MODELO: Augustinerbräu Maximator Starkbier
ESTILO: Doppelbock (7'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania
CARACTERÍSTICAS: Tengo la costumbre de tomar los distintos estilos de cerveza con el clima que mejor le acompaña, no por ser un maniático sino más bien por cuestión de apetito: a 40ºC a la sombra, cuando el asfalto se empieza a derretir, soy incapaz de tomarme una Imperial Stout de 12º de alcohol, al igual que si nieva lo último que me planteo es una Witbier. Como ventaja, disfruto una barbaridad cada cerveza, pero tiene también un pequeño inconveniente, que es que en ocasiones acabo guardando algunas botellas más de lo que me gustaría. Es lo que me ha sucedido con esta Doppelbock de la legendaria Augustinerbräu, que estuvo varios meses en mi despensa hasta que la llegada del frío a Pamplona me animó a abrirla. Por supuesto, no es la primera vez que me topo con esta cerveza, pero me pareció interesante guardar una para una breve reseña en este blog.
Viste un hermoso color rojo rubí, sorprendemente transparente para este estilo, adornado por una carbonatación media que alcanza medio dedo de cremosa espuma beige. Repta por el vidrio un dulce y apetitoso aroma de malta, caramelo, trazas de toffee y pan negro, en conjunción con frutas oscuras, entre las que predominan ciruelas, higos, delicado dátil y mínimos recuerdos de cereza. El lúpulo, por su parte, no resulta demasiado evidente, aunque con un poco de imaginación se puede intuir su presencia en forma de cítricos. Es un perfume cálido y compacto, clara advertencia de lo que podemos esperar del sabor.
En boca es densa, contundente, con un cuerpo entre medio y completo. Predomina el dulzor de la malta tostada y el caramelo, compensado no obstante por una leve aspereza regada de nueces, almendras y pan integral. Totalmente integradas en el núcleo están de nuevos las frutas maduras antes mencionadas, con dátil algo más escondido, acompañadas de toques de cacao y azúcar moreno. Final algo amargo y seco, se potencian los frutos secos y el cacao, e irrumpen además lúpulo noble y un medido soplo alcohólico, reforzado por el caramelo. Por lo general me gustan las Doppelbock más dulces y pesadas, mientras que ésta está posiblemente entre las más secas y amargas; no obstante creo que es un ejemplo de muy buena calidad.
NOTA: