MODELO: To Øl Baltic Frontier
ESTILO: India Pale Ale americana con bayas marítimas y endrinas (6'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Dinamarca
CARACTERÍSTICAS: Cuando vi por primera vez esta elaboración de To Øl en las estanterías de La Vinoteca y vi que entre los ingredientes se encontraban las bayas de enebro, me la llevé pensando encontrar una especie de homenaje a las Sahti, aunque con una vuelta de tuerca. Una vez en casa, después de buscar algo más de información, comprobé que en realidad se trataba de una IPA utilizando ingredientes comunes a Escandinavia y el Báltico: las bayas marítimas y las endrinas. Esto por una parte me decepcionó un poco, porque llevo siglos queriendo repetir mi grata experiencia con el peculiar estilo de cerveza finés, aunque por otro lado también sabía que iba a probar una cerveza muy original y, siendo de To Øl, con la garantía de estar bien hecha.
Lo cierto es que el aspecto no es el punto fuerte de Baltic Frontier, tiene un color marrón ligeramente anaranjado muy similar al lodo, con una turbidez máxima que refuerza esta impresión. La espuma es lo que nos permite identificarla como cerveza: abundante, cremosa y resistente, mantiene un dedo durante todo el tiempo. En nariz sobresale el lúpulo americano, y las fosas se ven invadidas por toneladas de fruta de la pasión, mango, y más suave melocotón y naranja madura, quedando un discreto fondo de malta. Es un carácter resinoso, almibarado, con notas de levadura moderadas pero evidentes y un levísimo picante. En cuanto a las bayas, la verdad es que detrás de tanto lúpulo no he sido capaz de detectarlas.
La sorpresa viene con el sabor, el lúpulo es mucho menos intenso y frutal y el conjunto tiende con claridad hacia la acidez. Comienza ya con un amargor intenso, irrumpen albaricoque, cítricos y fruta tropical poco madura entre las que destacan la piña, mientras la malta se esconde de nuevo en un segundo plano, manteniendo el cuerpo. A medida que avanza el trago se desarrolla una acidez progresiva, muy herbal, que imagino que proviene de las bayas. El final es muy astringente, una afilada acidez y un potente amargor se combinan, desprendiendo notas cítricas, sobretodo pomelo, herbales y de pino, junto con una carga de especia picante considerable. Sin duda es una cerveza rara, aunque no se puede negar que esté bien hecha. El sabor ácido proveniente de las bayas está muy bien incorporado al lúpulo americano, y si bien al principio me resultaba algo estridente, en cuanto reposa unos minutos se diluye en el resto del conjunto y se equilibra el trago. El única problema que tengo es que estoy cansado de la acidez y, más allá de los estilos que tienen intrínsecamente este sabor, es muy difícil que una cerveza así me pueda entusiasmar. Me pasa lo mismo que con la versión con Brettanomyces de Troubadour Magma, no creo que le aporte ningún beneficio.
NOTA: