MARCA: Kondaira
MODELO: Kondaira Tostada
ESTILO: Doppelbock (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España
CARACTERÍSTICAS: Años atrás tenía muy bien controladas las fábricas de cerveza activas en Navarra, pero hace ya tiempo que me siento bastante perdido, en parte por la fijación que he desarrollado por los estilos alemanes pero también por el gran número de cerveceras que han aparecido. Una de las marcas que tenía olvidada, aunque sabía de su existencia, era Kondaira, fundada en el año 2016 y cuyas instalaciones están en Mendavia, en la Ribera Alta. Los responsables son el matrimonio formado por Aroa Martínez, psicopedagoga de formación y responsable de gestión y área comercial, y Sebastián Martínez, ingeniero agroalimentario que se ejerce de maestro cervecero.
Tengo varias en la despensa pero he decidido presentar su Tostada aquí por tratarse de una Bock, estilo por el que tengo especial predilección. Tiene un aspecto francamente bueno, es marrón brillante, rubí al trasluz, bastante transparente pese a su color oscuro y coronada por un dedo de espuma beige de burbuja muy fina. En nariz apunta alto, es un aroma cálido, bien cargado de frutos secos, cereales y pan negro. Malta, galleta, algo de caramelo y suave ciruela conforman un fondo dulce que compensa en parte la fuerza de los tostados. Tiene también con un deje cafetoso, con un punto de cacao, en algún momento incluso me recordó a castañas asadas, y lo completa (más todavía) con un afinado lúpulo mineral. Me quedé alucinado, de verdad.
En boca mantiene el nivel, soy incapaz de verle defectos. Es muy sabrosa pero no se aleja del equilibrio ni un milímetro. Con la cantidad de malta que parece llevar tiene que ser dulce, pero los tostados, los cereales y las nueces son lo que más llaman la atención, con algún toque de cacao y torrefacto. Como en el aroma se nota un fondo dulce, en este caso principalmente galleta y más suave frutas oscuras, y una calidez que anticipa el alcohol. Termina en un amargor marcado, mineral y herbal, con un punto cítrico y de especia picante, para dejar un largo regusto con notas de tostados y café. Fuerza, complejidad y equilibrio, más no se le puede pedir a una Bock. Creo que nunca había probado una lager nacional tan buena, el nivel está a la altura de las mejores referencias bávaras.
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