martes, 20 de marzo de 2018

Ridgeway Imperial Red Ale

MARCA: Ridgeway
MODELO: Ridgeway Imperial Red Ale
ESTILO: Barley Wine (10% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Inglaterra

CARACTERÍSTICAS: Hasta este año la cervecera Ridgeway, en Oxfordshire, era una completa desconocida para mí, pero gracias al reciente desembarco de sus botellas en La Vinoteca he podido disfrutar de sus referencias durante las últimas semanas. Peter Scholey fundó esta empresa junto con su mujer Vanda Scholey en el año 2002, tras la absorción de Brakspear por Wychwood (Marston's) y el cierre de la fábrica en Oxfordshire, de la que Peter era el maestro cervecero. Esta cervecera está especialmente comprometida con el medio ambiente: su energía proviene de paneles solares, no desperdicia el agua que utiliza, el bagazo es utilizado por granjeros locales para alimentar a sus animales, e incluso comparte instalaciones con otras dos cerveceras de manera que el agua caliente proveniente del enfriado del mosto es aprovechada por otra marca para elaborar. Es la primera noticia que tengo de un sistema colaborativo semejante entre varias cerveceras.

Ridgeway pretende mezclar la tradición cervecera británica con las tendencias más modernas, y la primera cerveza que voy a comentar es un buen ejemplo de ello. Detrás de una etiqueta de corte totalmente clásico se esconde un Barley Wine con inspiración de Red Ale, sometida a Dry Hopping. Es cristalina, con un brillo rubí intenso, más anaranjada en base. Genera una espuma cremosa y densa de color beige, aunque desaparece pronto debido a la escasa carbonatación que le llega. Su perfume es extremadamente potente, denso y compacto. Malta tostada y caramelo dominan con diferencia,  aunque tampoco escasea la fruta oscura madura, sobretodo ciruelas, manzana asada y algo de dátiles. En un segundo plano quedan cereza madura y otros frutos rojos sobre una base de almíbar, quedando un aroma dulce, goloso, pero en absoluto empalagoso.

Similar en boca, fuerza descomunal con grandes cantidades de malta y caramelo, aunque la fruta en esta ocasión llega incluso a ponerse por encima, con recuerdos de cereza picota, ciruela, y más suave fresa y mora. Cuerpo completo, como no podía ser de otra manera, pero no se hace difícil de beber. El trago es calmado, va integrando los diferentes sabores hasta llegar a un amargor final no demasiado marcado, donde salta el comedido carácter cítrico del lúpulo británico, notas de canela, especia picante y el calor del alcohol, acompañados por toneladas de frutas. Cuando la cerveza se atempera se refuerzan los tostados en este punto, y no se escapan recuerdos de grano de café y cereal quemado. Mucha potencia pero bien controlada, muchos matices pero bien integrados. Tengo mis dudas respecto a lo de Red Ale, pero creo que es una cerveza de un nivel bestial y a un precio muy razonable. He dejado una botella a añejar, en unos años os cuento... si aguanto sin bebérmela.

NOTA:

domingo, 11 de marzo de 2018

Almogàver Akelarre

MARCA: Almogàver
MODELO: Almogàver Akelarre
ESTILO: Münchner Hell ahumada (5'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Para cualquiera interesado en la cerveza artesanal nacional el nombre de Almogàver le resulta familiar porque esta marca lleva en activo al menos desde el 2005, inicialmente elaborando sus cervezas en fábricas de otros productores y desde 2017 en sus propias instalaciones en Barcelona. Su nombre hace referencia al que se le daba a pequeños grupos de sarracenos dedicados al saqueo y ataques sorpresa en la Península Ibérica, aunque posteriormente fue empleado para designar a los aragoneses que adoptaron estrategias similares durante la Reconquista. Elaboran en la actualidad 9 variedades distintas, y son todas ellas de alta fermentación salvo su Pils llamada Volksbier y la Rauch que voy a comentar hoy. 

Es de color dorado brillante, cristalina, limpia, con un dedo de espuma blanca de burbuja muy fina alimentada por una carbonatación viva. En nariz es potente, se presenta con gran cantidad de ahumado, dulzón y cálido como una barbacoa de carne. Se apoya en una base de malta dulce, masa de pan y grano crudo, acompañada por algo de compota de manzana, pera madura y un delicado punto de picant. Los diferentes aromas se integran a la perfección de forma que ninguno de ellos rompe la línea del ahumado, quedando un perfume armonioso.

En la entrada en boca salen notas de malta, pan, cereales y algo de fruta madura, destacando el membrillo, con un dulzor moderado. El cuerpo es el apropiado para el estilo, consistente pero sin saturar. El ahumado está presente durante todo el trago, aunque es durante la segunda mitad cuando pasa a primer plano y dirige el sabor. Amargor final marcado, con potentes notas de cítricos, hierba, bastante especia picante, y el humo infiltrándose entre los diferentes sabores. Más lúpulo de lo habitual en este tipo de cervezas pero el resultado es igualmente muy bueno. Queda una cerveza de trago limpio, sabrosa y equilibrada, totalmente digna de servirse en el Altstadt de Bamberg. Mil gracias a Crusat por hacernos llegar esta botella, es un placer comprobar el alto nivel de muchas de las cervezas elaboradas en Cataluña.

NOTA:

martes, 6 de marzo de 2018

Einsiedler Doppelbock

MARCA: Einsiedler
MODELO: Einsiedler Doppelbock
ESTILO: Doppelbock (7'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Por algún misterioso motivo desde que empezó el año me he cruzado varias veces con esta cerveza alemana: la encontré de tirador (además a 3'3 euros la pinta) en el bar Comix de Pamplona, y también he visto las botellas en varias tiendas físicas, entre ellas Líquidos de Zaragoza. Ante tanta insistencia por parte del destino, además de haberla bebido en cada una de estas oportunidades en que se puso a tiro, no tuve más remedio que coger una botella para reseñarla aquí. No podría decir que esto me haya causado mucho sufrimiento la verdad, porque el clima de Pamplona de estos últimos meses ha sido idóneo para atacar Doppelbock.

Esta es de color marrón oscuro, mate, rubí al trasluz, opaca como un muro, con un par de dedos de espuma beige de burbuja muy fina. Aspecto impecable, no cabe queja posible. En nariz es muy maltosa, acaramelada, exuberante de ciruela madura, uvas pasas y algo más suave manzana y pera. El fondo, compacto, lo forman cereal, pan integral, malta tostada a raudales, caramelo, recuerdos de café molido y algo de cacao, consiguiendo mantener el dulce muy controlado, con un equilibrio ajustadísimo. Acaba de redondear el  aromático lúpulo noble, cítrico y herbal, y leves toques de canela.

Para aquellos a quienes Eku 28 o Samichlaus les parecen empalagosas, esta es su Doppelbock. La entrada la dirigen malta, grano tostado, frutos secos, leve caramelo, café y un punto de cacao puro. Cuerpo medio alto. La fruta oscura madura apacigua los tostados pero no sobresale, simplemente facilita el trago. Final de amargor medio, áspero, con grano tostado, cítricos, algo de hierba y especia picante. Los casi 8º de alcohol están tan bien integrados que casi ni se notan. Grano, grano, grano y más grano, una de las Doppelbock más sobrias que conozco, y también una de mis favoritas.

NOTA: