Mostrando entradas con la etiqueta Naparbier. Mostrar todas las entradas
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miércoles, 14 de agosto de 2024

Naparbier Irati

MARCA: Naparbier
MODELO: Naparbier Irati
ESTILO: Münchner Hell (5'3% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Otra de las cervezas de Naparbier que desde hace unos meses se comercializa en supermercados en Navarra es Irati, una Helles que lleva el nombre de uno de los bosques más populares de la Comunidad Foral. De nuevo se presenta en botella de 33 cl y con un diseño estupendo, cuando la vi me pareció que tenía que ser irresistible para cualquier visitante.

Su buen aspecto no se limita a la botella, sino que al servirla nos encontramos una cerveza verdaderamente apetitosa, de color dorado brillante, cristalina, con medio dedo de espuma blanca con burbujas heterogéneas. Aroma discreto, destaca el cereal, malta sin tostar y pan blanco, con un punto de hierba recién cortada.

Sabor más bien dulce, malta, masa de pan y galleta son las protagonistas, apuntaladas por notas de manzana golden madura. La carbonatación es un poco gruesa y queda una sensación ligeramente acuosa, permitiendo un trago largo. Final de amargor medio, con un lúpulo no muy marcado, como corresponde al estilo, de carácter herbal y cítrico. Cerveza sabrosa y fácil de beber, el formato de medio litro no sería en absoluto excesivo. Para mi gusto un poco inferior a Baztan, pero igualmente una buena cerveza a muy buen precio.

NOTA:


martes, 23 de julio de 2024

Naparbier Baztan

MARCA: Naparbier
MODELO: Naparbier Baztan
ESTILO: Kellerbier (5'4% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Cuando se comenzaron a comercializar las cervezas de Naparbier, y de esto hace ya más de una década, me gustaba mucho que se podían encontrar en locales de hostelería tradicionales y gente sin especial interés por la cerveza ensalzaba sus virtudes. Recuerdo cenas de trabajo en las que compañeros las pedían específicamente en La Mandarra de la Ramos, sin importarles pagar algo más (no mucho) por cada pinta, porque era evidente para cualquiera que merecía la pena. Siempre me pareció que la disponibilidad, y también el precio moderado, favorecía enormemente la cultura cervecera.

Pues bien, por primera vez la cervecera navarra ha sacado una serie de cervezas que se comercializan en grandes superficies, y creo que esto es también algo muy positivo. Son en concreto 3: Baztan, Bardenas e Irati, haciendo referencia a estos tres lugares emblemáticos de la Comunidad Foral. La que comento hoy es Baztan, una cerveza ámbar con reflejos anaranjados, ligeramente velada, con medio dedo de espuma amarillenta; al principio el aspecto es bueno pero en pocos minutos la espuma desaparece. En nariz es fresca y directa, combina malta, cereal sin tostar y pan, con algo de manzana verde y un toque mineral.

La escasez de espuma por suerte no se traduce en carbonatación insuficiente, y la textura es muy buena. El sabor comienza con mucha malta, naranja madura, ligero caramelo, y algo de manzana. Final amargo, salino y herbal, con un regusto que prolonga estos últimos sabores durante un rato. Buen trabajo de los de Naparbier, accesible al público general (a lo que ayudará el estupendo diseño de las etiquetas) pero de calidad más que satisfactoria para consumidores con mayor experiencia. Si a esto le sumamos un precio inferior a los 2 euros, creo que esta cerveza tiene mucho peligro. Ojalá en un futuro no muy lejano la podamos beber de tirador en los bares de Pamplona.

NOTA:



miércoles, 29 de mayo de 2024

Naparbier / Mahrs Bräu Motte

MARCA: Naparbier / Mahrs Bräu
MODELO: Naparbier / Mahr's Bräu Motte
ESTILO: Maibock (6'9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Naparbier nos tienen acostumbrados a colaboraciones con productores de altísimo nivel, todavía recuerdo las de hace una década con Alvinne, Nøgne Ø o Lervig, que verdaderamente me impactaron. Lo que reconozco que no vi venir es cuando en el año 2021 se pusieron de acuerdo con Mahrs Bräu, cervecera centenaria de Bamberg, para sacar la Maibock Motte, elaborada con los lúpulos Tettnanger y Hersbrucker. Entonces se me escapó, pero este pasado año se volvió a producir, y ahora sí que he podido hacerme con una lata.

Llama la atención su aspecto, es muy turbia, algo inhabitual en este estilo, y apenas tiene espuma. No obstante tiene un bonito color oro, y se ve ascendiendo bastante burbuja por la columna de líquido. En el aroma, bastante discreto, destacan malta, masa de galleta, pera en almíbar y miel, con un conjunto dulce pero no empalagoso.

En boca es más bien dulce, y la carbonatación se hace patente con una agradable efervescencia en la punta de la lengua. Comienza con malta, galleta y miel, más suave manzana y pera maduras. El lúpulo, mineral y herbal, deja su huella en un final amargo que deriva en un regusto largo, en el que una calidez especiada da pistas sobre la graduación alcohólica. Maibock original, más fresca y lupulada de lo habitual, fácil de beber. Me ha gustado, pero hay muchas elaboraciones de cualquiera de las dos fábricas por separado que me gustan más.

NOTA:


domingo, 19 de septiembre de 2021

Naparbier Das Auge

MARCA:
Naparbier
MODELO: Naparbier Das Auge
ESTILO: Münchner Hell (5'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Una de las cosas que más me tira para atrás a la hora de comprar latas es que con esto del formato de 44 cl algunas marcas pegan unos palos que te dejan la cartera temblando. Sin embargo mis reticencias se esfumaron cuando vi esta cerveza de Naparbier a 2.5 €, lo que me pareció un precio más que razonable, más aún teniendo en cuenta el nivel de las elaboraciones de los navarros. Además llevaba ya tiempo sin probar novedades de Naparbier, y tenía curiosidad de ver qué tal se las apañaban con este estilo que tanto me gusta.

Das Auge se trata de una Helles elaborada con Tettnanger, es decir que a priori se mantiene fiel al estilo clásico. Sin embargo el aspecto no acaba de cuadrar, sí que es de un color dorado pálido pero tiene una importante turbidez, más propia de una Kellerbier. En cuanto a la espuma, esta se reduce rápidamente a pesar de que hay bastantes burbujas en la columna de líquido. El aroma es discreto, con dominio de malta sin tostar, pan blanco, cereales, junto con manzana golden y algo de lúpulo, diríamos herbal y mineral. No es demasiado potente ni demasiado complejo, pero esto no es raro en las Helles.

En boca la verdad es que no está mal, tiene cuerpo, y la carbonatación está ajustada, aunque para mi gusto queda un poco plana. Repite la importancia de la malta y los cereales, bien apoyados por recuerdos de masa de pan. Poco a poco salen las notas de manzana golden, se incorpora un punto de membrillo y suave miel, para terminar en un final de amargor limitado, más bien floral, con leves notas de miel. Se deja beber y la lata de 44 cl se vacía con facilidad, pero tampoco vería motivo para repetir, lo que no es habitual en cervezas del estilo. 

NOTA:

lunes, 1 de abril de 2019

Naparbier Black Blade

MARCA: Naparbier
MODELO: Naparbier Black Blade
ESTILO: Russian Imperial Stout (10'1% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Tras la oleada de cervezas de Naparbier que ha pasado por el blog (más de 12 distintas) entre 2013 y 2015, últimamente tenía un poco olvidada a esta marca, quizá porque se han focalizado en estilos modernos que me hacen menos gracia. Por contra, Black Blade me llamó la atención porque simplemente es una Imperial Stout estándar, sin ingredientes exóticos o envejecimiento, algo que en el mundillo de la cerveza artesanal es cada vez más difícil de encontrar. Yo las elaboraciones serias las agradezco mucho, de hecho casi no bebo otra cosa, así que cuando la vi me lancé a por ella sin pensármelo dos veces.

Es completamente opaca, de color negro azabache. Genera escasa espuma beige, apenas medio dedo, aunque es muy compacta y tiene buena retención. El aroma es mucho más discreto de lo que esperaba, dominado por malta tostada, chocolate y frutas del bosque, algo de regaliz negro y suavísimas notas de café y torrefacto. El lúpulo es difícil de detectar, al menos lo fue para mí, y aporta notas herbales y cítricas.

Esta presentación es, por suerte, un espejismo, porque si hay algo que no le falta en boca es carácter. El cuerpo es medio/alto y la textura oleosa. En el inicio marca un dulzor leve, con chocolate abundante, malta muy tostada, arándanos y moras, pero en seguida surge un intenso sabor a regaliz negro, con algo café solo y moka, que dirige el trago. Termina con un amargor marcado, seco, cafetoso, con notas de especia picante, un punto cítrico, lúpulo herbal muy medido y un golpe goloso de alcohol, nada excesivo. Al final resulta ser una Imperial Stout muy redonda, fácil de beber y sin ninguna estridencia. Perfecta para los amantes del equilibrio con poco interés por los experimentos y mucho por la buena cerveza, grupo en el que me incluyo con entusiasmo.

NOTA:

lunes, 30 de julio de 2018

Siren / Naparbier Dios de la Guerra

MARCA: Siren / Naparbier
MODELO: Siren / Naparbier Dios de la Guerra
ESTILO: Bière de Mars con manzanilla e hibisco (8'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: No soy nada amigo de los experimentos cerveciles, y cada día estoy menos cómodo con las elaboraciones que se salen de los 4 ingredientes básicos. Por desgracia cuando compré esta cerveza en La Vinoteca sólo me había fijado en que era una Bière de Mars, estilo que apenas he podido disfrutar 4 o 5 veces, y que era fruto de la colaboración entre Siren y Naparbier, dos fábricas de nivel. De lo que no me había dado cuenta es que la receta contaba con algún añadido extra, concretamente manzanilla e hibisco, así que la ataqué con un poco de reparo.

Es posiblemente una de las cervezas más rojas que he visto, quizá algo anaranjada en base. Una carbonatación abrumadora alimenta una capa abundante de espuma beige. En nariz se presenta con una intensidad media, y cargado con toneladas de fruta, sobretodo melocotón y albaricoque, más suave naranja y guindas. Queda un fondo de malta tostada, suave cereal y algo de caramelo quemado, y este conjunto es envuelto por lúpulo herbal y unos muy llamativos aromas florales que no habría sabido identificar si no hubiese conocido de antemano los ingredientes. La verdad es que el papel de la manzanilla y el hibisco aquí era muy evidente, y no me llegó a disgustar.

La entrada en boca es algo más normal, con malta tostada y más suave caramelo a los que en seguida se suman frutas, destacando cereza silvestre y otras bayas, chispas de naranja y albaricoque. El cuerpo es medio, no demasiado pesada ni tampoco aguada. Al final se seca un poco, y en un amargor algo astringente teñido de pimienta salen las notas propias de las flores añadidas, además de un toque cítrico y el calor del alcohol. No está del todo mal, pero a mí el sabor de los ingredientes extra me cansó en seguida y me costó terminarme la botella. Para los amantes de experimentos bien, pero yo me quedo con la deliciosa Bière de Mars de La Saint Pièrre.

NOTA:

jueves, 25 de mayo de 2017

Naparbier Kamizake

MARCA: Naparbier
MODELO: Naparbier Kamikaze
ESTILO: Russian Imperial Stout con levadura de sake (13% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: El sake tiene muy poca difusión tanto en España como en Europa, de hecho en todo el continente sólo los noruegos Nøgne Ø se han atrevido a lanzarse a su compleja elaboración. Sin embargo, la gran popularidad de la que está gozando durante estos últimos años la cocina japonesa en nuestro país parece estar alimentando también el interés por el sake, y cada vez es más común ver botellas de una calidad razonable en tiendas de las grandes ciudades. Quizá esto haya sido lo que haya llevado a que los incansables Naparbier hayan experimentado con las levaduras propias de esta bebida en la elaboración de una Imperial Stout de 13º de alcohol a la que han bautizado como Kamikaze.

En realidad no es cerveza sino petróleo, un líquido viscoso negro como la tinta que al deslizarse por la copa crea una espuma marrón también muy densa. La mayor parte de su volumen desaparece rápido, aunque queda un anillo firmemente adherido al vidrio. Su aroma es profundo y muy intenso, y combina un torrente de chocolate negro puro, cacao, vainilla, sirope de caramelo, moras maduras, pasas y recuerdos licorosos. Algo más suaves quedan regaliz negro, un deje de café espresso, y un leve toque de lúpulo herbal con un punto cítrico. Es un conjunto oscuro y complejo, muy reconfortante.

En boca es densa y pesada, y la carbonatación es muy limitada, lo que puede hacer que su textura recuerde a la de algunos vinos dulces. La entrada es melosa, con malta tostada, sirope de chocolate y caramelo envueltos en frutas oscuras, entre ellas uvas y moras. A medida que avanza sale el torrefacto, con medidas notas de café bombón y un llamativo toque salado que imagino que proviene de la levadura del sake. Final cálido y redondo, de amargor moderado, con cacao, soja, lúpulo herbal y un punto de especia picante. Los 13º de alcohol están perfectamente integrados, sólo se notan en el estómago. Es una cerveza fantástica, el sake le da un punto de originalidad pero no se escapa de lo esperable para el estilo. Lo que me queda claro es que para Naparbier la innovación no es un fin sino un medio, y que no se conforman con hacer cervezas mediocres con la excusa de utilizar ingredientes peculiares. ¡Recomendadísima!

NOTA: 

jueves, 10 de marzo de 2016

Naparbier Potemkin

MARCA: Naparbier
MODELO: Naparbier Potemkin
ESTILO: Russian Imperial Stout (12% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: A principios del 2015 los de Naparbier organizaron una encuesta/concurso para decidir el nombre de la Imperial Stout que iban a lanzar durante el año. Entre las múltiples propuestas, algunas de ellas realmente buenas, al final optaron por Potemkin, el nombre del acorazado cuyos tripulantes se amotinaron durante la Revolución Rusa, hechos que posteriormente fueron narrados por Eisenstein en su popular película. La cerveza vio la luz en Junio, época del año no demasiado apropiada para este tipo de cervezas, así que la botella que compré pasó directa a mi despensa, donde ha estado hasta el pasado fin de semana, cuando una tormenta de nieve en Pamplona me convenció de que era el momento de estrenarla.

A la hora de servirla tanto el color como la densidad del líquido me llamaron la atención, pocas veces había visto salir de una botella algo tan oscuro y oleoso, excepto cuando abrí mi colección de botellas con contenidos oscuros y oleosos. Cae en la copa como un plomo y no genera ningún tipo de espuma, aunque algunos segundos después parece querer impulsar una corriente ocre a través de la columna. En nariz asusta, es un perfume tremendamente compacto, de dulzor considerable para el estilo, compuesto por una base de frutas del bosque, fruta oscura madura y suaves pasas que se mezcla con grandes cantidades de tostado, torrefacto, recuerdos de cacao puro y un toque de regaliz negro más discreto. Es cálida, cafetosa y tiene un toque de alcohol y especia perfectamente ajustados, que la redondean.

La textura es muy atractiva, densa y rotunda pero a la vez muy sedosa. La entrada tiene algo de dulce todavía, malta, frutas oscuras y sirope, aunque los tostados siguen siendo lo fundamental. Poco a poco estos avanzan en forma torrefacto, toneladas de café negro, mucho cacao, suave regaliz y un importante carácter licoroso. El final es de amargor intenso y áspero, tanto por el grano como por la gran cantidad de lúpulo, llegando a ser este último algo excesivo para mi gusto. Deja la boca seca, con un regusto de cacao intenso y alcohol bien controlado, que en la garganta se transforma en especia picante, leve punto cítrico y una agradable calidez. Para este tipo de cervezas prefiero que el papel del lúpulo sea más limitado y poder disfrutar más del grano, no obstante es verdad que esta elaboración es totalmente consecuente con el estilo de Naparbier, y que es contundente, sabrosa y equilibrada... vamos, que está tan bien hecha como todo lo que sacan al mercado. Repetiré el próximo invierno, si me dejan.

NOTA:

martes, 19 de mayo de 2015

Naparbier Aker IPA

MARCA: Naparbier
MODELO: Naparbier Aker IPA
ESTILO: India Pale Ale americana (6'7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Tras muchos lanzamientos de diferentes cervezas en ediciones limitadas, el pasado 17 de Mayo los chumachos de Naparbier presentaron en el Manneken Beer de Pamplona la cuarta cerveza que iba a estar fija en su repertorio (sin contar con Naparbier Dunkel, que se dejó de producir en el 2012): la nueva Aker IPA. Se trata de una India Pale Ale cargada de lúpulo americano y cuyo nombre, siguiendo la estela oscura de las últimas elaboraciones de estos navarros, hace referencia al macho cabrío que preside los akelarres en la mitología vasca. Pocos días después empezaron a aparecer las primeras botellas en algunas tiendas navarras, y en cuanto esto sucedió me agencié un par.

Cuando me enteré de la noticia del lanzamiento de esta nueva cerveza, hice mis propias elucubraciones y la imaginé como una Sierra Nevada Pale Ale o Torpedo, especulación pura y dura que su líquido color melocotón, cubierto por una moderada cantidad de espuma amarillenta, ni confirmó ni desmintió. (cual político pillado con la mano en la caja) Sin embargo, el aroma ya apunta en una dirección totalmente distinta; una locura de lúpulo americano invade las fosas nasales, lanzando a discreción intensas notas de maracuyá, piña, hierba, pino, y más suave mango, naranja y resina. Todo esto se apoya sobre un fondo de malta dulce, con toques de toffee, caramelo y mínimos frutos secos con miel.

Durante medio segundo pensé que en boca estaba más relajada, al percibir un inicio dulce, maltoso, de textura cremosa, pero en seguida el lúpulo dirige el trago, inundando las papilas de penetrantes notas de frutas tropicales. En esta ocasión los cítricos tienen mucha más presencia que en el aroma, destacando limón y pomelo, mientras que la naranja se mezcla con las frutas más dulces. El amargor y la acidez son más marcados al final, aunque con la ayuda de la malta y de un cuerpo medio se mantienen bien controlados, dando un frescor francamente agradable. Por último, tras este ascenso estalla una combinación de mango, naranja, albaricoque, suave miel y flores, y notas de pino y resina más tardías que quedan en el largo regusto. La primera vez que probé esta cerveza me gustó, pero me resultó lupulada en exceso incluso para el estilo. Sin embargo en esta segunda ocasión, casi dos años después, el resultado ha sido mucho más acorde a mis gustos: es una IPA muy potente pero con suficiente carga de malta para respaldar al lúpulo, y además consigue así esquivar la simpleza y monotonía que a veces exhiben algunas elaboraciones de otras marcas. 

NOTA:
 

domingo, 19 de abril de 2015

Naparbier Napar Hefeweizen

MARCA: Naparbier
MODELO: Naparbier Napar Hefeweizen
ESTILO: Hefe-Weißbier (5'7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Cuando compré esta botella tenía pensado presentarla como el último lanzamiento de Naparbier; sin embargo, en las 2 semanas que han transcurrido desde entonces ya ha salido otra novedad más, Alien Claw, y posiblemente en las próximas semanas presenten su nueva Blonde llamada Oneka... la verdad es que es difícil seguir el ritmo endiablado de los navarros. Tenía especial interés en probar esta elaboración de Naparbier porque es, hasta donde yo sé, uno de sus primeras incursiones en el fascinante mundo de las cervezas de trigo, y además han escogido un estilo que no creo que sea nada fácil de emular, en parte por la habilidad que se precisa para el manejo de las levaduras.

Con la turbidez propia de una Weizen, luce un color amarillo miel, totalmente mate. Al servirla crea una espuma blanca jabonosa, aunque con un volumen muy inferior a lo propio del estilo. El aroma es muy intenso, dulce y frutal; el lúpulo tiene suficiente fuerza como para ponerse a la altura de la levadura pero el control es adecuado para no eclipsarla. Así, se combinan con maestría plátano, manzana golden, melocotón y suaves toques de naranja y mango, quedando algún deje lácteo, notas cítricas del trigo y recuerdos florales. 

La entrada en boca no sorprende, sigue un patrón similar a lo detectado por el olfato. De cuerpo denso, cremoso, se presenta con fruta madura, principalmente plátano, melocotón y naranja, aunque sin resultar muy abrumador. Poco a poco despierta el trigo, el sabor se vuelve más ácido, con limón y naranja de sangre, quedando de fondo algo de galleta. Termina con un amargor moderado, floral y frutal por el lúpulo y con medidos recuerdos de levadura. La carbonatación, muy bien ajustada, consigue dar volumen al trago y que este pase fugaz, siempre reclamando repetir. Es una Hefe-Weißbier muy peculiar, puede recordar a la fantástica Hopfenweisse de Schneider-Weisse aunque con un toque de las Witbier belgas y, sin ser la mejor elaboración de Naparbier, es una de esas cervezas que siempre apetecen.

NOTA:

sábado, 28 de febrero de 2015

Naparbier Pumpkin Tzar

MARCA: Naparbier
MODELO: Naparbier Pumpkin Tzar
ESTILO: Imperial Stout con chile habanero y calabaza (10'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Pocas cervezas de Naparbier han levantado tanta expectación como Pumpkin Tzar, una curiosa Imperial Stout con chile habanero y calabaza ideada en colaboración con Manuel Baltasar de la cervecería Freiburg, Sven Bosch de The Drunk Monk y Robert Merryman de Shelton Bros, y que salió al mercado a finales del 2012. Me apenó el no haber podido hacerme con ninguna botella en esa ocasión porque la mayor parte de las críticas que recibió fueron positivas, pero estaba convencido de que no sería mi única oportunidad. Finalmente así fue, alrededor de año y medio después me topé con una de ellas y ha estado en mi despensa desde entonces.

Elegí para abrirla un día de frío intenso y mucho viento, de esos que apetece quedarse en casa y dedicarse a actividades calmadas. Su opaco líquido de color negro mate se desliza lentamente por el cristal de la copa, dejando al final medio dedo de espuma marrón grisácea en su superficie. Al acercar la nariz es como una explosión que deja noqueado al olfato, irrumpe un perfume intenso y profundo en el que destacan dulce malta oscura, sirope de chocolate, caramelo y penetrantes frutas oscuras entre las que destacan moras y ciruela negra. Juegan un papel relevante, aunque sin llegar en ningún momento a la altura de los matices mencionados anteriormente, recuerdos de café americano, torrefacto y leve regaliz. En cuanto a la calabaza prometida, yo no fui capaz de detectarla; si estuviese presente su posición sería escondida entre las frutas, pero hace falta imaginación para ello.

Entra potente en boca con malta oscura, café y suave regaliz: aquí es más evidente el torrefacto, no obstante lo respaldan dulces como caramelo, frutas del bosque y chocolate con leche. De cuerpo completo y textura oleosa, avanza con calma, manteniendo las proporciones sin demasiados cambios aunque poco a poco se infiltra algo de dulce. El final comienza con un amargor seco ligeramente herbal que al instante es cubierto por el intenso picante del chile, agarrado al paladar y la garganta, dejando de fondo leves resquicios de tostados. El alcohol pasa desapercibido por la boca, escondido detrás del chile, y sólo se nota en el estómago mientras concluye el trago un largo regusto especiado. Mi sensación no ha sido lo satisfactoria que esperaba; su aroma prometía más de lo que ofrece el sabor, me parece algo lineal y poco complejo hasta la llegada del chile, luego la boca se me queda anestesiada y no percibo muchas más cosas. Sé que ha tenido mucho éxito y la valoración general es muy buena pero a mí no me ha convencido, sin notar ningún defecto grave me resulta monótona y el picante, descontrolado. Por mucho que idolatre a Naparbier tampoco tiene por qué gustarme todo lo que hacen, ¿no?

NOTA:

lunes, 12 de enero de 2015

Naparbier Avant-Garde Barley Wine (Edición 2013)

MARCA: Naparbier
MODELO: Naparbier Avant-Garde Barley Wine (Edición 2013)
ESTILO: Barley Wine añejada en barrica de vino tinto (12% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Una de las mejores cervezas que pude probar durante las Navidades pasadas fue la primera representante de la nueva linea Avant-Garde que acababa de estrenar Naparbier, una Dubbel tan lograda que parecía sacada directamente de una abadía belga. Lo que no sabía es que en ese mismo momento se estaba gestando otra cerveza de esa misma serie que vería la luz un año después, una Barley Wine añejada durante 14 meses en barricas de vino tinto, si no me equivoco en las mismas barricas de la bodega Otazu en las que envejeció The Beast 666. Claro está, con el precedente de la anterior no podía dejar pasar este nuevo lanzamiento, y cuando la vi en La Vinoteca hace un par de semanas no dude un segundo.

Desde el momento de servirla esta cerveza recuerda más a un destilado, puesto que de espuma no produce ni gota, por mucha distancia que haya entre la botella y la copa. Sí que queda alguna burbuja gruesa en superficie, decorando un líquido marrón roble de una turbidez excepcional, pero no más que eso. Su perfume no podría ser más contundente; invaden las fosas nasales malta, toffee y caramelo a raudales, con un dulzor denso y profundo, licoroso, que trae recuerdos de pasas, coñac y suaves dátiles. Alrededor quedan leves notas de té negro, azúcar moreno y ciruela madura, salpicando el conjunto. Por último, tras un rato de reposo emergen los matices propios de la barrica, junto con algún punto de cacao, que sin acaparar el protagonismo tampoco pasan desapercibidos.

La primera sensación en boca la hace perfectamente confundible con un licor, al juntarse su cuerpo consistente y su textura sedosa con la casi total ausencia de carbonatación. Entra de nuevo dulce malta tostada junto a sirope de caramelo, y poco a poco se van añadiendo otros elementos que refuerzan la pesadez y densidad del trago, entre ellos pasas, reminiscencias de moscatel y brandy, más apagadas notas de dátiles y mínimas frutas del bosque. Hacia el final se introduce la sequedad esperable de la madera, junto a la cual se encuentran recuerdos de vino tinto y un deje ácido del Brett, antes de concluir con una nueva embestida de malta, cacao y coñac, acompañada de un agradable calor alcohólico que raspa la garganta. En mi opinión no es tan brillante como la Dubbel de esta misma serie, aunque sigue siendo una gran cerveza. La base es sin duda muy buena, la barrica ha funcionado bien y le da una complejidad todavía mayor, la única pega que le veo es que tanto tiempo en ella ha aplanado un poco los demás sabores. No obstante, me parece una elaboración muy recomendable, de esas que no hay que dejar pasar.

NOTA:

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Alvinne / Naparbier Gentleman Sour Ale

MARCA: Alvinne / Naparbier
MODELO: Alvinne / Naparbier Gentleman Sour Ale
ESTILO: Flanders Oud Bruin (11'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Hace escasos meses empezaron a rondar por la Península las botellas de otra de las muchas colaboraciones que Naparbier ha realizado en los últimos años: Gentleman Sour Ale. En esta ocasión, y a diferencia de los lanzamientos anteriores, la producción no había sido en la fábrica de Noáin, sino que fueron los navarros quienes desplazaron a las instalaciones de Alvinne en Moen, Flandes, para participar en la elaboración de esta cerveza con cepas de levadura Morpheus. No obstante este cambio de estrategia tenía truco, puesto que más o menos al mismo tiempo se preparó una cerveza hermana llamada Gentlelady Belgian Tripel Ale, también en colaboración con Alvinne, que vio la luz en la fábrica de Naparbier.

Huelga decir que me hice con las dos botellas y, tras haber comprobado la altísima calidad de Gentlelady, decidí presentar aquí al caballero. Se trata de una cerveza de un color negro muy opaco, con brillo marrón rojizo en su base, cubierta por una espuma color ceniza, escasa y que en minutos sólo deja un aro adherido a la pared de la copa. Sorprende la cantidad de sedimento que flota en la superficie, pero uno se olvida por completo en cuanto la atención se desvía hacia su intenso aroma, donde la sequedad de malta muy tostada, torrefacto y cacao se enzarzan en una riña con un marcado punto de dulce sirope de caramelo y frutas del bosque que intentan llevarse al conjunto a su terreno. Una sutil acidez parece escondida entre las maltas aunque sin ser capaz de romper, disimulada además por la evidente presencia de la levadura Morpheus, el frescor herbal del lúpulo y un toque de ahumado.

La entrada en boca es dulce y potente, abre con intensa malta tostada, azúcar moreno, caramelo quemado, fruta madura, y algo de torrefacto y café espresso, con un deje astringente que avisa de lo que se viene encima. Así, en cuanto el líquido pasa al final de la boca la acidez inicia un ascenso rápido, cargada de pomelo y algo de limón, mientras mantiene la base de tostados en el fondo. Final áspero y seco con recuerdos de café solo, levaduras lácticas y un medido punto dulce en el que acaba emergiendo el alcohol, aunque con un control sublime. Es una elaboración muy curiosa, pero el resultado final me ha gustado mucho. Dentro del tipo de cerveza que pretende ser, han conseguido un equilibrio nada fácil de alcanzar, permitiendo que no sea la potente acidez producida por las levaduras el único actor, sino que los distintos ingredientes conformen un aroma y un sabor variados y complejos.

NOTA:

domingo, 1 de junio de 2014

Naparbier Black Rock

MARCA: Naparbier
MODELO: Naparbier Black Rock
ESTILO: Baltic Porter con cacao y café (9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Puesto que es imposible dar a basto con las nuevas elaboraciones de Naparbier, y teniendo en cuenta que se me acaban los días frescos antes de que comience el verano en todo su esplendor y las cervezas oscuras me resulten menos apetecibles, la semana pasada decidí reseñar uno de sus modelos ya establecidos, Black Rock. Se trata de una Baltic Porter elaborada con cacao, café y lúpulos Columbus y Amarillo, disponible desde el otoño pasado y cuya carta de presentación es, como no podía ser de diferente manera, otro fantástico diseño de Antonio Bravo.

Servirla en copa es todo un reto porque tan apenas impacta contra el vidrio la copa se llena hasta arriba de una espuma marrón amarillenta, muy cremosa, pero que no deja espacio para el líquido hasta el punto de que son necesarios 3-4 minutos para poder tomarla. Esta es su única debilidad, y desaparece en el olvido en cuanto acercas la nariz y te encuentras con su adictivo perfume. Este abre con un intenso frescor herbal y cítrico del lúpulo americano, espejismo que queda en seguida relegado a un segundo plano para dar paso al núcleo del aroma, una mezcla de potente cacao y algo más suave café, torrefacto y dispersas notas de frutos secos, sobre un denso fondo de dulces maltas muy tostadas, sirope de caramelo, chocolate y frutas oscuras. El resultado es arrollador, complejidad y fuerza copan por igual un aroma que resume a la perfección lo deseable en una Baltic Porter, aunque más lupulada de lo habitual.

La entrada en boca es también potente, con el cremoso líquido creando un auténtico tsunami de sabor. Lo primero en aparecer es un torrente de cacao, relativamente dulce, que deja de fondo caramelo, café negro y suave regaliz. A medida que avanza el trago el suave amargor inicial se potencia, favoreciendo que sea el café lo que predomine hasta los últimos instantes, en los que el regaliz negro se pone a su altura. Esta evolución está salpicada de arándanos, moras y quizá algo de ciruelas maduras, que matizan la aspereza hasta llegar al final, en el que el marcado amargor es demasiado para éstos. Aparece entonces una astringencia moderada impulsada por el alcohol, que se mantiene en el largo y cálido regusto recordando a whisky o bourbon, junto con notas de chocolate, caramelo, frutas oscuras, hierba fresca, limón y suave vainilla. La verdad, me sorprenden algunas valoraciones no demasiado positivas que he leído de esta cerveza porque a mí me parece muy completa. Tiene un cuerpo completo que consigue controlar a la perfección el cacao y los granos de café añadidos, e incorporarlos al resto de ingredientes con maestría. Al nivel de la Black Ball de To Øl, con la que creo que guarda algunas similitudes, lo que no es decir poco.

NOTA:

sábado, 19 de abril de 2014

Naparbier / Nøgne Ø Black Rain

MARCA: Naparbier / Nøgne Ø
MODELO: Naparbier / Nøgne Ø Black Rain
ESTILO: Baltic Porter (7'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Llama la atención que a pesar de que el panorama cervecero noruego no es demasiado extenso, sino más bien al contrario, este país haya sido capaz de aglutinar a algunas de las fábricas de cerveza más reputadas del mundo, entre ellas Haandbryggeriet o la que es una de mis favoritas, Nøgne Ø. Cada vez que localizo una botella de esta última marca a un precio razonable, dentro de lo esperable teniendo en cuenta que se elabora en un país caro como pocos, casi me dan ganas de montar una fiesta... aunque sin invitar a nadie, eso sí. Por esto, cuando me enteré de que iban a colaborar con Naparbier, otra cervecera que está consiguiendo entusiasmarme con prácticamente todo lo que elaboran, empecé a marcar territorio hasta que finalmente pude hacerme con una botella.

El estilo al que se ciñeron, las llamadas Black IPA, no es precisamente uno de mis favoritos pero, sabiendo quienes estaban detrás de la cerveza las expectativas iniciales no podían ser mejores. Al servirla me encontré de bruces con la que es con bastante probabilidad una de las cervezas más oscuras que han pasado por mis manos, de un color negro mate impenetrable tanto en el centro como en periferia, con una viscosa crema beige como capa protectora, adherida con firmeza al vidrio. La entrada inicial del aroma pertenece al lúpulo... y a más lúpulo. Es cítrica, herbal y muy resinosa y, aunque es cierto que se puede detectar algo del grano, su papel es anecdótico, únicamente presenta un medido ahumado de fondo, con tenues toques de cacao, malta tostada y cacao. Este aspecto me llamó la atención, pero supuse que el dry hopping con lúpulos tan aromáticos como los empleados podía haber eclipsado los tostados, y que en boca estos ganarían fuerza. 

Eso parecía en los primeros momentos del trago, con un comienzo de malta tostada, caramelo y suave café y torrefacto potenciado por una cremosidad y un cuerpo tan densos y voluminosos como acostumbran las cervezas de Nøgne Ø. Por desgracia, en seguida entra el lúpulo y barre con todo, dejando el sabor inundado de intensísimas notas de pino y hierba, prominentes cítricos, resina, especias y recuerdos minerales y medicinales. Aunque disimulado por la acidez y la sequedad marcadas que están presentes en casi todo momento, termina con un amargor claro que deriva finalmente un regusto muy largo donde emergen tenues notas de café y torrefacto. A pesar de las excelentes críticas que he leído, a mí esta cerveza no me ha terminado de convencer; mi impresión es que el lúpulo monopoliza el sabor, arrincona al resto de elementos de la cerveza y al final hace que esta sea bastante lineal e incluso algo simplona. La verdad, ha sido una decepción inesperada; no es que me haya costado esfuerzo beberla, pero al final me ha acabado aburriendo. Entre las joyas que elaboran estas dos excelentes fábricas, esta cerveza me parece totalmente prescindible... pero vamos, igual es cosa mía, ya he dicho que el estilo tampoco me entusiasma.

NOTA:

jueves, 3 de abril de 2014

Naparbier/Lervig Grønne Straff IPA

MARCA: Naparbier/Lervig
MODELO: Naparbier/Lervig Grønne Straff IPA
ESTILO: India Pale Ale americana (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Hasta el momento han salido al mercado tres colaboraciones de Naparbier con  reputadísimas fábricas noruegas, Eskua Saison con Haandbryggeriet, Black Rain con Nøgne Ø y la que voy a comentar hoy, Grønne Straff con Lervig Aktiebryggeri. Esta cerveza, cuya traducción al castellano es "Castigo Verde", se trata de una India Pale Ale elaborada en las instalaciones de Naparbier en Noain, a donde se desplazó Mike Murphy, el maestro cervecero de Lervig, a principios del pasado Febrero. El espectacular diseño, como todos habréis imaginado, es obra del sobradamente conocido Antonio Bravo, habitual en las etiquetas de la fábrica navarra.

Su carta de presentación es la abundante y esponjosa crema beige grisácea que cubre un líquido rojo carmesí, velado, con reflejos pardo y anaranjados. A pesar de la multitud de burbujas que alimentan la espuma, esta se desinfla rápidamente, como un globo pinchado, quedando medio dedo casi en todo momento. En el aroma campa a sus anchas lúpulo de origen americano, quizá Cascade o Centennial, que muestra su fuerza desde el inicio con un primer contacto muy cítrico, herbal y repleto de pino. Al instante se abre para dejar hueco a frutas tropicales, entre las que destaca mango, y un fondo dulce, discreto pero evidente, de caramelo, toffee, más suave azúcar moreno y una chispa de especia picante. Al final resulta una mezcla fantástica, en cuyo dominio se alternan fruta, cítrico y hierba, respaldados, eso sí, por el grano.

En boca el frescor es extremo, pero en todo momento mantiene abundante malta y caramelo como soporte, además de un cuerpo consistente que permite controlar al lúpulo. La fruta se incorpora al conjunto con armonía, en forma de mango, albaricoque y suave banana, sirviendo de nexo entre el dulzor del caramelo y la acidez del lúpulo. Este último se manifiesta con intensas notas de pino, resina y limón, moderadas por la malta hasta el final del trago, momento en el que suelta un látigo de acidez, amargor y especia picante que poco a poco se difumina en un regusto largo y sabroso. Es una fusión perfecta de Naparbier y Lervig, puesto que tiene la generosidad en el empleo del lúpulo de los primeros con la pasión por la malta de los segundos, con un equilibrio óptimo. Quizá esta apreciación es pura sugestión por saber de antemano quienes son los responsables de esta cerveza, pero el caso es que han acertado de pleno con mis gustos puesto que, como ya sabéis, siempre he sido partidario de mantener el papel del cereal en el trago.

 NOTA:

domingo, 2 de marzo de 2014

Naparbier Napar Pale Ale

MARCA: Naparbier
MODELO: Naparbier Napar Pale Ale
ESTILO: American Pale Ale (4,4% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: La llegada de Napar Pale Ale al repertorio fijo de Naparbier me pilló totalmente por sorpresa, de hecho me enteré por casualidad al curiosear su nueva página web, y antes no había oído ni una palabra sobre este lanzamiento. Reflexionando, una vez asimilada la agradable noticia, decidí que me parecía un acierto; en mi opinión, al catálogo de estos navarros les faltaba algo suave y fácil de beber, para el día a día, pero marcando distancias con su fantástica Pils. Además, siempre resulta apetecible una buena cerveza a un precio asequible, como es el caso de esta.

Entre dorada y naranja, con escasa aunque persistente espuma blanca, se observa en su líquido casi cristalino una carbonatación constante. Su aroma es oro puro, una mezcla casi perfecta de matices, con fondo de malta dulce acompañada de cereales frescos, y medido caramelo sobre ellos. Esto sirve de soporte a un firme perfume frutal, con melocotón, mango y naranja sanguina, adornado por leves toques de limón. Alrededor quedan lúpulo floral y pinceladas de miel, que terminan de edificar una estructura propia de las Pale Ale americanas.

En boca sigue las directrices del aroma, con clara presencia de malta ligeramente tostada, y sobre ella abundante fruta, aunque con predominio de naranja, albaricoque y melocotón mientras se dejan atrás sabores más tropicales. Inicialmente es algo acaramelada, pero pronto el lúpulo potencia amargor y acidez, introduciendo un gusto herbal y cítrico marcado que pasa el dulzor a un segundo plano. Mucho pino y hierba fresca inundan el trago, acompañadas de notas minerales, antes de terminar en un final de amargor más calmado de lo esperado, con recuerdos de mango, albaricoque y especia picante. No obstante, el regusto es seco y el papel del lúpulo es incuestionable. Buen cuerpo, muy sabrosa, de trago fácil y un poco áspera en sus últimos instantes, como no podía ser de otra forma con Naparbier, esta sí que me parece una cerveza para tomar en cualquier momento. Esperaba algo tipo Sierra Nevada, y es algo más agresiva que esta, pero no me ha decepcionado en absoluto. Gran cerveza.

NOTA:

martes, 17 de diciembre de 2013

Naparbier Avant-Garde Belgian Ale Dubbel (Edición 2013)

MARCA: Naparbier
MODELO: Naparbier Avant-Garde Belgian Ale Dubbel (Edición 2013)
ESTILO: Dubbel (8'4% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: No somos precisamente un blog que suela estar al tanto de las últimas novedades en el mundo cervecil, sino que más bien vamos publicando a nuestro ritmo referencias que nos resultan dignas de mención. Sin embargo, la salida de Avant-Garde, una nueva línea de cervezas de Naparbier en la que van a proyectar sus ansias de experimentar e innovar, me ha hecho romper la costumbre e intentar comentar mis impresiones tan pronto he podido. Ha influido además otro factor, y es que la primera protagonista de esta serie fuese una cerveza de estilo clásico, concretamente una Dubbel; por todos es sabido que estos navarros son unos maestros en la elaboración de cervezas muy lupuladas, pero creo que desde sus inicios no atacaban los géneros más tradicionales, que por otra parte son los que más me gustan a mí. Así, me ha parecido interesante comprobar de lo que eran capaces en este campo.

De color marrón roble con reflejos rubí, es casi totalmente opaca a la luz, incluso demasiado para el estilo. Forma al servirla medio dedo de espuma beige, poco compacta, de la que tras algunos segundos sólo queda una membrana incapaz de cubrir toda la superficie del líquido. El aroma es fantástico, el habitual en una buena Dubbel, con un especial acento en la malta tostada y el caramelo, dulce y rotundo. Se entrelaza con intensas notas de cerezas, ciruelas y más suave zarzamora, arándano e incluso algún toque de plátano. En un segundo plano, quedan chocolate con leche, leve miel y el lúpulo, floral y con un toque cítrico apagado, que terminan de dar forma y profundidad a un comienzo inmejorable. 

El temor que tengo con este estilo belga es que, en no pocas ocasiones, la sensación en boca no es del todo satisfactoria por ser algo ligeras tanto en cuerpo como en sabor y, al final, el conjunto me deja un poco frío. No es ni mucho menos el caso de esta cerveza, que comienza con mucha fuerza con una mezcla de malta, caramelo, frutas del bosque, ciruelas y pasas, perfectamente ensamblada. En este dulzor se infiltra poco a poco una sequedad que va desprendiendo notas de nueces, cereales, suave cacao e incluso, al final, recuerdos de vino tinto, frutos rojos, suaves cítricos y dejes de madera... una complejidad asombrosa. El final se presenta con un amargor claro, cargado de cerezas, moras, abundante lúpulo cítrico y levemente herbal, y especia picante, dejando una agradable calidez alcohólica en el estómago. Esperaba un buen producto, sin duda, pero esto me ha parecido descomunal; contundente, sabrosa y con mucha profundidad, capaz de mirar cara a cara a las mejores Dubbel belgas. Quizá el lúpulo tenga algo más de presencia de la habitual en este estilo, pero no resulta en absoluto estridente ni excesivamente llamativo, parece más bien la seña de identidad de los de Noain. Igual es la exaltación del primer momento, pero para mí esto se merece un 10 rotundo.

NOTA:

martes, 9 de julio de 2013

Naparbier Undead Remastered

MARCA: Naparbier
MODELO: Naparbier Undead Remastered
ESTILO: Double IPA (9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: A estas alturas, las Naparbier de producción regular no me ocultan ya ningún secreto, las tengo todas más que probadas tanto de botella como de barril (en este último formato abundan en Pamplona, y mejoran bastante respecto a su presentación en botella, lo cual no es fácil). En lo que sí que no estoy demasiado puesto es en las múltiples cervezas de edición limitada que han ido saliendo al mercado en los últimos meses, puesto que estas botellas, al menos por el momento, no se han podido encontrar en la capital navarra... y, la verdad, casi me da rabia hacer pedidos para que vuelvan a su lugar de origen. Había de todas maneras una que sí que quería conseguir a toda costa, el relanzamiento de Undead, una IPA doble que produjeron en el 2011 con Javier Aldea de la cervecería Kitsch de Vitoria, y que iba a ver de nuevo la luz un par de años después. Entonces me quedé sin probarla, y este año decidí no perder la oportunidad, antes las buenísimas críticas que suscitó.

Luce un color pardo anaranjado, acompañado de una generosa y espesa crema beige amarillenta, muy resistente. Sorprende lo poco aparente que resulta la carbonatación a simple vista, pero el explosivo aroma que posee esta cerveza no necesita la ayuda del gas para llegar a las fosas nasales. En este se detectan con facilidad, o más bien irrumpen, toneladas de hierba y pino junto con intensos recuerdos de cítricos, que al principio resultan un poco arrolladores. A medida que se va calmando esta furia inicial, aparecen malta dulce, caramelo, almíbar y suave miel, mezclados con naranja, mango y melocotón, que sirven de soporte y equilibran muy bien el potente lúpulo.

El inicio del sabor es dulce, con frutas tropicales, melocotón, caramelo y suave miel, pero rápidamente ataca el lúpulo y la boca arde en llamas. Entran cítricos, destacando cáscara de limón y naranja frente a notas de pomelo algo más secundarias, y amargor intenso y seco, con clara presencia de pino, hierba recién cortada y resina. Este amargor y acidez se mantienen en todo momento, no obstante respaldados por una textura cremosa que se mantiene hasta el final, donde se desvanece poco a poco para dejar la boca muy seca, con innumerables matices que pueden recordar a cítricos, manzana verde, pino, resina, y especias como jengibre o clavo. Es justo lo que esperaba de ella, una cerveza extremadamente amarga y dura de digerir, pero con suficiente cuerpo para manejar el lúpulo... al menos en parte, porque uno de los atractivos de esta cerveza es su desequilibrio controlado.

NOTA:

lunes, 18 de febrero de 2013

Naparbier Zombreaker

MARCA: Naparbier
MODELO: Naparbier Zombreaker
ESTILO: Double IPA (8'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: El primero de los grandes lanzamientos de Naparbier de finales del 2012 / principios del 2013 tuvo como excusa el primer aniversario de la tienda online Zombier, que los navarros quisieron celebrar ofreciéndole a Gabriel esta IPA doble elaborada con Columbus, Citra y Cascade. Tuve la suerte de poderla probar en la fábrica de Landaben, con Pau y Rosana de Lupuloadicto, antes de que estuviese madura, durante una fugaz visita guiada por Juan, y quedamos todos francamente sorprendidos por el nivel que apuntaba a pesar de faltar todavía semanas para que estuviese terminada. Huelga decir que, tras este adelanto, decidí que al menos una botella de este delicioso néctar tenía que pasar por mi despensa.

Tras un viaje Pamplona - Málaga - Pamplona, llegó la botella a mi casa y en cuanto tuve un hueco en mi agenda cervecil (lo de agenda cervecil es tan organizado como suena, es posible que tenga algo similar a un trastorno obsesivo-compulsivo) la descorché. Es de color marrón anaranjado, con brillos dorados, y forma al servirla una resistente espuma con un casi imperceptible tinte amarillo, mientras empieza a liberar un intenso perfume que inunda la habitación. En este predominan las frutas tropicales, junto con melocotón en almíbar y naranja madura, envueltas en un dulce abrigo de malta y toffee. Todo ello se recubre con un medido y delicado soplo de lúpulo herbal oleoso, con recuerdos de resina y chicle. Me parecio un aroma bastante amable, sobretodo para una DIPA, pero por lo que recordaba de su prototipo estaba convencido de que la cerveza me guardaba más que esto.

En boca están presentes tanto la malta y el caramelo como las frutas tropicales, pero con la diferencia de que el lúpulo americano se esconde traicionero y a los pocos segundos asesta una puñalada de amargor y acidez intensos, dejando la boca anestesiada con un torrente mezcla de hierba, pino, resina, limón y pomelo, de marcado carácter especiado. No contento con esto, intensifica el amargor para crear un final agresivo, áspero, seco, astringente, con toneladas de lúpulo, cítricos y un claro recuerdo alcohólico, no obstante controlado. A pesar de su amargor extremo y su importante graduación alcohólica, mantiene en todo momento el equilibrio, dentro de las necesidades del estilo, gracias a un cuerpo consistente que actúa de barrera, haciendo de esta una cerveza de trago corto, para disfrutar con calma. Es simplemente excepcional, lo mejor que he probado de Naparbier hasta la fecha, y eso no es decir poco.

NOTA: