El primer ciclo de catas del Club Bier de la Vinoteca se tituló "Style Fighter", y consistió en la comparación de cervezas según su estilo, para discernir las diferencias que existen entre estos. Le siguió un nuevo ciclo que llevaba el nombre "Bier Chrome", haciendo referencia a la idea principal del mismo, la exploración de los distintos sabores y olores que se pueden encontrar en cervezas de color similar, y en el que tuve la oportunidad de participar como ponente o asistente en varias catas hasta su conclusión, en Junio del 2013.
Apenas 3 meses después, se me informó del comienzo de "Fision Bier", un nuevo proyecto que iba a estar centrado en analizar los distintos componentes de la cerveza y experimentar con ellos. La primera cata, "Bombardeando al Lúpulo", se fue dirigida por Rubén Fernández el pasado Jueves 26 de Septiembre, como bien sugiere su nombre con el lúpulo como protagonista principal. Las cervezas que sirvieron para este cometido fueron lógicamente, al menos en su mayoría, cervezas con un marcado carácter lupulado, entre las que se contaban varias single-hop. Probamos en este orden las siguientes:
- De Molen Single Hop Simcoe (India Pale Ale, 4'8% ABV)
- Mikkeller Nelson Sauvin Single Hop (India Pale Ale, 6'9% ABV)
- De Molen Single Hop Centennial (India Pale Ale, 4'8% ABV)
- Mikkeller Citra Single Hop (India Pale Ale, 6'9% ABV)
- Anchorage Galaxy White IPA (Witbier macerada con kumquats y pimienta negra añejada en barrica de roble, 7% ABV)
- Lervig Rye IPA (India Pale Ale de centeno, 8'5% ABV)
- To Øl Mochaccino Messiah (Brown Ale con café y lactosa, 7% ABV)
Siguió el esquema de las realizadas previamente; cada persona contaba con 7 copas en las que sucesivamente se le irían sirviendo las cervezas, como siempre con 3 pausas para picotear algo, mientras Rubén explicaba las características de las mismas, de los lúpulos empleados en la elaboración y desmenuzaba cada uno de los matices que estos aportaban. El detalle diferente lo descubrimos nada más sentarnos, cuando comprobamos que cada mesa tenía un pequeño cuenco con unos pocos pellets de lúpulo. Su finalidad se nos explicó al comenzar el evento, y no era otra que intentar adivinar de qué lúpulo se trataba de entre los que formaban parte de los ingredientes de las 5 primeras cervezas. Entre los acertantes se realizaría un sorteo, del cual salieron dos ganadores que se llevaron las 7 botellas catadas.
¿Impresiones generales? Respecto a la organización, tan buenas como siempre; fue una cata amena y muy explicativa, en la que no hubo un segundo de aburrimiento. En cuanto a las cervezas, ambas De Molen resultaron decepcionantes, me parecieron demasiado planas en boca, y tampoco Mikkeller Nelson Sauvin me pareció nada del otro mundo. Por supuesto, tanto Lervig como To Øl me parecieron magníficas, y me encantó tener de nuevo la oportunidad de probar Galaxy White IPA de Anchorage, una de las cervezas más peculiares que tomé el año pasado.
Una vez más, mi enhorabuena al Club Bier de La Vinoteca por el exitoso evento y a Rubén por una exposición magnífica.
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