jueves, 2 de noviembre de 2017

Leupser Dunkel

MARCA: Leupser
MODELO: Leupser Dunkel
ESTILO: Dunkel Lager (4'9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: La cantidad de referencias franconas totalmente desconocidas para mí que me encontré al visitar Landbierparadies de Núremberg durante mis vacaciones en Baviera hizo que me resultase imprescindible solicitar la asistencia del amable (aunque monóglota) dependiente, y esta fue una de sus recomendaciones. Se trata de la Dunkel de Gradl, una fábrica cuya historia se remonta a finales del siglo XVII, emplazada en Pegnitz, un pueblo de unos 15.000 habitantes localizado al Norte de Franconia.

Al no tener disponible en el apartamento una jarra alemana, que es donde habría preferido disfrutar de esta cerveza, la serví en copa, pudiendo apreciar un líquido de color granate, cristalino, ligeramente anaranjado al trasluz. La carbonatación es escasa y pausada, y alimenta una membrana de espuma grisácea de burbuja microscópica. El aroma es muy denso y penetrante, aunque no tan centrado en el dulce como sucede en otros estilos. Tiene un tostado muy marcado, con cereal, almendras asadas, leves recuerdos de grano de café e incluso flirteando con el ahumado, aunque también tiene bastante caramelo y de esa forma compensa la sequedad. Acaba de redondear el lúpulo, cítrico, herbal y ligeramente terroso.

En boca tampoco es nada sencilla y está repleta de sabor, con tanta carga de tostados como sugería su aroma pero mucho menos caramelo. La entrada está dominada por la malta, de dulzor muy limitado, con almendra tostada, intenso cacao y pan de centeno, quedando muy de fondo algo de toffee, lo justo para mantener la estructura. El paso por boca es ligero, y a medida que avanza se suma un toque de cítrico y hierba que refuerza la sensación de sequedad. Final de amargor marcado, con lúpulo noble alemán, cacao suave, grano tostado y leves trazas de humo y café. Me ha encantado, es delicada pero compleja, fácil de beber y a la vez tan interesante como para hacerlo con atención. Repetiría cada día.

NOTA:

domingo, 29 de octubre de 2017

Morlaco Beer Navarrería

MARCA: Morlaco Beer
MODELO: Morlaco Beer Navarrería
ESTILO: American Pale Ale (5'6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Desde la primera vez que probé las cervezas de Morlaco allá por el 2014 ha habido muchos cambios en esta marca, tanto a nivel de recetas como de imagen. Uno de los últimos fue la incorporación como maestro cervecero de Akui, un italiano afincado en Pamplona con una larga trayectoria en la elaboración de cerveza, tanto en domicilio como más recientemente de forma profesional con su marca Akui. De hecho, fue él quien me regaló algunas botellas de las nuevas hornadas para que las probase, y hoy comento la primera que he abierto: Navarrería. Esta cerveza debe su nombre a uno de los burgos que conformaban la ciudad de Pamplona en la Alta Edad Media, y a la vez hace alusión a una de las plazas más populares de esta localidad, que es además uno de los mejores lugares para socializar zurito en mano.

Servida en copa luce un bello color naranja con reflejos entre ocre y amarillo. La espuma blanca jabonosa no es demasiado abundante, aunque la retención es buena y persisten unos milímetros adheridos al cristal. En nariz es potente, y cuadra perfectamente con lo esperable del estilo. Irrumpe un aroma dirigido por el lúpulo americano, con frutas tropicales en abundancia acompañadas de algo de hierba e incluso algún matiz resinoso. Quedan de base malta dulce, caramelo y algo de bizcocho, que soportan con firmeza la carga del lúpulo.

El sabor sigue a la perfeccion el patrón marcado por el aroma, y el resultado final es fantástico. De cuerpo medio, dirigen la entrada malta, cereal y suave caramelo. Rápidamente se ve asaltada por la importante carga de lúpulo americano, aunque en esta ocasión lo que parece predominar son las notas de hierba, pino y resina, dejando a frutas como naranja y mango en un segundo plano. Final de amargor marcado y astringencia considerable, en el que destacan cítricos, pino y algo de especia picante, para dar paso a un regusto eterno que acaba de forjar el lúpulo en la boca. Una APA de libro, directa como exige el estilo pero con suficiente complejidad para mantener la atención durante toda la botella. Una mejoría más que clara respecto a la receta anterior, y sin nada que envidiar a otros referentes del estilo, tanto nacionales como extranjeros.
NOTA:

sábado, 28 de octubre de 2017

Weißenoher Altfränkisch Klosterbier

MARCA: Weißenoher
MODELO: Weißenoher Altfränkisch Klosterbier
ESTILO: Kellerbier (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: La Abadía de Weißenohe, una pequeña población bávara a mitad de camino entre Núremberg y Bamberg, fue construida alrededor del año 1050. Entonces funcionó como monasterio benedictino, y probablemente también en esa época se empezó a elaborar cerveza allí, siendo considerada en algunos textos como la cervecera más antigua de Franconia. En 1803 todos los edificios excepto la iglesia pasaron a manos privadas y, tras un intento fallido del antiguo maestro cervecero para sacar adelante el negocio, fue adquirida en 1827 por Friedrich Kraus. La cervecera ha seguido desde entonces bajo la dirección de la misma familia, habiendo pasado ya por cinco generaciones.

En las próximas semanas voy a presentar varias de las cervezas que probé durante mis vacaciones en Baviera, pero curiosamente esta botella la compré en Zaragoza hace unos meses. Es de color marrón anaranjado, ocre apagado al trasluz, con una turbidez importante. Está cubierta por una espuma blanquecina escasa, apenas medio dedo, de burbuja microscópica. El aroma es muy intenso y denso, con toneladas de caramelo, sirope, toffee, malta fuertemente tostada, y abundantes frutas oscuras como ciruelas e higos, casi rozando el dátil. Se suma una suave base de bizcocho y mantequilla, notas de azúcar moreno, algo de té árabe, un mínimo toque de canela, y un agradable perfume cítrico y ligeramente herbal del lúpulo noble alemán. 

Al olfato parecía muy contundente y pesada, casi como una Doppelbock, pero en boca resulta bastante más ligera y no tan dulce. No por ello decepciona, tiene cereal de sobras, malta tostada, pan de centeno y nueces, a lo que progresivamente se van sumando recuerdos de piel de naranja, suave albaricoque y algún deje de limón. Final terroso, con un moderado amargor herbal y un punto de cítricos y clavo, dejando una agradable y sabrosa sequedad que incita a seguir bebiendo. Una muy buena cerveza, de corte clásico pero nada aburrida y bastante original. El estilo no me queda del todo claro... en algunas páginas la califican como una Kellerbier y es cierto que tiene bastantes elementos que recuerdan a este tipo de cervezas, así que como tal la voy a etiquetar. 

NOTA: