domingo, 1 de junio de 2014

Naparbier Black Rock

MARCA: Naparbier
MODELO: Naparbier Black Rock
ESTILO: Baltic Porter con cacao y café (9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Puesto que es imposible dar a basto con las nuevas elaboraciones de Naparbier, y teniendo en cuenta que se me acaban los días frescos antes de que comience el verano en todo su esplendor y las cervezas oscuras me resulten menos apetecibles, la semana pasada decidí reseñar uno de sus modelos ya establecidos, Black Rock. Se trata de una Baltic Porter elaborada con cacao, café y lúpulos Columbus y Amarillo, disponible desde el otoño pasado y cuya carta de presentación es, como no podía ser de diferente manera, otro fantástico diseño de Antonio Bravo.

Servirla en copa es todo un reto porque tan apenas impacta contra el vidrio la copa se llena hasta arriba de una espuma marrón amarillenta, muy cremosa, pero que no deja espacio para el líquido hasta el punto de que son necesarios 3-4 minutos para poder tomarla. Esta es su única debilidad, y desaparece en el olvido en cuanto acercas la nariz y te encuentras con su adictivo perfume. Este abre con un intenso frescor herbal y cítrico del lúpulo americano, espejismo que queda en seguida relegado a un segundo plano para dar paso al núcleo del aroma, una mezcla de potente cacao y algo más suave café, torrefacto y dispersas notas de frutos secos, sobre un denso fondo de dulces maltas muy tostadas, sirope de caramelo, chocolate y frutas oscuras. El resultado es arrollador, complejidad y fuerza copan por igual un aroma que resume a la perfección lo deseable en una Baltic Porter, aunque más lupulada de lo habitual.

La entrada en boca es también potente, con el cremoso líquido creando un auténtico tsunami de sabor. Lo primero en aparecer es un torrente de cacao, relativamente dulce, que deja de fondo caramelo, café negro y suave regaliz. A medida que avanza el trago el suave amargor inicial se potencia, favoreciendo que sea el café lo que predomine hasta los últimos instantes, en los que el regaliz negro se pone a su altura. Esta evolución está salpicada de arándanos, moras y quizá algo de ciruelas maduras, que matizan la aspereza hasta llegar al final, en el que el marcado amargor es demasiado para éstos. Aparece entonces una astringencia moderada impulsada por el alcohol, que se mantiene en el largo y cálido regusto recordando a whisky o bourbon, junto con notas de chocolate, caramelo, frutas oscuras, hierba fresca, limón y suave vainilla. La verdad, me sorprenden algunas valoraciones no demasiado positivas que he leído de esta cerveza porque a mí me parece muy completa. Tiene un cuerpo completo que consigue controlar a la perfección el cacao y los granos de café añadidos, e incorporarlos al resto de ingredientes con maestría. Al nivel de la Black Ball de To Øl, con la que creo que guarda algunas similitudes, lo que no es decir poco.

NOTA:

jueves, 22 de mayo de 2014

Samuel Adams Boston Lager

MARCA: Samuel Adams
MODELO: Samuel Adams Boston Lager
ESTILO: Märzen (4'9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Estados Unidos

CARACTERÍSTICAS: Dentro de la imparable explosión de cerveceras estadounidenses, que supone que cada año surjan decenas de fábricas nuevas, existen ya unas cuantas que están tan bien establecidas que resultaría difícil imaginarse el panorama sin ellas. No obstante, son pocas las que llegan al nivel de Samuel Adams, toda una leyenda viviente... evidentemente, dentro del contexto de las compañías norteamericanas, cuya tradición y desarrollo no es comparable con la de las grandes cerveceras europeas. Esta fábrica de la capital de Massachusetts fue fundada en 1984 por Jim Koch, con la intención de ofrecer una alternativa a las cervezas insípidas que monopolizaban el mercado estadounidense en la década de los 80, y su nombre pretende ser un homenaje a Samuel Adams, uno de los padres fundadores de los Estados Unidos y a quien se atribuye una cierta dedicación a la elaboración de cerveza. En un inicio se trataba de una pequeña cervecera que se dedicaba principalmente al mercado local, pero su crecimiento desde entonces ha sido tal que actualmente cuenta con una plantilla de 1.200 personas trabajando en varias fábricas en el Noreste del país, además de algunas cerveceras en distintos estados extranjeros que elaboran sus productos por encargo.

La que comento hoy es su modelo más clásico, la que da nombre a la marca y que, como la mayoría de las que se venden en nuestro país, está elaborada en Shepherd Neame. Se trata de una cerveza de estilo Vienna de un cristalino color marrón-ocre, con una carbonatación escasa y perezosa que forma alrededor de 2 mm de espuma ligeramente teñida. El aroma es sorprendentemente intenso para el estilo, rebosa malta tostada bien empapada en caramelo y toffee, formando un núcleo meloso. Este se apoya en un generoso aporte de frutas maduras, melocotón en almíbar, manzana golden y más suave pera, consiguiendo una armonía estupenda, alrededor de la cual se encuentran recuerdos de lúpulo floral, miel y un atisbo de masa de pan, consiguiendo un perfume sólido, sin fisuras.

De cuerpo medio en boca, la carbonatación lo ensalza nada más servirlo, le da vida, aunque pasado un rato queda algo más plano. Dirigen de nuevo malta dulce, denso caramelo y fruta madura, siguiendo un patrón similar al descrito en nariz, pero aquí llama la atención que la miel, antes aislada y meramente decorativa, consigue un papel principal. El lúpulo impronta su carácter floral ya desde mitad del trago, con algún deje de azúcar moreno, naranja y mandarina, preparándo al sabor para desembocar en un amargor leve, muy frutal y maltoso, en el que se refuerzan los matices florales. La verdad es que es una cerveza bastante buena, quizá al final algo ligera de trago pero en todo momento muy sabrosa. Lo único que me fastidia es haberme enterado tarde de que no se producía en Estados Unidos, pero son cosas que pasan. Por cierto, esta botella fue regalo de Cuca y Conchita, muchísimas gracias a ambas.

NOTA:

jueves, 15 de mayo de 2014

Cata Preparatoria del II Concurso de Maestría Cervecera

A finales del pasado 2013 avisé de la convocatoria por parte del Club Bier de La Vinoteca de Pamplona del 2º Concurso de Maestría Cervecera, cuyo límite para entrega de las cervezas participantes estaba fijado para el 30 de Abril del 2014. Como ya sabéis, esa fecha ya ha pasado y sólo queda la parte más divertida del concurso, al menos para el jurado: probar las cervezas.

En las condiciones de este evento estaba estipulado que el jurado lo compondrían los miembros del Club Bier que así lo deseasen, al igual que en la edición anterior. Sin embargo el año pasado sucedió una cosa bastante inesperada, y fue que, en contraste con la importante afluencia de gente que acude habitualmente a las catas del club, fueron pocos los que se animaron a valorar las cervezas que se presentaron al concurso. Sospechando que quizá esto se debió a que algunos no se sintieron capaces de juzgar la calidad de las elaboraciones de los participantes, como más de uno ha desvelado, este año Rubén decidió organizar una cata preparatoria centrada en los estilos protagonistas del concurso, Ale Belga Tostada y Russian Imperial Stout.

Las encargadas de representarlos fueron:

- Trappistes Rochefort 8 (Brune, 9'2% ABV)
- St. Bernardus Abt 12 (Quadrupel, 10% ABV)
- De Struise Pannepot 2013 (Quadrupel con especias, 10% ABV)
- The Kernel Imperial Brown Stout London 1856 (Russian Imperial Stout, 9'8% ABV)
- Samuel Smith's Imperial Stout (Russian Imperial Stout, 7% ABV)
- Wild Beer Wildebeest (Russian Imperial Stout con vainilla, cacao y café, 11% ABV)
- De Molen Hel & Verdoemenis (Russian Imperial Stout, 10% ABV)

Como podéis ver, el desfile de botellas fue contundente y de altísima calidad. Las cervezas las conocía todas y no me llevé ninguna sorpresa, salvo quizá lo bien que aguantó el tipo la de Samuel Smith ante unas oponentes que superaban su graduación alcohólica con creces, siendo en mi opinión una de las mejores de la tarde. Pude comprobar también que Wildebeest por Wild Beer Co. sigue sin parecerme tan buena como correspondería por su precio, su sabor me resulta incluso algo estrambótico.

En esta ocasión además no se me pidió colaboración para dirigir el evento, por lo que pude disfrutar con absoluta tranquilidad de las cervezas al ritmo de la magistral dirección de Rubén, que se esforzó en explicar con el mayor detalle posible características tanto de las marcas como de los estilos que íbamos probando. A él le quiero agradecer, por otra parte, el haberme invitado de nuevo a una de las catas de La Vinoteca

Sin mucho más que añadir, mucha suerte a los concursantes... ¡y que gane el mejor!

sábado, 10 de mayo de 2014

Tienda en Pamplona: Nash Delikatessen

Pocos días después de trasladarme a Pamplona localicé en el Casco Antiguo de la ciudad una tienda de alimentación de Europa del Este llamada Kalinka, y durante un tiempo fue capaz de suplir a mi querida Kozak de Zaragoza. Hace un par de meses chabi_zgz me informó de que este establecimiento llevaba casi un año cerrado pero, puesto que llevaba meses sin pasarme, yo ni me había enterado. El motivo de tener Kalinka tan abandonado no era que algún aspecto del comercio me disgustase, y menos aún que hubiese perdido el interés por este tipo de productos, sino que había encontrado una tienda similar más cerca del barrio en el que yo vivo: Nash Delikatessen.

Se trata de un comercio escondido en una callejuela del municipio de Barañáin, adyacente al barrio pamplonés de Mendebaldea, que llama la atención del viandante con un colorido escaparate. Una vez atravesado el umbral de la puerta el dueño es capaz de ofrecer guía y consejo sobre la infinitud de productos del Este de Europa que abarrotan la tienda, incluyendo elementos de decoración mayoritariamente rusos, películas, embutidos y conservas, carnes, múltiples marcas de caviar, licores (como es lógico, muchas botellas distintas de vodka) y, por supuesto, cervezas varias.

Éstas últimas pueden variar mucho cada vez que se visita la tienda por la gran rotación de marcas que tienen, pero lo que nunca falta es variedad. Es frecuente ver cervezas rusas, ucranianas, polacas, rumanas, lituanas y, de cuando en cuando, incluso de países más exóticos como puede ser Bielorrusia o Moldavia. Además, para los más atrevidos, suele haber al menos un par de marcas de kvass, estilo de cerveza que sin estar entre mis predilectos resulta interesante de cuando en cuando.

La verdad es que es uno de los comercios del Este de Europa que más me han gustado de cuantos conozco, con una oferta de productos increiblemente extensa y unos precios muy ajustados, no alcanzando casi ninguna cerveza los 1'50 €. Si a esto le sumamos la amabilidad del encargado y el que gran parte de las bebidas esten disponibles refrigeradas, no sorprende que esta tienda tenga tanto éxito.




TIENDA: Nash Delikatessen
DIRECCIÓN: Calle Torrenueva, 2
LOCALIDAD: Barañáin
PROVINCIA: Navarra

domingo, 4 de mayo de 2014

Etxeandia Mari

MARCA: Etxeandia
MODELO: Etxeandia Mari
ESTILO: Pale Lager con avena (5'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Puesto que llevaba tiempo sin probar ninguna marca de la Península, en vísperas de un viaje a Bilbao me pareció buena idea intentar traerme alguna cerveza elaborada en la zona. Para ello consulté una de las páginas más útiles para esta tarea, Localbier, que me sirvió para poder localizar algunas botellas de Etxeandia, marca desconocida para mí hasta el momento, cerca de mi hotel. Esta empresa fue fundada por Jon Etxeandia, un guipuzcoano que afirma poseer una experiencia de más de 10 años en la elaboración de cerveza. Produce desde el 2011 en sus instalaciones de Urduliz, unos kilómetros al Norte de Bilbao, hasta 11 referencias distintas, entre ellas algunas tan originales Libe, con endrinas, o la Pumpkin Ale llamada Jean Laffita. Sin embargo, yo preferí empezar por lo sencillo y opté por Mari, una lager, y Lauaxeta, una negra.

De Mari, la que comento hoy, lo que más me sorprendió antes de abrirla es que se tratase de una Pale Lager y sin embargo contase con avena entre sus ingredientes. Al servirla se observa que es bastante turbia, y luce un color miel anaranjado protegido por una abundante espuma jabonosa. La mezcla de estos atributos la hace incluso parecida a una Weizen, aunque basta explorar su aroma para comprobar que no pertenece a este estilo. Este es particularmente frutal, cuenta con toneladas de naranja dulce, mandarina madura, algo más suave melocotón, pinceladas de fruta tropical e incluso algún toque de coriandro; e integrados en toda esta fruta están caramelo y malta dulce. Envuelve el conjunto de forma superficial lúpulo floral y leves recuerdos de miel, como broche de un perfume que no podía ser más prometedor. 

Por desgracia la continuación en boca no mantiene, ni mucho menos, el nivel esperado. Lo primero que llama la atención es la carbonatación; desde el inicio y hasta casi el último instante un torrente de burbujas hacen casi imposible disfrutar del sabor por la potente efervescencia que provocan. Los escasos matices que escapan de esa marabunta gaseosa tampoco son especialmente apetitosos, se nota en un inicio frutas, con una importante carga de limón y más tenue albaricoque, especias y suave malta. Termina en un final bastante amargo y ácido, donde se detectan cítricos, hierba y un marcado carácter medicinal, incluso sulfuroso. A pesar de lo mucho que prometía al principio el resultado final no ha sido de mi gusto, el gas está totalmente descontrolado y el sabor no consigue alcanzar un volumen suficiente como para llenar el trago y resulta plano, quedando al final incluso algo vacío. En mi opinión, todavía les queda bastante camino hasta tener un producto bien afianzado, y posiblemente este debería haber sido el primer paso antes de lanzarse a elaborar tantos estilos distintos.

NOTA:

miércoles, 30 de abril de 2014

Augustinerbräu Dunkel

MARCA: Augustinerbräu
MODELO: Augustinerbräu Dunkel
ESTILO: Dunkel Lager (5'6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: En estos tiempos un tanto agitados que corren en el panorama cervecil, en los que aparecen las nuevas fábricas aparecen como setas, siempre está bien recordar de cuando en cuando a los que llevan allí toda la vida, puesto que, por muy buen manejo que se tenga del arte de la elaboración, es muy difícil (por no decir imposible) alcanzar el nivel de una cerveza cuya receta lleva siglos perfeccionándose. En esta descripción encajaría perfectamente una de mis fabricas predilectas, Augustinerbräu, cuya Hell no tendría demasiado miedo en situar entre mis 10 cervezas favoritas. Llevaba un tiempo sin abrir ninguna botella de esta casa, pero Roberto y su pareja (no recuerdo ahora el nombre, ya lo lamento) tuvieron el detalle de traernos a Rubén y a mí a una de las catas de La Vinoteca un par de botellas que guardaron de su viaje a Münich, y esto ha sido suficiente para retomar con ganas la marca. ¡Muchísimas gracias a ambos!

Centrándonos en esta Dunkel Lager de Augustiner, es de color roble con periferia anaranjada, y se vuelve de un bonito color rojo grosella al trasluz. Relativamente opaca, se observan infinitas burbujas ascendiendo hacia un par de dedos de espuma beige, que sin embargo aguanta durante largo rato. En nariz no es demasiado rotunda, sin embargo dentro de su moderación es agradable. Comienza con dulce malta tostada, algo más suave caramelo, y leves avellanas, té negro y azúcar moreno, todo ello envuelto en frutas maduras. De estas las que más llaman la atención son manzana asada y ciruela madura, y más de fondo quizá algo de cereza. El lúpulo no juega un gran papel, está bastante apagado y apenas aporta algunos toques florales que a ratos son difíciles de detectar.

En boca es cremosa, de cuerpo medio, con un comienzo muy similar al aroma, aunque quizá algo más sencillo. Carga con fuerza la malta tostada acompañada de frutos secos y pan integral, en esta ocasión con menos dulzor, quedando el caramelo de fondo. La fruta también juega un papel importante, casi tanto como el de la malta, pero tiene una vertiente algo más cítrica, dejando de lado las frutas más maduras. A pesar de una leve sequedad continua, el trago es largo y termina al final con un amargor que no rompe con la tónica general; se potencia el cítrico, y se imprimen leves toques florales y especiados, antes de concluir en un regusto largo teñido de fruta madura y miel. Deja una buena sensación al terminar de beberla, aunque quizá algo más de densidad y de sabor no le vendría mal. En mi opinión, se trata de una buena Dunkel, muy disfrutable, aunque no posee ningún atributo que la haga fascinante y está además algo por debajo del nivel del resto de los ejemplares de esta marca. No obstante, repetiría sin problema.

NOTA:

lunes, 21 de abril de 2014

Bintang Pilsener

MARCA: Bintang
MODELO: Bintang Pilsener
ESTILO: Pale Lager (4'7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Indonesia

CARACTERÍSTICAS: Hace algunos meses se debieron alinear los astros y una cantidad preocupante de amigos míos, muchos de ellos que ni siquiera se conocían entre sí, coincidieron en un viaje a Malasia... y gracias a esa horrible costumbre mía de dar la chapa con el rollo de la cerveza, se acordaron de mí y decidieron traerme esta botella que presento hoy, y que tengo que agradecer tanto a Toño como a Berta, dos pre-traumatólogos que jugaron un papel fundamental en que llegase desde el sudeste asiático a Pamplona. El sujeto en cuestión es producto de una cervecera fundada en Surabaya, Indonesia, en 1929 y que actualmente forma parte del grupo Asia Pacific Breweries, propiedad de Heineken International. Otra cerveza producida en esta fábrica y que es bastante más conocida en nuestro país es Tiger, así que sabiendo esto queda claro qué podemos esperar más o menos.

Es de un color dorado oscuro y en su transparencia se hace claro un filtrado intenso. Al chocar con el cristal forma un dedo y medio de espuma blanca, de burbuja fina y aspecto jabonoso que se reduce hasta escasos milímetros en algunos segundos. En nariz es algo almibarada, con un aroma sencillo compuesto por malta dulce, abundante maíz asado, más suave manzana madura, y casi imperceptibles limón y flores aportados por el lúpulo. Se detecta además en torno a estos matices un deje artificial, como químico, frecuente en algunas cervezas industriales, y que no resulta especialmente agradable.

En boca es donde muestra verdaderamente sus carencias. El primer sorbo desvela una falta de cuerpo absoluta, y antes de que haya terminado de pasar por la garganta te das cuenta de que es posiblemente una de las cervezas más insípidas que hay. Lo poco que queda de sabor, concentrado al final, ni siquiera es agradable, sino que resulta una mezcolanza neutra de malta dulzona y maíz junto con suaves notas frutales. Deriva en un final ligeramente ácido y amargo, que deja un regusto desagradable con recuerdos minerales, medicinales y como de agua sucia. En fin, una cerveza mala con ganas, por el momento la peor que hemos comentado en el 2014. (aunque también es cierto que hemos tenido muy buenos ejemplares por aquí) De todas formas, supongo que cuando te la sirven congelada mientras tú estás a 33ºC y con una humedad relativa del 70-80% sabe mucho mejor.

NOTA: