MODELO: Goldstar (גולדסטאר)
ESTILO: Dunkel Lager (4'9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Palestina Ocupada
CARACTERÍSTICAS: Esta botella la conseguí gracias a la amiga Berta, que me la trajo directamente de Palestina Ocupada tras pasar varias semanas por allí, y por lo que me contó es una de las dos cervezas más extendidas en el país, junto con Maccabee. Se empezó a fabricar en 1950, por lo que podríamos suponer que es una de las primeras marcas de cerveza de Palestina Ocupada.
No quedé especialmente contento en mi primer contacto con esta cerveza, por fortuna la volví a probar varias veces durante mi viaje por su tierra de origen y me di cuenta de que mi reseña inicial no hacía justicia a la calidad de esta cerveza. Es de color pardo anaranjado, con una carbonatación que llama la atención por lo intensa, puesto que en ningún momento se dejan de ver ascender rápidamente a la superficie miles de burbujas, que conforman una espuma relativamente abundante y muy duradera, de color blanquecino.
El aroma es moderado, suave y bastante refrescante, dominado por malta tostada y caramelo, a lo que se suma un moderado frescor herbal aportado por el lúpulo y leves recuerdos frutales. En boca se presenta dulce aunque en absoluto empalagosa, siguiendo la línea percibida por el olfato en la que se sobresalían los tostados, sin una complejidad importante pero bastante entretenida de beber. De trago fácil aunque con carácter, termina en un final largo, levemente herbal, que deja en perfecta disposición para seguir bebiendo. Nada de otro mundo pero perfectamente disfrutable, tanto solo como en compañía.
No quedé especialmente contento en mi primer contacto con esta cerveza, por fortuna la volví a probar varias veces durante mi viaje por su tierra de origen y me di cuenta de que mi reseña inicial no hacía justicia a la calidad de esta cerveza. Es de color pardo anaranjado, con una carbonatación que llama la atención por lo intensa, puesto que en ningún momento se dejan de ver ascender rápidamente a la superficie miles de burbujas, que conforman una espuma relativamente abundante y muy duradera, de color blanquecino.
El aroma es moderado, suave y bastante refrescante, dominado por malta tostada y caramelo, a lo que se suma un moderado frescor herbal aportado por el lúpulo y leves recuerdos frutales. En boca se presenta dulce aunque en absoluto empalagosa, siguiendo la línea percibida por el olfato en la que se sobresalían los tostados, sin una complejidad importante pero bastante entretenida de beber. De trago fácil aunque con carácter, termina en un final largo, levemente herbal, que deja en perfecta disposición para seguir bebiendo. Nada de otro mundo pero perfectamente disfrutable, tanto solo como en compañía.