MODELO: Naparbier/Lervig Grønne Straff IPA
ESTILO: India Pale Ale americana (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España
CARACTERÍSTICAS: Hasta el momento han salido al mercado tres colaboraciones de Naparbier con reputadísimas fábricas noruegas, Eskua Saison con Haandbryggeriet, Black Rain con Nøgne Ø y la que voy a comentar hoy, Grønne Straff con Lervig Aktiebryggeri. Esta cerveza, cuya traducción al castellano es "Castigo Verde", se trata de una India Pale Ale elaborada en las instalaciones de Naparbier en Noain, a donde se desplazó Mike Murphy, el maestro cervecero de Lervig, a principios del pasado Febrero. El espectacular diseño, como todos habréis imaginado, es obra del sobradamente conocido Antonio Bravo, habitual en las etiquetas de la fábrica navarra.
Su carta de presentación es la abundante y esponjosa crema beige grisácea que cubre un líquido rojo carmesí, velado, con reflejos pardo y anaranjados. A pesar de la multitud de burbujas que alimentan la espuma, esta se desinfla rápidamente, como un globo pinchado, quedando medio dedo casi en todo momento. En el aroma campa a sus anchas lúpulo de origen americano, quizá Cascade o Centennial, que muestra su fuerza desde el inicio con un primer contacto muy cítrico, herbal y repleto de pino. Al instante se abre para dejar hueco a frutas tropicales, entre las que destaca mango, y un fondo dulce, discreto pero evidente, de caramelo, toffee, más suave azúcar moreno y una chispa de especia picante. Al final resulta una mezcla fantástica, en cuyo dominio se alternan fruta, cítrico y hierba, respaldados, eso sí, por el grano.
En boca el frescor es extremo, pero en todo momento mantiene abundante malta y caramelo como soporte, además de un cuerpo consistente que permite controlar al lúpulo. La fruta se incorpora al conjunto con armonía, en forma de mango, albaricoque y suave banana, sirviendo de nexo entre el dulzor del caramelo y la acidez del lúpulo. Este último se manifiesta con intensas notas de pino, resina y limón, moderadas por la malta hasta el final del trago, momento en el que suelta un látigo de acidez, amargor y especia picante que poco a poco se difumina en un regusto largo y sabroso. Es una fusión perfecta de Naparbier y Lervig, puesto que tiene la generosidad en el empleo del lúpulo de los primeros con la pasión por la malta de los segundos, con un equilibrio óptimo. Quizá esta apreciación es pura sugestión por saber de antemano quienes son los responsables de esta cerveza, pero el caso es que han acertado de pleno con mis gustos puesto que, como ya sabéis, siempre he sido partidario de mantener el papel del cereal en el trago.
NOTA:
5 comentarios:
Me gustó muchísimo. En cierto modo me recordó a ZZ+, ya que aún teniendo muy presente el lúpulo, la base maltosa la hace mucho más disfrutable. Desde luego que a la hora de trabajar el lúpulo hay pocos como Napar...
Un abrazo Hugo!
A mí las lupuladas de Napar, a pesar de que son muy buenas, se me hacen últimamente un poco repetitivas. Por eso me vuelvo loco cuando cambian la tendencia y se centran en otros aspectos de la cerveza, como es el caso de esta o de la Dubbel.
Un abrazo, Lupauloadicto
Creo que estoy contigo. Aker se me hizo muy bestia, por eso creo que me va más ZZ+... Dubbel aún gustándome tampoco me dejó alucinado. Lo bueno que tienen esta gente es que no paran de sacar novedad tras novedad y al final tocan todos los palos...
Otro abrazo, Hugos Urinatum (suena fatal... Jajaja!) ;).
Todavía no la he probado pero por lo que veo es otra maravilla de los Naparbier, tengo ganas de echarles el guante a estas colaboraciones.
Saludos!
Gonzalo esta te va a encantar! Conociendo tu gusto por la Ipas...
Me parece una ipa buenísima, como gusto perosnal, quizás me guste más la Hoptopus pero vaya que esta es de las que bebería a diario con muchísimo gusto.
Saludos!
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