietar Huismus: una Brown Ale, la gran olvidada tanto de las fábricas clásicas como de las modernas. Por suerte hay algunas honrosas excepciones, como puede ser la de Samuel Smith, la de Anchor o esta. Muy elegante y sobria, todo frutos secos y cereal, aunque con un punto moderno que refuerza el carácter.

- Rumoerige Roodborst: más maltosa en aroma, con intensas notas de cereza picota, mientras que en el sabor se evidencia el perfil norteamericano, aunque más orientado hacia la Costa Este con frutas tropicales, y quizá algo de resina. Me ha encantado, me tomaría dos pintas bien a gusto.

- Zwaan Zinnig: una Wit impecable. Es refrescante y a la vez muy sabrosa, cargada de cítricos y con un buen soporte de malta. A la altura de referencias clásicas como Hoegaarden o St Bernardus.

La verdad es que es una fábrica que ha cosechado un  éxito más que considerable en los World Beer Awards, sin embargo la impresión que tengo es que en España es una gran desconocida. A mí me ha gustado mucho; hacen cervezas de estilos en su mayoría tradicionales y, aunque alguna vez transgreden esta tendencia, cuando esto sucede no pierden de vista el equilibrio como principal indicador de calidad. De precios, estupendo: alrededor de 2.5 euros. Repetiría, y repetiré.

domingo, 9 de mayo de 2021

Bird Nognietnaar Huismus

MARCA: Bird
MODELO: Bird Nognietnaar Huismus
ESTILO: Brown Ale (6'4% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: Creo que a todos nos ha pasado que alguna marca de cerveza nos ha entrado por los ojos, de hecho por esto hay tanto trabajo detrás del diseño. Pues eso ha sido lo que me ha pasado con la neerlandesa Bird Brewery, y cuando vi sus bonitas etiquetas no pude resistirme y me llevé algunas botellas. Esta joven cervecera fue fundada por Ralph van Bemmel, antiguo propietario de la tienda online Bierlab, y Rik van den Berg. Por el momento no tienen instalaciones propias; inicialmente elaboraban en Kees Browerij y después pasaron a hacerlo en Jopen. Su repertorio incluye 8 cervezas fijas y 3 estacionales, y cada una viene representada por una etiqueta con un pájaro distinto, además de poderse encontrar escondidos a Ralph y Rik, y también el logo de la fábrica.

Mi primer contacto ha sido con el gorrión, una Brown Ale de corte americano, o eso he deducido por la graduación alcohólica algo elevada. Tiene un bonito color marrón pardo, teja en su base, con una mínima turbidez. El servicio genera una espuma beige compacta, de burbuja microscópica, con medio dedo de grosor. En nariz es fresca, directa, con gran cantidad de malta, frutos secos y grano tostado, y un punto de caramelo y frutas oscuras que redondean el aroma. El lúpulo americano está, pero afortunadamente es discreto, y sin romper el equilibrio aporta delicadas notas de naranja madura y hierba, junto con un suave toque de especia.

Difiere con las Brown Ale más clásicas en que está algo más carbonatada de lo habitual, aunque el sabor mantiene la sobriedad del estilo y hace especial énfasis en los tostados. Al igual que en aroma, el núcleo fundamental es la malta, nueces, potentes tostados e incluso un gusto a café. El dulzor, muy moderado, depende sobretodo de ciruelas, frutas del bosque y picotas. Termina en un amargor medio, que refuerza la presencia del café y lo hace el principal protagonista, junto con algo de cítricos, especia picante, suave alcohol y notas minerales. Me ha gustado mucho, conserva la esencia de las Brown Ale británicas, introduce algo del carácter y la fuerza de las americanas, y mantiene el equilibrio. No hay que perder de vista a esta fábrica.

NOTA:

domingo, 22 de diciembre de 2019

Kees American Barley Wine

MARCA: Kees
MODELO: Kees American Barley Wine
ESTILO: Barley Wine (11'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: Kees Bubberman comenzó su carrera en el mundo de la cerveza en el año 2007, trabajando en la cervecera nederlandesa Emelisse. En el año 2014 decidió iniciar su propio proyecto en su ciudad natal, Middelburg, también en la provincia de Zelandia, y tan solo un año después las primeras cervezas de Kees Brouwerij salieron a la venta. En el momento actual elaboran entre 10 y 20 cervezas distintas, y aparentemente todas en formato lata (tengo la suerte de haber encontrado esta de un lote anterior).

Se trata de una Barley Wine con Sorachi Ace y Fuggles de más de 11º de alcohol. Es completamente turbia, de un color marrón rojizo, pardo. La espuma es beige, y si bien no es abundante la retención es muy buena. El aroma es muy intenso, denso, casi viscoso. Domina malta tostada dulce, sirope de caramelo y toffee, todo en cantidades industriales, apoyado en galleta, bizcocho, nueces e incluso algo de mazapán. Por la influencia del lúpulo americano las frutas no se limitan a las más oscuras como ciruelas, sino que también hay una parte importante de cítricos, representada por naranja licorosa y suave pomelo. El alcohol es evidente, va de la mano con bastante pimienta, e incluso algún recuerdo de vino tinto. Queda dentro de los ejemplos más acaramelados del estilo, aunque el lúpulo generoso evita el empalague. No obstante es una cerveza exuberante en todos los sentidos.

Al beberla es resulta curioso comprobar que no tiene tanto cuerpo como uno esperaría. La base fundamental es de malta, caramelo y cereales, que se acompañan de frutas, principalmente ciruelas. Sale en seguida el lúpulo y lo hace sin compasión, secando el trago, con toneladas de naranja muy madura que recuerdan al Cointreau, maracuyá y leve mango, y mucha hierba y pino. Se funde con el amargor final e irrumpe entonces el alcohol, para mi gusto algo descontrolado, y mucha especia picante, sobretodo pimienta y también algo de clavo. Es una referencia con buenas críticas pero a mí no me ha gustado: me falta malta, me falta profundidad, y me sobran lúpulo y alcohol, que arrasan con todos los demás sabores. Creo que hay que darle una vuelta a esta cerveza.

NOTA:

martes, 29 de agosto de 2017

Jopen Hoppenbier

MARCA: Jopen
MODELO: Joppen Hoppenbier
ESTILO: Blonde con cebada, trigo y avena (6'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: En la primera reseña que hice de una cerveza de la fábrica Jopen ya comenté como, con la ayuda de un historiador y un arqueólogo, habían recuperado dos recetas con más de 500 años de antigüedad de los archivos municipales de Haarlem. Una de ellas es Hoppenbier, data de 1501, y se trata de una Blonde belga elaborada con malta de cebada, malta de trigo y avena, y con carga de lúpulo algo mayor de lo habitual.

Su color es dorado pálido, mate, casi tan turbia como una Weizen, con burbujas microscópicas ascendiendo en rosario. Tiene una generosa capa de espuma blanca, cremosa y compacta, con una firme adherencia al vidrio. El perfume es muy refrescante, se combinan naranja dulce, fruta tropical, ácidas notas de limón y algo de albaricoque con una dulce base de malta, cremosa y acaramelada, que incluso recuerda a gominolas. Hay también una carga importante de levadura láctea, e intensas notas florales del lúpulo, muy bien ensamblado. El resultado final es un aroma sosegado pero muy sólido, sin grietas.

Por boca pasa con calma, y es que tiene una textura verdaderamente densa. Desde el principio el cítrico está muy acentuado, con notas de lima, pomelo, limón y más suave naranja, con un deje medicinal. El núcleo está compuesto por cereal crudo y trigo, haciendo que el trago sea bastante seco en todo momento. Al final se suman piel de limón, hierba y especia picante, y son las principales protagonistas del amargor, astringente y con un punto terroso, mineral y quizá incluso algo salado que puede recordar a las Ale de Burton. Nada más servirla el sabor puede resultar un poco arisco, pero al añadir la levadura de la botella los matices se atemperan bastante, gana algo de dulzor y en mi opinión queda más redonda. Ha sido interesante beberse un trocito de historia cervecil y, además, por mucho que se trate de una curiosidad tampoco se queda corta en calidad.

NOTA:

viernes, 2 de diciembre de 2016

Jopen Jacobus RPA

MARCA: Jopen
MODELO: Jopen Jacobus RPA
ESTILO: American Pale Ale con centeno (5'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: Harleem es una ciudad de alrededor de 150.000 habitantes situada en la costa oeste de los Países Bajos. Antiguamente conocida por albergar un gran número de fábricas de cerveza, que destacaban además en la producción de Koyt, un estilo de cerveza medieval que emplea en su elaboración diversos cereales y una mezcla de hierbas denominada "gruit" que sustituye al lúpulo. La última de sus fábricas, Het Scheepje, tuvo que cerrar en 1916 por la baja demanda de sus productos provocada por la popularidad de las cervezas lager, y no fue hasta la década de los 90 cuando se volvió a elaborar cerveza en Harleem. Para ello se tuvo que recurrir a dos recetas antiguas encontradas en los archivos municipales de la ciudad, una de 1407 y otra de 1501 que, tras ser verificada su autenticidad por el arqueólogo Maarten Poldermans y el historiador Loes Vroom, dieron origen a Koyt y Hoppen respectivamente. Estos hechos favorecieron la fundación en 1996 de la cervecera Jopen, quienes incluyeron entre sus referencias estas dos elaboraciones, además de muchas otras.

La cerveza que voy a comentar hoy es su APA con centeno, un cereal que siempre que aparece en mi vaso me trae grandes alegrías. Es de color pardo, bastante turbia, con un aspecto inmejorable gracias a una espuma muy densa y cremosa, en cantidad abundante y con una retención tremenda. La entrada en nariz espectacular, con un puñetazo de resina y hierba aportado por el lúpulo americano, dejando una deliciosa estela de maracuyá y mango, mientras queda un contundente fondo de malta tostada, caramelo y toffee. Completan un punto de clavo, recuerdos de cáscara de limón y algo de pomelo, consiguiendo un conjunto exquisito.

De cuerpo medio-alto, sobretodo para el estilo, es evidente la calidez y sedosidad del centeno. El sabor lo domina la dulce malta, densa y potente, y a medida que avanza el trago sale el lúpulo, con un carácter más tropical en el que el mango es el protagonista, mientras que el pino es algo más discreto. Final de amargor moderado, con fruta, algo de cítricos, y es en el regusto final cuando se seca, aparece la astringencia, se refuerzan limón y pomelo y aparece especia picante y hierba. Es una cerveza compleja y muy bien equilibrada, generosa con el lúpulo pero sin dejar de lado la malta, lo que yo creo que es fundamental para cualquier elaboración. Era la primera vez que probaba nada de Jopen y me he quedado muy impresionado con el nivel, posiblemente se encuentre entre las mejores APA que he tomado este año.

NOTA:

miércoles, 12 de octubre de 2016

Lindeboom Oud Bruin

MARCA: Lindeboom
MODELO: Lindeboom Oud Bruin
ESTILO: Brune (3'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: En Neer, un pequeño pueblo de unos 3.500 habitantes situado en el Sureste de los Países Bajos, se encuentra la fábrica de cerveza Lindeboom. Esta fue fundada en 1870 por Willem Geenen, un hombre dedicado hasta entonces a la agricultura, y en el momento actual sigue en manos de sus descendientes. Cuentan en su catálogo con 13 variedades de cervezas distintas agrupadas en 3 marcas, Lindeboom, Venloosch y Gouverneur, y la que yo voy a comentar es su supuesta Oud Bruin

Era difícil dejar escapar la oportunidad de comprar una botella de este estilo tan esquivo, y sin embargo creo que ha sido la mayor decepción cervecera de este año, quizá potenciada además por ser totalmente inesperada. El color es muy oscuro, pero no decir negro mate, y quedan en superficie apenas unos restos de espuma de color ceniza. Su aroma es muy dulce, similar al de una Doppelbock como EKU 28, repleto de denso caramelo, sirope, malta tostada y toneladas de fruta, sobretodo ciruela madura y pasas. Tiene no obstante un toque balsámico muy leve, con una mínima acidez, que hace que inicialmente pueda cuadrar con una Oud Bruin, aunque es cierto que tendría que ser mucho más evidente en el sabor.

Por desgracia no es así. En boca el dulzor está totalmente descontrolado, resulta  muy empalagosa y tampoco tiene cuerpo para soportarlo. Se presenta como malta tostada, una cantidad de caramelo y sirope insoportable, recordando a gominolas o Coca-Cola que ya ha perdido el gas. Muy ligera, el trago es planísimo y el final se desvanece en la nada. Respecto a la acidez detectada en nariz, aquí está desaparecida por completo. La impresión final es catastrófica, es una cerveza monodimensional, muy industrial y que parece difícil catalogar como una Oud Bruin. Salvo que alguien de confianza me diga lo contrario, evitaré tanto esta cerveza como el resto de productos de la fábrica.

NOTA:

martes, 29 de marzo de 2016

Kompaan 39 Bloedbroeder

MARCA: Kompaan
MODELO: Kompaan 39 Bloedbroeder
ESTILO: Russian Imperial Stout con oporto (9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: Kompaan es una joven cervecera fundada por Jasper Langbroek y Jeroen van Ditmarsch, dos amigos nederlandeses que compartían su pasión por la cerveza. Inicialmente elaboraban sus cervezas en una fábrica alemana, pero el fuerte apoyo que consiguieron a través de una campaña de crowdfunding les permitió construir en el año 2015 las instalaciones actuales en La Haya, ciudad donde se encuentra su bar.
Quitando algunas cervezas especiales fruto de colaboraciones o su serie envejecida en diferentes barricas, cuentan con 5 elaboraciones básicas, y la que voy a comentar hoy es Bloedbroeder, una Imperial Stout a la que se le ha añadido vino de Oporto.

Tan negra como es posible para una cerveza, opaca al 100%, tiene un brillo como el del azabache, y sin embargo su aspecto no parece tan denso como el de otras referencias del estilo. Genera un volumen considerable de espuma beige de burbuja microscópica, consiguiendo una imagen muy apetecible. El marcado dulzor del aroma resulta llamativo: dirige la entrada malta tostada, caramelo y sirope envueltos en frutas oscuras maduras y cacao, mientras que quedan de fondo regaliz negro, que se infiltra con disimulo en el conjunto, y un medido deje cafetoso. Éste último poco a poco gana algo de fuerza, y es arrastrado por el claro carácter herbal del lúpulo, tras el cual se intuye algo de alcohol.

En boca se produce un cambio de tercio evidente. Empieza un ligero dulzor con tostados, cacao y algo de frutas del bosque, y de pronto irrumpen café y malta quemada, dominando el sabor con claridad. De fodo están regaliz negro, frutos secos, cacao puro y un deje de limón. Cuerpo medio, quizá un poco ligero para el estilo, termina en un amargor áspero y torrefacto, aunque tampoco muy intenso, con un deje herbal y mínimo calor alcohólico. Rica Imperial Stout, sobria y firme, no me ha resultado nada impresionante pero el resultado es satisfactorio. Eso sí, el Oporto yo no he sido capaz de encontrarlo.

NOTA:

domingo, 21 de febrero de 2016

Hertog Jan Grand Prestige

MARCA: Hertog Jan
MODELO: Hertog Jan Grand Prestige
ESTILO: Quadrupel (10% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: En la provincia de Limburgo, una región de los Países Bajos situada entre Bélgica y Alemania, se encuentra la cervecera Hertog Jan. Fue fundada en 1915 en la pequeña localidad de Arcen, de apenas 2000 habitantes, y su nombre hace homenaje a Jan I, Duque de Brabante durante el siglo XIII de quien se dice que tenía gran pasión por la cerveza. Desde 1995 forma parte del grupo InBev, que posteriormente pasó a ser el monstruo conocido como Anheuser-Busch InBev. ( y da miedo por muchos motivos) Cuentan en su repertorio con 8 cervezas distintas, y entre ellas Grand Prestige sea posiblemente la de más alta categoría.

Se trata de una Quadrupel de color marrón rojizo, bastante opaca. Al servirla aparece una cantidad más bien escasa de espuma beige grisácea que rápidamente desaparece, cosa que por algún motivo esperaba. Tiene un aroma intenso, muy dulce y meloso, con gran cantidad de caramelo y sirope, malta tostada, chocolate con leche y más suave té negro. El perfil frutal sigue el tirón y se ponen a la misma altura ciruelas pasas, marcados dátiles y algún recuerdo de pera, acompañadas por la levadura belga. El lúpulo anda por ahí, pero su papel es muy discreto, apenas aporta algo de canela y flores, acordes con el conjunto.

El patrón del sabor es similar, cargado de malta, frutas maduras entre las que destaca el plátano, chocolate con leche y leve caramelo, con una densidad y un dulzor acorde al estilo. A medida que avanza el trago se seca un poco, aparece cacao, suave té negro y algo de tostados, y también pierde cuerpo, llegando a parecer una cerveza de fermentación baja. Concluye con un amargor muy moderado, cálido, frutal, con un generoso aporte de clavo, canela y alcohol picante, bien integrado y más presente en estómago que en garganta. En definitiva me ha parecido una buena cerveza, quizá el dulzor se escapa un poco cuando pasa un rato en la copa y puede parecer algo industrial, pero no resulta molesto y la sensación final es muy buena. Hay otras Quadrupel belgas que me gustan más y en otras ocasiones optaré por ellas, aunque debo decir que el precio de esta, 1'40 euros la botella, es inmejorable.

NOTA: 

viernes, 29 de mayo de 2015

FFdA #7: De Molen Mühle & Bahnhof Barrel Aged

MARCA: De Molen
MODELO: De Molen Mühle & Bahnhof Barrel Aged
ESTILO: Gose (9'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: Me resulta fascinante cómo el #FFdA se consiguió establecer como un evento clásico desde su primera edición, con más participantes en cada convocatoria, habiendo llegado hasta el punto de que ya varios meses antes de la fecha correspondiente mi cabeza empieza a plantear cuál de las cervezas que llevan más tiempo en mi despensa va a ser la candidata para la ocasión. Por eso, y antes de desarrollar mi aportación a esta séptima edición, quiero agradecer a Joan Birraire su propuesta y desear una larga vida a esta divertida (y útil) iniciativa.

Las últimas cervezas que he presentado al #FFdA han tenido la mayoría origen norteamericano, o al menos un marcado carácter de este país, así que tenía la intención de cambiar esta vez de orientación y centrarme en el viejo continente. Al final me decidí por una botella de Gose, una variedad de cervezas originarias de Goslar, al noroeste de Leipzig, que se caracterizan por estar elaboradas con el agua salada que ocupaba los acuíferos de la región, además de cilantro. Inicialmente parece que el proceso de fermentación se llevaba a cabo con levaduras salvajes, pero posteriormente los elaboradores pasaron a emplear levaduras de fermentación alta y bacterias lácticas para conseguir el sabor ácido característico.

Mühle & Bahnhof es la versión añejada en barrica de Matthias & Menno, una Gose fruto de la colaboración entre los neerlandeses de De Molen y Matthias Richter, maestro cervecero de una de las pocas fábricas que producen este estilo en la actualidad, Bayerischer Bahnhof. Es una cerveza muy turbia, de color marrón rojizo, parduzca, y apenas genera espuma al servirla, únicamente quedan burbujas gruesas en periferia. Su aroma es rarísimo; recuerda al Pedro Ximénez, es dulzón, se nota denso caramelo, malta tostada, melaza y algo más suave almíbar y frutas oscuras, y sin embargo, dentro de esta mezcla propia de un Barley Wine se oculta una acidez láctica, con notas de manzana verde, leve naranja, siendo incluso algo salada.

Y si para el olfato era desconcertante, su sabor no tiene nombre. Aparece una chispa de caramelo y malta, y después domina una acidez láctica, cítrica, con aspereza de la madera y algo de lúpulo herbal. Por último irrumpe la sal, mucho más potente de lo que esperaba, y dirige el final del trago, limitada por un amargor y acidez más secundarias, y rodeada de notas de madera, naranja, limón, especia picante y recuerdos de brandy. Regusto largo, ácido y salado por igual, y con un medido calor alcohólico que se agarra a la garganta y el estómago. Más allá de que el estilo es raro, esta cerveza me ha resultado excesivamente estridente y los diferentes matices no demasiado bien ensamblados, no tendría ningún interés en repetir. No obstante, como candidata al #FFdA creo que ha jugado un buen papel.

NOTA:

domingo, 24 de agosto de 2014

Emelisse Innovation Series: Smoked Rye IPA

MARCA: Emelisse
MODELO: Emelisse Innovation Series: Smoked Rye IPA
ESTILO: India Pale Ale de centeno ahumada (6'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: Con lo mucho que acostumbran a gustarme las cervezas de Emelisse, cuando vi en mi tienda habitual una botella de sus Innovation Series sentí ganas de colaborar con esta fábrica en la experimentación. De esta gama tenía fichada desde hace tiempo su Crème Brûlée Stout, una cerveza cuyo nombre no podría resultar más apetitoso, pero por desgracia la que estaba en las estanterías no era ésta, sino una IPA de centeno con malta Rauch, una mezcla bastante peculiar y, por qué no decirlo, peligrosa, a la que me enfrenté con ciertas dudas acerca de lo que podía encontrar. Lo que sí que tenía claro es que, fuera como fuese, el resultado merecía por lo menos un post aquí para relatar la experiencia.

El color que me iba a encontrar era todo un misterio, aunque por el centeno se podía deducir que iba a tener un tinte algo oscuro; así fue, y al servirla en copa me encontré un líquido color bronce anaranjado, de aspecto turbio. De su compacta espuma gris emanaba un llamativo aroma, inicialmente copado por bayas, uvas, cítricos, hierba y más leves recuerdos florales, quedando un perfume quemado en segundo plano. En cuanto reposa la cerveza este último emerge y le gana la mano al lúpulo, al envolverlo en un ahumado marcado, con toques de carbón, bajo el cual subyacen malta dulce, frutos secos y un mínimo punto tostado.

En boca el orden se invierte. Lo primero en aparecer es la dulce malta, acompañada por suave caramelo, especias picantes y fruta madura, destacando uva blanca, naranja dulce y algo de albaricoque, para dejar después paso al ahumado, con un fondo de cítricos y hierba. Éste se potencia en los últimos instantes, extendiendo intensos recuerdos de pomelo, limón, pino, hierba y mínimo jengibre que se combinan con el amargor final, mientras un dulzor maltoso impregnado de centeno y humo constituye el fondo. Para lo rara que es la combinación el resultado es bastante bueno, y tanto la agradable textura como el equilibrio con el que se presentan todos los matices son prueba fehaciente de que detrás de esta elaboración hay una mano habilidosa y experimentada. No obstante hay algo que me molesta, posiblemente el humo, y que me hace no tener especial interés volver a tomar esta cerveza. Supongo que es a lo que se exponen los experimentos.

NOTA:

lunes, 10 de marzo de 2014

Emelisse Espresso Stout

MARCA: Emelisse
MODELO: Emelisse Espresso Stout
ESTILO: Export Stout con café
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: En estos 7 años sólo hemos reseñado dos cervezas que contaban con café entre sus ingredientes, y en ambos casos se trató de una grata experiencia. Junto con otras que he podido probar por mi cuenta, mi impresión ha sido que este ingrediente congenia realmente bien con las cervezas oscuras, potenciando los matices del torrefacto sin necesitar prescindir de otras maltas, y a la vez sin sobrecargar demasiado el cuerpo. Y aprovechando que últimamente les estoy haciendo algo más de hueco a las Emelisse en este blog, me pareció una buena idea que la tercera cerveza con café que presentase se tratara de su Export Stout.

Servida en copa es petroleo puro aunque, eso sí, forma una abundante espuma beige-marrón, firmemente adherida a la pared del vaso, que impide confundirla con el oro negro. Mientras ésta va descendiendo lentamente, salen hacia la nariz toneladas de chocolate, adornadas con chispas de cacao y crema, sobre un fondo de frutas oscuras, intensas notas de caramelo, sirope y azúcar moreno. Por supuesto no podía faltar el café, pero su actuación es tan sorprendente como apropiada puesto que, en vez de inundar el aroma eclipsando a los demás matices, consigue únicamente infiltrar el conjunto, estando presente en todo momento pero sin llegar a destacar. El resultado final es un perfume complejo, denso y muy compacto, anticipo de lo que espera a continuación.

En boca hay mucho más café, aquí ya no infiltra sino que es parte fundamental. Se acompaña inicialmente de intenso cacao, más suave caramelo, sirope, frutas como uva negra, moras o ciruelas, y mínimo regaliz negro. Poco a poco este café va ganando terreno, seguido de regaliz y después cacao, a los que después se añaden notas de licor junto con afilados toques de especias picantes. El final es amargo, alcohólico, especiado... y como se puede suponer, muy reconfortante. Se termina entonces de abrir el sabor con gran voluptuosidad, desprendiendo notas de café solo, licor, cacao y crema, antes de terminar en un regusto de sequedad moderada. Llama la atención que a pesar su gran complejidad y de la potencia de los distintos sabores, es una cerveza que no se hace excesivamente pesada, sino que se bebe con relativa facilidad. Posiblemente se encuentre entre las mejores de Emelisse que he probado hasta el momento, y eso no es poca cosa.

NOTA:
 

lunes, 3 de febrero de 2014

Emelisse Witbier

MARCA: Emelisse
MODELO: Emelisse Witbier
ESTILO: Witbier (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: En Kamperland, una diminuta localidad de alrededor de 2000 habitantes localizada en la provincia neerlandesa de Zelanda, es donde se localiza ahora la fábrica de Emelisse, regentada por Kees Bubberman y John de Vries. En la actualidad la marca goza de una popularidad considerable y son pocos los que no conocen sus casi 20 productos distintos; no obstante, no siempre ha sido así, y durante un largo tiempo sus cervezas han pasado más desapercibidas. Por este motivo, hasta que consiguieron consolidar una demanda razonable, eran elaboradas en otras fábricas, como De Halve Maan y De Scheldebrouwerij.

Últimamente han pasado muchas de sus cervezas por mis manos, (y aparato digestivo seguidamente) y ha sido una grata experiencia. Entre otras agradables sorpresas, disfruté de su sorprendentemente denostada Imperial Stout y me reconcilié con su Red IPA. Decidí además reservar esta Wit para presentarla en el blog, como estoy haciendo hoy, por dos motivos: el primero es que hacía mucho tiempo que no comentaba una cerveza de este estilo, y el segundo, las serias dificultades que tengo para encontrar ejemplos que me entusiasmen.

El aspecto es algo atípico, frente al habitual amarillo pajizo, ésta es de un intenso color naranja, velado, con una generosa carbonatación que alimenta una espuma densa y compacta. En nariz vuelve la normalidad; sobre un fondo de suave malta dulce y tenue caramelo surgen, más exuberantes, naranja y albaricoque, adornados con el limón del trigo. Acaban de darle volumen notas florales, cilantro y clavo ligeramente picante, consiguiendo un aroma surtido y variado.

Siguiendo el corte clásico, en boca es ligera y no demasiado compleja. El papel de la malta es muy discreto, lo que da al trigo sin maltear la oportunidad de dispersar su acidez en forma de limón, y más suave lima, pomelo y aspirina, entre los cuales se infiltran medidos recuerdos de fruta tropical, naranja y albaricoque. Tras un recorrido un poco lineal termina en un final de amargor ligero y progresivo, alimentado por los cítricos, en el que brotan con fuerza las especias y el lúpulo floral y herbal. Para mi gusto es una buena Wit, aunque muy normalita, sin nada especial. Quizá pueda ser algo más ácida de lo habitual, y por lo tanto más refrescante, pero aun así no llama la atención... lo cual no quita que, de tenerla a tiro, no me importase volver a tomarla. 

NOTA:

martes, 22 de octubre de 2013

Jopen Adriaan Witbier

MARCA: Jopen
MODELO: Jopen Adriaan Witbier
ESTILO: Witbier (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: De nuevo me dejo caer por aquí, esta vez para hablar de una wit que probé hace ya bastante tiempo, pero cuya botella aguardaba escondida detrás de mi ordenador, para en cualquier momento salir y acusarme de no haber hablado de ella.

Haarlem fue en el pasado una ciudad que albergaba muchas fábricas de cerveza. Hacia finales de la Edad Media, la cerveza de Haarlem se exportaba a todos los rincones del mundo e incluso se utilizaba como moneda de cambio en la provincia sureña neerlandesa de Zelandia Oriental. En 1995, un grupo de ciudadanos de Haarlem entusiasmados e inspirados por este pasado y la pérdida de todas las cervecerías históricas trajo la cerveza Jopen de Haarlem de vuelta.

El retorno del gran molino de grano llamado De Adriaan  a la ciudad fue la razón que llevó a los cerveceros de la Jopen a elaborar una nueva cerveza histórica, esta witbier.

La cerveza viste un color amarillo anaranjado, cristalino aunque turbio a medida que sube a la corona. La espuma es blanca y muy fina, desvaneciéndose enseguida y quedando como una finísima membrana. Desprende un aroma inconfundible al estilo, fuerte, con los cítricos y la malta destacando y un ligero toque herbal de fondo.

En boca es de cuerpo delicado, que no suave. Destacan los cítricos, la naranja y el melocotón, dejando paso a la malta y con un ligero amargor guiando el trago y terminándolo. El regusto es amargo y seco, y deja una sensación muy agradable en la boca.

Una rica wit, muy al uso.

NOTA:

Haarlem fue en el pasado una ciudad que albergaba muchas fábricas de cerveza.  El nombre de ciertos lugares como el Brouwersvaart (Canal de los Cerveceros) Brouwerskade (Embarcadero de los Cerveceros) y Brouwershofje (Patio interior de los Cerveceros) nos trae a la memoria aquella rica historia. En 1400 la fabricación de cerveza era la actividad comercial más importante de la ciudad. Hacia finales de la Edad Media, la cerveza de Haarlem se exportaba a todos los rincones del mundo e incluso se utilizaba como moneda de cambio en la provincia sureña neerlandesa de Zelandia Oriental. La Compañía Holandesa de las Indias Orientales era la encargada de transportarla por barco. Asimismo esta cerveza gozaba de gran fama en Flandes (Bélgica) y el Norte de Francia.
En 1995, un grupo de ciudadanos de Haarlem entusiasmados e inspirados por este pasado y la pérdida de todas las cervecerías históricas, se atrevió al desafío de volver a colocar la ciudad de Haarlem en el mapa mundial de la cerveza con letras mayúsculas. Ese año, después de una ausencia que había durado siglos, la cerveza Jopen de Haarlem volvió al mercado. Acontecimiento que coincidió afortunadamente con la celebración ese mismo año del 750 aniversario de la ciudad, trayendo así el sabor del pasado con la receta de la cerveza Hoppenbier, que data de 1501.
El éxito de la cerveza Jopen (cuyo nombre deriva del antiguo barril de 112 litros de cerveza), fue seguido por el lanzamiento de la cerveza Jopen KOYT, una cerveza elaborada con una receta medieval que requería el uso de hierbas en vez de lúpulos para agregar cierto sabor. En 1999, se introdujo la cerveza Jopen ADRIAAN, una variante ligera de cerveza a base de hierbas, de 1407.
Animados por el éxito cosechado con estas cervezas, los cerveceros de Haarlem sacaron al mercado una cerveza exclusiva tipo “bock”, (una Bokbier o cerveza tradicional holandesa de otoño). Se elabora con cuatro granos diferentes (cebada malteada, trigo, avena, centeno) con un sabor más bien suave en vez de dulce. La cerveza Jopen Bokbier es la cerveza procedente de una fábrica de cerveza independiente que mejores cifras de venta alcanza en los Países Bajos. Desde 2003, también se ofrece la cerveza Jopen LENTEBIER (cerveza de primavera), que se distingue por la generosa cantidad de semillas de cilantro con las que se ha elaborado.
Como confirmación del lugar que ocupa en el corazón de la ciudad de Haarlem, Jopen elabora la cerveza STRIPBIER para la celebración de la bienal del Festival de Historietas o Stripdagen de Haarlem. En el marco de dicho festival, se le da a un caricaturista la oportunidad de ilustrar la etiqueta de la cerveza de ese año, y Jopen llena las botellas con la cerveza que escoja.
- See more at: http://www.jopen.nl/es/?age-verified=b917bcecef#sthash.o3I9T8ce.dpuf
Haarlem fue en el pasado una ciudad que albergaba muchas fábricas de cerveza.  El nombre de ciertos lugares como el Brouwersvaart (Canal de los Cerveceros) Brouwerskade (Embarcadero de los Cerveceros) y Brouwershofje (Patio interior de los Cerveceros) nos trae a la memoria aquella rica historia. En 1400 la fabricación de cerveza era la actividad comercial más importante de la ciudad. Hacia finales de la Edad Media, la cerveza de Haarlem se exportaba a todos los rincones del mundo e incluso se utilizaba como moneda de cambio en la provincia sureña neerlandesa de Zelandia Oriental. La Compañía Holandesa de las Indias Orientales era la encargada de transportarla por barco. Asimismo esta cerveza gozaba de gran fama en Flandes (Bélgica) y el Norte de Francia.
En 1995, un grupo de ciudadanos de Haarlem entusiasmados e inspirados por este pasado y la pérdida de todas las cervecerías históricas, se atrevió al desafío de volver a colocar la ciudad de Haarlem en el mapa mundial de la cerveza con letras mayúsculas. Ese año, después de una ausencia que había durado siglos, la cerveza Jopen de Haarlem volvió al mercado. Acontecimiento que coincidió afortunadamente con la celebración ese mismo año del 750 aniversario de la ciudad, trayendo así el sabor del pasado con la receta de la cerveza Hoppenbier, que data de 1501.
El éxito de la cerveza Jopen (cuyo nombre deriva del antiguo barril de 112 litros de cerveza), fue seguido por el lanzamiento de la cerveza Jopen KOYT, una cerveza elaborada con una receta medieval que requería el uso de hierbas en vez de lúpulos para agregar cierto sabor. En 1999, se introdujo la cerveza Jopen ADRIAAN, una variante ligera de cerveza a base de hierbas, de 1407.
Animados por el éxito cosechado con estas cervezas, los cerveceros de Haarlem sacaron al mercado una cerveza exclusiva tipo “bock”, (una Bokbier o cerveza tradicional holandesa de otoño). Se elabora con cuatro granos diferentes (cebada malteada, trigo, avena, centeno) con un sabor más bien suave en vez de dulce. La cerveza Jopen Bokbier es la cerveza procedente de una fábrica de cerveza independiente que mejores cifras de venta alcanza en los Países Bajos. Desde 2003, también se ofrece la cerveza Jopen LENTEBIER (cerveza de primavera), que se distingue por la generosa cantidad de semillas de cilantro con las que se ha elaborado.
Como confirmación del lugar que ocupa en el corazón de la ciudad de Haarlem, Jopen elabora la cerveza STRIPBIER para la celebración de la bienal del Festival de Historietas o Stripdagen de Haarlem. En el marco de dicho festival, se le da a un caricaturista la oportunidad de ilustrar la etiqueta de la cerveza de ese año, y Jopen llena las botellas con la cerveza que escoja.
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domingo, 20 de octubre de 2013

De Molen Vuur & Vlam

MARCA: De Molen
MODELO: De Molen Vuur & Vlam
ESTILO: India Pale Ale americana(6'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: Hemos hablado en un par de ocasiones de la holandesa De Molen, una de las fábricas más valoradas y respetadas de la actualidad, responsables de la creación de varias decenas de cervezas distintas. Curiosamente, las dos referencias de esta fábrica que hemos valorado han sido dos de sus rarezas creadas en colaboración con otras empresas, sin haber dedicado hasta el momento ninguna atención a sus elaboraciones clásicas. Hoy vamos a romper esta racha con Vuur & Vlam, "Fuego y Llama", una IPA elaborada con 5 tipos de lúpulo y que está tan firmemente establecida como para que varias fábricas hayan su propia versión, entre ellas los inconmensurables noruegos de Haandbryggeriet o los británicos Marble.

El Domingo pasado, habiendo decidido dedicarme únicamente al ocio tras una semana bastante cargada en el ámbito laboral, me pareció un momento perfecto para volver a exponerme a esta cerveza. Viendo su color naranja con pinceladas de amarillo, bajo una espuma del color de una camisa ajada y densa como el cemento, empecé a recordar a qué me iba a someter. Pocas cervezas he conocido que desprendan un aroma de tanta intensidad como esta, especialmente refrescante gracias a la combinación de limón, naranja y hierba, con algún toque de menta, y en un segundo plano frutas tropicales con dejes de resina. De soporte sirve la malta dulce, disimulada por la acción de los lúpulos, que aportan también afilados toques de especias.

Prácticamente no me hacía falta ni probarla, pero nada del mundo, salvo quizá un Tyrannosaurus con un rifle, iba a impedir que la disfrutase como un enano. Era tan cremosa como la recordaba, a un nivel muy similar a la Pale Ale de Nøgne Ø o a una buena cerveza de cask. La malta dulce es mucho más clara en boca, junto con caramelo, albaricoque, nueces, toques de almendra, aunque eso sí, siempre está envuelta por el lúpulo americano, que durante la primera mitad del trago se mantiene algo aletargado.Y si mientras está en calma es de todas maneras imposible no detectarlo, cuando arranca deja en el fondo todos los demás sabores, inundando las papilas de intensas notas de cítricos, hierba, pino y algo más suaves frutas tropicales y especias. Queda al final algo de alcohol en un regusto de amargor marcado, aunque moderado por el dulzor de la fruta tropical. Cerveza fundamental donde las haya, bien encajada dentro del estilo pero lejos de las bombas de lúpulo que tan de moda están. Ya estoy pensando en cuándo la voy a poder volver a tomar.

NOTA: