MODELO: Erdinger Pikantus
ESTILO: Weizenbock (7'3% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania
CARACTERÍSTICAS: En plena guerra de exámenes no he podido hacer otra cosa que aprovechar un día de descanso para suministrarme unas cuantas botellas y poder sobrellevar esta temporada de una forma más agradable. Una de las elegidas para este aprovisionamiento, fue la weizenbock de Erdinger, la Erdinger Pikantus. Embracing documentó la marca en el post de la Weiβbier, por lo que saltaremos esa parte.
Hay veces en las que de tanto ir a un restaurante te acostumbras a pedir siempre lo mismo, y con las cervezas no hay excepción. Hace un tiempo solíamos ir con los amigos a un determinado restaurante-cervecería de Huesca, y tras varias visitas, la elección del bocadillo de salchicha cracoviana acompañado de una Pikantus se convirtió en todo un ritual. Lastimosamente, desde hace unos meses dejaron de suministrarla, al igual que muchas otras cervezas, por lo que ese restaurante perdió parte de su atractivo. Al encontrar el otro día la botella en el supermercado, la nostalgia me hizo adueñarme de un burbujeante ejemplar.
La Erdinger Pikantus viste un color café oscuro, algo turbio, y presenta una atractiva corona de espuma beix consistente, esponjosa y duradera. El aroma se ve envuelto con tintes de frutas maduras, levadura y un leve matiz de caramelo. En la boca exhibe un primer sabor a café dulce y caramelo, dejando paso a un tono afrutado muy agradable, entre dulce y ácido, y rematando con un final lupulizado algo agrio. La espuma tiene un sabor a hierro que recuerda a la sangre, detalle que recalcábamos siempre en el restaurante en el que nos la servían, mojando un dedo en el vaso y llevándonoslo a la boca. Su concentración en alcohol (7'3%) hace presencia, y no precisamente en el sabor, por lo que hay que tomarla con cautela y tranquilidad si no se quiere terminar bailando sobre la mesa (ahora se entiende algo mejor nuestra elección cervecil en el restaurante).
Una buena cerveza que además me trae muy buenos recuerdos.
Hay veces en las que de tanto ir a un restaurante te acostumbras a pedir siempre lo mismo, y con las cervezas no hay excepción. Hace un tiempo solíamos ir con los amigos a un determinado restaurante-cervecería de Huesca, y tras varias visitas, la elección del bocadillo de salchicha cracoviana acompañado de una Pikantus se convirtió en todo un ritual. Lastimosamente, desde hace unos meses dejaron de suministrarla, al igual que muchas otras cervezas, por lo que ese restaurante perdió parte de su atractivo. Al encontrar el otro día la botella en el supermercado, la nostalgia me hizo adueñarme de un burbujeante ejemplar.
La Erdinger Pikantus viste un color café oscuro, algo turbio, y presenta una atractiva corona de espuma beix consistente, esponjosa y duradera. El aroma se ve envuelto con tintes de frutas maduras, levadura y un leve matiz de caramelo. En la boca exhibe un primer sabor a café dulce y caramelo, dejando paso a un tono afrutado muy agradable, entre dulce y ácido, y rematando con un final lupulizado algo agrio. La espuma tiene un sabor a hierro que recuerda a la sangre, detalle que recalcábamos siempre en el restaurante en el que nos la servían, mojando un dedo en el vaso y llevándonoslo a la boca. Su concentración en alcohol (7'3%) hace presencia, y no precisamente en el sabor, por lo que hay que tomarla con cautela y tranquilidad si no se quiere terminar bailando sobre la mesa (ahora se entiende algo mejor nuestra elección cervecil en el restaurante).
Una buena cerveza que además me trae muy buenos recuerdos.
NOTA: