MODELO: Bacchus Vlaams Oud Bruin
ESTILO: Flanders Oud Bruin (4'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica
CARACTERÍSTICAS: Las cervezas de Van Honsebrouck siempre han campado a sus anchas por la Península, aunque la mayor parte de las veces no nos demos cuenta... estoy hablando, por supuesto de Kasteelbier, St. Louis, Brigand, etc. Las que no son tan fáciles de encontrar son las que a mí más me gustan, su gama Bacchus, cuyos diferentes ejemplares pertenecen todos al estilo tradicional belga de las Oud Bruin. La que comento hoy, a partir de la cual se elaboran las otras dos, se empezó a producir en 1955, lo que la convierte en la cerveza más antigua de Van Honsebrouck.
Envuelta en su papel no podría resultar más elegante, aunque por desgracia para los coleccionistas debajo se esconde una botella sin etiqueta. Dentro de ella se encuentra una cerveza de color marrón caoba, pardo al trasluz, que al servirla genera una espuma beige grisácea muy escasa, quedando un anillo en periferia. Su aroma es muy intenso, ácido y dulce a la vez, aunque predomina más bien el segundo. Lo forman malta, caramelo, nueces, centeno, y un potentísimo perfume licoroso que recuerda a frutas pasificadas, arrope y stollen (este pan dulce alemán propio de las Navidades). Se suma además bastante especia, principalmente canela, y algo de naranja confitada al final. Soy consciente de estar enumerando matices un poco raros y que tan apenas había utilizado antes, pero es que es una cerveza muy peculiar.
En boca mantiene los frutos secos, ciruelas pasas, stollen y canela, pero esta mezcla se encuentra en un segundo plano, oculta por la acidez que domina el trago desde el primer momento. A medida que avanza se van introduciendo la sequedad, salen suaves notas de vino tinto, barrica, cáscara de limón y cereza silvestre. Final limpio, de acidez marcada pero controlada, con cítricos, canela, pan de bollo y fruta oscura madura. El regusto es eterno, mantiene cítricos y recuerdos de vino tinto, con un agradable punto de caramelo. Posiblemente se encuentre entre las Oud Bruin más dulces que he probado hasta la fecha, aunque está bien equilibrada, no empalaga y se disfruta enormemente. Quizá no sea tan elegante como Goudenband, ni tan potente como Special Oerbier Reserva de De Dolle, pero creo que es un ejemplo más que notable del estilo.
NOTA: