MODELO: Nøgne Ø Pale Ale
ESTILO: American Pale Ale (6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Noruega
CARACTERÍSTICAS: Tras haber probado hace ya 4 años (cómo pasa el tiempo) con mi compañero de blog una bomba nuclear de la microcervecera noruega Nøgne Ø, decidí que siempre que me fuese conseguir una botella de esta marca por un precio razonable, dentro de lo posible, lo haría. Esta oportunidad me la brindó hace unos meses Zombier, y entre las disponibles me decidí por su Pale Ale con la intención de ver de qué eran capaces estos noruegos con cervezas de estilos menos impactantes que una Imperial Stout o un Barley Wine.
Al servirla pude apreciar un color naranja brillante con pinceladas de marrón, apenas velada, protegida por una abundante espuma mínimamente amarillenta, como una camisa vieja, que sella de forma hermética el borde del vaso. Sabía que era una Pale Ale, pero no tenía la más remota idea de si seguía la corriente norteamericana o, por el contrario, bebía de la larga tradición británica, aunque tenía mis sospechas. No obstante, el aroma no deja lugar a dudas al desplegar un torrente de frutas tropicales y malta caramelizada, más propias de las primeras, pese a hacer algo más de énfasis de lo habitual en los cítricos, que se sitúan prácticamente en el mismo plano. Además, entre las evidentes notas de mango y maracuyá se deslizan con delicadeza lúpulo herbal, pino, resina, suaves notas florales, clavo, canela y un deje de miel, permitiendo disfrutar de un perfume tan variado como equilibrado.
En boca lo que más llama la atención, con diferencia, es la textura; no he probado jamás una cerveza de este estilo tan cremosa, en lo que participa también su consistente cuerpo. Mientras deja a su paso una agradable sensación sedosa, emergen intensos sabores de malta dulce, caramelo y algo de toffee, envueltos en melocotón, naranja madura, mango y suaves albaricoque y piña. Se suma a medida que avanza un amargor leve, amable, que acentúa el cítrico y aprovecha para arrojar recuerdos de hierba, pino y especias picantes, destacando clavo y mínima canela. Termina con un regusto largo, de escasa sequedad, cargado de frutas tropicales y hierba. Al principio pensaba que igual algo más de gas la hacía más refrescante y que puede que ganase con eso, pero poco después concluí que no era lo que se pretendía, sino que la intención es más bien hacer una Pale Ale americana redonda, sin grietas, muy frutal pero a la vez contundente. Claro que es mi impresión, quizá no tiene nada que ver con la realidad... realmente lo que importa es que es una cerveza impresionante.
NOTA: